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GRACIAS ERICH FROMM - por ELVI

I EL TRAYECTO

Es muy difícil relatar el dolor sin un duro golpe físico donde la sangre se derrama y se te raja la carne.
No es fácil vivir cuando el miedo es tu amigo y el dolor te araña el alma haciéndote vivir en una cárcel, sin indultos, ni salidas.
Manteniéndome siempre alerta, nunca mientras dormía le di la espalda por el temor de que algún cuchillo silencioso me atravesara. Aunque abandonándome al sueño pude ser su víctima, mi casa había dejado de ser un refugio.
Aquella mañana amaneció como un día cualquiera, él se levanto canturreando con palabras casi incompresibles, abriendo la ventana del dormitorio me dijo:
– Eres una fascista, te has aliado con ellos para amargarme el día, los aviones no paran de tirar agua. ¿No ves que llueve?
Mi cuerpo desnudo aun inerte por el despertar sintió un frio gélido y agarrándome fuertemente a una manta huí al baño y atranqué la puerta con la fuerza que generaba mi propia angustia. Él me miró desde el fondo oscuro donde se esconden las bestias y sin parar de insultarme, trataba de entrar.
– Sabías que íbamos a casa de mi madre, no obstante, a ti como siempre nada te importa, igual que al mísero de tu padre. Llegaste a este país como la mayoría de los tuyos, para robarnos el oxígeno.
No respondí, hoy no tocaban flores, era nuestro día maldito como tantos otros que habíamos vivido. Para no desatar aun más su ira callé, a lo largo de la convivencia había aprendido mecanismos de defensa, como a vetar mis propia palabras.
Rápidamente me vestí, me recompuse como pude y él con toda amabilidad me ofreció el desayuno diciéndome:
– Para mi niña pequeña, consentida y mimada. ¡Suerte tienes al tener a este hombre!
Y sin mas preámbulos me tiró el té a la cara, sin abandonar mi orgullo lo mezclé con lagrimas para después limpiarme. Pinte mis labios de rojo silenciando otra agresión, sin más motivo que sobrevivir.
Antes de salir él ordenó todo y colocó estratégicamente varios objetos previniendo la entrada a la casa de cualquier espía o ser extraño. Por todo el pasillo esparció polvos de talco para que quedara clara constancia de alguna rara presencia.
Ya en la calle comenzamos a andar a pasos largos sin llegar a correr pero muy deprisa para evitar supuestas persecuciones. A pesar de todo lo sucedido estaba contenta, me sentía a salvo. En el exterior respiré la liberación que suponía estar rodeada de gente.
Sin apenas hablar, nos dirigimos a la estación para coger un tren de cercanías, mis suegros vivían en un pueblo en el campo, expandir la vista y perderme en sus paisajes me hacia sentir bien.
En frente de nosotros se sentó un hombre acompañado de su madre anciana, llevaba una maleta que escondía detrás sus piernas como un trozo de su triste existencia. Ahí llevaba unos libros que había heredado de su difunta tía y quería catalogarlos para saber su valor. Sin darnos ninguna tregua, ni invitación nos introdujo en su pasado, una historia que no tenia más valor que ser suya. Mi marido con toda cordialidad le escuchaba mientras yo apenas sonreía.
Al terminar el trayecto el hombre intercambio direcciones con nosotros diciéndome:
– Señora tiene usted un marido que no se merece, ya lo quisiera tener yo eternamente como amigo.
Él siempre era socialmente perfecto, agradable y solidario con todas las personas del exterior.
La tristeza me invadió, estuvo a punto de ahogarme. Me había convertido en víctima y verdugo. Sus idas y venidas a la locura habían empezado a hacer estragos en mi interior, cada vez me costaba más trabajo recomponerme, volver a ver al hombre que amaba, ya no le creía. Estaba siempre pendiente al siguiente asalto y el respeto se iba perdiendo Durante el trayecto recordé todo lo que había abandonado por él: mi trabajo, mis seres queridos, mi país. Y ahora… ¿a quien pedirle ayuda? Si mi propia inmadurez me había llevado a mi propia desgracia. Aquella soledad cuadrada de la adolescencia la había cambiado por un circulo cerrado sin salida.
Desde la central anunciaron la llegada a nuestra estación.

