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Promesa en el ascensor. - por Verónica Murillo

Web: https://milcuentosdeamor.wordpress.com/

Los números se encendían en rojo a medida que descendía hacia el estacionamiento.

15… 14… 13…

Personas entraban y salían del ascensor, pero ella no las veía.

12… 11… 10…

Un muchacho de unos catorce años, un mensajero, entró a toda prisa chocando con ella y haciendo que tirara la caja que llevaba en las manos, esparciendo por el piso una fotografía suya con sus ex-compañeras, su tazón para café, un viejo diccionario y cinco desvaídas postales.

—Ah, perdón —dijo el muchacho mientras se agachaba a recoger las cosas—. ¿Nos deja señorita Rosales? —preguntó inocentemente.

Ella miró al joven, no creía recordarlo, pero eso se debía a que nunca les prestó atención a ninguno de los tres mensajeros que le traían la correspondencia.

—Ya lo ves. —respondió deseando que su tono seco lo disuadiera de seguir hablando y la dejara en paz para seguir regodeándose en su resentimiento por la cruel traición de la vida.

—Qué bien —dijo el joven con entusiasmo. Ella arqueó una ceja—. Mi papá dice que todo cambio es una promesa de un nuevo comienzo.

—¿Ah si?

—Sí —El muchacho terminó de recoger las cosas y le entregó la caja—. Suerte en su nueva vida, señorita Rosales. Adiós.

Salió del ascensor dejándola sola. ¿Una promesa? ¿Una nueva vida?

No pudo evitar una sonrisa.

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12 comentarios

  1. 1. Tavi Oyarce dice:

    Hola Verónica Murillo

    Un cuento breve, casi un mini-cuento. Pero lo justo para decir algo interesante.
    La brevedad no siempre deja una huella, es difícil, pero lo consigues.
    Tu cuento es como una fotografía y uno piensa en las una y mil cosas que le sucederán al personaje en el futuro.Bastó un dicho del muchacho escuchado a su padre, para que una persona que bajaba abrumada por la traición, viera el mundo desde otra perspectiva.
    Esa es la sensación que me ha dejado tu cuento
    Te felicito

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 01:12
  2. 2. KMarce dice:

    Saludos Veronica:
    Este es la tercera lectura obligada, por lo que siguiendo las normas del taller, la comentaré como nos lo piden:

    Forma: Has cuidado mucho tu ortografía, por lo que no encontrado alguna tílde sobrante o faltante.
    En cuanto a la redacción, hay frases que no es que estén mal escritas, pero creo que pueden mejorarse, o al menos eso pensé al leerlas. Te las marco:
    “Un muchacho de unos catorce años, un mensajero,”, como es una narración tan corta, en líneas abajo, vuelves a mencionar la palabra “muchacho”, esta línea podría modificarse a: El mensajero, (chico) de catorce años, entró…” Así resumes, se comprende que con la edad de catorce años se es “joven, chico o muchacho”, por lo que no es tan necesario que se mencioné. Más adelante, el “muchacho/joven” sí, porque nos remite directamente a quien acciona en el relato.
    Y la frase. “Ella miró al joven, no creía recordarlo, pero eso se debía a que nunca les prestó atención a ninguno de los tres mensajeros que le traían la correspondencia.” – En esta, hay varias cosillas, una es “les” y “ninguno”, creo que lo correcto sería “le/ninguno” o “les/a los mensajeros”. Inclusive si se omite el “les” y dejás la frase original, se entiende mejor.
    También “no creía recordarlo”, la palabra “creía” me parece condicional (¿lo recordaba o no lo recordaba?), sino que debería ser “no lo recordaba”… por la razón que no les prestaba atención a los mensajeros, es decir nunca reparó quienes eran o cómo lucían.
    Y el hecho que él solo entrará para “tropezarse” con ella y saliera, sin mas. Me dejó un pequeñito hueco; se comprende que bajó en otro piso, pero como soy quisquillosa, me hubiera encantado que él se bajara en el piso 7, número perfecto, excelso simbolismo de buena suerte…

