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New York, New York - por narranacion

Web: http://www.narranacion.com

\"¿Bajan?\"
La pareja entra en el ascensor, están espléndidos y lo saben. Con sendas copas del champán más caro que el hotel ha podido ofrecerles, miran con desdén al tercero en discordia y autor de la pregunta. Tanto ella como él coinciden en lo incómodo de encontrarse en ese momento de intimidad con un desconocido en un espacio tan reducido. Acaban de gastar en una noche más de lo que aquel hombre ganará en un año. Se lo hacen saber con miradas, cómplices entre ellos e indiferentes contra él. El ascensorista, con un voluminoso libro en la mano y un ridículo sombrero a juego con el traje, no menos ordinario, no parece asombrado, sino más bien estimulado. Aprieta el botón del hall y abriendo el voluminoso libro empieza a leer: \"Traición: 1. f. Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener\". Cerrando de un golpe el diccionario lo dirige a su espalda, donde cruza las manos a la vez que inicia un pequeño e irritante vaivén a “piés juntillas”.

La mujer mira a su acompañante esperando una reacción que no llega. El hombre es incapaz de verla, pues su mirada y su boca han quedado congeladas en una expresión bobalicona, centradas ambas en el extraño joven que para empeorar la situación, silva una mal entonada melodía que recuerda al \"New York, New York\" de Sinatra. \"¿En serio vas a dejar que nos diga eso un aprieta-botones?\". La frase sale escupida de la boca de la chica, que ahora adopta su rol de joven frente a su ya longevo acompañante; diferencia generacional que por otro lado no había hecho acto de presencia hasta ahora. Él balbucea una pobre e incomprensible excusa, chabacana en comparación con la seguridad con la que despidió hace unas horas a su secretaria de toda la vida, para sustituirla por una joven prometedora, que curiosamente es la misma que le grita de nuevo. El arrugado rostro del empresario reacciona al notar mojado su pié derecho. El licor de su copa se ha derramado en sus zapatos, calando a través del cuero y de los calcetines de algodón. Intenta secar el sudor que le empieza a humedecer el cuero cabelludo, despeinando el poco pelo que estratégicamente había conseguido gestionar, no sin esfuerzo. \"Oiga, ¿cómo se atreve?¿De qué me conoce usted?\" El silencio habría sido suficiente para acrecentar la tensa situación, pero no contento con eso, el joven de cara expresiva mira a la pareja y sin dejar de silbar ni balancearse, levanta sus dos cejas al unísono. Aparecen lágrimas en los ojos de la chica, ahora ya con el maquillaje en fuga. Solo es capaz de escuchar el hilo musical, que irónicamente da la entrada a una versión instrumental de \"New York, New York\" de Sinatra. El joven se une a la melodía, contento de poder volver a empezar. Ella se desespera: \"Lo sabía: cobarde. Esto es cosa de tu mujer que nos ha descubierto. No se lo has dicho aún, ¿verdad? Contéstame maldita sea.\" Ella desciende de sus altos zapatos de tacón mientras su compañero opta por la única salida que se le ocurre: se remanga y prepara un ataque desesperado. Ambos están fuera de control. Él alza el puño y un botón de su ajustada chaqueta salta deshilachado y libre. Ella alza la copa maldiciendo a la mujer del jefe. El botón envalentonado, golpea el ojo derecho de ella, que grita. Él frena en seco su intención de lanzar un cross bien entrenado. El medio camino entre el golpe y el arrepentimiento deja involuntariamente un codo olvidado en el trayecto de la sensual nariz de la joven, ahora de menor estatura. Ella vuelve a gritar de dolor y de rabia. Este último sentimiento la obliga a un cambio de objetivo y estrella la copa, aún con alguna gota de caro Champán, contra el rostro del despeinado viejo. Él grita descontrolado por el dolor: \"Puta loca\" a lo que ella contesta: \"Flácido impotente\".

