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EL ASCENSOR - por barojo

La veía casi cada día cerca de las cuatro cuando subía al piso de su amiga, la del 6º C. Era la hora en la que llegaba de la universidad, creo. Imagino que estudiaba algo de letras, porque siempre iba cargada de libros y algún diccionario. Yo la esperaba agazapado en el portal y me hacía el encontradizo. Me encantaba cuando se apoyaba sobre el cristal, aprovechando cada segundo de la larga ascensión para terminar de leer un párrafo o un capítulo. Así, yo miraba disimuladamente el libro que llevaba en el reflejo del espejo y lo fijaba en mi memoria, aún sabiendo que nunca lo leería.
Ni siquiera me dirigía la palabra. No me saludó ni una sola vez, siempre enfrascada en su libro, pero yo veía que se arreglaba para mí, que se perfumaba para mí. La postura que adoptaba en el ascensor tenía la finalidad de incitarme a mí. Era mi único momento feliz. Un soplo de aire fresco. La esperaba ansioso y, cuando no venía, pagaba mi enfado con los demás vecinos. Si pasaban las cuatro y no llegaba, golpeaba furioso las paredes del ascensor, mientras subía hacia mi casa o hacía incisiones con las llaves en los paneles de madera que cubrían los laterales del cubículo. A veces, si subía con algún vecino, incluso, pulsaba disimuladamente el botón de stop durante el trayecto, para reírme de la cara que ponían los ocupantes del momento, sobre todo, si se trataba de Don Manuel, el del 4º D, que tiene claustrofobia. La forma que tenía de llevarse la mano al pecho con la boca entreabierta, blanco como la nieve, hacía que mi humor mejorase al momento. Nadie sospechó de mí nunca.
La veía de nuevo cuando se marchaba, muy tarde a veces, si tenía algún examen. Entonces aprovechaba yo para bajar la basura. No todos los días para no levantar sospechas. Una vez, apoyó la frente en el cristal frío y cerró los ojos. Me acerqué, despacio, para intentar besarla, pero el ascensor llegó abajo y las puertas se abrieron. En ese momento me pareció ver una mirada de decepción en sus ojos. «No te has atrevido» parecían decir.
El día que escuché a su amiga llamarla desde la puerta del 6º C, mientras el ascensor abría sus puertas, esperando para recibirla, sentí un vuelco en el corazón. Inés. Era un nombre que siempre me había encantado y ahora descubría que era el nombre de mi chica.
Yo la amaba y, por eso, aunque no podía tocarla, ni besarla, ni oler su piel, ni leerle un fragmento de aquellos libros que llevaba, era mía. Solo podía esperarla cada día y mirarla a través del espejo. Pero era mía, mi única felicidad.
Yo la amaba y el día que entró en el ascensor con él, la palabra traición retumbó en mis oídos. Cada beso que se dieron durante el trayecto lo sentí como una puñalada en mi pecho.
Creo que me volví loco, no lo recuerdo bien. La ira se apoderó de mí y comencé a golpear con fuerza todo lo que tenía a mi alcance hasta que saltaron chispas y el ascensor se paró. Golpeé su cabeza contra el cristal para que cerrara de nuevo los ojos, esperando mi beso.
Yo la amaba. No quería matarla. Pero era mía.

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7 comentarios

  1. 1. paracelsus dice:

    Barojo:

    Felicidades por tu historia. Algunos comentarios:
    En la primera línea, hay tres palabras con la misma terminación, muy juntas y que producen un efecto de rima, al leerlo en voz alta(veía ,día y subía)
    Otra cosa, es que reiteras el uso del pronombre “mí”. Como en:” pero yo veía que se arreglaba para mí, que se perfumaba para mí. La postura que adoptaba en el ascensor tenía la finalidad de incitarme a mí.”

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 15:44
  2. 2. KMarce dice:

    Saludos Barojo:
    Gracias por leer y comentar mi texto.
    Concuerdo con esas palabras que terminan en “ía”; es una manÍA mÍA hacer lo mismo; en lo partícular a mí no me molestan, y creo que lo hago hasta a próposito, pero no todos los lectores son como yo. Así que debemos cambiar 😛
    La reiteración que propone Paracelsus, no lo eliminaría del texto, creo que ese es uno de los “descarrilamientos” del personaje, en donde se te confirma su obsesión enfermiza con Inés.
    Me ha gustado como iba en aumento esa tensión, molestía y euforia del acosador.
    Hay alguna coma que falta, alguna puntuación que mejoraría el texto, como por ejemplo: “En ese momento me pareció ver una mirada de decepción en sus ojos: «No te has atrevido», parecían decir.” Creo que se enfoca mejor.
    La parte final, me ha confundido un poco, ya que por un momento pensé que él la veía con su novio, pero él no estaba dentro del ascensor; luego al golpearla, pienso ¿y el novio?. Quizá el límite de palabras te frenó a aclarar más esa parte; pero aún con esto, creo que ese momento de ebullición es lo que te deja helada.
    Te felicito, no te había leído antes, así que espero leerte el próximo reto. ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 06:08
  3. 3. Basilisa Nogales dice:

    Hola, Barojo:
    Hay amores que matan, la verdad. Tu narrador protagonista me ha puesto los pelos de punta.
    Tienes siete veces “era”, convendría reducirlas. Que se repita la frase “Era mía” tiene sentido, pero las demás veces no hace falta “era”. Por ejemplo: “Era un nombre que siempre me había encantado y ahora descubría que era el nombre de mi chica” podría ponerse así: “Aquel nombre siempre me había encantado y ahora descubría que así se llamaba mi chica”.
    Deseo haberte ayudado.
    Un saludo.

    Escrito el 23 marzo 2016 a las 15:39
  4. 4. Cryssta dice:

    Hola barojo, estoy cansada de revisar relatos y veo que ya te han dicho unas cuantas cosas así que yo solo te diré que me ha gustado bastante el tuyo y que espero leerte en otros talleres.

    Un abrazo.

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 19:19
  5. 5. barojo dice:

    ¡Hola a todos!

    Muchas gracias por leer mi relato y por vuestras aportaciones. No estoy muy contenta con él. Me atasqué y lo salvé como pude. Tenéis toda la razón en lo de las repeticiones, lo modificaré. Lo del “mí” sí que es a propósito, porque intento marcar la obsesión que tiene el protagonista con Inés.

    De nuevo, muchas gracias.

    Escrito el 1 abril 2016 a las 07:54
  6. 6. CamiloMK dice:

    Hola barojo, perdón por la demora en comentar tu relato. Soy el que está encima tuyo el 165. La historia me gustó y me parece que está bien resuelta. Mi opinión es que podrías escribir parrafos más cortos ya que por el contrario cuesta leer tanto texto junto y se hace un poco pesado tu relato.

    Hasta el próximo mes.

    Saludos.

    Escrito el 3 abril 2016 a las 20:08
  7. 7. barojo dice:

    Gracias CamiloMK! Es un problema del formato. Lo que parece un primer párrafo larguísimo son, en realidad, tres párrafos, pero al no respetar la sangría de primera línea, se junta el texto y parece solo uno.

    Escrito el 5 abril 2016 a las 10:09

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