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Todo llega al que sabe aguardar - por Peter Walley

Llevo diez años esperando, y hoy, por fin, la voy a matar.

Cuando todo aquello pasó, mi primer impulso fue tomar la justicia por mi mano y atacarla a la salida del juicio; pensé en un cuchillo o un bidón de gasolina, pero luego comprendí que sus guardaespaldas nunca dejarían que me acercase a ella. Una pistola podría haber resultado, pero no soy tan buen tirador y además ese procedimiento sólo me daba una oportunidad. Y tras mucho darle vueltas acabé teniendo la suficiente lucidez para no hacer una tontería delante de todo el mundo.

Así y todo, sé que tuvo miedo de que algo ocurriera; apareció rodeada de seguridad y, al oir el previsible veredicto de absolución, me dirigió una rápida mirada para ver mi reacción. No tenía miedo al juez, ni a los periodistas, y sabía que podía esquivar a la gente que se había concentrado a la entrada de los juzgados. Lo único que temía era lo que sabía que no podía controlar con todo su poder: las ansias de venganza de una persona a la que no le queda nada que perder.

Las miradas no se pueden condenar, así que la miré a los ojos y dejé que leyera que las cosas no habían acabado entre nosotros. Y esperé.

No lo puedo negar: fue muy duro. Lo peor fue tener que mentir a todo el mundo, aparentar que poco a poco el duelo iba pasando y que había aceptado la situación. Con su mejor intención unos amigos me dieron unos libros de autoayuda, y vaya si me ayudaron: gracias a ellos conseguí fingir ser una persona normal y que todo el proceso se ajustase a los cánones de lo esperable. Si es que lo normal es aceptar que te quiten lo que fue todo para ti y no hacer nada más que comerte la rabia.

Pero incluso así, y aunque nunca lo comentásemos, aquello estaba presente siempre que me encontraba con mis amigos, como un fantasma flotando en el aire. Y además era consciente de que mi fingimiento nunca sería completo hasta que viesen que efectivamente había pasado página y empezado una vida nueva. Y eso era algo que por mucho que quisiera nunca iba a ser capaz a conseguir. Así que poco a poco fui dejando que todas mis relaciones se apagasen, y empecé a tratarme con gente que no sabía lo que me había ocurrido.

Entonces tuve un golpe de suerte: vi por los periódicos que se iba a trasladar a Bruselas a partir del año siguiente. Inmediatamente me puse en marcha y conseguí un trabajo en la ciudad. A mis amigos les dije que me iba a trabajar a París, y una vez fuera de la ciudad no me llevó mucho hacer que nuestra relación terminase definitivamente sin levantar suspicacias. Cuando al cabo de unos meses cambié de número de móvil llevábamos ya tiempo sin hablar, así que si en algún momento intentaron ponerse en contacto conmigo no les extrañaría que no respondiese.

Dejé pasar un año, y otro, y otro. Sentí placer siguiendo su evolución, sabiendo que se creía cada vez más segura, viendo cómo se construía una familia solamente para que tuviese más cosas que perder cuando llegase el momento. Por si acaso me dejé barba y pelo largo, aunque en el caso poco probable de que me viese no creo que me reconociese: tienes que estar pendiente del peligro para verlo venir, y a estas alturas ya se habrá olvidado de lo que hizo. Pero yo no.

Ahora son las dos y cuarenta y siete, y en menos de una hora mi venganza estará completa.

En trece minutos cerrará todos los programas y apagará el ordenador.

En dieciocho minutos llegará al garaje y arrancará el coche.

Antes de las tres y media estará en casa.

Su marido no llega hasta las 5, y los niños tienen hoy clase de violín. Cree que tiene tiempo para estar a solas, cuando los últimos granos de arena están ya cayendo en su reloj. Dejará el bolso en la mesa de la cocina, se quitará los zapatos, avanzará por el pasillo e irá a cambiarse de ropa a la habitación. Y cuando vuelva a la cocina me encontrará a mí.

Escucho el ascensor subiendo, y me cuesta evitar que una risa nerviosa escape de mis labios. Ahora oigo cómo sus pasos avanzan rápidamente hacia la puerta. Y el ruido de la llave entrando en la cerradura dispara mis latidos.

