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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Indiferencia - por tavi oyarce

I
«No tengo otra oportunidad», pensó el adolescente esa mañana mientras esperaba que el ascensor ─una reliquia del siglo pasado─, descendiera en medio del crujir de sus engranajes. Había pasado la noche tratando de dominar la ansiedad. Le inquietaba lo audaz de su decisión. Esperó la llegada del amanecer y sin conciliar el sueño abandonó la casa. La ciudad asomaba gris. «Cuando uno cae donde yo he caído ─se dijo─, las consecuencias no importan». Contaba conque Álvaro estuviera en clases y la mujer abriera la puerta: eso pensaba mientras se dirigía a grandes zancadas por la alameda.
Hacía unas semanas, Álvaro lo había invitado unos días a su departamento. Debían preparar las pruebas de lenguaje. La mujer estaba ahí, menuda, estableciendo la distancia entre los dos mientras tomaban el café. Se dirigía a él con monosílabos, como si el adolescente fuera un ser abstracto al que debía ignorar.
─Date prisa, Tomás ─dijo Álvaro sacando de la biblioteca un diccionario heredado de su abuelo.
─No crees que estás pasado de moda ─dijo Tomás.
Álvaro lanzó una carcajada y se dirigieron hasta la salita de estudios.
Durante días repasaron los grandes clásico de la literatura; investigaron en la Web. Durante un tiempo todo transcurrió sin novedad; pero, la pasión por el estudio comenzó a decaer. Álvaro, intentaba asimilar un ramo que le era ajeno; Tomás, no dejaba de sentirse un extraño sin comprender la actitud de Beatriz. A veces, sin proponérselo, se quedaba observándola. Le agradaba el fino perfil de su rostro que no se condecía con su forma de ser. Tal vez lo consideraba un entrometido, indigno de la amistad de su hijo.
Un sentimiento de amor y odio se fraguó en el adolescente. La animadversión parecía desbordarse.
La última vez que vio a la mujer estaba radiante. Acicalada como si fuera de fiesta.
─Esta noche tengo un compromiso ─exclamó Beatriz.
Después, fue hasta el espejo. Dio el último retoque al lápiz labial. Recogió la cartera. Besó la mejilla de Álvaro y antes de traspasar la puerta, suspiró sonriendo: «deséenme suerte»
Tomas creyó advertir en el tono de su voz, su mordaz insensibilidad. Le intrigaba la ausencia de la mujer; aunque, ni el mismo se explicaba el porqué de esa sensación. Fue hasta el ventanal, tras los cristales el sol se había fundido en la noche y los débiles faroles iluminaban la soledad de la avenida. En ese momento decidió desafiarla, reprocharle el daño que provocaba. Álvaro, de seguro, consideraría su actitud una traición, pero estaba decidido. Nada debía esperar de Beatriz, él era un estudiante de secundaria, un desgarbado adolescente sin mayores atributos.
Un vacío ardió en su estómago y se detuvo en la garganta. Quiso desparecer, hundirse bajo la fina madera del piso. Hubiese querido gritar. Pedir perdón por los demonios que cruzaban su cabeza; pero, en lugar de ello, ideó una excusa y salió sin esperar una respuesta de Álvaro.
II
Eran las nueve de la mañana cuando Tomás pulsó el timbre del departamento. Oyó los pasos de la mujer caminar hacia la puerta. Como si bajara del olimpo se dibujó en el dintel el motivo de su insensatez.
─¿Qué sucede? ─Preguntó Beatriz alarmada─. ¿Le ocurrió algo a mi hijo?
El muchacho como si quisiera encubrir su audacia, desvió la mirada. Ella volvió a preguntar y volvió a quedar sin respuesta; entonces tomó la iniciativa.
─Voy de compras ─dijo─, acompáñame, tal vez el aire de la mañana te haga recordar el motivo de tu visita.
El ascensor se detuvo lento en el décimo piso. El adolescente cerró la puerta y el armatoste comenzó a rechinar mientras descendía.
Y ahí estaba la mujer con su indiferencia. Sola en el desamparo del ascensor. Estaba equivocado, es cierto, pero más fuerte era el deseo de provocarla. La dignidad había muerto en sus noches de vigilia.
Desnudó con la mirada centímetro a centímetro el cuerpo de la mujer. Sin que nada se interpusiera en su loca decisión, se abalanzó sobre ella. Ciego, estúpido, fuera de sí, besó sus labios con los suyos palpitantes.
─¡Detente! ─gritó Beatriz, sin poder escapar de las manos que hurgaban su cuerpo.
─¡Te amo! ─musitó Tomás antes que los engranajes cedieran; y el ascensor, en un crujir de fierros retorcidos se estrellara en la planta baja.

