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TIPI-TÓPICOS - por Caciba
ROGER
DOÑA PAQUITA
HONORATO
DON COSME
ELISA
(La escena transcurre en un pequeño ascensor situado en el quinto piso, desciende y entra un vecino en cada planta).
ROGER: Buenos días, doña Paquita.
DOÑA PAQUITA: Buenos días, Roger. Usted siempre tan puntual.
ROGER: ¡Uy, no crea! El puntual es “Rosco”, si me descuido para bajarlo a la calle me pone la correa a mí.
DOÑA PAQUITA: Es un perro monísimo… ¿tiene pedigrí?, ¿de qué marca es?
ROGER: Raza, doña Paquita, raza. Es un chihuahua.
(El ascensor se detiene en el tercero y entra Honorato portando un cuadro de gran tamaño con un voluminoso marco).
ROGER: Bonito retrato.
HONORATO: Buenas. Gracias.
DOÑA PAQUITA: Ese marco parece de pan de oro auténtico…
ROGER: Ahora, en el segundo, recogemos un maletín a un hombre pegado, como si lo viera (ríe).
(Entra Don Cosme).
DOÑA PAQUITA: Parece que hoy va a llover, sería una lástima que se le mojara el maletín de piel. ¿Armani?
(Don Cosme no responde, se toca el nudo de la corbata. En el primero entra Elisa).
ELISA: ¡Hola!, estamos los de siempre a estas horas de la mañana (sonríe).
DOÑA PAQUITA: Va demasiado fresca, pasará usted frío… (Arquea las cejas, hace una mueca despectiva y le mira de arriba abajo).
ROGER: Una falda muy bonita (sonríe y le mira más abajo que arriba, mientras pulsa el botón de la planta calle).
(Elisa le sonríe regalándole una caída de pestañas. El ascensor de detiene bruscamente. Todos protestan. Dos horas después continúan en su interior).
DOÑA PAQUITA: ¡Déjenme espacio, no me agobien!
ROGER: Claro, ahora mismo nos desintegramos para hacerle sitio, señora marquesa. Un poco de calma, griten más bajo que a esta mujer le va a dar un parraque y no hay espacio para que se caiga.
DOÑA PAQUITA: (Indignada) Un respeto, por favor, y haga callar a ese chucho. Los perros deberían salir de casa con bozal.
ROGER: Con bozal deberían salir algunas personas para no marearnos con sus tonterías.
(Doña Paquita gime demandando atenciones, sin conseguirlo).
DON COSME: ¿Quiere hacer el favor de alejar ese cuadro de mi entrepierna? Me está clavando a traición esa esquina en salva sea la parte.
HONORATO: ¿Y dónde quiere usted que lo ponga? Vamos un poquito justos de espacio, que lo mismo no se ha dado cuenta.
DOÑA PAQUITA: ¡Por Dios, haga callar a ese maldito animal!
ELISA: ¡A ver esas manos!, ¿quién es el caradura?
DON COSME: Será el perro, que no para de moverse y hocicarnos a todos.
ROGER: ¡Ya estamos con el perro!
ELISA: No diga bobadas, al perro le faltan ochenta centímetros para ser sospechoso.
HONORATO: Sujételo, que se va a orinar en mi cuadro, ¡haga el favor! Deberían prohibir el uso del ascensor para animales.
ROGER: Lo que debería estar prohibido es pintar cuadros tan feos. Menuda birria de retrato negruzco. Y permita que le pregunte, pero estamos todos muy intrigados y es la “comidilla” del barrio: ¿para qué se pasea todos los días por la calle con un pesado cuadro y vestido como si fuera Toulouse Lautrec?
TODOS: ¡Eso, eso!
HONORATO: Ambientación, señores, ambientación. Soy un artista altruista y global. Doy a conocer mi arte haciendo una labor cultural a la ciudadanía, desinteresadamente. Mi vestuario es el envoltorio perfecto para el regalo que les ofrezco.
(Todos estallan en carcajadas. Honorato se ofende).
ELISA: ¿Y qué me decís de Don Cosme? Sale de su casa todos los días con el maletín, incluso los fines de semana, cuando va de paseo ¿Qué lleva ahí dentro?
