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Cuéntalo - por Cryssta
CUÉNTALO
Madrid, once y veintitrés de la noche. El ascensor en el que sube Simona se para antes de llegar al cuarto piso, a medio metro de poder abrir la puerta. Pulsa el botón del sexto sin que se produzca movimiento; prueba con otros botones y nada, idéntico resultado. Lejos de asustarse, piensa divertida que podría ser rescatada por un bombero, una de sus fantasías favoritas.
Tendrá que conformarse con uno de sus vecinos, lo cual tampoco es mal asunto; en el apartamento del cuarto vive Marcelo Kisi, el escritor que llegó de Argentina hace un mes escaso y que le cayó bien desde el mismo instante en que se lo presentaron. Él acabó de conquistarla el día que, mirándola directamente a los ojos, le dijo seductor: «Vos sos el deseo de los hombres y la envidia de las mujeres». Ilusionada, pulsa el timbre de alarma que resuena en todo el edificio. Se imagina qué pasará a continuación si Marcelo sale a ver qué pasa:
«¡Eh, soy Simona, me he quedado encerrada!».
«¿Qué pasó, linda? ¿Tantas ganas tenés de verme? Quedate tranquila, querida, ahora mismo busco a quien tenga la llave para abrir el ascensor y sacarte».
Para que sea más liviana la espera pondrá en práctica el truco que le enseñó su padre; cogerá un diccionario virtual y buscará en él una palabra por cada letra del abecedario: “abuelo, bendito, camisa, delirio… sonaja, traición, ulular…”
Manda callar a su imaginación al escuchar el ruido de una puerta. Se dispone a llamar a Marcelo, pero cae en la cuenta de que él no está, la semana anterior dijo que estos días iría a Barcelona para firmar ejemplares de su exitosa novela “El negocio de los ñoquis”.
Y si no está, significa que el sonido que ha oído proviene del tercero. Pero allí no vive nadie, hace años que murió su propietario; Matías, el viejo verde que siempre la miraba con lascivia.
A Simona el encierro ya no le parece divertido. Toca de nuevo y con insistencia el botón de alarma y, en ese instante, una ráfaga de aire frío se cuela por las rendijas de las puertas de seguridad. Va a pulsar otra vez cuando siente una mano posarse en su nalga izquierda y, dando un respingo, se vuelve para enfrentarse al dueño de la mano. Pero claro, entró sola en el ascensor y sigue sola.
Desconcertada, golpea con los dedos el botón rojo varias veces mientras su respiración se acelera. Se pega a la pared del ascensor, vigilando la puerta y atenta a cualquier sonido que indique que alguien viene a auxiliarla.
Tras titilar unos segundos, la luz del techo se apaga; en ese momento oye su nombre susurrado al oído y un olor rancio inunda sus fosas nasales. Abre la boca para pedir socorro, pero el aire que tendría que hacer vibrar sus cuerdas vocales se niega a salir; el roce gélido de unos dedos pasea por la blusa de seda, justo a la altura de uno de sus senos.
Simona agita las manos; intenta librarse de esos dedos invisibles que ahora se vuelven garras para arañar la suave piel que recubre sus clavículas y surcan un camino hacia el canalillo.
Algo la empuja llevándola a un rincón del ascensor, y a punto está de desmayarse cuando siente en el cuello el aliento hediondo de una boca de lengua áspera que recorre su piel dejando un rastro viscoso a su paso. Por fin sale el aire contenido y grita hasta hacerse daño en la garganta.
La luz vuelve y oye el ruido que hacen las puertas al ser forzada su apertura. Simona se encuentra con los ojos claros del argentino que la observan preocupado.
—¡Hey, linda! ¿tenés claustrofobia? Solo demoré un minuto en coger la llave que me dejó el casero. Te ayudaré a subir —dice Marcelo mientras tiende la mano—. Suerte que regresé en el puente aéreo, hay poca gente en el edificio.
Ayudada por su vecino, sale del ascensor mientras un escalofrío recorre su cuerpo al pensar en lo que deja atrás.
—Marcelo, ¿puedes darme un vaso de agua?
—Claro, querida, pero tenés que contarme qué pasó —contesta, mientras con un gesto la invita a pasar a su casa—. Es bueno hablar de nuestros miedos para que se vayan y no vuelvan. Pasá linda, pasá.
Lo mira agradecida y, tras unos segundos de indecisión, dice con una leve sonrisa:
—Seguro que, con lo que te cuente, podrás escribir un buen relato.
Hola compañeros, como me temía subí el relato sin una de las correcciones que había hecho. Donde dice:”Se imagina qué pasará a continuación si Marcelo sale a ver qué pasa” debe decir:
“Se imagina lo que sucederá a continuación si Marcelo sale a ver qué pasa.”
Este relato será más largo. Forma parte de un proyecto que aún está gestándose. Se trataría de hacer relatos con el trasfondo de la violencia de género pero que contenga un mensaje de esperanza para esas personas que han pasado de ser víctimas a supervivientes.
El título de este relato tiene que ver con la importancia de contar lo que se está viviendo a alguien que pueda apoyar y ayudar, es un primer paso para salir adelante. Así, en la versión más larga, Simona contaría a Marcelo los abusos sexuales que sufrió en su infancia a manos de Matías, un vecino, y cuyo escenario fue el ascensor. El trauma hizo que Simona enterrará ese recuerdo en el fondo de su mente y el incidente del parón del ascensor provoca que salga a la superficie.
Yo tenía un reto añadido y era cumplir el deseo de Marcelo Kisi de salir en uno de mis relatos. Deseo concedido Marcelo, ahora espero que recojas el guante que te he lanzado y sigas escribiendo el relato con lo que te haya contado Simona, jeje.