Que empiece la función.

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15 comentarios

  1. 1. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Peter, tu relato es fabuloso. No se que ira a pasar pero a mi ya me tienes atrapado sin escape alguno, soy por lo tanto el más castigado. Exelso,y enhorabuena.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 14:07
  2. 2. Roger/NHICAP dice:

    Hola Peter,
    ¡Qué bien manejas la intriga1, y has logrado la empatía del lector al trasladarle con eficacia y calidad literaria esa emoción que atrapa desde el principio.
    Me ha gustado mucho el ritmo, la claridad y ligereza del texto. El breve párrafo, “Las miradas no se pueden condenar, así que… no habían acabado entre nosotros” tiene mucha fuerza, es muy bueno.
    Tienes un buen comienzo para crear una interesante historia de venganza, con mucho suspense.
    Buen trabajo, Peter.
    Un abrazo.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 19:56
  3. 3. Diego Manresa Bilbao dice:

    Peter,
    Muy buen relato, pero creo que funciona mejor, o sea muy bien, como relato independiente que como comienzo de una novela. Queda claro casi todo.
    Pero, insisto, el talento esta ahi.
    Nos leemos!

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 17:31
  4. 4. Paola dice:

    Hola Peter
    La cuenta atrás, las imágenes de un futuro próximo, el misterio de no saber ni que ocurrió ni de que nos vamos a vengar (porque yo ya estoy de su parte, sin duda alguna)…me encanta.

    Bien escrito y bien llevado, un inicio que hace difícil cerrar página.

    Nos leemos

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 18:37
  5. 5. Marcelo Kisi dice:

    Peter, maestro!
    De nuevo gracias por pasarte por mi relato!
    El tuyo me ha parecido de una factura magistral. Muy bien contado, bien construido, bien creado el ambiente. Y dado que es una novela, el lector se queda esperando el desarrollo de todo lo que has prometido y dejado flotando. Es cierto que casi se sostiene como un relato independiente. Pero la mera noticia de que es el comienzo de una novela es la promesa de muchas sorpresas por venir.
    Aplausos de pie!

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 12:54
  6. 6. Marazul dice:

    Hola Peter, tu relato es demoledor. Alevosía, venganza, rencor…….todo lo peor concentrado en un ser humano.Pero por supuesto que quiero seguir leyendo la novela. Un comienzo así puede ser el anuncio de una buena trama. Y lo que a mí más me gusta: la psicología de sus personajes. De momento ya tenemos a un perfecto psicópata. Aunque el final lo desconocemos. Puede que no la matara…….tatachannnn
    Logras crear mucha tensión y tu primer capítulo se lee de un tirón.
    Un buen comienzo. Felicidades, Peter

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 22:34
  7. 7. Caritobel dice:

    Hola Peter.
    En realidad en cuanto a forma, estly aprendiendo acerca de eso y en apariencia me pareció que el texto es impecable. He visto que algunos tienen ojo de águila para eso y sus aportes son de gran ayuda.
    En mi caso me limito a la historia en sí. A mi me encantó. Me estremecía mientras leía. Es un texto con mucha fuerza y fluidez. Sin dudas te seguiré leyendo en el futuro. Te felicito.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 02:31
  8. 8. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Peter:
    Has escrito un inicio para una novela negra que engancha desde la primera línea. Sólo le encuentro un defecto: me quedé con las ganas de leer el resto del libro. A ver cuándo te animas a continuar el relato.
    Un saludo.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 08:33
  9. 9. Basilisa Nogales dice:

    Hola, Peter Walley:
    Como Marcelo Kisi, te aplaudo de pie. Bravo, requetebravo.
    Si acabas la novela, avísame. La compraré.
    Un saludo

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 01:43
  10. 10. Maureen dice:

    Hola, Peter.

    Una historia apasionante, realmente me has hecho sentir la obsesión del protagonista por aquella que le arruinó la vida.

