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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LA VENGANZA DE JUAN - por DIASPORA

LA VENGANZA DE JUAN

Poseído por el coraje más rabioso, que pueda caber en el corazón de un hombre, Adrian tomó una gruesa cadena y un candado, para sujetarse desde el pecho hasta los tobillos contra un poste del alumbrado público.
Ante aquel grotesco escenario, muchos peatones detuvieron sus apresurados pasos mordidos por la curiosidad.
—¿Qué le pasa a ese señor? —dijo una dama con las pupilas dilatadas— ¿por qué está encadenado a ese poste?
—Deberían llamar a la policía, —intervino una segunda persona.

Poco a poco, el lugar era una colmena. La gente buscaba una explicación para lo que estaban observando. Los más cercanos al afectado, podían ver un rótulo escrito a mano que colgaba del pecho: ¨El señor Pedro Navarro es un ladrón, no me quiere pagar 100 000 colones que le presté hace tres meses. Dice que no me debe nada. Vive en el Barrio Flores, 25 mts Norte del Parque El Indio, y su número de cédula es (…).¨

La dolorosa experiencia comprobaba, que no siempre los lazos de amistad son suficiente garantía para prestar dinero. Según contaba la víctima, confió ciegamente en su amigo, y no hubo papel alguno que certificara el préstamo. En su memoria, estaba fresco todo el triste pasaje de su encuentro en el ascensor de uno de los edificios de la ciudad. Cómo olvidar ese día, sobretodo la expresión de alegría de su conocido al saludarlo.

—Has caído como del cielo, Adrian, —dijo Pedro mientras le estrechaba fuertemente la mano— tengo un problemón y estoy por volverme loco, necesito tu ayuda urgente. Con esto de la candidatura para alcalde, y tanta bulla política, se me acumuló la pensión alimenticia tres meses, y eso no me conviene, especialmente porque voy arriba en las encuestas.

—No me digas más, —lo interrumpió Adrian— te falta dinero, no te preocupes, para eso son los amigos. Tengo una platita ahorrada para unos anteojos que me recetaron, de ahí puedo coger. ¿cuánto es lo que necesitas?
—Son solo 150 000 colones, eso me salvaría de manchar mi nombre.
Adrian, un poco apenado, le puso una mano en el hombro:
—Lo que tengo son 100.000,00 ahorrados.
—Dámelos, —exclamó Pedro— por ahí busco la diferencia. Eso se llama tener amigos, sabía que podía confiar en ti. En un mes te devuelvo tu dinerito. Dejaron el ascensor, y cada cual se dirigió a su casa. Juan caminó unos veinte metros y se devolvió para decirle:
—Ah, cuente con mi voto también.

Transcurrieron tres meses, y la promesa de Pedro estaba flotando en una nube. Movido por la pobreza, y un poco de esperanza, Adrian lo visitó en su casa. Con gran esfuerzo hizo el papel de hombre enojado. Ahí mismo en la puerta soltó su mensaje.
—Cómo es posible, Adrian, que te hayas olvidado de lo que me debes. Te parece justo maltratarme de esta manera. El dinero lo necesito para ir al doctor. Esta miopía empeora a diario.
—¿De cuál dinero estás hablando? ¿Qué es lo que te pasa? Supongo que es una broma —gritó Pedro—, y para reafirmar su enojo, usó las palabras más ofensivas del diccionario. Adrian bajó la cabeza, reflexionó un instante, levantó su cara y lo enfrentó con su mirada:
—Bueno, si así está el asunto, no es mucho lo que he perdido: 100 000 colones y una amistad.

Se retiró en silencio, tragándose muchas palabras, y con una sed de justicia que le endurecía el corazón. La traición de su amigo, le despedazaba sus nobles cualidades. De regreso a casa, pasó por el parque del pueblo y buscó dónde sentarse para ventilar sus ideas. Clavó su vista en el infinito buscando una explicación a su tragedia. No le cabía en su mente, de dónde pudo su falso amigo, sacar descaro para negarle lo adeudado. Después de media hora se levantó del asiento, y ya no le quedó ninguna duda de lo que iba a hacer. Le daría una lección al alevoso candidato a alcalde.

Esa misma tarde, tomó la decisión de encadenarse frente a las instalaciones de uno de los periódicos más leídos de la ciudad. El día siguiente, la noticia iluminó todo el pueblo, el rotativo publicó su historia, desplegando en primera plana, y en vivos colores, la fotografía del rótulo que colgaba de su pecho.

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11 comentarios

  1. 1. David V. R. dice:

    Bueno DIASPORA, gracias por tu trabajo y por confiarnos un texto tan apabullante.

    Mira, como suelo decir, procuraré ir al grano puesto que lo principal aquí es destripar tu texto y que puedas aprender de él como los demás.

