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Un detective diferente - por Leonor Cuevas Martín

Un detective diferente

─¡Juani, vámonos ya!
Juan recoge una botella de agua, unos guantes de lana y un gorro; se brocha el abrigo, mientras su mujer se lía en la cabeza una buena bufanda y cierra la puerta de su casa con rapidez.
Ambos se entran en el coche y continúan su camino dejando atrás a su hija en casa de sus abuelos.
─Son las ocho de la mañana y no creo que con el día que está vaya Pepe a aparecer tan pronto por el campo.
─Los ladrones nunca descansan.Basta que lleguemos hoy más tarde, se nos adelanta.
Juani acompaña a su marido en una aventura de la que no está muy convencida y piensa en las posibilidades que hay de que salga mal. Al fin y al cabo, su marido solo es un pequeño agricultor y estas cosas deberían realizarlas la policía.

Desde las ocho y media, Juan espera pacientemente, oculto, tumbado boca arriba, dentro de un pesebre tapado por una puerta tumbada sobre él, que había colocado allí el día antes, preparada para la ocasión. Juani aguardaba que llegara la hora sentada en un pajar contiguo a la majada donde esperaba Juan. Ambos quietos y en silencio, sin poder hablarse, sin comer, casi sin poder respirar por miedo a causar ruido. Solo se escuchaba el ruido de los árboles o de algún pájaro. Ese día, ni siquiera ladraban los perros del vecino. Ese día, las horas se enlentecían y la paciencia se resquebrajaba a medida que el minutero avanzaba. A las tres del mediodía, Juan seguía manteniendo esa postura incómoda, mirando al techo de la majada por encima de su cabeza, ya que todo su cuerpo reposaba inmóvil en aquel pesebre de cemento y piedra. Su mujer, sentada sobre un gabijón de paja cambiaba de postura sin hacer ruido y se desesperaba.
En un momento de debilidad, ella salió de su guarida y se acercó a donde estaba él. Debían abandonar esa operación que según ella “no serviría para nada”. Él la tranquilizó y le dio la opción de abandonar, pero él seguiría esperando hasta atrapar al ladrón. Ella, aunque poco convencida, volvió a su escondite y al momento los perros empezaron a ladrar. Un sobresalto de alegría y temor sobrecogió sus corazones. Era el comienzo de muchas de las aventuras que, de alguna manera, unirían sus vidas para siempre.
La mula del vecino relincha en señal de alegría por la llegada de su amo, los perros ladran por igual. La mujer escucha cómo abre la puerta de la casa contigua a su escondite. Se da cuenta de que en un momento de relajación ha dejado una pierna estirada y la esconde. De pronto, ve cómo Pepe cruza con resolución hacia la puerta de la majada sujetando dos cubas grandes y un saco vacío debajo del brazo. «Ya va», pensó con alegría y miedo. Al llegar a la pared por donde saltaba cada día, los guarros se asustan. El hombre entra en la majada, mira el pesebre y no percibe nada extraño. Como cada día, llena sus cubas del pienso que los animales tienen en abundancia en los comederos y cuando va a coger el saco, mientras se agacha, a espaldas del pesebre, Juan tira al suelo la puerta, que cae con gran estruendo y sale del pesebre.

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8 comentarios

  1. 1. Denise dice:

    Hola!
    Para empezar, quería decirte que cumpliste muy bien con el reto! Eso sí que es un gancho!

    Por lo demás, tengo dos observaciones para hacer:

    El nombre de los protagonistas: al principio confunde un poco que se llamen casi igual. Te sugiero que pienses si no es mejor cambiarle el nombre a uno de los dos.

    Tiempos verbales: el relato comienza en presente, pero en el segundo párrafo salta al pasado sin avisar. Te recomiendo que lo cambies. La narración puede hacerse en cualquiera de los dos tiempos, pero una vez elegido uno, no se cambia, a menos que haya una razón narrativa muy buena.

    Por otra parte, hay problemas menores.

    Concordacia: “…estas cosas deberían realizarlas la policía.” El verbo tiene que ir en sigular, porque el sujeto es “la policía”.

    “se brocha el abrigo”: que yo sepa, el verbo es “abrocha”.

    Comillas: “no serviría para nada” «Ya va». Te conviene elegir una de las dos, no mezclarlas.

    “Era el comienzo de muchas de las aventuras que, de alguna manera, unirían sus vidas para siempre.” En alguna parte, el narrador dice que están casados y que tienen una hija. ¿No se supone que sus vidas ya están unidas?