    En todo caso, yo creo que funciona como relato corto más que como novela, ya que parece que lo único que queda por saber es qué hizo ella para que él quiera vengarse, y eso tal vez se solucionaría en unos cuantos párrafos (aunque real,ente no es necesario saber lo que pasó para sentir el dolr y las ansias de venganza del protagonista). ¿Puedo preguntarte cuál sería tu idea para la novela?

    Busco tus historias todos los meses y nunca me decepcionas, enhorabuena por un texto que engancha de principio a fin.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 01:51
  11. 11. Peter Walley dice:

    Gracias a todos por los comentarios.

    Es verdad que se sostiene casi como un relato independiente, pero en parte mi intención era que pudiese funcionar tanto por si solo como siendo parte de algo más largo.

    Maureen, en particular hay varios caminos abiertos en el final de este relato: ¿nos está diciendo el protagonista la verdad? ¿es ella la que está llegando a casa u otra persona? ¿seguro que nadie está al tanto de sus planes? Pero habrá que esperar para responder a todo esto 😉

    Nos vemos con el nuevo reto en un par de días 🙂

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 19:17
  12. 12. Robert W. Peterson dice:

    ¡Hola!

    Ya llegué a tu relato. Me gusta, está bien redactado en general, aunque en lo personal no me parece una idea muy novedosa. Es la gran pega que le veo. Hemos visto este tipo de escena un millón de veces. He leído hasta el final esperando que sucediese algo que se saliese del guión (la intriga está bien manejada), pero me ha faltado eso, el sello personal, el porqué esta historia será diferente a todas las anteriores.

    Me ha gustado especialmente la forma meticulosa en la que contabiliza el tiempo al final; refleja muy bien que es algo que lleva planeando durante años.

    Le metería mano a la puntuación. Algunas frases separadas suficientemente largas como para ir separadas por un punto, en lugar de un punto y coma. Y un abuso, a mi juicio, de los dos puntos. Yo lo suelo emplear cuando quiero darle énfasis o especificar algo muy relevante. El usarlo tan a menudo hace que pierda ese propósito, como cuando Pedrito gritaba el “que viene el lobo” demasiado a menudo y cuando realmente estaba allí el lobo nadie le tomó en serio. Pues eso.

    También trataría de eliminar alguno de los gerundios y adverbios en -mente. Puede que esto te suene muy a norma ABC de la literatura, pero yo estoy intentando reducir a un adverbio de modo por página escrita, como máximo, y como considero que se gana mucho, te lo comento también a ti.

    Para terminar, hay algunas frase que das rodeos de más, lo ideal es tratar de simplificar y decirlo de un modo más directo. Te pongo un ejemplo:

    “Por si acaso me dejé barba y pelo largo, aunque en el caso poco probable de que me viese no creo que me reconociese.”

    Con el “por si acaso” ya estás poniendo en duda que pudiera reconocerte, no hace falta ya ese “aunque en el caso” y ese “no creo que me reconociese”. O al menos así lo veo yo.

    Me ha gustado y como te digo está bien redactado, pero me faltó esa chispita de originalidad más allá del cómo lo estés contando.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 20:52
  13. 13. José Antonio Caudeli dice:

    Hola Peter. Tu relato avanza con gran precisión hacia un objetivo, el asesinato, pero yo personalmente necesitaría alguna descripción mas sobre todo del protagonista. Quisiera dilucidar en este primer capitulo si este tipo es un psicópata con todas las de la ley, o si verdaderamente esta haciendo justicia. Porque para mi esto es vital, por que lado compras mi interes por este personaje. No me interesa si es de los buenos o de los malos, pero quiero saber a que atenerme de ahora en adelante.

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 21:47
  14. Ya quiero saber el final! La intriga y el suspenso hacen orillas en tu relato, Peter. Por poco y termino mordiendome las uñas mientras me pregunto: ?Que demonios le hizo esa mujer? ?Por que esa sed de venganza?
    Excelente, solo eso puedo añadir. Una venganza muy planificada.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 1 marzo 2016 a las 16:59
  15. 15. Wolfdux dice:

    Excelente, solo dos apuntes. Has escrito todos los números con letras salvo el último, y el “capaz a conseguir” me suena mejor con “de”.

    Un final muy bueno, por cierto.

    Escrito el 2 marzo 2016 a las 22:49

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