(Se hace el silencio. Todos le miran fijamente).
DON COSME: ¿A ustedes qué les importa?
(Se vuelven a mirar entre sí e intentan arrebatárselo. Don Cosme vocifera, el maletín se abre y cae al suelo todo su interior).
ROGER: ¿Diccionarios? ¿Un maletín atiborrado de diccionarios? Chino, japonés, árabe, ruso, latín…
(Le miran atónitos).
DON COSME: ¿Les parece raro? Vivimos en una sociedad multicultural y nos encontramos a diario con personas de muchas nacionalidades y lenguas diferentes. Necesito estar seguro de que puedo comunicarme correctamente, no quiero malentendidos. Un buen diccionario es imprescindible. Ustedes harían lo mismo si tuvieran una pizca de cerebro.
ELISA: ¿Y no tiene uno para comunicarse adecuadamente con sus vecinos?
ROGER: ¿Pero quién demonios habla latín?
(“Rosco” hace sus necesidades sobre el diccionario de griego. Don Cosme está a punto de estallar cuando el ascensor comienza a funcionar ante la expresión de alivio de los vecinos. Se abre la puerta e intentan salir todos a un tiempo. Se despiden educadamente).
Hola Caciba, aunque has usado una forma literaria distinta, el teatro, te ha quedado de lo más original y a mí me ha gustado mucho. El único mejorable que le encuentro es que conviertas ahora el texto en un relato.
Felicidades.
¡Hola, Caciba!
¡Wow! Escribir una obra teatral conlleva un reto extra y realmente me sentí en la butaca de un teatro. Tu texto se lee sin esfuerzos y se percibe escrito con mucha naturalidad. Los personajes están perfectamente caracterizados y es fácil simpatizar con ellos.
Me gusta mucho la ubicación y el sentido que les diste a las palabras claves, aunque admito que no termino de comprender el significado global de la oración que contiene a una de ellas: “Me está clavando a traición esa esquina en salva sea la parte.”.
Un placer haberte conocido en la escena pasada. Una vez más difrute mucho con tu historia. 🙂
¡Hasta la próxima!
Hola, Cryssta y Melisa. Muchas gracias por vuestros comentarios. En cuanto pueda leo los vuestros.
Cryssta: debí haberlo hecho como relato, pero este mes se me ha hecho muy difícil esta escena. Había tirado la toalla, pero me fastidiaba mucho perder el hilo del taller. El penúltimo día decidí escribir algo, aunque con los “típicos tópicos”. Me cuesta mucho hacer diálogos (no los he hecho nunca hasta ahora) y sumado a la dificultad ortográfica de los diálogos, que es algo que tendré que mirar con cuidado, pues me decanté por algo más fácil. Ahora sí voy a hacer lo que me propones: escribir un relato, pero con la trampa del NO límite de palabras 🙂
Melisa: esa expresión de “a traición” significa que Honorato colocó su cuadro como mejor le convenía, aunque le clavase el pico a Don Cosme pensando que éste no se defendería, no protestaría por estar lleno de gente el ascensor. A veces aguantamos molestias sin protestar, por diversas razones. Por eso le dice Don Cosme que le clava la esquina a traición, a sabiendas. No sé si me he explicado bien… Y se lo clava precisamente donde más molesta, sí… ahí mismo, donde estás pensando.
¡Gracias a las dos!
Real como la vida misma, ¡y muy entretenido!No quiero ni pensar lo que puede salir de aquí si la situación se prolonga más allá de las dos horas…
Felicidades!
Hola Caciba. Me alegro que hayas participado y, es que por muy complicada que se presente la escena, siempre hay algo que aportar y que se nos puede ocurrir en quince días. Debo comentar además, que hace unas semanas me planteé escribir una escena como si fuese teatro; hoy me encuentro con que tú has dado forma a esa idea y no dejo de alegrarme. Me ha gustado mucho, me ha resultado muy original y, me ha evocado a Darío Fo, pues el caos y la hipocresía son los dominantes en este variopinto grupo de gente.