Venga, a hacer la crítica de mi relato.
Crysstaaa, no puedo parar de reírme. Gracias de nuevo por tus correcciones preliminares a mi relato y por hacerme realidad este sueño: convertirme en un personaje de cuento. Además ya das por exitosa mi primera novela, así que… qué más puedo pedir.
Te debo otra lectura con observaciones si las encuentro, y por supuesto los giros argentinos que me pedís, que hay varias cosas que yo nunca diría así 😉 Será pronto!
Por lo demás, un relato atrapante y lleno de suspenso muy bien creado!!
Saludos Kryssta.
Muy interesante tu relato, y una buena ironía al meter a Marcelo Kisi.
En mi opinión hay dos puntitos que mejoaría.
Uno. El recurso técnico para introducir la palabra diccionario Lo veo un poco forzado. Suele ocurrirnos cuando en el relato apareceuna condición algo ajena a la historia.
Dos, y esta es una opinión malévola (lo siento por el bueno de Marcelo), al final, en el desenlace, yo veo mejor que quién la salva y la invita a pasar a su casa sea justamente un pervertido (pobre Marcelo)que la engaña con su aparente confianza.
“Es bueno hablar de nuestros miedos para que se vayan y no vuelvan. Pasá linda, pasá. Y una siniestra sonrisa apareció en el rostro de Marcelo”.
En otro orden de cosas, es posible que quién haya sufrido abusos, o simplemente los haya percibido, pueda sentir ese pavor que le haga temer lo sucedido. Sin embargo, al leer el relato, yo pensaba en la paranoia. A veces, en situaciones fortuitas, somos presa de sensaciones inexplicables (ella esta sola en el ascensor y lo sabe, y sin embargo no puede dejar de imaginar y sentir que otro la toca), normalmente de pavor. Al menos a mi me pasó una vez (nunca más) en la habitación de un hotel. Fueron horas de extremo terror sin causa ni motivo alguno.
Un excelente relato muy bién estructurado.
Felicidades.
Hola Cryssta, un placer leerte. De nuevo un guiño a otro escritor, tomaré eso como tu marca indeleble 🙂 ¿Son amigos en la vida real? Es simple curiosidad ^_^ Ahora sí, a lo que nos compete.
En cuanto a forma, tu relato está impecable, no le encuentro ninguna pega a excepción de la que tú misma aclaras en tu comentario. Quizá en esta frase: “Pero claro, entró sola en el ascensor y sigue sola.” pondría una coma luego de “ascensor” pero eso es cuestión de gustos, no es que la frase esté mal.
Otra cosa que valdría la pena acentuar es este fragmento: “Simona agita las manos; intenta librarse de esos dedos invisibles que ahora se vuelven garras para arañar la suave piel que recubre sus clavículas y surcan un camino hacia el canalillo.” Siento la oración muy larga, quizá valdría la pena revisarla. Pero insisto, no es que esté mal, solo es cuestión de gustos (Ya imaginarás cuánto me choca leer a Saramago).
Ahora al contenido, lo destacable es sin lugar a dudas el trasfondo que explicas en tu comentario, confieso que solo viendo la punta del iceberg no me había parecido nada fuera de lo promedio, pero sabiendo lo que hay más abajo, me parece una apertura sublime. Te animo a seguir con ese proyecto, muy buena idea además. Cosas negativas, pues avalo lo dicho por Demetrio en cuanto a la inclusión de la palabra diccionario, pero meh… no importa mucho en realidad, creo que a muchos nos pasó que la palabra simplemente no cabía jaja u_U Me gusta mucho el personaje de Marcelo así como está, sin vuelcos o giros inesperados porque creo que no es el objetivo del relato.
En fin, acertadísimo tu comentario como autora, o de lo contrario mi opinión habría sido distinta. Lección de vida para mi también, de pararse a ver más allá de una primera impresión.
Saludos
Simplemente excelente. En cuanto a forma, concuerdo con la opinión de DreamxAlchemist. Está impecable. Tu comentario, en efecto, le añade encanto al relato. Pero así como está, en mi opinión, no le cambiaría nada a excepción de lo que tú misma apuntaste.
Felicidades y gracias por compartir el talento.
Cryssta hola de nuevo,
Antes de contarte cómo se dicen en “argentino” algunas cosas, una reflexión siguiendo la línea de Demetrio.
Primero, me encantó tu estilo, escribís espectacular. Realmente lo disfruté.
Pero tu comentario me desorientó, porque yo realmente había pensado que la pobre Simona era claustrofóbica. Es decir, no hay rastros en el texto de que el post-trauma que está sufriendo sea inequívocamente por abuso sexual. El viejo Matías, después de todo, solo “la miraba con lascivia”, y no hay ninguna pista de que haya ido más allá. Si, como decís en el comentario, le contaría después a Marcelo los episodios con Matías, quiere decir que su memoria no los reprimió, entonces debería insinuar que hubo algo más que “miradas lascivas”. Existe eso de borrar de la memoria. Me acordé de una peli en la que una chica muy católica queda embarazada y le cuenta a todo el barrio que “Jesús la ha bendecido con un milagro”. Nadie le cree, la marginan, etc., y después al final nos enteramos de que había sido violada y ella ni se acordaba. Es decir, había una pista del abuso: estaba embarazada. En tu relato no hay pista, y no se habla de abuso sexual. La mano que siente en la nalga y otras cosas, el lector las puede relacionar con su claustrofobia y su miedo como mujer. Es más: ¿cómo accede tan fácilmente a entrar al departamento de Marcelo? Sin tu comentario está perfecto; con tu comentario, se convierte en algo raro, que requiere más anclaje: hizo terapia, logró primero hablar con con un hombre en un bar, etc., y al final, entrar en la casa de un hombre es todo un logro. En ese estado de cosas, tu comentario es el que nos informa de la verdadera historia, y por lo tanto es como si formara parte del relato. A meterlo adentro, pues!
