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La llamada misteriosa - por Isabel

CAPÍTULO I

La luz se filtraba por las rendijas de la persiana cuando abrió los ojos al escuchar el timbre del despertador. No había pegado ojo en toda la noche. A las tres de la madrugada recibió la llamada, desvelándose, no volviendo a conciliar el sueño. Era la cuarta noche que recibía aquella llamada misteriosa y estaba dispuesto a averiguar quién le llamaba a horas intempestivas.

Encendió el móvil y marcó el número de teléfono de su amigo Gabriel, policía nacional desde hacía tres años.

—Gabriel, necesito que me hagas un favor. —Su voz delataba la inquietud que sentía.

—¡Adrián! ¿Qué ocurre? —preguntó preocupado.

—Llevo cuatro noches recibiendo llamadas a altas horas de la madrugada. No tengo ni idea de quién es, pero empieza a cabrearme el asunto —Mientras hablaba con su amigo se dio cuenta que estaba empezando a ponerse nervioso.

—Veré que puedo hacer, pero la localización de llamadas lleva trabajo y si no hay amenazas, no hacemos mucho caso la verdad. Pero por ser tú, haré una excepción. ¿ cuál es el número que llama? —Gabriel sabía que su amigo esperaba que se implicara.

—No sale el número, ni siquiera dicen nada. Llaman y tras unos segundos cuelgan.

—¡A ver qué puedo hacer! Te llamo cuando averigue algo —dijo Gabriel

Adrián se sentía afortunado, Gabriel haría todo lo posible para averiguar algo aunque no le hubiese garantizado nada. Sabía que él era así, no prometía lo que no podía ofrecer con seguridad. Desde que Marta había muerto, él era la persona con la que podía hablar sin que sintiera lástima, y no como hacía el resto de su entorno.
Aún le costaba aceptar que su vida había cambiado de forma inesperada, que ya no podía realizar los planes y proyectos que tenía junto a su mujer. Jamás imaginó que el destino podría llevarle a vivir aquella tragedia. Se sentía culpable y desgraciado.
No podía olvidar a Marta metida en la bañera, su brazo izquierdo colgando y la herida sangrante en sus muñecas. A su mente vino el recuerdo de cómo al ir a cogerla pisó el charco de sangre que se había formado en el suelo y cómo lo propagó por toda la casa cuando salió corriendo para llamar a los servicios médicos. Aún podía sentir el dolor en los nudillos de su mano derecha cuando golpeó todo lo que encontró a su paso al mismo tiempo que gritaba, como si un demonio le hubiese poseído.
—¡Marta, joder! Marta ¿ qué has hecho? —las lágrimas brotaron mientras escuchaba las sirenas de la ambulancia que ya llegaba a su casa.
El nudo que sentía en la garganta al recordar aquella escena se suavizó cuando vio en la pantalla de su móvil la llamada de Gabriel.

—¡Dime! ¡Qué rapidez! ¿ Has conseguido averiguar algo? —preguntó con tono impaciente

—Siéntate Adrián —dijo con voz muy seria.

—Estoy sentado. ¿ qué pasa?.

—Es que no sé cómo decirte esto.

—Gabriel, ¡dime qué es lo que pasa!

—He hecho averiguaciones con la compañía telefónica y he podido averiguar el número de teléfono que te llama —respondió esperando la reacción de su amigo.

—¿ Quién coño es ?

—Las llamadas se están haciendo desde el móvil de … Marta.

De inmediato un silencio que duró unos diez segundos hizo que ambos se sintieran incómodos. Adrián estaba confuso, le costaba pensar. Su mente comenzó a ir de una idea a otra. El móvil de Marta nunca apareció, lo buscó por todas partes y fue un misterio que no hubiese ni rastro de él.

—Gabriel, todo esto me huele muy mal. Tengo que averiguar quién es —por fin pudo articular las palabras.

—Ya sabemos dónde está el móvil de Marta, ahora hay que averiguar quién lo tiene.

—¡Tienes que averiguar quién es y qué quiere! por favor. Es posible que Marta hiciera lo que hizo por algún motivo que yo desconozco.

—Tranquilo Adrián, ahora sí que tengo algo con lo que puedo comenzar una investigación. ¡ Nos ponemos en marcha! —Gabriel hizo todo lo posible para que sus palabras mitigaran el desconcierto que su amigo tenía.

—Te lo ruego, porque no voy a parar hasta descubrir quién me ha jodido la vida para siempre.

