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Un ascensor universitario - por pepe sanchis

Hola, amigos. Primero voy a presentarme: soy la Sabiduría.
Bueno, quizás la Sabiduría así, con mayúscula, no; sólo soy una pequeña rama de la sabiduría que se encierra en la Facultad de Filología de una Universidad de provincias. En mi caso concreto, estoy encerrada en este ascensor, el primero a mano derecha una vez pasado el vestíbulo, en la zona de escaleras, antes de llegar al bar.
No creáis que me paso todo el tiempo aquí dentro. Entre las 14 y las 15 horas, a la hora de comer, voy a la cafetería de enfrente. Aunque siempre está lleno, nunca tengo problemas de ocupar un sitio en cualquier mesa, ya sabéis aquello de que “el saber no ocupa lugar”. Antes me gustaba oír las conversaciones de los estudiantes, pero ahora no se oye más que el chocar de los cubiertos con una mano porque con la otra están navegando, watsapeando o jugando a no sé qué con su móvil. Mi sabiduría se ha quedado atrás en estos temas.
Cuando sí puedo disfrutar de sus charletas es al dirigirse a las clases, subiendo en el ascensor. Me gusta mucho una pareja de chicas, Mari y Pili, que estudian Filología Hispánica. El otro día una le preguntaba a la otra:
-¿Tía, cómo te salió el examen que nos puso el profe de Medieval ?
-Pues tía, fatal como a todos, ten en cuenta que fue a traición, y sin dejarnos usar el diccionario.
-Ese tío es un cabrón, tía, estamos recogiendo firmas para hacer una protesta formal al Decano…
Y como bajaron en el segundo piso, no sé en qué habrá quedado el asunto.
Hoy mismo también han subido conmigo mis estudiantes preferidas:
-Mari, tía, has hecho el trabajo sobre el Romanticismo?
-Qué va, Pili. Estoy superliada, tía, y no he podido hacer nada de nada.
-Pues tía, si te parece podemos quedar este finde.
-Tía, imposible, el sábado actúa Frontera en el KafCafé y el domingo hay un recital de Iván y Javier, mis poetas preferidos.
-Entonces, qué, tía?
-Pues no sé, tía, ya veremos…
En fin. Me preocupa el futuro de esta gente, si pudiera hacer algo por ayudarles, les pasaría con gusto una pequeña porción de mi sabiduría.

Tengo que reconocer una especial debilidad por unos señores y señoras de más de sesenta años que hacen unos cursos de la Universidad para Mayores. Asisten a clase de Literatura Hispanoamericana junto a los jóvenes y es muy divertido oírles comentar en el ascensor:
-¿Y usted, don José, ha leído “Cien años de soledad”?
-Pues, sí, hija mía. La leí el año 76 mientras hacía mi Servicio Militar en Cartagena, en Infantería de Marina. Yo era cabo primero y tenía mucho tiempo libre, recuerdo que en la biblioteca…
Rápidamente los jóvenes le interrumpen la batallita con otra pregunta:
-Ahora tenemos que leer “La ciudad y los perros” de Valga la Llosa, la ha leído?
– Valga la Llosa, no, hija mía. Es Mario Vargas Llosa, que escribió esta novela hará como cincuenta años, y además es premio Nobel de Literatura…
-Ah! Vargas Llosa, ese que es novio de la Preysler, verdad?
En fin. Sin comentarios.

Bueno, queridos amigos, me despido, que son las nueve de la noche y a estas horas aprovecho para darme una vuelta por los pasillos y leer todos los carteles de las paredes. Así me entero de los pisos para estudiantes que hay en alquiler, de los conciertos que se celebran, de la huelga que hay convocada, etc. Sin dejar de ser una rama de sabiduría, procuro estar al loro de todo lo que pasa en esta ciudad.
Esperen, que por ahí vienen el catedrático de Latín don Arturo, y Teresa, a quien está dirigiendo la tesis doctoral. Madre mía! Si por el pasillo ya vienen magreándose así, a saber lo que harán en la soledad del ascensor. ..Pensándolo bien, a lo mejor me sirve para aprender cosas nuevas, ya saben aquello de que “no te acostarás sin saber una cosa más”.
Les dejo, que van a apagar las luces.
Buenas noches y buena suerte.

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5 comentarios

  1. 1. Emma dice:

    Hola Pepe Sanchis:
    Me ha encantado tu relato: original, bien narrado, (con la sensatez de la Sabiduría y sin olvidar el buen humor). Se lo pasa muy bien este “espíritu” en los pasillos y el ascensor de la Universidad. Me he quedado con ganas de conocer más historias.Muy bueno de verdad.
    Por poner una peguilla: No abres las frases interrogativas con el signo de la interrogación, en la mayoría de esas frases solo las utiliza al cerrarlas.
    No consigues el reto, pero eso es lo de menos en este caso, tu texto merece una buena nota.
    Un saludo, nos leemos.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 16:38
  2. 2. charola dice:

    ¡Hola pepe sanchis! Me gustó tu relato. Muy original, fácil de leer y divertido. Lo pasé muy bien leyéndote. A mi también me pareció que no conseguiste el reto, pero no era imprescindible. A esta Sabiduría le va mejor saliendo del ascensor jeje.
    Estoy de acuerdo con Emma que te faltaron los signos de interrogación y de admiración de inicio. También la raya de diálogo no es esa. Yo tenía ese problema porque mi laptop no tiene la raya de diálogo, pero ahora copio la raya y luego la pego. Hazlo. Por lo demás tu relato está estupendo. ¡Felicitaciones!
    Te invito a leer el mío, estoy en el 186. Un beso.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 17:21
  3. 3. Manoli VF dice:

    Casi que te respondo con otro “Buenas noches” Pepe, de lo mucho que me metí en la “piel” de este personaje tan excelso como es doña sabiduría. Me ha encantado el guiño a las actividades literarias, los recitales, la literatura, el recuerdo de los grandes (ese Valga la Losa, digo Llosa, jaja) Vamos, tu humor no tiene precio, y has cumplido por demás el reto haciendo que la escena fluya de forma natural y amena. Me ha encantado, Pepe. Enhorabuena.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 18:39
  4. 4. pepe sanchis dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios. Tengo que recordar los temas que me indicáis de las normas ortográficas, no consigo hacerlo bien. El relato es un guiño al mundo universitario visto desde la óptica de un alumno sexagenario que se lo pasa muy bien con sus jóvenes compañer@s. Sin más pretensiones, espero os haya entretenido. Saludos.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 19:12
  5. 5. Lesly Bosco dice:

    Hola,

    a parte de los signos de puntuación, que ya te habrán comentado, me parece un relato muy cómico y entretenido.

    No sé si el reto está conseguido, quiero pensar que está dentro del ascensor al final y que desde allí se ve el pasillo. Pero bueno, eso es lo de menos. Muy divertido.

    un saludo

    Escrito el 6 abril 2016 a las 19:53

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