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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Pulsar el botón - por Elisabet Jiménez

El cubículo, aunque acogedor, eran apenas un par de metros cuadrados que no daban para mucho, pero Rafael era feliz. Adoraba su trabajo, transportar almas al empíreo no era ardua tarea, comparada con la de Gabriel, que se ocupaba de los traslados al averno y ni digamos de Miguel, el eterno pasajero del ascensor con destino el limbo, que andaba siempre como ausente.
Durante el trayecto sentía la felicidad de sus pasajeros. Algunos eran muy charlatanes, otros introspectivos, o los que iban tan ensimismados que ni les daba para saludar. A veces, los había que incluso derramaban una lagrimilla, aunque eran los menos. Pero cuando pulsaba el botón y comenzaban a ascender todos sonreían discretamente, Rafael también. Imaginaba una vida para cada uno de ellos. Los ubicaba en distintos lugares del mundo, a cada cual, en base a su aspecto, le asignaba una profesión, una familia e incluso una tara, ¿porque no?. Nadie es perfecto, se decía.
No realizó muchas bajadas en sus años de servicio, alguna sustitución a Gabriel por asuntos personales. Aunque las realizadas habían sido sin dramas. En muchas ocasiones se sorprendió porque era incapaz de imaginar una mala vida para esas personas que bajaban sin remisión.

Aquel día era como uno cualquiera. Iba repasando mentalmente la lista de cosas a olvidar que cada semana redactaba. La soledad le pesaba en el alma a cada cumpleaños. No había encontrado su compañera, los años pasaban y sus rarezas se acentuaban haciéndole más ardua la tarea. Regresaba de un servicio cuando las puertas se abrieron, la sutil fragancia inundó sus sentidos. Era alta, voluptuosa y de rasgos suaves. Sus ojos color miel se posaron en los de Rafael, expectantes.

—Buenos días— la voz se le quebró en un tono ronco. Como si llevara horas sin hablar.
—Buenos días— dijo él más dulcemente, situándose a su lado.

Rafael sacó la lista del bolsillo y leyó su nombre. Sofía. A su cabeza, imágenes de la vida de ella. Una niña risueña, de infancia feliz. Adolescencia difícil por su timidez qué pasó rápido entre libros y música. Buena estudiante, amiga de sus amigos y con una vida amorosa un tanto truculenta. Apenas tuvo tiempo a reaccionar cuando la diagnosticaron, no le permitió cumplir los cuarenta.
Rafael pulsó dubitativo el botón y a medida que ascendían, sentía el corazón cabalgándole en el pecho.
El aroma y su presencia lo llenaban todo, era tentador. Deliciosamente bella y encantadora.

Por el rabillo del ojo, apreció un leve movimiento de su mano hacía el bolsillo de la chaqueta, de dónde sacó un librito ajado. No pudo disimular la curiosidad. La vista, iba de sus ojos al libro, sondeándola. Nadie solía llevar nada en aquel viaje.
Ella, ante su interés, comentó: — Es un diccionario—, me gusta aprender palabras y tratar de rescatarlas del olvido.
El asintió sonriendo. Era uno de sus juegos favoritos en la adolescencia. Su madre, cada semana, le instaba a aprender una serie de palabras e incorporarlas a su cotidianidad. A veces se sentía extraterrestre hablando esa jerga que solo ellos dos entendían.
Sofía se lo tendió, mirándole fijamente. Lo tomó rozándole los dedos fríos, lo achacó a su nerviosismo. Un instante se quedaron ahí unidos por el diccionario, embelesados, sintiéndose. Diciendo sin hablar.
Un efímero pensamiento cruzó la mente a Rafael. Faltaría a su palabra y traicionaría el juramento. “Solo podrás salvar un alma”, cada palabra retumbaba sobre su conciencia. Pero por ella se sentía capaz de todo. Algo, a lo que en ese momento no supo dar nombre, le removía su interior. Solo tenía una oportunidad para pulsar el botón. Si lo hacía, si utilizaba aquella opción, acabaría su servicio. Fin de trayecto, ya no más viajes, ni subidas ni bajadas. Comenzaría su vida, la de verdad. Obligaciones, altibajos, complicaciones, emociones, humanidad.
En la mente una imagen, su pelo esparcido en la almohada. Aspirar el olor de su cuello antes de dormir, verla reír a carcajadas por una tontería.
Apretó el libro contra su pecho en un hondo suspiro, tomó la mano de Sofía y ella sonrió.
Como en una proyección de cámara lenta, Sofía vio como Rafael se giró, pulsó el botón rojo de emergencia y murmuró sonriente… el cielo puede esperar.

