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Fiestas de Sangre - por C.S López

Una punzada mortal en su estómago, como si una daga le atravesara. Sus manos temblaron y sus piernas fallaron en sostenerle. Es así como Josh cayó contra el suelo.
Su visión borrosa notaba sin definición como los demás yacían junto a él. Cientos de personas en el suelo con sus ojos perdidos y con sus vestidos manchados con sangre entre mezclada con los residuos de sus cuerpos.
Aquella fiesta pasó de ser una celebración a un espectáculo putrefacto.
Josh abrió sus ojos confusos, débiles y con las pocas fuerzas que aún le quedaban se pudo poner de pie. Aun débil y un poco dormido, el primer pensamiento en cruzar su mente fue:
—Jessica… — su esposa.
—Lily… — su hija.
Sus manos temblaron con más fuerza a la vez que sus ojos recorrían aquella escena horrífica.
Cadáveres por doquier, el olor de sangre, heces y muerte. Y él, con vida, por suerte o por desgracia.
Sus deseos de encontrar a su familia pudieron más que su agotamiento y sus pies corrieron apresurados, esquivando el mar de cuerpos en aquella desgraciada carrera de obstáculos.
Cuando sus piernas se detuvieron Josh cayó de rodillas al suelo, al ver a su Jessica sin vida con una línea sangrienta bajando a través de su barbilla. Aquel único camino de sangre terminaba sobre el cabello rubio de su hija en brazos de su madre.
—Mis pequeñas… — replicaba una y otra vez entre lágrimas, mientras sus manos temblorosas acariciaban el cabello de ambas y le abrazaba mientras lamentaba seguir con vida.
Josh hubiese dado todo su dinero por tenerlas de vuelta, o por él morir en ese instante para reunirse con ellas en la otra vida. Pero era muy cobarde para privarse de seguir viviendo. Pensó que lo más conveniente sería pedir ayuda.
Buscó en sus bolsillos su móvil y recordó que en eventos como estos no permitían el uso de celulares. Por ende, pensó que sería conveniente buscar su móvil en el vestíbulo.
Nuevamente sus pies corrieron con prisa hasta salir de aquella habitación maldita, con la esperanza de encontrar a alguien más en su camino, alguna persona o respuesta.
Cuando sin demora abrió las puertas que daban con el vestíbulo, una vez más solo encontró muerte a su paso. Y Josh se comenzó a acostumbrar a la idea de que no encontraría a nadie más con vida. El temor no le dejo pensar mucho y actuó con rapidez hasta encontrar su saco y encontrar su móvil. Sus manos torpes y sangrientas marcaron el 9-1-1, pero el sistema dio el tono de ‘ocupado’.
—¿Cómo demonios podrán atender una emergencia de esta manera? – se preguntó molesto al borde de las lágrimas.
Seguido, intentó llamar a sus padres y también fracasó. Pero Josh recordó como en algunos casos el uso de las redes sociales había salvado vidas, así que recurrió a una de estas. Tan pronto accesó a ‘Qwiker’, el muro de noticias estaba atestado con mensajes preocupantes.
<<ESTADO DE EMERGENCIA: ¿Posibles ataques terroristas?
EMERGENCIA AÑO NUEVO SANGRIENTO: ¿Suicidios masivos, o múltiples ataques terroristas al unísono? >>
Aquel espectáculo no solo había ocurrido en aquella fiesta, sino que era el denominador común en cientos de lugares.
Con más sed de información, Josh sintonizó un canal noticioso. La reportera con una mirada oscura informaba la más actualizada información:
<<“En el informe de las 11:00 de la noche se reportaron alrededor de 124 siniestros a través del país. Se investiga la posibilidad de algún fenómeno o desastre ambiental. Para algunos existe la posibilidad de la existencia de alguna mente maestra. Pero aún no se reporta la identidad de algún sospechoso o grupo responsable de esto, llamado por muchos como, “las fiestas de sangre”. Dejando hasta el momento aproximadamente unos 18,000 muertos. También se reporta que aún no se ha encontrado algún sobreviviente. “>>
Al escuchar esto, sus manos temblaron aún más, dejando caer su teléfono al suelo. Saber que había salido ileso de todo este horror, le aterrorizaba mucho más que la misma muerte que le rodeaba.

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6 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola C.S. López. Un relato realmente estremecedor, en el que como lectora no he podido parar de repetirme “¿pero qué narices está pasando?”. El caos es predominante, el desconcierto no se queda atrás. Comienzas pisando fuerte y dejas al lector sumido en miles de preguntas sin contestación, al igual que el abrumado protagonista. Me he quedado con ganas de un poco más, para poder comprender un poco qué diablos ocurre.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 12:06
  2. 2. A.R.Payán dice:

    Buen relato e interesante. Mantienes la tensión en todo momento y para saber más, obligas a seguir leyendo en el punto donde has terminado.

    “Nuevamente sus pies corrieron con prisa hasta salir”. El prota pasa de repeten de estar más muerto que vivo, a andar con prisa, no encaja muy bien.
    Y poco más decir, pena que no sepamos que ha ocurrido.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 22:48
  3. 3. C.S López dice:

    No lo había visto de esa manera A.R. Payán, muchas gracias. ¿Quizás, debería expresar que todo fue producto de la adrenalina?

    Gracias a ambos por sus comentarios.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 02:30
  4. 4. beba dice:

    Hola, CSLópez:
    Creo que está bien logrado el objetivo.
    Para mí, a no ser lo incongruente de que el protagonista salga corriendo de acá para allá,el relato mantiene una buena tensión, está escrito con pulcritud, y tiene un final abierto con muchas expectativas.
    Saludos.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 21:37
  5. 5. Elvi dice:

    Tu relato sin yo quererlo me ha atrapado, me he visto sumergida en esa masacre y he recorrido la habitación con el dolor y la angustia desesperante de ese único superviviente.
    Creo que has cumplido muy bien el reto.
    Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 21:38
  6. 6. Leonor Cuevas Martín dice:

    Hola, César:
    Gracias por leer mi relato. Me ha gustado mucho el tuyo. Relatas de forma muy cercana una escena tan triste y real en estos tiempos, aunque espero que no la conozcas de cerca.
    Te anoto algunas aclaraciones sobre la puntuación en cuanto a tildes, sin haber leído los comentarios por no pararme. A lo mejor, ya te lo han dicho.
    Espero que te sirvan. Puedes acceder al diccionario panhispánico de dudas de la RAE en http://www.rae.es y ahí viene todo.

    Un saludo

    Como los demás yacían, lleva tilde en cómo…
    Entre mezclar, se escribe junto.
    Los pensamientos se expresan entrecomillados y no con raya de diálogo.
    En vez de poner el “olor de sangre…”, yo pondría el olor a sangre…
    Las comillas simples se utilizan para casos concretos de destacar palabras que son extranjerismos, palabras típicas de algún lugar o algo parecido, pero cuando decimos algo, entre comillas, se utilizan las comillas angulares o las dobles.
    “…como en algunos casos”, de nuevo el cómo sin tilde.
    Revisa un poco las tildes, porque creo que falta alguna más.
    “Las redes sociales habían salvado vidas”, te falta la n para el plural, por concordancia.
    “Accesó”, supongo que será una palabra de tu país. Aquí se dice accedió de acceder. No sé si es otro verbo distinto.

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 16:35

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