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Ascensor pasional - por Júdit Alca

–¿Va a subir? –me preguntó una joven de ojos verdes intensos y mágicos, que me atraparon con tan solo verlos al abrirse las puertas del ascensor.
–Sí, sí, perdone –dije, saliendo del ensimismamiento en el que me había sumido en solo un segundo.
Me puse muy tenso. Me encontraba solo en el ascensor con una diosa. No la había visto antes en el edificio, y eso que yo estaba allí de lunes a sábado, por cuestiones de trabajo. Nunca antes había quedado tan abrumado por una mujer.
–¿A que piso se dirige? –me preguntó, mirándome fijamente a los ojos.
Estaba nervioso y casi no me salían las palabras.
–¿Señor?
–Perdone señorita. Voy al octavo piso –dije con la voz quebrada por los nervios.
–Perfecto, yo voy al noveno.
Nos pusimos uno al lado del otro, mirando al frente. Miré de reojo para admirar su gran belleza, hasta que sus ojos también miraron. Apartamos los dos la mirada al instante, y noté como el rubor se apropiaba de mis mejillas. No gozaba volver a mirarla, pero el deseo era muy intenso. Debía concentrarme en otra cosa, como por ejemplo en los pisos que íbamos subiendo. Ya estábamos en el segundo piso. Quedaba menos.
–Es usted nuevo en la oficina? –escuché que me preguntaba una dulce voz.
–N-no, ya llevo trabajando a-aquí unos años –dije, preso del tartamudeo.
Tercer piso. Noté que volvía a mirar al frente. También ella estaba nerviosa. Noté sus ojos clavados en mí de nuevo.
–¿Eso que lleva aquí es un diccionario? –preguntó señalando el libo que tenía entre mis brazos.
–Sí, nunca sabes cuándo puede ser de utilidad –contesté tratando de calmarme.
Quinto piso.
Se me acercó disimuladamente, pero lo noté. Su brazo desnudo rozaba mi piel. Me estremecí. El fuego ardía en mí y me costaba mucho controlar los impulsos.
–¿Usted es el de “Traición a dos bandas”, verdad? Cuando lo he visto entrar me ha sonado su rostro, pero no sabía de qué –me dijo mirándome fijamente, esperando a que yo le correspondiera.
–Sí, el mismo –contesté sin tener el suficiente valor de mirarla a la cara.
Quería ser menos tajante con mis respuestas, pero me era imposible. En unos segundos estaba causando un huracán de sensaciones en mí que me estaban volviendo loco. Ya estábamos en el séptimo piso. La tortura estaba a punto de acabar.
–¿Me permite hacer una cosa? –preguntó, poniéndose delante de mí con una sonrisa pícara y una mirada enloquecedora.
–D-depende de que se trate señorita… –dije abrumado.
Se acercó a los botones y apretó el de bloquear el ascensor. Me miró provocativamente y se lanzó sobre mí con ahínco. Puso sus brazos detrás de mí nuca y se lanzó a mis labios. Nos fundimos en un beso muy pasional. Nos dejamos llevar por el deseo y poco a poco nos íbamos deshaciendo de la timidez y sacábamos nuestro lado salvaje. Oíamos, por el telefonillo del ascensor, el servicio de ayuda, pero no le dábamos importancia. En ese momento solo importábamos nosotros dos. Iba subiendo la temperatura por segundos. El deseo nos gobernaba. Me armé de valor y le desabroché el sujetador. Ella bajó sus manos hasta mi pantalón y me quitó el cinturón. Dejándonos llevar por el momento, hicimos el amor en ese ascensor, parado entre el séptimo y el octavo piso, mientras, en otro lugar, había gente preocupada por intentar sacarnos del nido de nuestro amor.

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3 comentarios

  1. 1. Guiomar de zahara dice:

    Júdit Alca: Esto parece un guión para una película. Bien construida la historia: presentación, nudo y desenlace.Para mí los relatos, tienen que tener algo de magia, dejar que la imaginación del lector sea libre. Es solo una apreciación personal. Lo que pienso te ayudaría es “echar mano” a un diccionario de sinónimos.
    Un cordial saludo.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 10:09
  2. 2. María dice:

    Hola! Me resultó un relato bien desarrollado pero algo previsible. Coincido con Guiomar, en cuanto a lo de la imaginación. Felicitaciones, saludos

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 13:28
  3. 3. Caritobel dice:

    Hola Judit.

    Ando recorriendo casi todos los relatos, y acá caí en el tuyo.

    En cuanto a lo técnico no vi grandes errores, más que dos, que me parecen del tipo “error de tipeo”, ya que le falta un signo de pregunta a una oración que si termina con el signo, y creo que en vez de “libro”, pusiste “libo”

    En cuanto a contenido, el título era sugerente, sabía que al leerlo me encontraría con algo así. No es la primera historia que leo aquí este mes que hable de esta fantasía sexual en un ascensor, pero creo que a pesar que llevas buen ritmo, la linea es bastante “chata”. Lo que quiero decir es que no siento emoción al leerlo, si bien intentaste crear esa tensión sexual, que algunos obviaron antes de ir directo al sexo, no logra ese toque de originalidad, que podría haber tenido.

    Creo que elegiste una manera prolija, y correcta de expresarte, pero no fue suficiente para hacer de este relato algo interesante. Aunque súper agradezco la claridad con que escribís, porque eso hizo la lectura muy amena. Destacó mucho tu proligidad.

    Espero que mi comentario te sea de ayuda, saludos.

    Si querés leerme soy el relato 194.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 01:00

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