El desarrollo que propone Demetrio es plausible, a mí no se me ocurrió, pero sí que parece bastante lascivo este Marcelo (que no soy yo! 😉 )
Lo cual me lleva a lo “argentino”, y las correcciones van a pedido tuyo 🙂 Te salió un “Marcelo”, no sé si argentino, pero sí porteño, de Buenos Aires: un poco sobrador, que te mira como de arriba y que te larga apelativos machosos todo el tiempo. Es un estereotipo, muchas veces bien ganado. Pero los habemos muchos que no somos así, y el resto de las provincias odian a los porteños por ese carácter medio soberbio. Si les sacás los demasiados y repetidos “linda” y “querida”, puedo llegar a identificarme 😉
En cuanto a lo lingüístico. Su primer parlamento:
“—¡Hey, linda! ¿tenés claustrofobia? Solo demoré un minuto en coger la llave que me dejó el casero. Te ayudaré a subir —dice Marcelo mientras tiende la mano—. Suerte que regresé en el puente aéreo, hay poca gente en el edificio.”
Habría que escribirlo así:
“—¡Hey, linda! ¿tenés claustrofobia? Perdoname, tuve que ir a buscar la llave que me dejó el casero. Dale, te ayudo a subir —dice Marcelo mientras tiende la mano—. Menos mal que volví en el puente aéreo, hay poca gente en el edificio.”
Las diferencias? No usamos “demorarse” sino “tardar” (y acá no hacía falta), no hablamos en futuro imperfecto(sino en “ir a hacer” algo), y especialmente eso de “coger”: en Argentina coger es follar, con perdón. Nosotros decimos “agarrar” y “pasar a buscar”, vaya a saber uno por qué. Nunca le digas a un argentino, mucho menos a un porteño: “Cógeme a las 8″… Tampoco decimos “regresar” en el lenguaje diario, sino “volver”. “Suerte” podría pasar, pero en este caso es más común el “menos mal”.
El segundo parlamento de este Marcelo medio baboso, jeje, quitando el “querida” y el “linda”, me pareció perfecto. Quiere decir que si estás en proceso de ingresar a la salvaje tribu de los argentinos, vas por buen camino, jaja.
Espero que estos comentarios te sean útiles 🙂
Abrazos!
¡Hola Cryssta! Un buen relato, bien escrito y con la inclusión de Marcelo Kisi, muuuucho mejor. La frase que me chirria es esta: “Simona se encuentra con los ojos claros del argentino que la observan preocupado” creo que estaría mejor: “Simona se encuentra con los ojos claros del argentino que la observa, preocupado”.
Felicitaciones Cryssta. Un beso.
Hola Cryssta, por tu aclaratoria inicial me pude explicar lo de las imágenes de la muchacha mientras estaba encerrada en al ascenso, porque me parecían kafkanias. Muy interesante lo que te propones con tu escritura. Adelante. Te invito a mi texto. Soy el 121. Gracias.
Queridos compañeros, muchas gracias por pasaros a leerme y comentar. Tengo en cuenta todo lo que me vais diciendo y paso a contestar algunas cosas:
MARCELO, gracias por corregir “mi argentino”, repartiré la culpa de mis errores en tres partes. Una parte de culpa es para ti, sí, para ti que siempre me llamas “querida”, ahora no digas que no lo haces porque las pruebas están en Literautas, jajajaja. Otra parte de culpa es de una conocida marca de congelados que todas las Navidades se empeñaba en ponernos el anuncio de un langostino porteño que nos decía “llevame a casa” (pon en google “Rodolfo langostino y verás su imagen) y claro, a una se le queda grabada la chulería del langostino, jajajaja. La tercera parte de culpa es toda para mí; en España tenemos un dicho que es “zapatero, a tus zapatos” vamos, que si el idioma que domino es el “español” (y no del todo bien) pues a escribir en español y no en argentino (ahora que lo pienso, te doy un trozo de esta culpa también por querer salir en un relato mío).
Menos mal que no me has dicho nada del piropo del principio porque ese sí que se lo oí a un argentino, solo que en vez de “vos” dijo “eres”, claro, que lo mismo el piropo lo aprendió en Madrid. Por lo que me cuentas los madrileños lo mismo somos como los porteños, tenemos fama de chulos (por favor, que nadie confunda al chulo-chulapo con el chulo-proxeneta), por eso yo no vi al Marcelo de mi relato igual que tú.
Ahora vamos con la historia en sí. Si Marcelo piensa que ella tiene claustrofobia es porque, desde que suena la alarma hasta que él abre, ha pasado muy poco tiempo, el justo para coger (agarrar para los argentinos, jeje) la llave del ascensor, es una suposición de él solo, ella no tiene claustrofobia, de hecho hasta le parece divertido quedarse encerrada. La cuestión es que el ascensor se queda parado muy cerca del piso de Matías y eso es lo que se llama “un disparador” que la hace revivir en cierta forma lo que le sucedió en el pasado y que ella reprimió debido al trauma.
Cuando empecé a escribir el relato no pensaba en los abusos sexuales, simplemente quise adentrarme un poco en un género nuevo para mí, el terror. El fantasma de Matías entraba en el ascensor. Fue después cuando pensé que me podía servir para algo más. Entiendo que la historia tendrá otro sentido cuando no tenga la limitación de las 750 palabras.