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9 comentarios

  1. 1. Chari dice:

    ¡Hola Elisabet!:
    Me ha encantado tu texto, ¡es precioso!
    Además creo que tomar la idea del ascensor para convertirlo en un transporte de almas, es lo más original que he leído en este taller.

    Me gusta como has introducido el diccionario como un elemento casi determinante en la trama. Casi podemos sentir la duda de Rafael ante la mujer y la tensión entre ambos.

    Si esto fuera un relato más largo me gustaría haber sabido más del trabajo de Gabriel y Miguel. Tu estilo de escritura y el tema me han recordado un poco a un libro que me encanta: Buenos Presagios.

    Si tengo que sacarte alguna pega es que creo que después de puntos suspensivos, va mayúscula, sería “El cielo puede esperar”. Y, si no me equivoco, cuando abres diálogo para que ella diga lo del diccionario,después de los dos puntos, es aparte.

    Por lo demás, me ha gustado mucho. Veamos que dicen el resto de compañeros 😉

    Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 10:08
  2. 2. Frida dice:

    Hola Elisabet. El cielo puede esperar. Al menos ese me parece que sería un título mucho más acertado para este relato. Supongo que por no desvelarnos la sorpresa has optado por uno mucho más neutro, pero he de decirte que en cuanto he visto que, a parte de Rafael,aparecía también Gabriel y el averno,algo que sucede al principio de todo, ya me he ubicado en esa entrada hacia el cielo.

    He de hablarte también, de ciertos detallitos a mejorar que he visto:

    1.”eran apenas un par de metros cuadrados que no daban para mucho, pero Rafael era feliz.” En esta frase usas dos veces el verbo ser: eran y era, podrías sustituír por ejemplo, el segundo era por un:”…pero Rafael se sentía feliz”.
    2.”¿porque no?”. Aquí estás preguntando, con lo cual lo acertado es decir: ¿Por qué no?.
    3.”No realizó muchas bajadas en sus años de servicio, alguna sustitución…” Y en esta frase, tras la coma hay algo que falla, es como si te hubieses comido alguna palabra para reforzar lo que nos estás contando. Considero que quedaría mejor si tras la coma, añadieses un “tan solo alguna sustitución…”
    4. “En muchas ocasiones se sorprendió porque era incapaz de imaginar una mala vida para esas personas que bajaban sin remisión.” Esta oración te la apunto, porque en el mismo párrafo hablas de bajar, así que considero que este bajaban sin remisión, podría ser sustituido por un: descendían sin remisión.
    5. “Adolescencia difícil por su timidez qué pasó” Creo que aquí, el su
    no queda bien, mejoraría mucho la frase si dijeses por la timidez.
    7.”Un instante se quedaron ahí unidos por el diccionario,”. Para mí esta frase falla, creo que saldría ganando si dijeses: Por un instante o, fue un instante el que se quedaron…
    6.”El asintió sonriendo”. El él que inicia la oración, debería ir acentuado, pues te estás refiriendo a una persona.

    A parte de esto, te comentaré, que yo misma, inicialmente, consideré la posibilidad de un ascensor hacia el cielo, pero al final deseché la idea. Es constructivo ver lo que los demás pueden hacer con una idea similar.
    El reto sobra decir que lo has cumplido perfectamente y, en cuanto al texto destacar la originalidad de esos ángeles que ante todo, también son muy humanos.

    Felicidades. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 10:57
  3. 3. Emma dice:

    Hola Elisabet:
    Llego a tu relato porque Frida me ha hecho referencia a él junto al nº 80 al hacer un comentario en el mio el número 41.
    Mi relato también trata del ascensor que sube o baja a las almas y me ha despertado la curiosidad saber que hay más historias sobre ello.
    Me ha hecho ilusión leerte, es una historia muy entrañable y muy bien desarrollada. Tu escritura es pulida, se nota que tienes facilidad para escribir.
    Me queda una duda, ¿Rafael también regresa al mundo de los vivos? había pensado durante casi todo el relato que se trataban de los arcángeles Rafael, Gabriel y Miguel.
    Un relato precioso. Enhorabuena.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 20:01
  4. 4. Elisabet Jiménez dice:

    Buenos días!! Estoy abrumada, ante todo a mis compañeros (los que tengo que comentar) estoy en ello, es mi primera vez y quiero hacerlo bien. Os estoy leyendo y releyendo y ajustandome a las pautas de los talleres para hacerlo lo mejor posible. Mil gracias a todas y todos los que me habeis leído, llevo meses queriendo participar aquí y no me atrevía con nada de lo que salía, hasta que finalmente llegaron los arcángeles y me dieron un empujoncito.
    Chari, primer comentario y encima positivo, que ilusión. Gracias, la verdad que si que dá la historia de Gabriel y Miguel, sobre todo este último con sus lapsus ausentes y el limbo, déjame pensar, jejejeje. Respecto al título, efectivamente debía ser la frase final, pero demasido obvio, después de mucho divagar… “Pulsar el botón” quedó.