    Contenido:
    La historia es muy simple. Has metido las tres palabras obligadas y encajan bien, creo que quizá la palabra “traición” debió ampliarse un poco, como “la traición de Roberto, que le plagio sus ideas, quedándose con su promoción…” algo así, porque al menos yo, me quedo con el qué le pudo haber ocurrido.
    La misma naturalidad de la escena, le da ese encanto, y puedo decirte que me he leído los números, como si estuvieran escritos en rojo. Así que desde ese momento ya estaba disfrutando de la lectura.

    Opinión personal:
    Creo en la filosofía de que “todo tiene una razón de ser” que “Dios te deja las manos vacías, para llenarlas” y de que “todos los cambios, siempre son para mejor”, así como piensa el papá del chico. Para mí, tiene un final feliz, y eso me hace feliz a mí.

    No olvides comentar… ¡nos leemos!

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 20:47
  3. 3. Manoli VF dice:

    Hola Vero.
    Me ha sorprendido gratamente la escena de las fotos cayendo en el ascensor, unidas a lo de la traición. También yo en cuanto leí el reto de literautas pensé automáticamente en unas fotos cayendo en el elevador (¿sincronicidad?). Tu texto me ha gustado y la sencillez y brevedad es un añadido.
    Nos seguimos leyendo, aquí y allá. Un abrazo.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 22:55
  4. 4. Verónica Murillo dice:

    Hola Tavi Oyarce: Muchas gracias por comentar, me alegra que el relato haya cumplido el cometido de dejar algo positivo.

    KMarce, tienes mucha razón en lo de “muchacho” y ese “les” definitivamente sale sobrando. Lo de no especificar qué le pasó es intencional, el vacío permite que nos pongamos en su lugar y nos imaginemos que pudo ser algo parecido a lo que me pasó a mí o a algún familiar. Me empeciné en que fuera cortísmo para que fuera una lectura de un vistazo, cuanto me alegra que al menos haya dejado una buena impresión.

    Manoli, las grandes mentes piensan igual, jeje.

    lamento decirles que no podré ponerme a comentar como quisiera porque tengo cierto relato fantástico super atrasado por ahí y de ninguna manera quiero quedarme fuera del proyecto, así que me iré super despacio. Besos!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 04:01
  5. 5. beba dice:

    Hola, Verónica Murillo:
    Espero sinceramente que seas la misma Verónika que pasó por mi blog. te agradezco muchísimo la visita y el comentario.
    Un aplauso por tu microrrelato en donde has hecho gala de una síntesis clara y profunda, y de muy buen manejo gramatical.
    Adelante

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 00:37
  6. 6. Veronica Murillo dice:

    Hola Beba, si soy yo la que felizmente pase por tu blog y me encanto. Gracias por leer mi primer intento de micro-relato. Espero en los proximos dias leer tu relato de este mes.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 14:41
  7. 7. karen katina dice:

    Hola Veronica:
    Felicitaciones excelente relato. Sencillo y de pocas palabras.
    Logra transmitir a los lectores esa sensación de incertidumbre por no saber que nos depara el destino y de como las palabras de alguien le da un nuevo sentido a nuestra desgracia.
    El final esplendido, nos deja un abanico de posibilidades que el lector puede imaginar.
    La forma y el contenido están muy bien excepto lo que ya te comento KMarce, que son detalles facilmente corregibles.
    Gracias por dejar tu comentario en mi texto y por tus consejos.

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 15:37
  8. 8. Noemi dice:

    Hola Verónica ¡Gracias por la visita! Me encanta tu mini es como una joyita hecha con casi nada ¡te felicito! hay mucha magia en tu modo de escribir. Solo te quiero señalar un par de detalles porque los textos cuando son muy breves como la poesía se ponen “hiperestésicos” por cualquier cosa ¡ja,ja!

