Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

¿Por qué #$!@ tu perro me dice esas cosas? - por Andrés Scribani

La segunda mitad del siglo XXI comenzó dándole la bienvenida a una de las tecnologías que más facilitó las relaciones humano-mascota. Un aparato que unió los mundos de la Zoosemiótica y las Neurociencias. Se trataba de un collar que lee las ondas cerebrales emitidas por los animales, recolecta la información, la transforma en texto legible para los humanos y finalmente la envía a los teléfonos inteligentes de estos; todo utilizando una conexión inalámbrica. Parecía ser simplemente el inicio de una era en la que las necesidades de los animales domésticos por fin serían satisfechas en su debido momento, pero las circunstancias demostraron una complejidad inesperada.

La mascota de la familia Pound era una cobaya de nombre Prim. Siempre estaba siendo mimada, cubierta de caricias y de todos los lujos que un animal de su especie podía tener. Cuando los collares NERP salieron al mercado, una de las primeras mascotas en cargar uno, fue la de la familia Pound. Como ellos, muchas personas alrededor del mundo adquirieron los famosos NERP. Y después de algún tiempo, estos significaron un cambio cultural profundo en la sociedad.

Una de las personas más influenciadas por el impacto cultural de los collares fue Alberto Pound. Su cercanía con Prim, causó que el síndrome que padecía, se intensificara. Sufría una manifestación psiquiátrica muy particular, que lo hacía creer en la falsa ilusión de que era capaz de transformarse en un animal no humano. Después de que su desorden mental se viera intensamente afectado, comenzó a “escuchar” hablar a los animales que portaban NERPs.

Alberto era principalmente un humano, otras una hiena, usualmente un tigre, y a veces tomaba forma de ave; en cualquiera de sus transformaciones podía hablar con otras especies. Un día, luego de escuchar las cosas que Prim le comentaba, terminó escapándose de casa. Mientras corría con manos y pies, tenía una pregunta en su mente «¿cómo es que tal maldad se puede esconder detrás de tanta ternura?».

Ya en soledad, su realidad tomaba cada vez más matices de ficción, y llegó a empatizar tanto con los animales que terminó pensando como ellos y por ellos; además hablaba incluso con aquellos que no estaban domesticados. Las palabras de Prim lo atormentaban, lo volvían un poco más loco cada vez que las recordaba. Un día, en medio de su locura, llegó a conclusión de que debía hacer algo para cambiar el estado de las cosas, tenía que modificar esa realidad que la cobaya de su hermana le había presentado.

Al volver a la civilización, Alberto consiguió reunir a un grupo de personas con las que compartía sus ideales. Junto a ellas decidió llevar a cabo un plan que requería infundir miedo para que se respondiera rápidamente a las exigencias que haría. La idea de Alberto parecía una locura, pero de cierto modo era controlable y le permitiría, desde el anonimato, adjudicarse la proliferación de la enfermedad que estaba a punto de esparcir…

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

20 comentarios

  1. 1. Andrés Scribani dice:

    De antemano gracias a todos aquellos que pasen a leer y corregir (en caso de que sea necesario) mi relato.

    Si te gustó puedes pasarte por relato “A veces la tranquilidad es violenta”, en el siguiente link:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-30/4508

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 01:00
  2. 2. Frida dice:

    Hola Andrés, desde el principio conseguiste captar mi atención con tan original idea y es que, somos tan dependientes actualmente de nuestras mascotas, las tratamos como si fuesen uno más de la familia, que tal invento revolucionaría la vida de más de uno. Yo sin duda, intentaría comprarme uno de esos collares. Lo que me confundió fue un poco el título, pues esperaba que la mascota de los Pound fuese un perro; teniendo en cuenta que el que mejor consigue entender a los animalitos es Alberto, creo que en nombre de Prim, hubieses debido cambiar perro por cobaya, como opinión personal. Por cierto, que creí que el enlace que nos dejabas era una segunda parte así que rauda y veloz, corrí hacia allí para ver qué nos habías deparado, qué había planificado ese hombre, tal es la curiosidad que me quedó.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 18:20
  3. 3. Andrés Scribani dice:

    Hola, Frida 🙂

    En principio mencionaba las cobayas en el título, pero luego preferí optar por perro porque me parece que el título es más como una manera de atraer al lector (dependiendo de qué transmita, se transforma en la verdadera primera impresión). Los perros son las mascotas más comunes… no por nada les llamamos “el mejor amigo del hombre”. No sé si queda claro mi razón, espero que sí.

