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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El consejo - por J. Colmarias

El consejo

– Perdone, ¿la oficina de la S.S. Company?
– ¿Viene a la entrevista?-preguntó una joven tras el mostrador de recepción.
– Sí.
– Planta 23, allí tiene el ascensor.

A estas alturas, los nervios ya habían establecido una tregua, en cambio, las cataratas de sudor bajo la camisa no mostraban piedad alguna. Lo de la planta 23, sin duda, había sido un golpe de suerte, pues 23 velas había soplado tan solo una semana antes.

El ascensor llegó enseguida y lo pilló repasando respuestas imaginarias a preguntas imaginarias.

– Buenos días-dijo al entrar y percatarse de la presencia de un señor.
– Hola, ¿vas a la entrevista?
– Sí, ¿usted también?
– Dios me libre…No, actualmente no trabajo.

Desde luego no tenía pinta de trabajar para la S.S. Company. La vestimenta de aquel tipo con gorra y gafas de sol distaba mucho de los trajes a medida que se movían por aquellos pasillos.

Pulsó en el tablero el nº 23 y el ascensor comenzó a elevarse con parsimonia.

– Estoy seguro de que conseguirás ese puesto, chico.
– Muchas gracias-contestó mientras pensaba que siempre le tocan los tipos raros.
– Hablo en serio. Yo también trabajé aquí. En un puesto similar al que tú optas. Maldita sea, ese trabajo lo desencadenó todo.
– Bueno… aún ni siquiera tengo el puesto.

El silencio hizo de árbitro en un juego de miradas esquivas.
La luz parpadeante apenas marcaba el número 7 y el tiempo se volvía incómodamente flexible.

– Y qué tal chico, ¿tienes novia?

Antes de que el joven pudiera articular palabra, el tipo había comenzado otro monólogo.

– Yo la tuve, sí. 10 años juntos. Felicidad, monotonía, infidelidad y un hasta pronto. Menuda historia, ¿verdad? Se llamaba Bárbara. Era guapa, muy guapa. De hecho, resultó ser casi tan guapa como una dolorosa traición.
– Esto… lo siento. ¿Qué le pasa a este ascensor?-comentó mientras pulsaba el nº 23 en repetidas ocasiones.
– Los jóvenes siempre tenéis prisa, eh.
– Este trasto es muy lento.
– Para mí las cosas ya van demasiado rápido.

No cabía duda, le había tocado el perturbado de turno y, para colmo, el maldito aparato iba condenadamente lento. Bárbara, había dicho que su ex-mujer se llamaba Bárbara. Le habría gustado decirle que su novia también se llamaba así, pero había pensado en no darle demasiada cuerda a ese chiflado.

– Carlos, no te asustes, pero el tiempo apremia-dijo antes de quitarse la gorra y las gafas de sol.
– Como sabes mi…

Al girarse y mirarle la cara sintió como las piernas se le convertían en agua, como su corazón luchaba por huir del pecho, pudo escuchar a su razón gritando y a la locura riendo en una esquina. Aquel tipo no era otro que él mismo. Mayor, calvo y pálido, pero más fiel a su imagen que un espejo.

– Por favor, escucha-interrumpió- sé que esto puede parecer una broma. A mí también me lo pareció. Pero voy a decirte algo que debes saber. Si buscas el significado de nuestra vida en el diccionario encontrarás insatisfacción y agonía. Nuestra Bar cambiará, el tiempo matará lo que hoy parece indestructible. Los que eran casi hermanos son apenas conocidos, no los culpo, la vida tiene corrientes diferentes para cada barco. Y lo más importante, este trabajo, este jodido trabajo, será el que te robará la vida.
– ¡Santo dios! No te acerques a mí. ¡Socorro!
– Tranquilo, tranquilo… Ya casi estamos.

El nº 23 se iluminó como la primera luz en la noche. Las puertas se abrieron y el joven salió del ascensor lo más rápido que pudo. Se giró y vio cómo se iluminaba el número 38, indicando la siguiente parada.