Creo que el final es muy determinante en este aspecto, en el de mostrar la doble moral que posee la gente, cuando en realidad se comportan de manera diferente ante una situación de presión. Por cierto, no me extraña que se estropease el ascensor y, es que con tanta gente dentro, como que deben de rebasar el límite de kilos permitidos por viaje.
Te felicito por la originalidad de este texto.
Hola Caciba
Tu original relato-cuento-obra de teatro es estupendo y gracioso. Está muy bien escrito, es muy realista y además está lleno de humor. Por supuesto que las personas somos de una manera en determinadas circunstancias, y nos mostramos como somos de verdad en otras. Por eso es tan bueno lo que has escrito. Enhorabuena.
Un saludo
PD: ¿Quién le metió mano a Elisa?
Gracias a todos por vuestros comentarios. Me pasaré por los vuestros y también por los siguientes al mío. Tardaré un poco, estoy de vacaciones y paro poco… Pero lo haré. ¡Gracias!
Hola Caciba! el costumbrismo siempre nos toca de cerca, has logrado un entremés muy divertido partiendo de unas palabras disparadoras quizás estériles. Logras crear estereotipos bien legibles en los personajes sin describir más allá de lo indispensable, es un mérito importante. Yo lo encuentro muy grato y me quedo con ganas de más. Quizás algunas onomatopeyas de los ladridos del perro hubiesen dado un toque sabroso, al igual que alguna descripción del ascensor…. pero entiendo lo del límite de palabras.
Éxitos, y a escribir la obra completa!
Ja, ja, José Luis, para mí que fue Don Cosme, tiene todas las papeletas. Ese tipo es un engreído y mira a todos por encima del hombro…¡habrase visto!
Hola Caciba. Tu obra de teatro me gustó muchísimo. La verdad super entretenida y bien llevada.
Te felicito mucho. Espero leerte el próximo mes.
Buenos días, Caciba,
Me acabas de alegrar el desayuno con tu texto. Buenísimo. No tiene desperdicio. Me reí mucho. La aparición de los diccionarios me desentonó un poco pero entiendo que, como a todos, ha resultado un elemento intruso que hemos tenido que ubicar como sea. Rompe un poco la naturalidad de la escena pero está bien articulado. Muestras acertadamente que el civismo y los buenos modales no resisten mucho tiempo el confinamiento forzoso en un espacio reducido, y que entonces sale lo instintivo, que parece más auténtico. Un 10. Muy logrado.
Hola.
La forma me parece adecuada para la situación. Se comprende el desarrollo y nos permite imaginar con facilidad. Por mi parte le quitaría personajes y no los subiría en cada piso siempre.
En cuanto al contenido, encuentro la transición entre la formalidad del trato de ascensor (30 segundos al día) y la convivencia, un tema SUMAMENTE relevante. Es una lástima que por asuntos de espacio la hayas acelerado, en especial al final. Considero que, de igual forma, con menos personajes tienes la posibilidad de profundizar más.
Si te interesa, mi relato es el 196. 😉
Caritobel, María Kersimon y Zelfus, gracias por vuestros comentarios. Me pasaré por vuestros relatos, igual tardo un poco, pues debo todavía alguna visita y estoy de vacaciones… paro poco.
Caritobel: me alegro de que te haya gustado, nos seguimos leyendo, gracias.
María: aunque te parezca mentira, Don Cosme…¡prácticamente existe! Tengo un familiar que lleva un maletín lleno de libros hasta a la playa (no diccionarios, es verdad). Su casa tiene tantos y tantos libros que hasta los tiene por las sillas…, bueno no te creerías si te cuento más. También Honorato está inspirado en alguien real: llevaba un cuadro de la mano por la calle, pintado por su hermana. Él iba vestido con capa negra. En mi ciudad teníamos otros personajes “ilustres”: un chico que echaba carreras a los autobuses por la carretera y una mujer muy extraña, pintada como una puerta. Ah, y “la Lola”, nuestra simpática prostituta que alegraba con su charla a los taxistas.
Casi no te digo de qué ciudad soy…ja, ja.
Piensa que cualquier cosa rara que pienses para un personaje…¡en algún lugar existe!