    Jajaja, siempre dejo un enlace a mi relato anterior. Pero si terminaré este proyecto, de hecho estoy reescribiendo lo que presenté acá para ofrecer mejores descripciones (no pude por el límite de palabras)… si quieres te puedo pasar el enlace de la página en la que lo publique cuando lo termine, podría dejártela en algún relato tuyo en futuros talleres (tu me dices :D)

    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 21:18
  4. 4. Coral Mané dice:

    Hola Andres!
    El título me ha llamado mucho la atención, así que rápidamente me ha picado la curiosidad de ver de qué trataba de texto. Te iré comentando los fallos que vea conforme vaya leyendo.
    En el primer párrafo dices “Se trataba de un collar que lee…. Y las transforma… ” Comienzas con pasado y continuas en presente, eso me ha chocado un poco.
    También estaría bien que indicaras el significado de las siglas NERP. Si no tienen ningún sentido, tampoco tiene sentido que nos las pongas. Podrías referirte simplemente al “collar”
    En cuanto al desorden de Alberto, me parece muy original, pero no me convence la parte donde dices que oía hablar a los animales. El objetivo del collar es ese ¿no? Así pues, ¿cuál es el problema?
    Por cómo describes a Alberto, me parece un niño. Y un buen día se escapa de casa. Y puede sobrevivir el solo, y nadie le busca y puede incluso crear una especie de “revolución”. Mmmm, no me termina de convencer la idea. Quiero decir, la trama me parece muy original, pero creo que hay cosas que no son muy creíbles y una vez que terminas el texto no captas el sentido del título que tanto me había impresionado, es como que decepcionas un poco al lector.
    Espero que no te molesten mis comentarios, solo te intento transmitir los aspectos que a mí, como lectora, me chirrían para que los mejores.
    Te invito a que te pases por mi relato y critiques todo lo que te plazca, es el 189.
    Un saludo

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 21:26
  5. 5. Andrés Scribani dice:

    Coral

    Gracias por resaltar lo del cambio temporal, no lo noté.

    Lo de las siglas NERP, lo utilicé como herramienta para evitar repetir collar muchas veces. Sí tienen significado, y originalmente mencionaba que se referían a las siglas del nombre del collar en ingles (Neuronal Reader for Pets – Lector Neuronal para Mascotas).

    No pude explicar a fondo el funcionamiento del collar a causa del límite de palabras, pero realmente lo que hace es enviarte una notificación al teléfono cada vez que detecta actividad neuronal relacionada con las necesidades básicas de tu mascota, es decir, te pasa un mensaje cuando tu perro tiene hambre, quiere salir, etc. No permite que hables con tu mascota.
    Ahora, el síndrome de Alberto solo lo hacía creer que se transformaba en animales, pero después de la revolución cultural causada por los collares, empeoró y creía ser capaz de “escuchar” a los animales (lo coloqué en comillas porque realmente no puede, todo sucede en su mente). Eso lo explicaré con detalle cuando publique la novela.

    Ciertamente no ofrecí indicios que aclararan la situación de Alberto, lo tendré en cuenta para futuros relatos. Es un hombre hecho y derecho, pero con el problema mental que describo. El título solo es una referencia a la “capacidad” de Alberto para “escuchar” a los animales.

    No tienen por qué molestar, estamos para aprender unos de otros. Más bien gracias por comentar y por compartir las correcciones y dudas.

    Luego paso por el tuyo. Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 22:28
  6. 6. SyVy dice:

    ¡Buenas noches Andrés! Lo primero es felicitarte, ¡lo que he me podido reír! Me ha recordado mucho a los libros de David Safier (“Maldito Karma” y “Yo mi me conmigo”) y la verdad es que se me ha hecho muy ameno el rato de lectura.

    En cuanto al contenido nada que objetar, me parece muy original, aunque creo que te pasa lo que suele ocurrir en estas situaciones con el espacio limitado…¡nos faltan líneas para explayarnos!

    Por otro lado, creo que hay alguna “incoherencia” en el contenido. Dices “una de las primeras mascotas en cargar uno”…será una de las primera familias, entiendo que si aún no lo han podido probar con Prim no podrá querer tener, ¿no? Y eso de “esparcir una enfermedad”…¿te gustan las Magic? Porque es una carta jaja. Una enfermedad, creo, se extiende, o se contagia, pero esparcir es algo estático, es decir, no prolifera.