    Básicamente te voy a criticar varios grandes errores -para mi entender- que tiene el texto y lo haré sin tapujos ni protocolos, espero que te los tomes a bien puesto que no son un tema personal como en el caso de tus protagonistas. Empiezo por algunas notas positivas si te parece. Mira, agradezco tu capacidad para generar tensión con la trama. Me parece interesante y quizás lo único que consigue mantenerme vivo hasta el final del texto, todo lo demás son obstáculos DIASPORA. Tu forma tan embarrada de explicar las escenas, por ejemplo, me lleva a descentrarme de la construcción en mi imaginario del lugar al que me quieres llevar. Por ejemplo, las tres primeras lineas son horrorosas (en ese sentido), para mí sobran por completo, puesto que vuelves a narrarlas en el final. Entiendo que tu urgencia es generar un relato circular y que acabe donde empieza, eso me parece fenomenal y es una estupenda idea, pero que no parezca que obligas al texto, que lo coaccionas para que así sea. He leído tres veces tus primeras líneas, ojo con las comas, la primera frase las tiene ya mal colocadas, recuerda que solo se entrecomilla cuando una frase se subordina a otra, como en este caso, y se puede omitir lo anterior. Te sucede más adelante, y creo que es de tus pocos errores realmente técnicos, así que por eso no deberías preocuparte demasiado.

    Para cerrar mi sangrienta crítica (te ruego me perdones, y espero que no me mates si un día nos encontramos) te aconsejaría tres puntos para tus siguientes textos (y que conste que me veo reflejado en tí en varios de ellos):

    1- Centra tus textos en la trama, generas buenos personajes y conflictos, olvídate de hacerlos hablar tanto, no es tan necesario, muéstranoslos, no nos digas como son por su boca o la de otros.
    2- Juega con los símbolos y lo no mostrado. Una linea de texto explícita, otra implícita, podría ser un bonito reto para evitar que tus textos estén demasiado expuestos, como una fotografía con demasiado contraste, necesitas jugar con las sombras.
    3- Recuerda: dibuja, dibuja, dibuja. Necesitas colocar mucho más a quien te lee en el sitio que estás imaginando. Este es el punto clave y el más complicado (para mí también) Tu ves las cosas en tu mente cuando escribes -es normal-, pero recuerda que a nosotros nos las debes hacer sentir. Recuerda que tenemos cinco sentidos, aprovéchalos, no lo dejes todo a la vista, usa el tacto de los personajes, los olores.

    Te resumiría toda mi crítica en lo siguiente: escribe más simple. Oraciones más fáciles, menos barrocas y aún que parezca mentira, más cargadas de emoción. ¿Cómo? mediante descripciones más sutiles (en línea con los puntos anteriores) Di que a tu protagonista se le erizaron los pelos en contraposición a explicarnos que se sentía una gran injusticia, NOS LO IMAGINAMOS si nos lo haces ver.

    Bueno, espero ser de mínima ayuda. Si soy duro es por que me veo bastante reflejado en ti. Mucha suerte, mucho ánimo y sobre todo, sigue tu instinto

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 20:38
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola
    He notado que a veces el personaje se llama Adrián y otras veces Juan.
    —Cómo es posible, Adrian, que te hayas olvidado de lo que me debes. —————– en esta frase, supongo que en lugar de Adrián quisiste poner Pedro.
    Tu relato está bien narrado y contado, a pesar de que lo que cuentas es horrible (la traicion de un amigo por dinero) lo has hecho muy bien.
    Un saludo

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 21:53
  3. 3. DIASPORA dice:

    Hola,José Luis:

    Te asiste toda la razón. Admito que metí las patas en el asunto de los personajes. Pedro,Adrian y Juan se me entremezclaron. Desde luego, esto crea confusión en el relato.
    A todos mis posibles lectores, disculpas por este embrollo. Fallé en la revisión del texto.No vuelvo a escribir después de media noche.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 22:33
  4. 4. DIASPORA dice:

    HOLA, DAVID V.R.

    Gracias por entrar a mi relato con la espada desenvainada. Te confieso que no me siento herido. Tienes razón en lo que apuntas. Especialmente me gustó que me señalaras el recurso de mostrar las emociones, en vez de describirlas. Aparentemente, yo usé el estilo periodístico, tipo reportaje. Te agradezco tu crítica constructiva. De antemano estás perdonado, y si te encuentro en persona no te mataré. Te daré un abrazo.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 23:38
  5. 5. Celeste dice:

    Hola Diaspora, coincido en esto de no explicar tanto con lujos de detalles, y las frases un tanto “formales” (al menos para mi gusto). Quizás me hubiese gustado un charla de amigos más real, algo más de complicidad entre ellos así también la traición sería más profunda.
    No sé si me explico, pero sentí que no eran realmente amigos y que le prestaba dinero simplemente a un conocido.
    A la frase “te parece justo maltratarme de esta manera” pienso que le faltan los signos de interrogación.
    Creo que con unas vueltas de tuercas lograrías un muy buen relato ya que la historia me gustó y creo que puede dar para mucho (incluso la parte de la miopía me intrigó y por un momento pensé que se desviaría el tema para ese lado)
    Te buscaré en el próximo taller!! Saludos!!