    Fuera de eso, es un muy buen comienzo. Me hizo acordar un poco a “Misterioso asesinato en Manhattan” 😉

    Espero que mis comentarios te sirvan, saludos!

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 00:59
  2. 2. Leonor Cuevas Martín dice:

    Hola, Denise:
    Muchas gracias por tus aportaciones, porque estoy totalmente de acuerdo con ellas y, es cierto, que tiendo a que me ocurra eso, pero me acabo despistando por más veces que lo lea si no lo he dejado reposar, como ha sido este caso.
    Lo cambiaré en mi escrito.
    Me alegro que te haya gustado.

    Nos leemos.

    Un saludo.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 13:55
  3. 3. Ángel Gabriel. dice:

    Con la cuestión de forma, quiero destacar que la historia es original. porque el protagonista que es un campesino, trata de llevar a cabo una investigación, y tiene una familia.
    Como parte a mejorar dices que: “Dejando atrás a su hija en casa de sus abuelos”. Creo que hubiera quedado más claro: “Dejando a su hija en casa de sus padres”. o sea abuelos de la niña, porque no se sabe abuelos de quienes son, si son de la niña o de los protagonistas.
    En el contenido hay suspenso, intriga, aunque el final realmente no lo comprendo. Si se refiere al pesebre del niño Dios, o a que pesebre.
    La historia trata de mostrar una aventura detectivesca, de dos campesinos, al parecer que solo estaban ensayando o soñando con ser detectives. Porque al parecer a quien esperaban era al patrón.
    Pero así es esto, todos aprendemos de todos, sigue adelante. Con la práctica mejoraras.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 04:09
  4. 4. Leonor Cuevas Martín dice:

    Hola, Ángel Gabriel:

    Gracias por comentar mi relato. Me alegro que hayas encontrato suspense e intriga, que es lo que pretendía con el relato.
    En cuanto a lo de los abuelos, puede llevar a confusión, aunque quizá también suene raro lo de sus padres, pero lo tendré en cuenta.
    En cuanto a lo del pesebre, creo que te has despistado porque se explica dónde estaba escondido Juan, así que si lo mirar creo que no cabe duda de que no es pesebre del niño Dios: “Juan espera pacientemente, oculto, tumbado boca arriba, dentro de un pesebre tapado por una puerta tumbada sobre él, que había colocado allí el día antes, preparada para la ocasión.”
    Por último, no sé de dónde eres, y como es el principio de una novela, cada uno puede imaginar lo que va a seguir de una manera distinta, pero no creo que con lo que dice sea fácil interpretan que esperan al patrón: ¿cómo les va a robar el patrón el pienso de los guarros al obrero?
    Se trata de un pequeño campesino que es dueño de su campo y le roba un vecino, también pobre y con unos campos propios. Son las circunstancias típicas de Extremadura y Andalucía en España.

    Espero que te haya ayudado a comprender el final y el contexto.
    Un saludo

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 19:15
  5. 5. CS.López dice:

    Es un buen relato y tiene enganche al final, ya que uno desea saber la reacción de Pepe al encontrarse con Juan, así tan de repente.

    Por mi parte, tengo que decir que tuve un leve problema para entender algunas cosas en el relato. Hay muchas palabras nuevas para mí, que quizás en tu país son bastante comunes y para mí fueron desconocidas.

    Al igual que comentó Denise, vi, al final de la historia un problema en los tiempos verbales.

    Esta oración [ ─Son las ocho de la mañana y no creo que con el día que está vaya Pepe a aparecer tan pronto por el campo.], tuve algunas veces para tenerla clara. Con mi segunda lectura, caí en cuenta que Pepe era el ladrón. Pero ( aunque no se si esa fue la intencion, presumí que deseabas mostrar que hablaban diferente al ser campesinos)

    Y sobre:

    [“Era el comienzo de muchas de las aventuras que, de alguna manera, unirían sus vidas para siempre.”]