    Me choca un poco lo que comenta Coral, quizás el cambio drástico de la “jovialidad” del contenido y la forma a ese final tan “dramático” de la enfermedad chocan un poco , pero es lo malo de usar sólo 750 palabras, con más seguro que no me entrarían esas dudas 😛

    También te sobra alguna coma y hay alguna cosilla que me chirría (“luego de escuchar las cosas”)…después mejor, ¿no?

    Espero haberte ayudado 😉 aún con todo me lo he pasado muy bien, ¡y eso es lo que cuenta ! Enhorabuena :=)

    ¡ Un saludo !

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 01:32
  7. 7. Chuck dice:

    Me gustó bastante el cuento, sin duda está muy original. Has conseguido captar la atención desde un primer momento, sobre todo porque no va por lo seguro sino al contrario. Le faltaría un poco más al final del cap, para generar más interés, igual brutal.

    Saludos

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 03:11
  8. 8. Andrés Scribani dice:

    Hola, SyVy.

    Gracias por compartir tu experiencia, es agradable saberlo. Ya he anotado los libros para checarlos luego.

    Definitivamente me afectó el espacio reducido. No entiendo a qué te refieres con la “incoherencia” que resaltas, agradecería si te explicas… Conozco el juego, pero nunca he jugado. Coloqué esparcir porque más o menos sería lo que haría, por eso aclaro que es una situación “controlable” (comillas porque lo es solo hasta cierto punto). De igual forma, ya he realizado una nota para arreglar ese detalle en el trabajo final. Gracias.

    Sí, en definitiva, después suena mejor en esa línea. Corregido también jeje.

    Muchísimas gracias por la buena vibra y por todos los aportes.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 03:17
  9. Enhorabuena Andrés Scribani, por atreverte a escribir una novela, estoy convencido de que lo harás. Aquí nos vas dejando algún apunte, una comunidad secreta con una misión, quizá erradicar al más perverso de los animales, el hombre, seguro que éste necesita más el collarín que los propios animales, porque estos nos entienden a la perfección. El líder, Alberto seguro que lleva antenitas, como un paisano de mi pueblo y dice que los marcianos le lanzan rayos a través de la tele. Lo veo, en serio, como una saga para un nuevo Mundo Disco, cosas del futuro, sin duda.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 19:42
  10. 10. Frida dice:

    Andrés, encantada de poder leer la continuación, el enlace cuélgalo donde desees, pero si lo haces aquí y también en futuros talleres, más lectores tendrán aceso a él, incluso si quieres dejármelo en alguno de mis relatos.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 19:56
  11. 11. Andrés Scribani dice:

    Chuck.
    Gracias por leer y compartir tu opinión :). Saludos.

    Pepe ILLARGUIA
    Primero que nada, gracias por creer en mí. En efecto, por ahí va la cosa, pero nada es lo que parece jeje. No conocía esa curiosa saga, creo que le daré una oportunidad, gracias por la mencionarla. Saludos.

    Frida
    Muchas gracias por el apoyo. Prometo mantenerte al tanto. Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 23:12
  12. 12. Carlos Carrasquero dice:

    Hola Andrés…En esencia el relato me parece interesante, hasta podría establecer un paralelismo en la historia de mi relato con el tuyo…La idea de un collar que conectara el pensamiento producido por un animal con al inteligencia humana resulta casi un anhelo de muchos je je je…Lo único que, hay partes o párrafos no tan fácil de digerir, por ejemplo, cuando estableces la situación de la enfermedad de alberto con la función del collar; allí me costó entender bien de que se trataba, y además, no comprendí el por qué quieres dar a ver ese nudo.

    Por lo demás, te felicito, continuá la segunda parte, espero pueda leerla y seguir esta historia.

    Un abrazo

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 01:50
  13. 13. Don Kendall dice:

