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Mientras soñaba - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

Abrí los ojos intentando enfocar las líneas de luz que se dibujaban en la pared. A mi cerebro le costó algo más de lo normal comprender dónde estaba. Las luces bailaban sobre los carteles de lugares exóticos y gente con mirada amable. El local de Amber. No había ningún otro lugar en la ciudad con esa mierda de carteles.

El local de Amber era un Dispensador de sueños, como tantos otros. En algún momento de nuestra existencia, habíamos perdido la capacidad de soñar. Probablemente haya infinidad de estudios que expliquen el motivo por el que los humanos ya no podemos soñar, la verdad es que nunca me he preocupado de averiguarlo. Lo que si sé es que la mente humana no puede soportar más de dos días seguidos en blanco. Al tercero, tu mente se fríe.

Hasta la mayoría de edad, los sueños te los administra el Instituto de Salud Mental en los colegios. Ellos dicen que es para que los niños crezcan sanos. Yo creo que es porque no quieren pequeños bastardos locos por las calles. Los niños son impredecibles y, con el cerebro frito, se vuelven realmente peligrosos. Una vez que cumples la mayoría de edad, te buscas la vida.

Si la vida te sonríe, tendrás tu propio Administrador de sueños en casa y, con suerte, hasta podrás tener varios sueños diferentes para intercalar. La mayoría de la gente, como yo, no tenemos más que el dinero justo para ir tirando y poder ir a un Dispensador cada dos días. Por supuesto, está la otra cara de la moneda, los tirados, aquellos que llevan sin soñar varios días. Los tirados son peligrosos desde el tercer al quinto día sin soñar. Luego, no son más que vegetales que sobreviven por las calles. La verdad es que nunca me he preguntado cómo.

Amber no fue la primera en montar un Dispensador, ni mucho menos. Su local no era el más famoso ni, mucho menos, el más limpio de la ciudad. Tampoco se puede decir que tuviera una variedad impresionante de sueños, pero era barato. En realidad, los Dispensadores de sueños se pueden diferenciar en dos grandes grupos: los buenos y los baratos. Además, ella tenía una serie de «servicios adicionales» que hacían que su local fuera mucho más interesante que el resto. A juzgar por la resaca y el frío que recorría mi médula espinal, esa noche me había pasado con uno de esos «servicios adicionales» de Amber.

Me moví despacio en el catre hasta hacerme un ovillo, intentando mantener el máximo de calor corporal bajo aquellas finas mantas. No había pasado ni medio minuto cuando Hassan, el celador, entró en la sala. En cuanto los sensores de tu cerebro detectan el estado consciente, él se encarga de que dejes el catre libre para otro posible cliente. Y era mejor no hacer esperar a Hassan.

Se acercó y me miró cruzando los brazos.

—Dame medio minuto, Hassan, por lo que mas quieras.

—No has pagado por medio minuto ¿puedes pagarlo?

Era una pregunta retórica, los dos sabíamos que no.

—La betaína que me dio Amber anoche me ha dejado fatal.

—La betaína estaba bien, el problema fue la cantidad. Y de eso solo tú eres responsable.

De nuevo, los dos sabíamos que era cierto. No había nada más que decir. Me estiré, aparté las mantas y salí de catre. Busqué mis pantalones en el compartimento de debajo del colchón.

—Joder, Kat ¿Qué te ha pasado? —preguntó Hassan con un hilo de voz.

Me volví hacia Hassan que me miraba con el rostro desencajado señalando hacia mi vientre. Bajé la mirada. Estaba cubierta de sangre desde el cuello hasta la punta de los pies. Era una sangre oscura y reseca, pegada a mi cuerpo como una costra. No creía que fuera mía porque no me sentía mal, pero la betaína podía inhibir mi dolor. Toqué mi cuerpo con las manos. Parecía que todo estaba en su sitio. Todo menos una pequeña zona rugosa bajo las costillas. Miré mis pantalones, estaban limpios. Miré hacia el catre, también estaba limpio.

Fuera lo que fuese lo que me había pasado, había sido mientras soñaba y no había sido allí.

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10 comentarios

  1. 1. María dice:

    Nunca había leído nada igual. Me ha parecido una idea fantástica en serio. Si tuviese que poner una pega diría que yo no habría repetido el “ni mucho menos” tan seeguido. Por lo demás me ha encantado. Si quieres pasarte por el mio soy el 130:)

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 19:59
  2. 2. Hyo dice:

    Hola!
    Me ha parecido muy original la idea en realidad, y la introducción sobre el transfondo de este mundo me ha gustado mucho. Aunque en mi opinión yo hubiera intentado hacer más descripción del ambiente, y una explicación más para el futuro de la novela; me ha parecido un buen principio.
    Ten cuidado con algún acento, sobre todo en las palabras más. Por lo demás, señalando lo del primer comentario intenta no repetir expresiones, siempre es bueno que tengan una separación de mínimo más de dos lineas.