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14 comentarios

  1. 1. Escritores anónimos dice:

    ¡Hola Tavi! Siento no haber participado el pasado mes, pero es que los exámenes me tenían hasta el cuello, pero bueno, ¡este mes estoy aquí!
    Wow. Esto es lo único que puedo decir de tu texto. Creo que la puntuación está donde debe estar, la adjetivación justa, el buen criterio para elegir palabras… HAs añadido sin problemas las palabras traición, diccionario y ascensor, por lo que te felicito. Pero opino que mereces aún más reconocimiento por la historia tan completita que nos has servido, es un cóctel de pasión, amor, inconsciencia…
    Sólo tengo un par de cosillas que comentar:
    *En la línea 13 añadiría a la oración “no crees que estás pasado de moda” interrogaciones, creo que es más coherente y le aporta gran ritmo al texto.
    *En la línea 19 pusiste “salita de estudios” y esto es una opinión, un humilde comentario, yo pondría salita de estudio.
    *Línea 28, has puesto “ni el mismo se explicaba el porqué de esa sensación” lo correcto sería poner “ni él mismo (…)”
    *Línea 30, en vez de “reprocharle el daño que provocaba” yo pondría “reprocharle el daño que le provocaba”.
    No me queda más que decir salvo que me ha encantado tu historia, he llegado a “ser” Tomás, ya que describes perfectamente sus sentimientos, sus pensamientos, nos haces meternos en la cabeza del pobre adolescente. Así que una gran enhorabuena Tavi, porque te lo mereces!!!
    Muchos besos.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 17:38
  2. 2. Juana Medina dice:

    Hola Tavi,
    Aquí estoy devolviendo tu visita. Escritoresanónimos te ha señalado lo que puede mejorarse, algún tilde ausente etc., no vale la pena repetirse.
    Pero la historia me encantó, me parece que el relato va creciendo a muy buen ritmo,y el clima de fantasias y sufrimientos del joven Tomás está muy logrado. Aplausos.
    Un abrazo.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 16:33
  3. 3. Paola dice:

    Hola, Tavi
    Un relato original que nos lleva a la adolescencia. ¡Quien no se enamoró de un profesor/a y se ponía colorada/o cuando este/a le sacaba al encerado!!

    Bien construido, vives el momento en el que el chico va a la casa del amigo lleno de remordimientos y un final inesperado pero bien pensado para no tener que dar más detalles. Me ha gustado.

    Cositas que yo cambiaría:

    “sin conciliar” por “sin haber conciliado” en el primer párrafo.

    “Oyó los pasos de la mujer caminar hacia la puerta” por “Oyó a la mujer caminar hacia la puerta” o por “Oyó los pasos de la mujer acercándose a la puerta.