    Frida, muchísimas gracias por tus puntos a mejorar, son bastantes obvios, corrijo y reviso, esto lo necesitaba con urgencia. Queda muchisimo más ritmico con tus correcciones. Respecto a la humanidad de los ángeles me pareció lo más acertado.

    Emma, que genial. Leeré ambos, aunque quiero leerlos todos y tratar de dejar comentario en algunos, así aprendo a comentar que me está costando.
    Gracias de nuevo y siento ser reiterativa. Nos leemos!!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 07:34
  5. 5. Saldivia dice:

    Hola Elisabet, la imagen del ángel que se enamora y renuncia a su semidivinidad para vivir una vida humana siempre ha resultado seductora y atractiva, y por ende peligrosa, escribir sobre ello muchas veces termina en cliché.

    No es tu caso. Logras muy elegantemente enfocar esa suerte de amor a primera vista que Rafael siente por Sofía, quien además está muy bien caracterizada. El reto se cumple perfectamente, y el diccionario no es un simple elemento agregado (como pasa en muchos relatos, incluyendo el mío) sino un catalizador importante del desenlace. Te iba a hacer unas observaciones de forma, pero ya Frida, con su característica y muy didáctica prolijidad, lo ha hecho magistralmente, son siempre aprendizajes que podemos aprovechar.

    Te quiero comentar otra cosa: El verbo lucubrar si existe, como sinónimo de elucubrar. Son parte de esos dúos muy similares de palabras que tienen dos formas válidas, aunque una es más usual, como setiembre-septiembre y sicólogo-psicólogo. Hay muy buenas herramientas en línea para aclarar estas dudas, yo recomiendo siempre http://dle.rae.es

    Muchos saludos, espero seguirte leyendo!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 13:02
  6. 6. Elisabet Jiménez dice:

    Hola Saldivia, pues llevas toda la razón, a veces nos enfrascamos en utilizar siempre las mismas palabras cuando un universo de ellas se extiende a nuestro alrededor. La verdad, esta no la sabía, anotada queda y seguro la utilizo pronto. Gracias por leerme, me hace mucha ilusión vuestros comentarios, correcciones, en fin que intentaré ser una asidua a este taller. Me ha gustado la acogida y he disfrutado mucho escribiendo este relato, aunque me intimidais un poco, eh.
    Saludos y nos leemos!!

    P.D. Voy a hacer una lista con vuestros nombres para seguiros el proximo mes 🙂

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 14:43
  7. 7. Lemo dice:

    Hola Elisabet

    Ante todo, Felicidades, me ha parecido un relato precioso.
    Gracias por tu comentario.
    Volviendo a tu relato, que buena idea. Como ha dicho Chari el título que propone me parece genial, ya que como dice Frida enseguida te ubicas y ese título no le quitaría nada al texto.
    Por otro lado la idea es estupenda, esquisitamente escrito y bien desarrollado, con un tempo genial.
    Felicidades, hasta ahora lo mejor del mes.

    Saludos.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 20:10
  8. 8. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola Elisabet! Me alegró saber que había más textos con un temática tan angelical como la nuestra… Tu relato lo has desarrollado bastante bien. Faltaría, a mi entender, modificar alguna palabra en ciertas frases para que no resultara muy repetitivo. Es el caso de la última, donde hay dos ‘como’; aún así, si lo dejas, habría que acentuar el segundo. En otra, se repiten derivaciones del verbo ‘ser’. También, ya te apuntaron el error de el ‘porque’ que has escrito, y alguna que otra falta y sobra de tildes.
    Sería lo más llamativo, a grandes rasgos . Buen trabajo y ¡bienvenida! Saludos y hasta la próxima lectura.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 22:34
  9. 9. Elisabet Jiménez dice:

    Buenos días.
    Lemo y Oda gracias por vuestros comentarios,he de reconocer que me puesto enlaces directos al diccionario de la RAE y al de sinónimos, para el próximo cuidaré mucho más las formas y trataré de darle mayor riqueza verbal, llevais razón en todo.
    Me ha encantado la experiencia, espero repetir muchas más veces (aunque todo depende de la inspiración) y seguir leyendo pequeños trocitos de todos los artitas que encarnais este grupo.
    Nos leemos!!

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 07:33

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