    Igualmente, ánimo y sigue con la novela, le veo un futuro muy prometedor.

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 21:37
  3. 3. Roger/NHICAP dice:

    Hola Heels,
    Genial y tremenda parábola respecto a la manipulación de los humanos, unos seres que buscamos con anhelo, la felicidad -mejor dicho, islas de felicidad, porque la felicidad, permanente, es un imposible necesario, como dejó dicho el profesor y filósofo Julián Marías-. Y soñar es una forma de encontrarse feliz, más aún cuando alguien no tiene otros medios, ni posibilidades, para conseguirlo.

    Me ha gustado tal como está escrito y tienes un gran reto por delante si te has propuesto empezar así una novela pues vas a necesitar una heroína, o quizás un héroe, que elimine a las cúpulas dirigentes que intenten crear a los niños adicción a los sueños, para evitar que piensen de mayores.

    No sé si lo pretendías pero eso me ha trasmitido tu comienzo de novela. Me ha gustado la historia.

    Un abrazo

    Nunca defraudas Heels.
    Un abrazo

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 17:51
  4. 4. Peter Walley dice:

    Hola M.H.,

    Qué buena idea la del dispensador de sueños, y qué bien la has llevado. Eso sí, el final es súper frustrante, y me temo que sea lo mismo con muchos relatos de este mes, continúalo en algún sitio por favor.

    Por algún motivo me pasé toda la historia pensando que el protagonista era un hombre hasta llegar a los últimos párrafos, despiste mío.

    Un abrazo

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 22:11
  5. 5. DavidRubio dice:

    Muy buen inicio, Heels.
    Quizá, tratándose del inicio de una novela, estaría bien que dedicaras un tiempo a la descripción de cómo funciona el dispensador. Es decir, que el protagonista se estire en la cama que se conecte a esa máquina, ¿cómo lo hace? No sé si me explico, es algo muy novedoso que el lector quiere ver cómo funciona.
    Dejaría la explicación de la falta de sueños para más adelante, mejor mostrándolo a través de las acciones de los personajes, para que ese mundo vaya formándose en el lector.
    Por lo demás, atrapa y consigues un fantástico cliffhanger.
    Saludos

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 12:06
  6. 6. Caritobel dice:

    Hola M.H Heels.
    Me encantó tú relato. Tiene mucho potencial. La verdad que uno quiere saber como sigue. Te felicito.
    En cuanto a correcciones concuerdo con lo que dicen los demás en sus comentarios.
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 17:32
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    Hola M.H.!
    De nuevo gracias por tu comentario generoso a mi capitulito! 🙂
    A mí el tuyo me pareció perfecto. Me encantó la idea original sobre los dispensadores de sueños, que me hace recordar a la película Total Recall, pero diferente. Me gustó la explicación del mundo narrativo, que habrá que continuar: ¿tal vez fue el mundo de las pantallas el que hizo en un par de generaciones atrofiar el gen onírico? Y me enganchó la trama en torno a la personaje principal. Tiene incluso un cliffhanger adecuado, que efectivamente “frustra”, dejándonos con las ganas de enterarnos que pasó.
    Todo bien, Heels, felicitaciones!

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 21:12
  8. 8. M. H. Heels dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y muchas gracias por las correcciones. Tomo buena nota.

    Respecto a la historia, la verdad es que la idea de los dispensadores de sueños lleva tiempo rondándome la cabeza, y me pareció buen momento para tirar de ella. No tengo más pensado, es cierto que necesito un héroe/heroina pero, puede que no sea un héroe a la vieja usanza… Siempre me han atraído los personajes perdedores y, kat, no será menos.

    Sobre el futuro de esta idea poco os puedo decir. No sé si la continuaré y, si lo hago, no se hacía dónde me llevara.

    De todos modos, motiva que no solo a mí me parezca una idea interesante (no estoy tan mal de la cabeza como pensaba! Jajaja). Lo dicho, muchas gracias a todos. Nos leemos.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 08:56
  9. 9. Wolfdux dice:

    ¡Bravo! Me ha encantado. Si decides continuar esta historia ya tienes a un lector. Un abrazo.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 18:13
  10. Continuala, por favor. Es una historia que no debería quedarse ahi. Ingenioso eso de los dispensadores de sueños. Si por los sueños fuera, bueno, mejor no digo mas, jejeje. Pero en serio digo que es tremenda historia. Igual que Wolfdux, ya tienes otro lector más.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 27 febrero 2016 a las 18:53

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