    “Personas entraban” Es muy brusco comienzo (Algunas personas,la gente, no se algo que suavice ese sustantivo tan fuerte)
    miró al joven (lo miró, más sintético; porque acabas de hablar de un muchacho)
    “por la cruel traición de la vida”yo lo quitaría, la gente acostumbra a regodearse en la autocompasión y con tu añadido parece que queda una historia sin contar un hilo suelto. Ya sé que era una de las condiciones, pero puedes tratar de colgar la palabrita en otro lado donde no moleste o por fin una vez cumplido el reto la puedes tirar a la basura que lo único importante es tu prosa tan bonita y poética.¿Volvemos a leernos? Te espero con un abrazo

    Escrito el 30 marzo 2016 a las 00:09
  9. 9. Sam B dice:

    Hola Verónica,

    Un relato bonito y bastante bien escrito. La única corrección que añadiría a las que ya se han propuesto sería cambiar “papá” por “padre” en la frase “Mi papá dice…”. Lo primero me resulta un poco infantil para un chaval de catorce años.

    He de destacar positivamente la forma de sugerir el despido (en ningún momento se dice explícitamente) a través de los objetos que hay dentro de la caja y la actitud de la protagonista a lo largo del relato.

    Escrito el 31 marzo 2016 a las 17:28
  10. 10. Verónica Murillo dice:

    Karen Katina: Muchas gracias por leer y por tus palabras.

    Noemí: ¡Siempre, siempre, siempre! 😀 (Me gustó de eso de tirar a la basura lo que está casi estrictamente por cumplir el reto. Lo analizaré para cuando lo cuelgue en mi blog) Abrazos bien recibidos y devueltos al doble.

    Sam B. Muchas gracias, estoy muy orgullosa de esa forma de insinuar lo que pasó, la verdad creo mucho en eso de dejar algunas cosas para que el lector las piense, creo que toda buena historia tiene una historia detrás. Gracias por tu tiempo.

    Escrito el 1 abril 2016 a las 00:23
  11. 11. ethan dice:

    bueno segun yo asi quedo segun mi percepcion que opinan;ahora solo por practicar tu pequeno cuento lo convertire en varios generos.como terror,ciencia fiction,fantasia.

    Los números, encendidas en rojo. El ascensor descendía hacia el estacionamiento.

    15… 14… 13…

    Personas entraban y salían del ascensor. Ella ensimismada ignoraba sus presencias.

    12… 11… 10…

    Un muchacho de catorce años, un mensajero entró a toda prisa. El, choco con ella e hizo que tirara la caja que llevaba en las manos. Ella esparció por el piso, una fotografía suya con sus ex compañeras. Su tazón de café, un viejo diccionario y cinco desvaídas postales.

    —Ah, perdón —dijo el muchacho mientras se agachaba a recoger las cosas—. ¿Nos deja señorita Rosales?

    Ella, lo miro y sin recordarlo, ni se emocionó. Eso se debía a que nunca prestaba atención a ninguno de los tres mensajeros que le traían la correspondencia.

    —Ya lo ves. —dijo ella, creyó que su tono seco lo disuadiera de seguir hablando y la dejara en paz. Distraída en su antipatía por la cruel perfidia de la vida.

    —Qué bien —dijo el joven con entusiasmo. Ella arqueó una ceja—. Mi papá dice que todo cambio, es una promesa de un nuevo comienzo.

    —¿Ah si?

    —Sí —El muchacho terminó de recoger las cosas y le entregó la caja—. Suerte en su nueva vida, señorita Rosales. Adiós.

    Salió del ascensor dejándola sola.

    “¿Una promesa? ¿Una nueva vida?” Pensó ella y esbozo una sonrisa.

    Escrito el 2 abril 2016 a las 15:52
  12. 12. Verónica Murillo dice:

    Ethan, gracias por tu tiempo y tus sugerencias, todo es bien recibido.

    Escrito el 6 abril 2016 a las 17:16

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