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MÚSICA DE ASCENSOR PARA GORILAS - por Lesly Bosco

Web: http://leslybosco.blogspot.com.es/

Un hombre montó en el ascensor en el piso número cinco. Era enorme. El botones y la chica que había dentro se apretujaron contra la pared. El hombre desprendía un hedor cálido, salado y amargo a la vez. La chica se llevó la muñeca a la nariz para cubrir el olor con su perfume.
El botones, con rostro inexpresivo preguntó a qué piso iba. Quince. La chica se puso lívida, ella iba hasta el dieciséis. Clavó una mirada de desesperación en el botones, pero él se limitó a cerrar la puerta y el ascensor se puso en marcha.
El hombre tenía la cara roja y la frente perlada de sudor. Balanceaba su peso de una pierna a la otra y resoplaba. Llevaba una revista en la mano y de vez en cuando ojeaba alguna página y la guardaba bajo el brazo. El botones le vigilaba por el rabillo del ojo, le parecía un enorme primate.
En el piso número ocho la chica trató de llamar la atención del botones dándole un tirón en la americana con disimulo. Él mantuvo la mirada fija en la puerta. El hombre abrió la revista por una página al azar. La chica volvió a dar un tironcito a la americana. El hombre, ajeno a todo, pasaba las páginas de un modo frenético.
La chica miró al botones con ojos vidriosos y alargó una mano para rozarle el brazo. El hombre grande soltó un quejido cuando alzó la vista y vio que todavía estaba en el piso número diez. Se metió la revista abierta por debajo del sobaco y puso una mano sobre la puerta, dejando luego una huella grasienta. Se apoyó en la pared contraria a la de la chica y el botones. El chico le preguntó si estaba bien. «Odio los ascensores».
Cada vez que el hombre se movía, el ascensor se balanceaba. La chica parecía no darse cuenta. El botones se metió un dedo en el cuello de la camisa para intentar aflojar la asfixia que empezaba a sentir.
La chica rozó de nuevo el brazo del chico, en el piso número doce. El hombre se irguió y se orientó de cara a la puerta. Ojeó de nuevo la revista, después se abanicó con ella y volvió a leer. Sus enormes fosas nasales se contraían y se ensanchaban cada vez más rápido.
La chica no desistió. El botones, ignorándola, echó un vistazo a la página que el hombre tenía abierta y sus ojos se agrandaron al reconocer la primera palabra en que se había fijado. «¡Ja!», exclamó haciéndose sobresaltar a los otros dos. «Traición. Deberían enseñarle a esta señorita lo que significa eso, ¡la pobre no sabría encontrar esa palabra en un diccionario!». La chica hizo un puchero y trató de agarrarle de la manga. Él se apartó con brusquedad y se cruzó de brazos. El hombre, que se había llevado una mano al pecho y jadeaba, empezó a dar golpecitos en la puerta con la revista. La chica volvió a intentar un acercamiento hacia el chico.
El botones se pegó a los mandos del ascensor para zafarse de ella. Accionó sin querer algún mecanismo y un suave hilo musical envolvió el ambiente. El rojo empezó a abandonar el rostro del hombre grande. Se secó la frente con un pañuelo y se sintió aliviado al ver iluminado el marcador en el piso número quince. Sonrió y desapareció al volver a cerrarse las puertas.
La chica se secó las lágrimas y se acercó a la puerta. En el piso número dieciséis, el botones abrió, se despidieron, con sequedad y un movimiento de cabeza, y él se quedó solo. Apagó la música y pulsó el botón del piso número uno. Se sintió extraño y volvió a activar el hilo musical.

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7 comentarios

  1. 1. María Kersimon dice:

    Buenas noches Lesly Bosco
    Disfruté con tu relato. Quedé en tensión hasta el final esperando algún desenlace extraño y me reí de ver que no pasaba nada dramático. Cumples el reto de quedarte todo el tiempo en el ascensor pero la manera en que introduces la palabra traición me parece un poco “sacada de la manga”. Y la palabra diccionario no veas. Es gracioso el “gorila” y nunca sabremos si la chica acosaba al ascensorista o quería ser protegida. Es especial y divertido. Un saludo.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 22:39
  2. 2. Javier Mora dice:

    Hola.

    Me gusta la forma en que narras, solo me quedé en espera del giro de la historia. Un desenlace fuera de lo ordinario. En cuanto al reto, éste se cumple pero solo eso. Las palabras traición y diccionario entran un poco forzadas en la forma en que llevas el relato.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 23:44
  3. 3. Emma dice:

    Hola Lesly:
    Me ha gustado la historia que narras, has sabido mantener el lector, en este caso a mi, con la intriga del qué pasará. Sobre todo me he preguntado en todo momento, ante la insistencia de la chica, que es lo que quería del botones. Por lo que ese acto, del cual haces referencia en varias ocasiones, queda sin aclarar.
    Algo que he echado en falta son los guiones de dialogo por lo que he tenido que repetir la lectura, cuando estos aparecen, porque me perdía un poco.
    Has repetido demasiadas veces las palabras chica (12)y botones (10).
    Algo que ya te han dicho los compañeros y que imagino sabes, la forma de encajar las palabras diccionario y traición no están muy encajadas en la historia.
    Quiero dejar claro que son solo opiniones.
    Por lo demás un relato muy original, bien narrado y por añadidura has conseguido cumplir el reto. Enhorabuena.
    Un saludito.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 15:59
  4. 4. Saldivia dice:

    Hola lesly, aparte de lo acotado por los comentaristas en cuanto al final distinto a lo esperado (tipo “parto de los montes”) y el uso de las palabras traición y diccionario, resalto el cumplimiento del reto adicional.

    Sin embargo me incomoda un poco el encontrarme nuevamente con el cliché de hombre grande = desaseado = presencia no deseada y asociaciones similares. No lo considero una repetición de patrón adrede, es un tópico casi tan difundido y absurdo como el de delgadez femenina extrema = belleza = clase = glamour, sin embargo al encontrármelo aquí, no pude pasarlo por alto. Supongo que el tema me toca de cerca, por mi fenotipo.

    El título de tu relato me ha traido una curiosa asociación, un video clip del tema musical “Sexy Boy” de banda “Air” y que alguien definió como “música de ascensor que puedes bailar”. Y en el video aparecen unos peluches de simio.

    Espero seguirte leyendo, éxitos!

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 18:21
  5. 5. Nic-Is dice:

    Hola Lesly.
    Tu relato muy bien narrado. El ambiente está tan logrado que cuando terminé de leer tuve que salir a respirar. 🙂
    En mi humilde opinión, es más gorila el ascensorista que el hombre voluminoso. Su comportamiento con la chica es poco civilizado (por no decir más). También es él quien pone la música al final del cuento.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 04:09
  6. El texto se lee de forma fluida hasta que llegan los dialogos. Como no estan los guiones, confunden un poco al principio. Me quedé, como veo que también le sucedió a los compañeros, esperando algo fantastico que sucediera y como no sucede, me sorprendió mucho. Eso precisamente me agradó.
    Muy bueno el relato.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 2 abril 2016 a las 18:34
  7. 7. Lesly Bosco dice:

    Hola compañer@s,

    No he podido ponerme antes pero prometo en estos días ir devolviendo las visitas y cumplir con los 3 relatos que me siguen.

    Se agradecen los comentarios y la dedicación y como siempre, me serán muy útiles para aprender.

    un saludo

    Escrito el 5 abril 2016 a las 14:34

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