– ¿38?-tartamudeó el joven Carlos.

El tipo sonrió en una mueca desesperada y contestó:

– Bueno, esos dolores que pronto comenzarás a sentir en el estómago no solo se deberán al estrés y a una mala alimentación…
– Pero…

Ambos enmudecieron y, antes de que la puerta se cerrase, añadió:

– Por favor, abraza a mamá. Dile que la he echado mucho de menos.

El ascensor se elevó a la misma vez que una nube negra inundó el pensamiento del joven Carlos, haciéndolo caer al suelo. Cuando puedo recomponerse, se quitó las arrugas del traje y enfiló la oficina de la S.S. Company. Hacia la mitad del pasillo se detuvo, observó la puerta de entrada y, mirando por encima del hombro, clavó la mirada en las escaleras de bajada.

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13 comentarios

  1. 1. DreamxAlchemist dice:

    Hola J. Colmarias 🙂

    En cuanto a forma, hay poco que reprochar, pero aún así pongo lo que a mi gusto cambiaría:

    »”perturbado de turno y, para colmo,” pondría la coma antes de “y”

    »”nº” tampoco estoy seguro de si sea correcto el uso de ese simbolismo en lugar de escribir “número” convendría investigarlo 🙂

    »”Bueno… aún ni siquiera tengo el puesto.” no estoy seguro de que esa frase sea correcta. Quizá: “Bueno… ni siquiera tengo el puesto aún.”

    »” Cuando puedo recomponerse” es: “Cuando pudo”

    »” y enfiló la oficina ” Es: “enfiló hacia la oficina”

    Y pues solamente. En cuanto a contenido, ahí si no tengo nada que reprochar, me parece una escena muy bien lograda, con un buen trasfondo, una importante moraleja, conectas bien con el lector, y una chica que me gusta también se llama Bárbara. ¿Cómo no me iba a gustar?

    Buen trabajo 🙂

    Saludos

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 15:26
  2. 2. Cabalinho dice:

    Hola, J., me toca comentar tu relato, así que ahí va:

    La idea me gusta, y la estructura está lograda. Lo que sí haría sería cargarme algunos elementos que creo que sobran porque no aportan nada. Por ejemplo, el diálogo del principio es prescindible (puedes empezar con lo de “a esas alturas…”, etc., y cambiando “estas por “esas” ya que está en pasado. Queda claro que se dirige a una entrevista).
    Ten cuidado con los números, creo que no hay ni uno solo escrito con palabras, lo cual creo que no es muy correcto (sería veintitrés en vez de 23, y lo mismo con los demás).
    Y poco más, aparte de lo que ya te ha comentado DreamAlchemist, con lo que estoy de acuerdo.

    Felicidades, porque el relato me ha sorprendido y gustado. 😀
    Evitaría el uso de palabras acabadas en -mente,

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 23:08
  3. 3. J. Colmarias dice:

    Hola DreamxAlchemist.

    Gracias por el comentario y por haber leído el relato. Me alegro de que te haya gustado.

    En cuanto a los cambios de expresión tengo poco que decir, ya que para gustos colores y para cada maestrillo su librillo.

    Quiero aclarar que “nº” es la abreviatura de número y está aceptada como tal.

    Hiciste bien en señalar la parte de “Cuando puedo recomponerse” es: “Cuando pudo” . Llevas razón, se me escapó una “e”.

    Gracias de nuevo por comentar y por las correcciones, en cuanto tenga un rato me paso por el tuyo.
    Un saludo!