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7 comentarios

  1. 1. A.R.Payán dice:

    Buen relato. El principio está muy logrado, con los dos primeros párrafos ha sido suficiente para crearme ganas de saber que es lo que está pasando.
    La última frase, me imagino que te refieres a la llegada del tren, no estaría de más ponerlo.
    Por lo demás ok, bien cuidada la estructura y ortografia, solo aquí he visto que falta un acento “Al terminar el trayecto el hombre intercambio direcciones con nosotros diciéndome:” intercambió; aunque el intercambio de direcciones no se comenta luego despues.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 08:08
  2. 2. Frida dice:

    Hola ELVI. Empiezo comentándote los pequeños detalles que he percibido.
    -él se levanto canturreando. Aquí sería se levantó.
    -Mi cuerpo desnudo aun inerte. En este caso te diré que aún se acentúa siempre que puedas sustituirlo por la palabra todavía, como bien puede ser esta frase.
    -Al terminar el trayecto el hombre intercambio. Sería intercambió.
    -el respeto se iba perdiendo Durante el trayecto. Y aquí simplemente se perdió un punto entre perdiendo y durante.
    -¿a quien pedirle ayuda?. En esta pregunta falta la tilde de quién.
    -la había cambiado por un circulo cerrado sin salida.Y aquí, círculo es esdrújula.
    A parte de esto, decirte que he visto escrito En frente, lo cual no está mal, pero sí que se recomienda que siempre que se pueda elegir entre escribirlo junto o separado, ha de escribirse enfrente.

    En cuanto al relato, una vez más vuelvo a descubrirme ante tu capacidad descriptiva de las emociones, la profundidad con la que consigues dotar a tus personajes. Recibe mis felicitaciones.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 21:15
  3. 3. Endika dice:

    Me han gustado mucho las descripciones y la profundidad de los personajes.

    Aunque me ha costado un poco seguir el hilo de la historia, la sensación general es que seguiría leyendo para ver a donde lleva, el lenguaje propio y las descripciones me sugieren que leyéndolo completo captaría el mensaje.

    En general me deja una buena sensación

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 21:42
  4. 4. Crispín Silva Muñoz dice:

    Elvi cuando empecé a leerlo me pareció que se trataba de una persona loca y así parece ser. Las explicaciones que da la protagonista promueven las ansias de conocer mas de la historia. Por qué todo ha llegado hasta ese lamentable estado..? qué va a pasar entre los dos y como se va a resolver la situación..? Me gustaría saberlo. Felicitaciones.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 18:47
  5. 5. Crispín Silva Muñoz dice:

    Ah…otra cosa que me impresiona es el título. De ese autor yo conozco un libro que leí con una gran fruición hace ya muchos años: El Arte de Amar. En el por cierto el autor define el amor como una relación basada en tres pilares:respeto, consideración y cuidado. Tres aspectos que en nada están presentes en esa relación de pareja. No sé si en la trama de tu novela te guía o te inspira E. Fromm. Es solo un comentario.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 18:53
  6. 6. beba dice:

    Hola, Elvi:
    Leí y concuerdo con lo que te señaló Frida, muy prolijamente como siempre.
    Es un buen texto, con imágenes muy logradas y excelente manejo del lenguaje. Me gustó, y estoy seguro de que lograrás una excelente novela.
    Aplausos, y adelante.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 21:28
  7. 7. Tavi Oyarce dice:

    Hola ELVI

    Excelente tu relato. Llevas muy bien el hilo de la trama.Me gusta sobre todo porque no caes en ideas fáciles y se nota. Tras la redacción hay mucho trabajo.

    No voy a insistir en lo que ya han dicho mis compaleros, basta con un solo comentario.
    Me dediqué a disfrutarlo

    Te felicito

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 23:26

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