El motivo de que pase a casa de Marcelo es que ya tiene confianza con él, aunque la limitación de palabras no permita decir la cantidad de cervecitas que se han tomado juntos en las terrazas de Madrid. El hecho de que sufriera el trauma en la infancia no es inconveniente para que se haya relacionado con hombres. Cada mujer supera lo malo de una forma distinta y dependiendo de distintos factores.
DEMETRIO, lo del diccionario ya va en gustos, a ti te pareció forzado, a una amiga mía le pareció original, a mí lo que me pareció es que no se pedía que el diccionario tuviera protagonismo, así que usarlo como forma de hacer más llevadera la espera en el ascensor me pareció bien.
En cuanto a tu versión de Marcelo, mejor no, pobrecito, bastante ha sufrido ya con el lenguaje argentino que le he puesto, jajajaja.
DREAMXALCHEMIST, lo de nombrar a los compañeros en mis relatos no quiero convertirlo en “mi marca”, con Ryan me apeteció, con Marcelo quise cumplir su deseo, ignoro si volveré a nombrar a alguien, depende de lo que me pida el cuerpo. En cuanto a tu pregunta te diré que no conozco personalmente a nadie de Literautas, lo que ocurre es que a algunos los leo desde que entré aquí por primera vez y poco a poco se va cogiendo cierta confianza. Ójala pudiéramos conocernos más.
Yo también encontré larga la frase que me mencionas pero no encontraba una opción que me gustara más así que la dejé larga, obligando también al lector a quedarse sin respiración como la pobre Simona, así os metéis mejor en su piel, jeje.
CHAROLA, quien observa son los ojos, por eso puse “la observan”, pero la opción que tú me das también es válida, cuestión de gustos.
Gracias de nuevo a todos, vuestras aportaciones siempre me resultan valiosas y siempre las tengo en cuenta. Estoy encantada con todo lo que aprendo aquí.
Hola Cryssta. Un buen relato. Que hayas mencionado a uno de los compañeros me parece muy original. En cuanto a la actitud de Simona, sé que probablemente tú sabrás más de ello, pues en todos los relatos que he leído tuyos, he sacado la impresión de que te dedicas al campo de la psicología, pero a mí personalmente, no me ha parecido que Simona haya sufrido abusos y, es que una chica que ha sufrido abusos, suele tener problemas para confiar o relacionarse con los hombres. Aunque como digo, tú sabrás más sobre ello y desde luego, que todos creamos que esto es lo que suele suceder, no significa que tenga que ser siempre así, pues como comentas,cada persona es un mundo. Lo que pretendo decir, es que me ha chocado lo que nos dices en tu comentario, pues lo que realmente le ocurre está muy alejado de la simple fobia que yo he sentido en el personaje. Está claro, que el texto ganará mucho más en este sentido cuando lo continues.
Como siempre, un texto impecable. Felicidades.
Frida, no me dedico al campo de la psicología pero sí que estuve un tiempo haciendo terapia regresiva, lo dejé para atender a mi hijo.
Como dije antes, cada mujer reacciona de una forma distinta ante un mismo hecho, depende de las circunstancias del hecho, de su entorno, de la época que le haya tocado vivir, de su personalidad, de su nivel de autoestima… Tuve una paciente que tuvo que ir al médico para que le extirpara el himen porque sufría un trauma debido a abusos en su infancia y eso le impedía tener relaciones sexuales con normalidad, y también he conocido a mujeres que se relacionan perfectamente con los hombres y viven el sexo con alegría a pesar de haber tenido muy malas experiencias en el pasado. Cada mujer es diferente y cada hombre también.
Hola Cryssta:
Un placer leerte, esto ya para empezar. Te comento que, al igual que algún compañero ya te ha dicho, lo del tema de los abusos no se deja entrever en ningún momento en el texto y no lo asociaría sino es por la aclaración que tú haces a posteriori, más bien, al leerlo pensé en principio que estaba fantaseando la tal Simona (vete a saber si con Marcelo, o no, que no me atrevo a saber tanto) o, en todo caso también en la vía del terror a medida que iba leyendo sobre las reacciones de pavor del personaje; veo que tu primera idea era ésta, según expresas, aunque el derivarla hacia un hecho de abusos me parece muy buena idea para una trama más larga y desarrollada, y además parece mucho mas verosímil que la vía de los fantasmas. O sea que muy bien, el reto yo lo veo más que cumplido, forzado o no, por algún lado había que meter diccionarios a troche moche en esta escena de literautas y el tuyo me ha encajado bastante bien.
Lo dicho un placer leerte por lo original y tu facilidad de expresión.
PD: sobre las regresiones me ha picado la curiosidad, pero esa es otra historia. 😉 Un abrazo.
Hola, Cryssta.
Qué podría yo agregar después de los buenos comentarios de los compañeros. En algunos aspectos coincido con ellos, en otros los veo como simples opiniones, y por lo tanto cuestionable. Lo que sí quiero ratificar es que escribes con elegancia, se nota a la legua que naciste para eso. Cada vez que leo algún relato tuyo aprendo mucho.
Sigue adelante con tus proyectos.
Hola Cryssta:
Bueno, me he perdido en la historia. Si hay fallas, las ignoré.
Todo me pareció muy interesante, desde el relato, hasta los comentarios. Soy argentina, y me gustó que agregaras al personaje de Marcelo- cuando no, un argentino siendo chamuyero (seductor, con labia)-. Diferencias lingüísticas, a pesar de ser el mismo idioma, pueden traer incovenientes, como ese de “agarrar” y la otra palabrita. Pero nada insalvable.