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 21:06
  4. 4. Manoli VF dice:

    Hola J. Colmarias. Siguiendo tu propuesta, me he pasado por tu escrito y he subido en ese ascensor del tiempo en el que nos has transportado. El contenido y el desarrollo de la historia me ha gustado.
    Te apunto alguna cosa que me ha chirriado un poquito (nada importante, pero que ayuda en la presentación del relato)

    -Lo primero de todo son el uso de los guiones. Hay en Literautas una entrada al respecto subida por Iria. La raya ha de ir pegada a las palabras. Y se te ha escapado también algún guion corto: “escucha-interrumpió-sé”tendría que ser con guion largo y espacios entre las palabras:
    “escucha –interrumpió– sé”

    -“23 velas había soplado” se recomienda escribir los números con letras según tengo entendido (salvo que sean direcciones) y quedaría mejor con el verbo delante: “había soplado veintitrés velas”.

    Esto es lo que me ha llamado más la atención. Por lo demás te felicito por la historia y la originalidad de la misma. Un saludo.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 20:18
  5. 5. J. Colmarias dice:

    Gracias por el comentario Manoli.

    Conozco el uso de los guiones en los diálogos, efectivamente, como indicas, están mal colocados, pero el relato lo escribí desde el portátil y no sé cómo se marcan las barras de diálogo.

    Decidí escribir todos los números con cifras porque se aconseja que si van pospuestos al sustantivo al que se refieren deben ir con cifra (planta 14, habitación 50 o nº 38). Sé que el del cumpleaños no cumple la regla, pero si lo hubiese escrito con letra, de igual me dirían que o todos moros o todos cristianos jaja

    De nuevo te agradezco el comentario.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 20:37
  6. 6. Nuria GR dice:

    Hola J. Colmarias, me ha gustado mucho la idea de ese yo del futuro que asalta al protagonista en el ascensor y también el final, que deja al lector con ganas de saber qué pasará.
    Con respecto a cuestiones formales, como lo de los guiones, más o menos te lo han comentado ya así que no me quiero repetir.
    Aprovecho para agradecerte sinceramente tu comentario a mi texto. !Hasta la próxima!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 23:53
  7. 7. J. Colmarias dice:

    Muchas gracias Nuria GR.

    Como bien indicas mi intención al final era esa, dejar en el aire la decisión del protagonista.

    Un saludo!

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 11:38
  8. 8. Sabina DuAr dice:

    Hola J. Colmarias

    En lo que a mi respecta te diré algunas cositas sencillas.

    Bárbara, había dicho que su ex-mujer se llamaba Bárbara.
    Aquí me confundo un poco, si es Bárbara la que habla no sería necesaria la coma. Ahora, si lo que se pretende es afirmar, quedaría mejor con punto y seguido.

    A estas alturas, los nervios…Me parece que este comienzo hubiera sido mejor, tiene música, ritmo, fuerza, una metáfora que me encanta y otros elementos que pesan.

    Me llama la atención esta frase: De hecho resultó ser casi tan guapa, como una dolorosa traición.

    yo no le encuentro nada de guapa a una traición.

    No sé que tan importante sea pero me quedé con la inquietud de saber qué es lo que se hace en S.S Company.

    Al final hace falta que nos cuentes por encima del hombro de quién miraba el Joven Carlos. Aunque deducimos que es de la secretaria, me parece que es importante que la menciones.

    Manejas bien los diálogos y tienes un lenguaje fluido y rico, me encantas tus metáforas.

    Algunas palabras no me gustan, pero tu eres el Amo y Señor de tu cuento.
    Ejemplo: menuda y optas.

    Nos vemos en escena.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 00:37
  9. 9. Isolina R dice:

    Hola, J. Colmarias:
    El texto está bastante bien. Me ha gustado.
    Ya te han dicho algunas cosillas mejorables.
    Te añadiré otras:
    Después de “tregua” yo pondría punto.
    “Y qué tal, chico” necesita coma porque hay un vocativo.
    En: “Como sabes mi… Al girarse y mirarle la cara sintió como las piernas se le convertían en agua, como” los tres “como” tienen que llevar tilde.
    “Diez años juntos”.
    La belleza y la traición a mí no me cuadran tampoco.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 00:39
  10. Saludos J. Colmarias:

    Agradecido de tu comentario.
    Antes de dejarte mi comentario, quisiera preguntarte algo fuera de contexto o a lo mejor no lo es tanto: ¿Cómo diste con mi texto, en qué te basaste para seleccionarlo? Es, por supuesto una tontera mía…

    Vamos a lo que nos interesa.
    Sobre lo formal es un escrito bien escrito que, nos introduce paulatinamente y sin tropiezos en la historia. El tema es la parte sustancial del texto: Hay una suerte de desdoblamiento en el tiempo, son partes de una misma conciencia que, por una mecánica aún incomprensible, comparten presente y futuro en un mismo espacio, el ascensor de la historia. Nos queda claro que el mayor peso de la experiencia lo soporta el joven Carlos, el habitante del presente. El Carlos del futuro tiene ciertos reparos y se guarda de aportar datos a destiempos; pues sobresaltarían a su otro Carlos, tan joven e imberbe.
    Bien logrado, tu escrito nos muestra paso a paso una historia que de todos modos resulta increíble. Bien y felicidades. Estaré atento a tus nuevas publicaciones.

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 01:58
  11. 11. J. Colmarias dice:

    Hola Sabina DuAr.

    Gracias por tu comentario y por haber leído el relato. En cuanto a las dudas que me planteas:

    – El comienzo del texto quizá no sea el más vistoso, pero creí fundamental saber a qué planta se dirige el joven Carlos, ya que he jugado con las plantas y las edades. Él tiene 23 años y se bajará en la planta 23. El viejo Carlos se bajará en la 38 y temo que será su última parada, de ahí la última conversación de la enfermedad y el hecho de que esté calvo.

    – La expresión “mirar por encima del hombro” tiene, según entiendo, varios significados. Uno de ellos, como indicas, es mirar por encima del hombro a alguien (indica desprecio o aires de superioridad). Cuando una persona gira la cabeza para mirar hacia atrás, sin embargo, está mirando por encima de su hombro, y éste es el significado que tiene en el texto.

    – La S.S. Company se dedica a lo que el lector quiera. Solo tenemos 750 palabras y hay que centrarse en el grueso de la historia.

    Muchas gracias de nuevo por comentar.

    Un saludo!

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 12:07
  12. 12. J. Colmarias dice:

    Hola Isolina R:

    Te agradezco el comentario y las correcciones ortográficas ya que las considero acertadas.

    En cuanto a la parte “Era guapa, muy guapa. De hecho, resultó ser casi tan guapa como una dolorosa traición.”, el personaje recalca la belleza de Bárbara y compara la magnitud de su belleza con el dolor que sintió cuando ésta lo traicionó mediante una infidelidad.

    Varios me habéis indicado lo mismo lo cual me hace pensar que no estuve acertado en esa elección.

    Gracias por pasarte a comentar, un saludo!

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 12:24
  13. 13. J. Colmarias dice:

    Hola Alonso García-Risso.

    Respecto a cómo di con tu texto, supongo que fue una mezcla de azar y método. Aunque tan solo es mi segundo taller, en ambas ocasiones he intentado comentar relatos que se sitúen más hacia el final de la lista, ya que este hecho los puede privar de la oportunidad de ser leídos. Creo que el tuyo cumplía esta característica.

    Según veo en relatos propios y ajenos, en este taller se comenta centrándose en las correcciones ortográficas que el texto pueda necesitar y, con mucha menos frecuencia, en profundizar o analizar la trama del relato. Yo soy más de lo segundo, por el hecho de no ser experto en lo primero y por entender que muchos de los fallos son ocasionados por descuidos. Dicho esto, quiero darte las gracias por un comentario centrado en la historia y el análisis de la misma.

    Quiero aclarar que valoro muchísimo los comentarios basados en correcciones, todo lo que sirva para mejorar será más que bien recibido.

    Un saludo y de nuevo gracias!

    Aprovecho este comentario para dejar el enlace del relato con el que participé en el mes de enero:

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-31/4678

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 12:54

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