    Hola Andrés : Me gusta el planteamiento que apunta tu relato. Por eso seguí leyendo. Pero como esto es un taller te comento un par de cosas desde el punto de vista de un lector que compraría o no tu libro.
    1 – Aquí hay segunda oportunidad de dar explicaciones. En la “vida real” no, por eso no suele servir de mucho re-explicar ni mucho menos justificar con los límites de las “fatídicas 750” palabras.
    2 – Propones un buen primer capítulo, pero creo que el,orden de los párrafos lo mejoraría. Colocando el cuarto párrafo en lugar del primero, empezaría así el capítulo
    Alberto era principalmente un humano….escapándose de casa. La frase final y alguna más pueden desaparecer en un primer capítulo y dejarlo más liviano jeje..(tendrías más margen hasta las “750”).
    3 – El primer párrafo tal vez exija mucho esfuerzo a los lectores actuales que disponemos de mucho material para leer y a los que tenemos que coger por el cuello sí o sí nada más empezar. Sugiero que hagas una lectura en voz alta, cambiando el orden de algunos párrafos y suprimiendo información irrelevante en este primer capítulo.
    En resumen, me gusta la anécdota que propones y que puede dar mucho de sí, sin que te metas en muchos cenagales de los síndromes psiquiátricos ;-). Suelen dar disgustos y siempre acaban siendo como un “deus ex machine” un tanto tramposo. Gracias por compartir tu trabajo. Un abrazo

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 10:33
  14. 14. Paracelsus dice:

    Hola Andrés: Me gustó tu relato, que correspondería al subgénero de la ciencia ficción.
    Algunos comentarios:
    1. Creo que yo sería un poco más osado al imaginar la tecnología NERP. Cuando leí: “Se trataba de un collar que lee las ondas cerebrales emitidas por los animales, recolecta la información, la transforma en texto legible para los humanos y finalmente la envía a los teléfonos inteligentes de estos; todo utilizando una conexión inalámbrica”. Me pareció, que aparte de la lectura de ondas cerebrales,el resto es tecnología muy actual. Podrías probar por ejemplo con implantes cerebrales para perros, similares a los desarrollados para humanos, que permitan una interacción compleja en ambos sentidos.
    2. El fundamento para el desarrollo de la tecnología, que escribes: ” las necesidades de los animales domésticos por fin serían satisfechas en su debido momento” Me parece un poco débil para gastar, me imagino muchos recursos, en el NERP.
    3. Hablas de un “un cambio cultural profundo en la sociedad.” por el NERP, ya sé que sólo tenemos 750 líneas, pero podrías haber dado una pequeña pista de cual es ese CAMBIO CULTURAL, con mayúsculas, porque sugieres que es algo que revoluciona a la humanidad.
    3.Discrepo con el comentario anterior, que los trastornos Psiquiátricos se transforman en un recurso”Deux ex machina”. En mi opinión, si se describen desde la perspectiva de lo que “el personaje siente”, o lo que los otros perciben “diferente en él”. sin meterse demasiado en los aspectos médicos, pueden generar un tremendo personaje.
    3. Para finalizar, algunas cosas menores: Por ejemplo me parece redundante la frase: “falsa ilusión”, ya que si algo es ilusorio, debiera por definición ser falso.

    Felicidades. Buen tema.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 15:48
  15. 15. Jorge dice:

    Interesante concepto. Me recuerda un poco a las novelas zoo city de Lauren Beaukes y al Árbol familiar de Sheri S. Tepper. Ambas novelas pueden servirte de ejemplo sobre los giros que podrías darles a tu historia (para no repetir los mismos argumentos de ellas), especialmente en el caso de Tepper en el que también se plantea un ataque de un grupo ecoterrorista que acaba con una buena parte de la humanidad.

    Cambiando de tema, si alguien esta interesado puede leer mi prefacio del mundo sónico, es el N°14.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 00:01
  16. 16. Alicia dice:

    Hola Andrés,

    Cuando leo relatos como el tuyo se me afianza la idea de que la mente no tiene límites. No me siento preparada para criticar el primer capítulo de tu novela desde un punto de vista literario, pero sí como lectora.

    Cuando hablas de la nueva tecnología al principio no haces referencia a los collares NERP, lo cual confunde un poco cuando lo usas posteriormente. Hay que regresar al principio para tratar de entender lo que tratas de decir. Igualmente me paso con el perro y la cobaya.

    Hay alguna frases como: “otras una hiena”, pudo ser “otra veces una hiena”, por ejemplo.

    Tampoco entendí la frase: “tenía que modificar esa realidad que la cobaya de su hermana le había presentado.”

    El final es interesante y da para buscar el 2do. capítulo y entender lo que ocurre.

    Buen trabajo.
    Saludos,

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 02:04
  17. 17. Andrés Scribani dice:

    Hola, gracias a todos por sus comentarios… actualmente llevo realizo muchas actividades y poco es el tiempo que me queda para poder dedicarle a Literautas :s. Espero me entiendan y disculpen. Prometo que apenas pueda iré leyendo sus capítulos, para retribuirles el favor a modo de agradecimiento por apoyarme.