Que mal Marcelo Kisi, que dejas a los porteños. Aunque incluso en Buenos Aires, por más que los de provincia nos digan porteños, para nosotros los porteños son los de Capital Federal. Aunque de vacaciones (en el interior) siempre me llamen porteña :\
Sin tu explicación Cryssta, jamás relacionaría lo que le pasa a Simona en el ascensor con abuso, solo con paranoia por el encierro, a pesar que tenga la fantasía de ser rescatada por un bombero.
Aun así la historia sigue su rumbo sin problemas.
Te felicito.
Si tenes ganas y tiempo, te invito a pasar por mi relato, es el 194.
Saludos.
Hola Cryssta, cuando se escribe tan bien, es dificil ser particular en algun tema. A mi me ha encantado, me gusta la inclusion del buen amigo Marcelo.
Por lo del tema, te dire que tuvimos una idea similar, solo que mi relato era muy largo y se fue directo al blog :
https://cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com/2016/03/07/el-otro-ascensor/
Trata de la violencia contra la mujer, ojala te puedas dar una vuelta, me encantara saber tu opinion.
Por lo demas, gracias por tus atinados comentarios a mi relato, tengo mucho que aprender y ya que lo aprendo no olvidar, porque tropiezo con la misma piedra muy seguido jaja.
Saludos.
Por falta de tiempo no sigo los comentarios, pero pongo mi correo a tu disposicion.
josetorma@outlook.com
Besos.
No te puedo poner comentario. Me dice duplicado.
Hola Cryssta, cuando se escribe tan bien, es dificil ser particular en algun tema. A mi me ha encantado, me gusta la inclusion del buen amigo Marcelo.
Por lo del tema, te dire que tuvimos una idea similar, solo que mi relato era muy largo y se fue directo al blog :
cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com/2016/03/07/el-otro-ascensor/
Trata de la violencia contra la mujer, ojala te puedas dar una vuelta, me encantara saber tu opinion.
Por lo demas, gracias por tus atinados comentarios a mi relato, tengo mucho que aprender y ya que lo aprendo no olvidar, porque tropiezo con la misma piedra muy seguido jaja.
Saludos.
Por falta de tiempo no sigo los comentarios, pero pongo mi correo a tu disposicion.
josetorma@outlook.com
Besos.
Hola Cryssta.
Muy buen relato y muy divertido introducir a un compañero en él 🙂 (además, hace de “bueno”).
He leído los comentarios sobre si la muchacha parecía más bien que sufriera de claustrofobia o patanoia, pero más difícil que hubiera sufrido abuso sexual. Purs bien, cuando lo leí a mí sí me parwció que ese era el caso, el recuerdo de un abuso. Muy angustioso. Es curioso cómo interpretamos el mismo escrito de diversas formas.
Felicidades,
Un saludo y gracias por pasarte por el mío.
Paranoia, perdón
Hola Cryssta, a mi me ha gustado mucho. No estoy de acuerdo con mis compañeros en el aspecto de que no se ve la violencia de género. Yo, que el año pasado estudie un poco a Freud, aprendí que a veces esos recuerdos traumaticos se esconden en el subconsciente y solo afloran en determinadas situaciones, aunque si viene bien el comentario de aclaración.
La redacción es ágil, el estilo impecable y no he apreciado ningún error formal. Me gustaría que continuaras el texto, a mi como mujer que soy de gusta mucho que se trate este problema que algunas veces es tabú y que debería solucionarse ya.
Si quieres pasarte por mi relato, es el 162.
Enhorabuena y un abrazo!
Gracias a todos por vuestras palabras. Ya no sé a quién he visitado y a quién no, así que si me faltáis alguno por visitar, por favor decidme el número de vuestro relato y encantada me pasaré a leeros.
Yo ya te dejé mi relato, pero lo repito, el 194. Mientras más me corrigen más aprendo.
Hola Cryssta,
Gracias por pasarte por mi relato y me alegra que te gustase. Y muchas gracias por tus apuntes, es un placer.
Yo tampoco tengo mucho tiempo este mes.
En cuanto a tu relato, sin leer tu comentario me costó pasar de relato jovial a historia de terror. Pero quizás el final de nuevo ameno me choca más, pero vaya es solo una sensación mía.
Por otro lado me parece genial incluir autores de Literautas en tu historia. Aún así lo he leído con deleite y me ha gustado mucho, cómo siempre.
Un abrazo.
¡Hola Cryssta! ME ha parecido muy divertido (aunque sufría por Simona en el ascensor), yo no he tenido problemas para entenderlo, pero cada uno, normalmente hacemos libre interpretación (cosa a la que no veo ningún problema.
Prácticamente ya te han hecho las pocas puntualizaciones existentes. Y sólo puedo decirte ¡olé valiente! Porque atreverse con el oscuro mundo argentino es tener sin duda valor.
No sé que más decirte salvo que es un placer leerte (y es la primera vez que lo hago).
Besos, ¡nos leemos!
Hola Cryssta.
Ante todo, muy agradecido por tus comentarios a mi relato (el N°5). Me serán de mucha ayuda.
En cuanto al tuyo, te diré que lo sentí como un buen relato de terror, y la aparición del salvador “Marcelo”, me dejo con ganas de saber hasta donde podía llegar la historia.
Estaba imaginando una puerta a otra dimensión.
Me gustara, leer el relato completo cuando lo tengas.
Nos estamos leyendo
Hola Cryssta: Me encantó tu historia; la encontré ágil, clara y correcta. Hiciste un buen cuadro de terror,por claustrofobia, supongo.