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5 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola Isabel. Un relato impactante; creo que esa es la mejor palabra para definirlo. Buen ritmo, buena narración, emoción contenida, puedo incluso ver las ojeras de Adrián, la desesperación enmarcada en esas pisadas de sangre repartidas por todo el piso,la mirada inerte de Marta y de repente, oh de repente ese vuelco en la historia, ese pequeño detalle que súbitamente lo cambia todo. Una narración muy bien lograda, con un gran giro final.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 01:00
  2. 2. juanjohigadillo dice:

    Buenos días, Isabel:
    Me ha gustado tu relato, pese a que, como lector, no entiendo porqué Adrián dice que le han jodido la vida para siempre. Supongo que la respuesta estará en tu cabeza para plasmarla en capítulos venideros, aunque a mí se me ocurre que quizá pueda ser la misma Marta que quiere ponerse en contacto con él desde el más allá para algo bueno.
    En fin, la historia promete.
    Saludos desde Pucela.
    Juanjo

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 09:46
  3. 3. Isolina R dice:

    Hola, Isabel:
    Me he quedado con la intriga de saber cómo y por qué murió Marta. Un aplauso para este primer capítulo.
    Sugerencias:
    1.- Se repite mucho “llamada-s” (6) y “llamar (5). Hay que reducir el número tanto del sustantivo como del verbo.
    2.-También se repite “averiguar (6) y “averiguaciones” (1).
    3.- Algunas veces usas palabras innecesarias:
    “abrió los ojos al escuchar el despertador”, “A las tres de la madrugada recibió la llamada, y no volvió a conciliar el sueño”, “marcó el número de su amigo Gabriel”.
    4.- Después del signo de interrogación o de exclamación de apertura no hay que dar espacio:
    “. ¿Cuál es el número que llama?” (debe empezar con mayúscula, porque hay punto antes), “Marta, ¿Qué has hecho?”, “¿Has conseguido averiguar algo?”, “. ¿Qué pasa?” (con mayúscula porque hay punto antes, y sin el punto que has puesto tras el signo de interrogación de cierre), “—¿Quién coño es? (aquí también has dado espacio antes del cierre), “¡Nos ponemos en marcha! (sobra el punto tras el cierre).
    5.- Acaba de sonar el despertador, el protagonista lleva despierto desde las tres de la madrugada. Creo que tienes que cambiar un tiempo verbal: “A las tres de la madrugada había recibido la llamada”.
    5.-“se dio cuenta de que estaba empezando” (siempre “darse cuenta de”).
    6.- “no hacemos mucho caso, la verdad” (te falta la coma antes de “la verdad”). También en : “Marta, ¿ qué has hecho?”, “—Siéntate, Adrián”, “—¡Tienes que averiguar quién es y qué quiere!, por favor”, “—Tranquilo, Adrián”.
    En “—Veré que puedo hacer”, falta tilde en “qué” y en “averigue” la diéresis sobre la “u”.
    En “No podía olvidar a Marta metida en la bañera, su brazo izquierdo colgando y la herida sangrante en sus muñecas. A su mente vino el recuerdo” unos posesivos se refieren a Marta y otros al prota. Yo pondría: “No podía olvidar a Marta en la bañera, el brazo izquierdo colgando y la herida sangrante en las muñecas. A su mente vino el recuerdo”.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 15:18
  4. 4. Verónica Murillo (Vero) dice:

    Hola, Isabel. No voy a entrar en cosas de la forma ya que Isolina ha hecho un gran trabajo en esa parte, sólo te comentaré el contenido que me ha parecido genial. Al comenzar le relato me sentía un poco en el aire y no me terminaba de convencer, pero cuando enlazaste la llamada misteriosa con la muerte de la esposa, que primero pensamos que no es más que un suicidio, nos metes en materia de un plomazo que hasta yo me quedé muda diez segundos. Felicidades, muy bueno, ojalá lo continúes.

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 18:31
  5. 5. KMarce dice:

    Saludos Isabel:
    Parece que llego tarde porque ya Isolina nos hizo la tarea a todos, ella siempre tan puntual. Concuerdo con sus anotaciones, para que pulas este relato.
    Las narrativas de misterio, suscesos de intriga siempre captan la atención; creo que lo has logrado con el desespero del protagonista.
    Si he de poner un pero, el uso de los ¡! de manera numerosa, hay momentos en que no son necesarios, la misma frase ya contiene ese impacto.
    A todas luces, creo que la escena o reto se ha cumplido; por lo que me resta solo felicitarte.
    ¡nos leemos!

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 07:31

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