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Rimas en un espacio cerrado - por Cam

El autor/a de este texto es menor de edad

«El ascensor comenzó a bajar, y el sentimiento de náuseas no tardó en llegar.» Luego de una pausa gritó «¡Rima!»
Esa clase de gritos me provocaban dolor de cabeza. ¡Por qué tiene que gritar, si somos una! ¡El más mínimo susurro que ella pueda emitir, lo escucharía!
Ella hojeó mis sentimientos como un libro, para luego reírse de mi irritación y molestia. Ella odiaba las criticas, y por eso decidí comenzar a criticar sus dos versos.
«No tienen métrica; el primer verso (“El ascensor comenzó a bajar), tiene 9 silabas en total. Pero el segundo verso tiene como 12, siguiendo las reglas de la métrica. Hay demasiada diferencia.» Analicé un poco más los versos. «No creo que el ascensor y las náuseas sea un tema para un poema»
Ella suspiro irritada pero se quedó callada. Reí un poco al darme cuenta que rimaba.
El ascensor paró de repente. La puerta se abrió, y un hombre pelirrojo irrumpió en aquel pequeño espacio. Se quedo quieto en la esquina más alejada de mi.
Lo observé con detenimiento, parecía tener mi edad, la ropa se le ardería a la piel, sus músculos estaban tensos y su mandíbula apretada ¿Por qué?
Capaz tenía claustrofobia.
Me concentré en sus ojos. No mostraban ni una pizca de miedo.
Decidí dejar la incertidumbre en el aire y buscar otro tema para pensar.
En aquel espacio tan pequeño había un enorme silencio, curioso y tenso, todo menos hueco. Se esparcía en el aire transparente, no nublaba, ni confundía, solo albergaba todas mis dudas de aquel hombre. El silencio siempre había sido mi musa.
El hombre carraspeo, rompiendo el silencio.
La rabia bombeaba en mi, ¡el no podía respetar el silencio al menos!
Era como una traición a todo mi ser.
«Yo creo que te estas volviendo vieja mentalmente, pero con cuerpo de una joven de veinte»
La ignore.
Miré al hombre con enojo reflejado en mis ojos. El sonrió de forma macabra.
El ascensor volvió a parar, y el chico salió por la puerta.
Observé que me encontraba en el segundo piso, faltaba poco para llegar al primero. Suspiré aliviada.
El ascensor retomó su descenso. Con ansia me coloqué frente a la puerta.
De repente paró estrepitosamente, pero yo me concentré en que la puerta se abriera de una vez.
Esperé unos segundos, pero los segundos se convirtieron en minutos y la puerta no se abría.
Mi desesperación y nerviosismo me obligaron a forcejear con la puerta, pero no logre nada.
Un inesperado y violento movimiento me tiró al suelo. Miré para todas partes asustada, hasta que me di cuenta que el ascensor seguía bajando.
¿El edificio tenia un subsuelo?
Capaz podría bajarme en el subsuelo, y todo estaría bien.
Esperé nerviosa en la puerta. Esperé, esperé, esperé y esperé. Pero la puerta no se abría, y el ascensor seguía bajando.
Comencé a patear la paredes y gritar. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas.
El pánico me invadió. Desesperadamente busqué una salida.
Encontré una especie de compuerta en el techo, no recordaba como se llamaba ese tipo de compuertas, pero tampoco lo pensé mucho.
Abrí la compuerta violentamente. Y a duras penas, logre que mis brazos me subieran lo suficiente como para asomar la cabeza. Me sorprendí con lo que vi.
Sobre el ascensor no había ningún tipo de maquinaria que haga a este bajar, pero eso no era lo mas sorprendente. Ya no tenia paredes de concreto grises al rededor; sino tierra ¡estaba en la tierra!
Mire hacia arriba buscando una luz, pero solo había oscuridad ¿Cómo habíamos bajado tan abajo?
Mis brazos no aguantaron mas, me caí de espaldas. Sangre salió por mi boca. Me senté con dificultad, con el brazo derecho me limpié la sangre. El dolor era insoportable, y circulaba por todo mi cuerpo.
Mis brazos se sentían como una gelatina, pero mi espalda se sentía rota, molida, como simple polvo.
Todas mis preguntas y dolores se ahogaron en sollozos.

Pasaron horas quizás días, pero me tranquilicé. Aun con la cara empapada de lágrimas, saqué mi pequeño diccionario de poemas y me dirigí la las ultimas paginas, las cuales estaban vacías.
Usando mi pluma, comencé a escribir. Intentar plasmar mis sentimientos en papel, o intentar distraerme. Después de todo; era lo único que podía hacer además de llorar.

Me pierdo entre tierras,
de lágrimas perdidas,
en el aire hay dudas
nunca respondidas.

Espero una muerte
rodeada de lo inerte,
si tengo algo de suerte
me convierto en solerte.

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3 comentarios

  1. 1. Caritobel dice:

    Hola Cam, ¿ Cómo estás?
    Bueno, te voy a comentar un par de cositas que vi, y tal vez deberías revisar.
    Demasiadas oraciones con punto y a parte. Deberías tratar de ubicar mejor los párrafos.

    Algunas palabras se repiten con demasía, por ejemplo el caso de <>. Si bien era una de las palabras requeridas, podía sustituirse por otras haciendo referencia a lo mismo. <> y <> <>, son otro caso. Además en estos últimos lo usas en oraciones seguidas. Con <> pasa lo mismo.
    He notado que en algunas palabras faltan tildes. Como en el pronombre él, o en las palabras páginas o en aún, o suspiró.

    Transcribo:”¿Cómo habíamos bajado tan abajo?”.yo hubiese dicho: ” ¿Cómo habíamos bajado tanto?”
    Además viene hablando de una sola persona y aparece el “habíamos” que confunde.

    Si hay algo más, no me di cuenta

    La historia se me hizo, en lo personal, algo complicada aunque me doy cuenta que es porque juega con la parte psicológica del personaje perdido en su mundo, algo de múltiple personalidad me parece que hay.

    Sin embargo ( hoy estoy gruñona aunque me gusta ser positiva, todo con buen ánimo) hay mucho potencial. Si haces esas pocas correcciones me parece que es buena.

    Yo también estoy aprendiendo, así y que te invito a mi relato que es el 194 y me des tus consejos.

    Gracias por compartir tu talento, nos leemos en la próxima. Te animo a que sigas trabajando.

    Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 07:34
  2. 2. Caritobel dice:

    Es gracioso pero todo lo que puse entre <> no aparece. Las palabras que se repiten seran ascensor, silencio, brazos, compuerta y puerta. No sé porque no aparecen en mi comentario anterior

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 07:37
  3. 3. CARMELILLA dice:

    Hola Cam:
    Muchas gracias por leerme y comentarme.
    He leído varias veces tu relato, pero no consigo entenderlo. No he deducido la trama ni realmente lo que ocurría. Sólo se que “alquien” (no se ha presentado el personaje protagonista)está esperando la muerte.
    Sí has conseguido transmitir cierta angustia.
    ¿viene tu personaje de otro planeta?
    ¿qué pinta el señor que monta en el ascensor y se baja si haber significado nada en la trama?
    ¿quién es “ella”, a la que criticaba?
    Tienes que cuidar la redacción y procura que en tus historias haya planteamiento, nudo y desenlace, nos facilitará la lectura y sobre todo, situarnos ante lo que quieres contar.
    Cam, ánimo, insiste en escribir porque cada vez lo harás mejor.
    Seguimos participando.
    Saluditos.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 21:24

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