Algo que no me cierra, es que Marcelo se habría ido a Barcelona, y luego aparece con las llaves, sin más ni más.
El resto, muy original.
Te invito a leerme en mi blog,https://ahorayodigo.blogspot.com. El cuento se llama “mis musas están de parto”
Hola, Cryssta:
Claustrofóbico relato. Lo de los abusos no lo vi. De todos modos, magnífico.
Quiero afearte algunas reiteraciones:
La palabra “ascensor” aparece seis veces. Yo solo la pondría una, la primera. Mientras no hagas salir a la protagonista del lugar donde entró, se supone que permanece en él. ¿Qué necesidad hay de nombrar al ascensor cinco veces más?
El verbo “pasar” está siete veces. Quizá con tres valdría.
En: “Lejos de asustarse, piensa divertida que podría ser rescatada por un bombero”, en lugar de “piensa” yo pondría “imagina”. Entre “pensar” o “imaginar” el rescate del bombero, me quedo con el último. No hay color. La fantasía sexual pierde todo su aquel si es “pensada”.
¡Ah los determinantes posesivos!: “Tras titilar unos segundos, la luz del techo se apaga; en ese momento oye su nombre susurrado al oído y un olor rancio le inunda las fosas nasales. Abre la boca para pedir socorro, pero el aire que tendría que hacerle vibrar las cuerdas vocales se niega a salir; el roce gélido de unos dedos pasea por la blusa de seda, justo a la altura de uno de sus senos”
En: “Simona se encuentra con los ojos claros del argentino que la observan preocupado” la palabra “preocupado” está mal. El predicativo puede ir con el sujeto o con el CD. “Los ojos claros” son el sujeto de “observan”, así que podría ir en plural “preocupados” como predicativo de “ojos”. O puedes poner en singular el verbo y de ese modo el sujeto es “argentino”. Quedaría así: “Simona se encuentra con los ojos claros del argentino, que la observa preocupado”.
El nombre de la prota puedes quitarlo alguna vez.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Gracias a los que aún no se las he dado por entrar a leerme y comentar. Tengo en cuenta todas las correcciones y me animan a seguir escribiendo vuestras palabras.
BEBA, Marcelo se fue a Barcelona a firmar libros y Simona pensaba que seguía allí pero él aclara a Simona y al lector que regresó en el puente aéreo. Existe un puente aéreo Madrid-Barcelona con muchos vuelos diarios; puse en el relato la hora en que Simona se queda encerrada por si alguien quería consultar los horarios del puente aéreo, así podría ver que a Marcelo le ha dado tiempo a coger uno de los últimos vuelos y llegar a Madrid, dato que por supuesto no tiene por qué conocer Simona.
En cuanto a la llave del ascensor no sé qué sucederá en otras comunidades de vecinos pero en la mía, al menos un vecino por piso tiene una llave del ascensor para el caso de que ocurra lo que le pasa a mi protagonista. Marcelo informa a los lectores en el relato de que el casero le dejó una llave a él, esto tampoco tiene por qué saberlo Simona pero quise que vosotros lo supierais para que el relato fuera coherente.
ISOLINA, lo de los abusos de la infancia no tenías por qué verlo ni tú ni nadie, no era esa mi intención al escribir el relato. Sí lo es para una versión más larga y por eso os lo he querido decir, en esa versión más larga Simona le contaría a Marcelo lo que le ha ocurrido en el ascensor y también acudirían a su mente los recuerdos reprimidos.
No quiero que Simona imagine una historia con el bombero, solo que piense que estaría bien que sucediera. Lo de imaginárselo ya lo hará ella en otro momento en el que esté más tranquilita y pueda disfrutar de su fantasía. Ahora es tarde y lo lógico es que esté deseando llegar a su casa. Sabe que antes de llamar a los bomberos lo normal es tocar el timbre de alarma y que acuda un vecino. En los ascensores más modernos daría al botón que comunica con el servicio técnico pero no es el caso.
Sí quería jugar un poco al despiste, que el lector pensara que el relato iba a ir de una fantasía sexual (alguno hasta pensaría que ya estaba yo con el cliché) y se encontrara luego con una historia de terror.
He puesto “oye su nombre” porque igual podía haber oído el nombre de otro. En cuanto a lo de “uno de sus senos” podría haberlo cambiado por “uno de los senos”
Tienes toda la razón en lo de “preocupado”, mira que revisé tropecientas veces el texto, pues nada, que siempre se escapa algo, menos mal que os tengo a vosotros.
Mil gracias.
Bueno, he leído libros más cortos que los comentarios de tu taller. Así que he omitido leerlos.
Subjetivamente, me ha parecido muy interesante el momento terror y acoso fantasma, me ha atrapado. En cambio, la parte del argentino (introducción y final) se me ha atragantado. Supongo que esto va a gustos.
Formalmente, me ha parecido más que correcto. Nos leemos.
Hola Cryssta
Creo que has sabido plasmar a la perfección esa sensación de angustia, miedo e indefensión que invade a la protagonista, es lo que a mí más me ha llamado la atención. Cuando leí “Abre la boca para pedir socorro, pero el aire que tendría que hacer vibrar sus cuerdas vocales se niega a salir; el roce gélido de unos dedos pasea por la blusa de seda, justo a la altura de uno de sus senos”, pensé “madre mía qué repelús”. Igualmente en los siguientes pasajes me recorrió una sensación de asco y miedo, y eso antes de leer tu mensaje explicativo, sin saber que se trataba en último término de la violencia de género. Así que pienso que has conseguido describir perfectamente como se deben sentir las victimas de estas deplorables situaciones.