    Tal como dice Denise, ya las vidas estaban unidas, aunque podrías también demostrar (en caso de que sigas la historia) que el lazo entre ambos estaba un poco débil, y la situación en la historia, hizo que sus lazos se unieran más (asumo yo que eso quisiste transmitir)

    Buen relato, escribes muy bien. Exito siempre y espero haber aportado en algo (aunque no sea muy buena crítica)

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 02:26
  6. 6. Leonor Cuevas Martín dice:

    Gracias por tu tiempo y tus aportaciones, CS. López.
    No sé de qué país eres pero has acertado en la interpretación que has decidido dar a la historia porque es con la que yo la escribí. Pepe es el ladrón, vecino de Juan, el propietario del campo. No utilizan ningún lenguaje especial por ser campesinos, salvo que te refieras a: guarros (cerdos), pesebre (donde comen los animales, majada (nave de animales). No se me ocurren otras. Ya digo que no sé cuál es tu idioma, pero siempre utilizo un lenguaje muy sencillo y cercano, sin palabras rebuscadas, aunque es cierto que algunas pueden ser de mi tierra. Sin embargo, creo que todas las utilizadas vienen en el diccionario de la RAE. Si me dices cuáles te han resultado extrañas, me ayudarías a entender tu visión.
    En la frase “Son las ocho de la mañana y no creo que, con el día que está, vaya Pepe a aparecer tan pronto por el campo.”, creo que el problema para entenderla ha sido que no he puesto las comas que corresponden para separar “con el día que está”. Pepe es el ladrón y con fama de no madrugar mucho, de ahí su extrañeza a que aparezca a las ocho.
    En cuanto a la nota sobre el motivo que uniría sus vidas para siempre has acertado, porque el matrimonio une las vidas de dos personas, pero no sabemos si para siempre, en la medida que existe el divorcio. Sin embargo, algún motivo por el que vivir, opiniones o luchas comunes, sí pueden unir para siempre a las personas.
    El tiempo verbal de subjuntivo es bastante común utilizarlo en mi zona. Ese “vaya a aparecer”. Así ocurre con el condiccional en “uniría sus vidas”. No sé si más problemas de tiempos verbales has encontrado. Me gustaría que me dijeras en qué sitios encuentras cambios en los tiempos verbales que te os han trabado la comprensión.

    Un saludo y gracias.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 16:08
  7. 7. Fernando Caporal dice:

    Hola Leonor, ante todo, gracias por pasar por mi relato. He leído el tuyo, y en principio, destaco el “cliffhanger” muy bien logrado; me quedé con ganas de saber que pasa entre Juan y Pepe al encontrarse “in fraganti”.
    La historia es original, la pienso como el tipo rústico que trata de tomar justicia por sus manos empujado por la propia motivación personal, y a la mujer que lo acompaña. Desde ese lado se me ocurre pensar la unión de los corazones de ambos, a través de aventuras que los meterán en líos grandes. Eso es lo que me deja pensar el primer capítulo de tu novela, y me engancha a seguir leyendo.
    En cuando a forma, algunos detalles a tener en cuenta, según mi opinión. Utilizaste “su” en varias ocasiones, cuando no siempre fue necesario, por ejemplo: “mientras su mujer se lía en la cabeza una buena bufanda y cierra la puerta de su casa con rapidez.
    Ambos se entran en el coche y continúan su camino dejando atrás a su hija en casa de sus abuelos.” Acá utilizaste “su” en tres ocasiones, y “sus” también. Se podrían reemplazar en algunas de las partes por otro pronombre, o por un artículo, si dijeras, por ejemplo: “cierra la puerta de la casa”, y “dejando atrás a la pequeña xxxxx en casa de sus abuelos”, creo que tendría una lectura más ágil. Solo es una sugerencia personal.
    También noté que cuando hablas de que Juan está “oculto, tumbado boca arriba, dentro de un pesebre tapado por una puerta tumbada sobre él”, utilizás “tumbado” y “tumbada” demasiado cerca, aquí sería bueno, se me ocurre, buscar un sinónimo para una de las dos palabras, para no repetirlas tan cerca una de otra.
    Solo sugerencias de la forma, el relato me gustó mucho, y por supuesto, me atrapó; ¡quisiera seguir leyendo y saber que pasó con el encuentro en el pesebre!
    Sl2

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 01:11
  8. 8. Leonor Cuevas Martín dice:

    Hola, Fernando:
    Muchas gracias por pasarte por mi relato y por tus sugerencias. Me he alegrado de que me las hayas hecho, pues no había reparado en esa cacofonía que puede suponer el repetir esas palabras de forma tan seguida. Lo corregiré si sigo adelante con la novela.
    Tu interpretación es la correcta y además está basado en un hecho real.
    Un saludo.

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 16:10

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