    Nos leemos

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 17:25
  4. 4. Tavi Oyarce dice:

    Gracias por el aporte

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 20:13
  5. 5. Ophelie dice:

    Tavi tu historia me ha gustado mucho y el final genial. Es la fuerza principal del relato. No te corrijo nada, pues ya lo han hecho.Pero te repito que me ha parecido muy bueno. Un saludo

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 20:33
  6. 6. Emma dice:

    Hola Tavi.
    Bonito relato. Describes muy bien los sentimientos del protagonista, así como las dudas y el remordimiento que los mismos le provocan.
    Coincido con Ophelie en que el final es genial e inesperado.
    No tengo nada que añadir a las correcciones que ya te han hecho los compañeros. Me gusta como escribes; sigue creando historias para que podamos seguir leyéndote.
    Un abrazo.
    Muchas gracias por pasarte por mi relato (41) y dejar tus comentarios. Aprendo mucho de vuestras correcciones.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 19:23
  7. 7. Nic-Is dice:

    Hola Tavi.
    Primeramente gracias por leer mi relato y por tus hermosas palabras.
    Con respecto al tuyo, no me han dejado mucho qué decir. Lo que se podría mejorar ya te lo han mencionado, y lo bueno que es, también está dicho. Sólo me queda unirme a la opinión general y felicitarte. Sigue así.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 21:42
  8. 8. KMarce dice:

    Saludos Tavi:
    Gracias por leer y comentar mi relato.
    Me han dejado la peor parte, porque hay cosillas que no te han mencionado y es bueno saber para que las detectes.
    Usaste un “conque”, creo que debería ser separado “con que”; porque si fuera un conque, es un conjugación que tiene relación a una oración anterior, o una consecuencia de lo que se esta diciendo, así que no aplicaría un “conque”.
    Hay algunas frases, es muy cortada (ahora las noto porque me lo reclamaron): “Después, fue hasta el espejo. Dio el último retoque al lápiz labial. Recogió la cartera. Besó la mejilla de Álvaro y antes de traspasar la puerta, suspiró sonriendo: «deséenme suerte»” Se lee así: Fue al espejo. Se pinto los labios. Tomo la cartera. Besó la mejilla… cambiando los tiempos, unificando las ideas, sería más fluído.
    La palabra “durante”,se ha usado muy seguida una de la otra.
    Al igual que yo, tienes afición por las comas, a mí me cuestan mucho usarlas mas espaciadas porque así “pienso”. Como analizandolo todo. (he tratado de evitar al menos cuatro comas en ese párrafo). Porque, mi forma de escribir, es análitica, y veo cada palabra, como un todo. (así pienso yo); pero hay frases que es mejor evitar las comas para que sean mucho más fluidas, y causen un impacto mayor.
    Ya te lo han dicho, que díficil es la adolescencia. A mí jamás me pasó, pero esa situación si la vivió mi hermana, cuando nuestro vecinito se enojó a muerte cuando ella se casó. (Él once, y ella veintidós).
    Un tema para quedarse pensando…
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 04:48
  9. 9. José Torma dice:

    Hola Tavi.

    Una historia mas de adolescentes que se enamoran de maestras… espera, no lo digo en mal rollo, solo que a MI me hubiera gustado tener una Miss de la que enamorarme. Mis maestras eran señoras grandes de rigidos chongos y caras agrias. Jamas tuve la oportunidad de experimentar atraccion por alguna de ellas. Asi que cuando escucho a la gente platicar con morbo o cachondeo de sus profesores o maestras… me pregunto si estaran inventando jaja.

    Pero bueno, traumas aparte, tu relato tiene un ritmo excelente. Como sabes yo no soy de corregir acentos o puntos, porque siendo honestos, no los descubro a menos que sean garrafales. ASi que te comento en lo general. Buen retrato de la obsesion del chico por la maestra. Como siempre vas hilando perfecto las palabras con un ritmo que envuelve y nos sorprende.

    Felicidades y gracias por tu visita a mi relato.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 20:28
  10. 10. earendil dice:

    Saludos Tavi Oyarce.