Lo único que debo decir, es que sin leer tu comentario no me habrían quedado claros ni la intención final ni el título. Creo que el comentario hace redonda toda la idea, que queda de alguna manera inconclusa en el relato. Pero bueno, ya has explicado que se trata de un proyecto mayor.
Me ha encantado como escribes. Enhorabuena.
Qué suerte que tiene Marcelo. Envidia sana, en fin cryssta, un buen relato, aunque por comentar algo te diría que el narrador en 3 persona lo veo un poco artificioso, sobre todo cuando está interpretando los pensamientos íntimos de Simona.
El truco del diccionario virtual lo cortaría en la cuarta palabra, pero eso ya es cuestión de gustos, y así la traición e asomaría de manera distinta, pues parece más un juego de diván de siquiatra con las asociaciones de palabras.
Desgraciadamente el maltrato de género lo vemos tantas veces retratado que se asume como un mal necesario en esta sociedad que nos ha tocado compartir.
Suerte con el reto y enhorabuena por el relato.
Hola Cryssta,
Me lo he leído casi de un tirón, y me he ido metiendo en la angustia de Simona casi sin darme cuenta, que es de lo que se trata, ¿no?.
Luego, alguna cosilla. A mí si me ha gustado mucho el empleo del diccionario virtual, me parece muy original, pero a lo mejor queda un poco descolgado. Si hubiera más capítulos o el relato fuera más largo, el recurso se tendría que haber producido o explicado antes, en otra situación, probablemente cuando ella era pequeña. Entiendo que esa sensación se produce por el presupuesto ajustado de palabras que tenemos, a mí me pasa mucho. No puedes desarrollar las cosas todo lo que quisieras en muchas ocasiones.
Me he reido mucho con el comentario que hace Marcelo, el real, sobre su “Marcelo” en el relato, cuando dice de él: “…este Marcelo medio baboso”. A mí también me lo parecía un poco. Por cierto. muchas veces, en esta clase de historias, el que parece el bueno, el guapo, el que ayuda a la protagonista, incluso el novio de la chica en cuestión, resulta que es el malo. Espero no haber destripado nada, jeje.
Saludos, un placer leerte
Cryssta:
Gracias por leer y comentar mi texto, muy agradecida.
No me detendré a decir asuntos técnicos a vuelo de pájaro he notado que algunos te los han referido.
Tu historia, y lo que llevará a más con el proyecto, solo me deja felicitarte por la iniciativa. Las mujeres y los niños de ambos sexos, son los que están más expuestos a los abusos. Y me alegra saber que pese a los traumas y todo eso, se puede sobrevivir después de una experiencia. A veces es en menor escala, y a veces consecuencias impensables, como una violación y embarazos no deseados. En fín, el mundo sigue rodando y cosas así siguen pasando, pero estamos aquí para denunciarlas, a través de un texto real-ficticio.
No he parado de reír al comentario de Demetrio y el pobre Marcelo, pero como él mimso ha dicho, que ese Marcelo no es él…aun así no puedo borrarme la expresión siniestra. 😛 y
quizá me causa mucho más gracia conociendo sus dos blogs, tan serio y tan creativo cada uno. Felicidades Marcelo, por tu “debút” en este relato de Cryssta.
¡Nos leemos!
Buenas Cryssta,
Un relato muy bueno, en la lectura no localicé mucho que corregirte, aunque leyendo los comentarios si puedo estar de acuerdo con algunas cosas realmente creo que no son tan importantes porque el texto no se resiente y se lee de un tirón. Por tanto, nivel formal creo que ya está todo dicho.
En cuanto al contenido, tengo que decirte que en realidad lo que yo pensé mientras leía el relato es que se trataba del fantasma del pervertido Matías, no tanto un recuerdo de sus abusos, y creo que la razón es que las sensaciones que tiene Simona son demasiado claras y concretas. Me explico, entiendo (desde un total desconocimiento) que si tienes un trauma reprimido y algo dispara los recuerdos de él, éstos no te vienen como acciones sino como flases. De este modo, el momento en el que siente que le tocan el culo me parece un flash de ese tipo pero el momento en el que nota las manos recorrer su blusa o la lengua recorrer su cuerpo ya no es un flash sino una acción y me parece mucho más raro. Pero bueno, ya te digo que no es que lo sepa, pero te reconozco que por esto no relacioné el texto con abusos hasta que lo mencionaste en los comentarios.
De todas formas, puesto que la percepción del texto es subjetiva y está limitada por el número de palabras, me reafirmo en que es un gran relato. Gracias por compartirlo.
Un saludo!!!
Hola Cryssta:
Un relato redondo, técnicamente bien manejado con gran cuidado del lenguaje. En ti eso no es novedad.
En plan detectivesco tengo un par de detalles que se les escaparon a nuestros compañeros:
1)”en el apartamento del cuarto vive Marcelo Kisi”, significa que solamente hay UN departamento por piso.
2)”El ascensor en el que sube Simona se para antes de llegar al cuarto piso, a medio metro de poder abrir la puerta”. Eso significa que ella iba al departamento de Marcelo con extrañas intenciones, sino ¿para qué querría abrir la puerta del cuarto piso a medianoche, sabiendo que Marcelo no estaba en la ciudad?
3)El recuerdo inconsciente de la lascivia de Matías guardado tanto tiempo puede producir una disfonía temporal en las cuerdas vocales que durará hasta un par de minutos después de salir del ascensor que solamente le permitirá susurrar: ¡agua!.
Me ha gustado y espero que el proyecto se concrete.
Nos leemos.
Gracias a los nuevos comentaristas por vuestars palabras.