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 01:40
  6. 6. Rinconillo y Cortadete dice:

    Hola, Diaspora. Comento tu texto, que sigue al mío.
    Creo que lo inicias por el punto más interesante y logras captar bien la atención. Además de grotesco me parece trágico, el escenario que surge al encadenarse. El narrador podría ser el mismo protagonista, para darle más fuerza. El tono queda algo distante, quizás conviene decir más sobre la relación previa de los dos personajes, algo sobre lo que basar la confianza para que no quede como una historia de la ingenuidad, salvo que eso sea lo que pretendías contar.
    El contenido de la historia me ha parecido adecuado a lo estipulado, está bien estructurado y me parece una historia de traición que muestra bien las emociones de la víctima. El final feliz de la publicación en los periódicos no es fácil de entender salvo en un país ideal, y aún así expuesto a la réplica del malo, por lo que no es una historia muy real.
    Respecto a la frases inicial “el coraje más rabioso, que pueda caber en el corazón “, creo que sobra la coma. El “¿por qué” del primer diálogo sería con mayúscula. La abreviatura de metro es sólo m (sin punto). “—Dámelos, —exclamó Pedro— ” la coma creo que yo la pondría después de la segunda raya.
    Me ha gustado leerte, es una historia con sentimiento. Un saludo.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 10:24
  7. 7. Frida dice:

    Hola Diaspora; como siempre, un relato en el que dejas patentes las injusticias, de todos los compañeros, eres la que más se preocupa por destacar las diferencias sociales de nuestro mundo actual. Pero debo decir que, aunque me encante cómo siempre consigues hacernos replantearnos nuestra sociedad, en esta ocasión me parece un poco forzado que Adrián, ceda su dinero para unas gafas a un candidato a la alcaldía. Creo que está bien lo que planteas, que llegue a quedarse sin ahorros por causa de este señor, que más que señor deberíamos llamarlo timador, pero si es un candidato a la alcaldía, es más realista que se haya aprovechado de una persona que tiene más dinero, no digo que sea rico, sino que tenga más dinero, que de un pobre hombre al que le cuesta reunir dinero.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 13:45
  8. 8. Bea dice:

    Hola Diáspora:

    Primero de todo gracias por pasarte por mi relato.
    En cuanto al tuyo, me ha gustado mucho la verdad. La forma en la que introduces las palabras del reto de este mes es muy fluida, bueno en general todo el relato me ha parecido muy fluido. Me ha gustado mucho, sigue así.

    ¡Felicidades!

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 20:32
  9. 9. Coral Mané dice:

    Hola Diáspora, yo difiero con algunos de mis compañeros. A mi las frases no me han parecido barrocas ni rebuscadas, creo que es tu estilo, hay escritores más concisos y que van al grano y otros que necesitan más requiebros para narrar. Tanto lo uno como lo otro es válido, y si todos los textos fueran telegráficos, no sé para que estaríamos aquí los escritores, si no es para aportar belleza a las palabras.
    La historia me ha gustado, tiene un trasfondo social que te hace pensar. Espero que finalmente nuestro amigo Adrián reciba su dinero y pueda comprarse su gafas.
    Si te apetece pasarte, mi relato es el 162.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 16:43
  10. 10. Luis Ponce dice:

    Hola Diáspora:
    Construimos lo que podríamos llamar estilo. No podemos escribir todos igual porque nadie nos leería. Si quieres triunfar en esta batalla tienes que encontrar tu estilo y cuando lo encuentres, encontrarás tus lectores que serán diferentes a los de otros escritores pues los hay para todos los gustos.
    Por ejemplo: David V.R. tiene un estilo muy propio para comentar, posiblemente cuando leamos un comentario deduciremos que es de él.
    Igual nos tiene que pasar a nosotros cuando escribimos, cuando nos encontremos nos será más fácil hacerlo.
    Creo que el relato está bien logrado está apegado a la realidad (exceptuando la publicación en el periódico, eso solo en sueños) y mantiene el interés del lector aún cuando al estar inmiscuido un político ya te puedes imaginar el final.
    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 03:13
  11. 11. Cryssta dice:

    Hola DiASPORA, lo,primero darte las gracias por comentar mi relato y lo segundo perdona mi retraso en devolverte la visita, he estado muy liada.

    A mí tu relato me ha gustado a pesar de los fallos que he visto y que creo se han debido a una falta de revisión tranquila.

    Un error para mí grave ha sido meter tres nombres cuando solo hay dos personajes principales. ¿En qué estabas pensando? Sería normal si tuvieras más personajes pero con dos tienes que tener muy claro quién es quien.

    Los fallos de las comas se solucionan con una lectura en voz alta.

    Le faltan los puntos de los miles a los números.

    Adrián lleva tilde.

    Después de punto siempre mayúscula.

    Sería “Se volvió para decirle” y mejor decir “sed de venganza”.

    “Al día siguiente”

    Como digo, con una revisión tranquila creo que lo habrías hecho bien. Nos leemos en el próximo relato. Un abrazo.

    Escrito el 17 abril 2016 a las 10:01

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