    Carlos Carrasquero

    Jajaja si, sin duda es un anhelo de muchos, y es por que planteo la llegada del collar como un cambio de paradigma. Sobre lo que mencionas del nudo, busco relacionarlo porque es ese nudo el que me permite presentarle al lector la “profundidad” de lo que mi personaje representa… no es solo un tipo que se volvió loco de la nada, es un hombre con un síndrome particular que fue afectado por ese dinamismo característico de las sociedades. Un hombre cuyo problema nace de algo que veríamos como trivial. No sé si me explico, pero en la novela todo va quedando mucho más claro para el lector.
    Gracias por presentar tus dudas y por alentarme :). Saludos.

    Don Kendall

    1.-Buen punto, gracias por resaltarlo
    2.-Lo tendré en mente cuando vuelva a revisar mi historia. Gracias… lo empecé de ese modo porque estoy seguro de el hacer mención de los collares en la primera línea, atrapa al lector
    3.-Estoy trabajando en eso desde que me hicieron el primer comentario 🙂
    Respecto a lo que mencionas al final, no estoy de acuerdo. Creo que es una opinión más subjetiva. Saludos

    Paracelsus

    Noté lo que hiciste allí… jeje (sí, sin duda lo es :P)

    1.-Justo eso quería que sintiera el lector. Si te fijas, sitúo la historia a mitad del siglo xxi (2050), no muchos años respecto a donde estamos actualmente. Parece que no evalúo la gran capacidad de desarrollo tecnológico de hoy día, pero la verdad es que no creo que algo así se produzca en tan poco tiempo porque no parece rentable y blablabla. Pensé mucho en ello, pero tomaré en cuenta tu idea porque de hecho me agrada :).
    2.-Se relaciona con el punto anterior. Los collares funcionan mayormente con tecnología poco reciente (recuerda que hablamos del año 2050), es por eso que son de fácil producción. Es como utilizar lo que ya tenemos y simplemente darle una mejora simple. Sin embargo, entiendo tu punto y prometo trabajar en ello, para que no parezca una excusa para avanzar en la historia (me gusta cuidar esos detalles, aunque pocos los perciban).
    3.-Muy importante, es un fallo que no había percibido antes.

    Gracias por todo el apoyo. Fuiste muy puntual y preciso, eso se agradece en gran medida. Un abrazo

    Jorge

    Gracias por la recomendación, ya los he anotado. Justo por ahí va la historia, es un alivio saber que lo has notado.
    Saludos

    Alicia

    Cualquier aporte ayuda mucho y se agradece. Y aunque no sea desde el punto de vista literario, siempre termina afectándolo, porque ese comentario (como lector) me permite saber en donde podría estar fallando y cómo me debería adaptar para hacer llegar mi idea… eso conlleva cambios en la forma de escribir.

    Gracias por resaltar esos detalles. Saludos.

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 01:01
  18. 18. beba dice:

    Hola, Andrés:
    Es indudable que enganchas al lector con este inicio: el tema “mascotas” y cómo las “usamos” para cubrir nuestros déficits afectivos, es muy actual y urticante.
    En cuanto a la historia, es creíble en los tiempos que corren.
    La construcción narrativa es un poco lenta; tal vez, demasiados detalles y pocas voces; pero logras el gancho de la novela: el NERP versus Alberto,
    Tu manejo gramatical, excelente.
    Adelante.

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 14:09
  19. 19. RogerNHICAP dice:

    Hola Andrés,
    Muy tarde pero, ayer descubrí que no había pasado a devolverte la visita. Interesante arranque de novela que a mí me atrapó dado mi interés por el “futuro de nuestra mente”. Ya te han comentado cosas que había anotado pero insisto en un caso: el primer párrafo creo que no es muy adecuado para comenzar, la explicación del collar la haría más adelante.
    Buen trabajo y nos leemos, hoy conoceremos las nuevas entregas.
    Un abrazo

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 10:01
  20. 20. Andrés Scribani dice:

    beba
    Exactamente, tristemente es así. Intentaré mejorar lo que resaltas.
    Gracias por leerme y permitirme saber tu opinión. Saludos.

    RogerNHICAP
    Tranquilo, a mi también me pasa que por falta de tiempo no puedo visitarlos a todos los que me comentan antes de que termine el mes. Gracias por recalcar eso, debido a que lo remarcas sé que es un sí para el cambio en la organización de los párrafos.
    Un abrazo.

    Escrito el 29 marzo 2016 a las 04:54

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.