Vuelvo a aclarar que lo de los abusos sexuales es pera un relato más largo. Para este corto quedaros con el fantasma de Matías volviendo a hacer de las suyas.
LUIS PONCE, me encanta que te hayas puesto en plan detectivesco, eso significa que eres un buen lector y te planteas cosas. Te diré:
1) Efectivamente, solo hay un apartamento por piso, es algo poco habitual pero totalmente posible, en Madrid al menos hay edificios así, suelen ser pisos muy antiguos de reducidas dimensiones que se han reconvertido en apartamentos quedando uno por planta.
2) El ascensor se para antes de llegar al cuarto pero eso no significa que ella fuera a ese piso, simplemente se paró antes de poder llegar al suyo. El fantasma de Matías, que quería sobarla un poco.
3) Tendré en cuenta lo de la disfonía para la versión larga.
Hola Cryssta, por primera vez y por cierto muy tarde llego a un relato tuyo. La historia despierta la curiosidad de cualquier lector pero sobre todo la de los compañeros literautas, pues incluyes en ella un argentino, galán de la escritura, muy conocido por todos; excelso puntacho (puntada).
Aunque el relato es muy bueno, a este, le ganan los comentarios. Me sentí mas atraído por el que dirán los compañeros que por la narración.
Un logro de esta magnitud es un reconocimiento a tu habilidad y a tu audacia. Te felicito.
Hola Cryssta,
Igual que el amigo Oswaldo te leo por primera vez y llego demasiado tarde. Sin entrar en pequeños detalles, la mayoría ya indicados, te diré que me ha gustado el relato, me parece muy logrado con buen manejo de recursos narrativos y estilísticos -naturalidad y ritmo-.
El texto es un ejercicio donde muestras con claridad, y calidad, la claustrofobia de Simona: el lector experimenta lo que tratas de reflejar con palabras. Tienes un estilo muy particular y bonito. “Manda callar a su imaginación…” me gusta el giro. El párrafo, “Tras titilar…uno de sus senos” me ha encantado.
El amigo Marcelo estará encantado con Simona y el reto que le has puesto. Muy buen texto Cryssta.
Aprovecho para agradecerte tu paso por mi relato. La mezcla de tipos de lenguaje por el protagonista fue intencionado, un cheli-castizo cuando piensa, o imagina, y otro más culto al describir situaciones. Piensa que he vivido 40 años en Madrid: viviendo en Goya, trabajando en Avda. de América, jugando al mus en la Arganzuela y mis nietas son de Chamberí. El toque de chulería es, por tanto, madrileño y el punto de humor, coruñés.
Un abrazo y hasta la próxima.
madre mía Cryssta xD … ¿qué voy a poder añadir yo a estas alturas? ¡después de casi cuarenta comentarios!
pues como mínimo puedo felicitarte;). porque me gustó mucho el relato, el metajuego con el bueno de Marcelo y el proyecto del que forma parte esta pieza. espero saber más al respecto en el futuro.
un placer descubrirte por aquí ahora que vuelvo al taller.
un saludo, nos leemos!
Sergio Mesa
Hola Cryssta:
Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu opinión que siempre sirve de ayuda.
Después de tantísimos comentarios poco podría añadir a lo ya comentado.
Reflejas muy bien la angustia de una persona encerrada en un ascensor y que encima guarda en su inconsciente el recuerdo de unos abusos sexuales.
Felicidades.
Hola Cryssta,
Leí tu relato el primero y me despistó el guiño a otro literauta.
Lo he vuelto a leer y me parece un muy buen relato como tal, como pieza única que describe una situación de pànico.
Comparto lo dicho por otros compañeros respecto a la relación con un trauma anterior. Para establecer mas solidamente esa relación echo en falta algún elemento positivo que la justifique y quizá me sobre el comentario de la fantasia con el bombero salvador.
Pero insisto, ¡buen relato!
Hola Cryssta,
He leído tu relato y he visto el montón de compañeros que te leen y comentan.
¿Qué puedo añadir? Que tu relato me ha gustado mucho, que está bien escrito, impecable más bien y que pienso que eres una profesional por los comentarios tan exhaustivos que haces.
Yo es la segunda vez que participo y estoy ilusionada con seguir cumpliendo retos.
Mi relato es el 93. Me gustaría pedirte el favor de que te tomes la molestia de hacerme un pequeño comentario para seguir aprendiendo. Muchas gracias.
Saludos
Como siempre, excelente tu relato. La inclusion de Marcelo me pareció genial. Muy bien logrado el reto. La actitud de Simona me parece verosimil, aunque no entiendo como les puede divertir quedarse encerrada en un ascensor. Yo lo odio desde que subi a uno de un hospital y me dijeron que se habia suicidado una enfermera cuyo fantasma aparecia ahi. Nunca la vi en el ascensor pero si en el reflejo del cristal de una ventana y le cogi temor a los ascensores, jajajaja.
En fin, excelente relato.
Felicitaciones, saludos y gracias por tu comentario en mi relato.
De momento el mejor relato que he leído. Muy bien narrado, la atmósfera esta perfectamente creada y encima sale el bueno de Marcelo. Felicidades.
Hola Cryssta, excesivamente tarde paso a saludarte porque comentarios para tu trabajo tienes muchos y variados. Siento no haberlo hecho en su momento. Pero creeme, me ha sido imposible. No obstante leí tu relato y lo he vuelto a leer y tengo que decirte que me parece marvillosa tu forma, tu ritmo , y que consigues tu intención al relatar la escena. Me ha gustado mucho y procuraré estar a la altura en cuanto al tiempo de comentarios. Nos leemos.