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La culpa - por Jordi Lafuente

Eran las cuatro de la mañana y estaba totalmente agotado. Reuní las pocas fuerzas que me quedaban y me levanté de la cama para ir al lavabo. A través de la ventana del baño se veía la luna llena que iluminaba las nubes que la rodeaban. Las últimas gotas de orina tiñeron el agua de la taza de rojo. Al volver a la habitación observé a Luis, Berta y Marta desnudos sobre la cama. Las sábanas de seda morada se amontonaban en el suelo y en el ambiente se mezclaba el olor a sexo e incienso. Sus cuerpos eran realmente hermosos y sin embargo vulgares o mejor dicho, cotidianos. Fui a la habitación del fondo y vi a María acostada sobre Alberto. La desperté y nos besamos. Le propuse hacer algo de comer. Bajamos a la cocina de la primera planta y abrimos la doble puerta de la nevera. Escogimos rape, zanahorias y espárragos trigueros y lo pusimos sobre la isla central de caoba. Mientras María metía el rape enterrado en sal en el horno, yo salteaba en mantequilla los espárragos y la zanahoria troceada para que solo tuviésemos que calentarlo un poco cuando el rape estuviese listo.

Marta puso unas maderas en la chimenea que amenazaba con apagarse. Alberto bajó y tocó algunas notas en su guitarra recostado en el sofá y sin poder remediarlo nos sentamos a escucharlo alrededor de la mesita de cristal que tenía encima el maletín de aluminio. María se quedó dormida y yo subí de nuevo al piso de arriba, escuchando la guitarra de fondo. Visité tres habitaciones que estaban vacías. Sonidos de agua se mezclaban con las notas lejanas de la guitarra. Entré en uno de los lavabos donde Eduardo y Manuel se bañaban en el jacuzzi entre besos y abrazos. Una fragancia de jabones y esencias impregnaba las gotas de vapor condensado que serpenteaban por los espejos. Me invitaron a quedarme pero sabía que el rape estaba en el horno. Les pregunté si querían bajar a comer algo pero no me respondieron. Al volver a la habitación Berta le leía a Marta un pasaje de “el corazón de las tinieblas”. No supe distinguir si Marta estaba despierta o dormida. Lo escuché durante un momento. Los distintos pasajes de diferentes libros que había escuchado durante esas tres semanas estaban formando en mi cabeza una nueva obra, de nombre imposible.

Luis ya no estaba en la habitación y una terrible sensación me hizo estremecer. Bajé de nuevo las escaleras de piedra y madera y me encontré a Luis al lado de la puerta de la entrada, con los zapatos en la mano. Me chocó verlo vestido, ya no recordaba donde tenía mi ropa. Nos miramos fijamente a los ojos y vi su mirada de culpa. La misma mirada que tuvo Eva cuando se marchó. Seguramente él encontró en la mía, la suficiente complicidad para irse cerrando la puerta tras de sí, ya que en esta ocasión no lo juzgué, como hice con Eva, ni tampoco me quedé con una profunda sensación de incomprensión. Todo lo contrario, estuve tentado de acompañarlo y ser la sexta deserción de la casa.

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7 comentarios

  1. 1. Guiomar de zahara dice:

    Hola Jordi:
    Tu relato en general está bien escrito – salvo cosas sin importancia – subí al piso de arriba o ¿en qué país se levanta uno para hacer la comida a la cuatro de la mañana? María recostada sobre Alberto. La desperté y nos besamos. Son algunas de las cosas que no comprendo.
    Por lo demás parece que las 750 palabras se quedaron cortas.
    Espero el segundo capítulo.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 09:57
  2. 2. CARMELILLA dice:

    Hola Jordi:
    Cuidaría un poco más la elección de algunas palabras y frases al objeto de que el texto suene mejor como:
    “tiñeron el agua de la taza de rojo”, yo eliminaría “de la taza”.
    “cuerpos realmente hermosos y sin embargo vulgares” es una contradicción que no encaja demasiado bien.
    Creo que hay demasiadas “anotaciones” en el texto que no aportan interés a la historia que estás iniciando, más bien al contrario, empecé la lectura con bastante interés que fue decreciendo porque la acción no avanzó.
    Participar nos ayuda a mejorar, al menos, eso espero porque a mí también me hace falta.
    ¡Sigue participando Jordi y nos seguiremos leyendo!
    Saluditos.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 17:23
  3. 3. agueda varillas dice:

    Me parece que hay muchos personajes para iniciar el primer capítulo de una novela y suscribo los comentarios anteriores.
    Saludos

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 19:48
  4. 4. Marazul dice:

    Hola Jordi
    Yo veo tu historia más como un relato corto que como el principio de una novela. El día después de una orgía (¿intercambio de parejas?) y el sentimiento de culpa. Aunque al señalar que llevaban allí tres semanas podría tratarse de una comuna hippy. No me imagino como se podría desarrollar la novela en capítulos posteriores, aunque todo es posible si el autor se esmera.
    Es verdad que creas el ambiente deseado pero hay algo que no me acaba de enganchar y creo que tiene que ver con la forma: muchos nombres y falta de algún diálogo.
    Todos estamos aprendiendo, Jordi, te animo a seguir escribiendo.
    Un saludo

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 19:17
  5. 5. Jordi Lafuente dice:

    Os respondo en grupo porque creo que todos los comentarios van en la misma dirección. Disculpad la calidad del texto pero como soy muy despistado lo entregué a última hora sin apenas releer ni reescribir. Yo mismo comparto vuestras críticas.
    Maraluz: Como dices las posibilidades son muchas (¿infinitas?) pero mi intención en el caso de seguir el relato sería concentrarme en las razones que hacen emanar ese sentimiento de culpa y que podría darse en todos los escenarios que has propuesto.
    Gracias a todos por vuestros comentarios.

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 15:42
  6. 6. Lionel Muñoz dice:

    Hola Jordi, gracias por comentar mi relato.
    Me gustó tu historia, me abrumó un poco la cantidad de nombres nomas y coincido con el comentario que dice que parece más un relato corto pero todo puede ser. A mi me suena a un grupo de hippies en una casa estilo Gran Hermano.

    Saludos

    Escrito el 1 marzo 2016 a las 04:07
  7. 7. KMarce dice:

    Saludos Jordi:
    Muchas gracias por leer y comentar mi relato.

    Obviando a que la temática tan abierta no es un libro del que yo me puedo enganchar, sí puedo decir que es muy atrevido y riesgoso de parte del escritor, entrar de pleno a un ambiente de libertinaje, y sin embargo no me pareció vulgar y eso, ya es de agradecer.
    Me hizo recordar el argumento de la película “Eyes Wide Shut” con Tom Cruise y Nicole Kidman. No ví la película completa, pero al final, ellos deben de sobrellevar el matrimonio con la culpa de lo que se hizo en una fiesta escandalosa y secreta.
    Por lo que creo que no es una comunidad Hippie, sino una especie de pacto o reto que se ha realizado con algunos amigos o conocidos, dándole rienda suelta a sensaciones salvajes por quizá un mes o algo así.
    Reitero, si la tematica se mantuviera así, no creo que lo leería; pero si se transformará en la “cotidianidad” y los problemas que acarrean la culpabilidad, el no ser descubiertos, los chantajes… ¡me anoto!
    En el aspecto de contenido, te indico algunas incoherencias notorias: La primera vez que mencionas a Marta, ella está con Luis y Berta (asumo que en la habitación que él estuvo). Luego después ella aparece colocando leña al fuego (asumo que sí el está en la cocina, ella ha bajado para verla) y luego el sube y la encuentra con Berta quien le lee y ¡no sabe si está despierta o dormida!
    Cuando se escribe con el narrador en primera persona, debes cuidar mucho los detalles y tiempos, porque pienso que ese maletín de aluminio contiene un reloj que te permite teletrasporte, porque sino, no comprendo la velocidad de Marta de moverse a todos lados. 😛
    Creo que has ido dejando “pistas” a lo largo de ese capítulo; pero no son tan perceptibles por ignorar su futuro desenlace más adelante en la historia, como es: La relación de él y María, Alberto, Eva, el maletín, la razón del porqué Luis abandona la residencia, las propias de Eva,etc.

    Como dije, con honestidad pero no crítica, las lecturas de libertinaje me son atractivas; pero creo que tu forma de escribir es tan amena que me he atrevido a terminarlo solo para ver de que eres capaz. Pule tu estilo, cuida tu puntuación y está atento a los detalles del contenido, voy a buscarte en el siguiente reto, solo por la curiosidad de ver de lo que puedes hacer.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 3 marzo 2016 a las 00:05

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