“Bing”. La puerta del ascensor se abre justo a tiempo. Ella sale sangrando por la nariz, con un ojo hinchado y sin zapatos. Él escapa en dirección contraria con una brecha en la cara, la mirada perdida y un “chof chof” en los andares.

Sorprendida, una joven desaliñada que esperaba, entra en el ascensor. \"¿Sube?\" La chica sonríe tímida al joven que le ha preguntado tan educadamente. Se cierran las puertas, él abre de nuevo su diccionario y lee: \"Especial. 5. adj. Que está…\"

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6 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Vaya con el “botones”!
    Mejor no coger nunca ese ascensor porque seguro que nos lee a todos la cartilla!

    Tu relato es una escena humorística divertida. He disfrutado con ella
    Ese libro que lleva detrás de la espalda,después de sacar de él el espirtu de la discordia, es todo un misterio, una idea original.
    Me ha hecho gracia que tu relato empieza con una palabra parecida a mi titulo.

    Me ha gustado. Saludos

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 18:28
  2. 2. Manoli VF dice:

    Original puesta en escena de este ascensor justiciero. La forma y el contenido muy bien llevado. Lo dicho, me ha gustado este New York. Un saludo.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 00:53
  3. 3. Caritobel dice:

    Hola narranacion. Te había escrito un super comentario pero creo que se borro.

    La verdad que me cuesta decirte algo en cuanto a forma. Estoy aprendiendo, y si los errores no son alevosos, la verdad no me doy cuenta.
    Me parece que tanto tu forma de narrar, como la estructurar el texto son prolijas.

    La historia me gustó, no creo que sea una historia que se destaque por su originalidad, pero esta bien llevada.

    Me gusta este ascensorista, y como lo plasmaste, le da ese aire risueño a la historia. ¿es acaso adivino?
    Es interesante la sugestión qud crea en los otros dos personajes.

    Te felicito

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 16:13
  4. 4. narranacion dice:

    Muchas gracias por los comentarios.

    La verdad es que dejé un poco abierto el origen del ascensorista y su objetivo porque me gustaba tanto la idea de que se tratara de una especie de Djinn malvado, estilo las 1001 noches, o de que fuera una especie de justiciero con un diccionario del que puede extraer la definición justa de cada uno de nosotros.

    Un abrazo.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 22:41
  5. 5. Nina Latte dice:

    Hola narranacion, te devuelvo la visita.

    Me ha gustado mucho tu historia. Era una de la ideas que tenía en mi cabeza, pero creo que te ha quedado genial.

    En el aspecto formal, te diría que repases la puntuación de los diálogos. Quedaría un texto más pulido y no perdería el ritmo.

    \”¿Bajan?\”

    ―¿Bajan?

    Esta frase, con dos puntos:

    La pareja entra en el ascensor, están espléndidos y lo saben.

    La pareja entra en el ascensor: están espléndidos y lo saben.

    En esta frase, sobra la coma de: “a juego con el traje (,) no menos ordinario” o podrias ponerlo entre guiones. Al repetir la construcción “no menos ordinario” y “no parece asombrado”, resulta raro para el lector. Por eso te propongo cambiar la puntuación o re-escribir la frase. Por ejemplo:

    El ascensorista, con un voluminoso libro en la mano y un ridículo sombrero a juego con (el) un traje(,) no menos ordinario, no parece asombrado, sino más bien estimulado

    Hay algunas faltas de ortografía, como “pies” o “silbar”. Pero me ha gustado mucho y espero volver a leerte.

    Escrito el 28 marzo 2016 a las 20:24
  6. 6. narranacion dice:

    Hola Nina. Muchísimas gracias por la ayuda, te lo agradezco de verdad. El \”¿Bajan?\” no sé realmente de dónde ha salido, en mi texto no estaba así, a menos que se me colara al ponerlo en el formulario. Lo demás, perfecto que me lo indiques.

    Un saludo.

    Escrito el 29 marzo 2016 a las 17:58

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