    Me ha gustado mucho tu relato por su originalidad. Está claro que aquellos que no hemos optado por el reto, nos hemos devanado los sesos con historias un poco más fuera de los clichés habituales (que no digo que sea ni mejor ni peor, simplemente han sido historias diferentes) (Por favor, no se lo tomen a mal aquellos que lo hayan hecho, ya era bastante difícil intentarlo tan siquiera).
    La historia fluye con naturalidad, incluso en tan poco espacio de palabras has podido dividir el texto en dos partes.
    El lenguaje es correcto, y has sabido ambientar muy bien la historia en ese mundo adolescente de sentimientos encontrados, esa relación amor-odio tan bien llevada.
    Los diálogos muy acordes con la edad de los interlocutores. Además, la consecución de frases cortas le dan muy buen ritmo de lectura.
    Solo tengo un par de cosillas que me gustaría indicarte:
    *En esta frase: “aunque, ni EL mismo se explicaba el PORQUÉ de esa sensación.”, ÉL, acentuado y POR QUÉ, separado.
    * En esta otra (y solo es una sugerencia personal): “tras los cristales el sol se había fundido en la noche y los débiles faroles iluminaban la soledad de la avenida”, yo no hubiera atribuido el adjetivo “débiles” a los faroles. Hubiese dicho: “y la débil luz de los faroles…”.
    Espero haberte aportado algo con mi comentario.
    Añadir también que el final es lo que más me ha descolocado, no sé si para bien o para mal, simplemente me ha resultado del todo inesperado.
    Nos leemos.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 22:59
  11. 11. Verónica Murillo dice:

    Hola Tavi.
    Aquí devolviendo tu visita y encontrando este interesante relato. No se si yo entendí mal o qué, pero yo pensé que era la mamá de su mejor amigo, ¿porqué sino Álvaro lo consideraría una traición?

    Me pareció muy bien manejado llevándonos poco a poco a un inesperado desenlace. Te felicito, espero leer más de ti.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 22:59
  12. 12. beba dice:

    Hola, Tavi:
    Gracias por tu visita a mi blog y tus comentarios.
    En el tuyo leí y comenté un cuento que, al parecer, es de otra escritora; bueno; estaba ahí, y ahí quedó el comentario.
    En cuanto a este cuento, coincido con los comentarios de nuestros compañeros, en cuanto a la forma, y la vivacidad de los sentimientos. Coincido también en que la adolescencia puede ser muy impredecible.
    Pero creo que la escena central,mientras estudian, así como la salida de Beatriz ataviada, están como sueltas en el relato.
    La caída del ascensor no me pareció coherente con la historia; tal vez con algunas señales de desgaste de la máquina, puede ser; pero no por el acoso insensato del chico.
    Procura ajustar la trama con más detalles; por ejemplo puedes cambiar la escena en que se asoma a la ventana, por una descripción más precisa de Beatriz, de su carácter.Así no te pasarías de las 750 palabras.
    Adelante. Suerte.

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 03:00
  13. 13. Dianet dice:

    Hola Tavi

    La historia engancha al lector desde el comienzo y me ha gustado mucho el personaje de Tomás. Que te puedo decir si tú relato para mi esta muy bien. No obstante los consejos que te han dado los compañeros son muy buenos a tomar en cuenta.

    Gracias por pasar por el mío, te agradezco tus buenos consejos. Siempre mejoro el relato y lo subo a mi Blog, orgullosa de que vosotros me ayudéis a corregirlo.

    Saludos. Nos leemos!!

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 10:53
  14. 14. Wiccan dice:

    Buenas Tavi,

    Un relato interesante con un final más interesante aún. Este tipo de relatos con esos finales hacen que me plantee todo lo que nos rompemos la cabeza los seres humanos cuando la vida es tan impredecible que darle vueltas a las cosas se vuelve absurdo. Me ha gustado, creo que está bien escrito y se adentra bien en el sentir del protagonista, aunque igual los otros personajes han quedado un poco cojos.
    En cuanto a la forma, en realidad lo que más noté es ese abuso de comas del que te habla KMarce, ya que en muchos momentos no me parecen necesarias (“pero, la pasión”;”Alvaro, intentaba”;”Tomás, no”;”su voz, su mordaz”;”aunque, ni”) y si la utilizaría en “el muchacho, como si quisiera”.
    Muchas gracias por compartir el texto!
    Un abrazo

    Escrito el 25 marzo 2016 a las 03:05

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