Zelfus: tienes razón. No elaboré mucho el relato, lo hice el penúltimo día porque no se me ocurría nada de nada 🙁 Si hubiera pensado esto mismo al principio, hubiera cambiado algunas cosas.
Gracias a todos.
P.D. Perdón si pongo mal alguna palabra, no tengo puestas las gafas de cerca.
Hola Caciba.
Buenísimo lo tuyo, al plantearlo como una obra de teatro.
Muy bueno también el ritmo, que le pones a los personajes y el cierre mas justo no podía ser.
Vamos, que me ha gustado y mucho.
Te seguiré leyendo.
Te invito a pasar por el mio (N°5)
Hola Caciba
Y cuando termina la función, ¿qué se hace? pues.. plas,plas, plas (aplausos varios).
Me ha gustado mucho, y lo veo muy representable. Es fresco, divertido, original, surrealista (el hombre paseando el cuadro, el otro con los diccionarios – que tiene una lógica aplastante lo que dice de todos modos…)
En los personajes arriba te falta el perro, aunque no hable, ya se.
Me ha encantado, enhorabuena
Saludos
Ah una cosa. Al final dices “Se despiden educadamente”. Esto después de criticarse todos en las propias narices. Y se supone que esta situación puede darse habitualmente. Es divertido, pero un poco chocante, porque la gente en realidad, y en las cominidades de vecinos suele ser educada (falsa también por supuesto) de frente, y criticona por detrás.
Nada, es un pensamiento que me ha venido 🙂
Hola, Caciba:
Muchas gracias por tu comentario en el blog de Literautas. Más o menos, enfocamos la cámara hacia el mismo ángulo.
Tu forma de escribir es muy pulcra, expresiva y dúctil.Felicidades.
Hola Caciba:
gracias por pasarte por mi relato cuando ya prácticamente nos hemos relajado todos, y gracias por supuesto por tu comentario.
Tu relato ¡me encanta! qué buen rato he pasado y, sobre todo, ¡qué nostalgia! he vuelto a mi adolescencia y juventud, cuando leía lo que el instituto me “obligaba” y que nunca quería reconocer ¡que me gustaba!
También me ha evocado al camarote de los hermanos marx, ¡qué risa! y me ha recordado a una situación “parecida” en una visita de trabajo.
¿has visto? yo siempre pienso que lo mejor de escribir es hacer disfrutar a quién lo lee. Gracias Caciba.
Muy ágil el texto, muy visual, según lo leía, iba viendo la escena, ¡y esos personajes! qué buenos, muy bien creados, un lenguaje totalmente adecuado para ellos.
¡Edificio y escena de Almodovar!
Muy bien hecho Caciba, nos encontramos en el siguiente reto.
Gracias otra vez por comentarme y gracias por tu trabajo.
Saluditos.
Que sorpresa, Caciba!!
Interesante muestra teatral, muy bien llevada. Me ha recordado a “Historia de una escalera” de Antonio Buero Vallejo, por esto de los vecinos, tan bien representados. Ese recorrido de ascensor da para mucho…Y al bajarse el telón/ascensor tu obra se merece un aplauso bien grande. 😉
Vamos, que te aplaudo la idea y su desarrollo. Un saludo.
Hola Caciba:
Me ha encantado tu historia. Es ágil en su lectura, correcta en su forma… Destacaría entre lo que más me gusta de tu pequeño texto teatral el cambio de ambientación que logras hacer sin salir del ascensor, como pasas de la compostura educada que todos mantenemos en sociedad a los verdaderos sentimientos que existen entre los vecinos de ese edificio para finalizar recuperando la compostura social.
En resumen te felicito por tu historia.
Un saludo.
Muy entretenida tu pequeña obra de teatro. Resulta tan realista que es facil imaginarse estar junto a ellos. Resultaria interesante que uno de los retos del taller en algun mes futuro fuera escribir en este formato. Te quedo muy bueno.
Felicitaciones, saludos y gracias por tu comentario en mi relato.
hola caciba
me encanto tu relato, muy entretenido. Hay una mirada critica hacia el comportamiento de las personas en sociedad y como esos modos de actuar entra rápidamente en crisis cuando las situaciones habituales son interrumpidas por circunstancias inesperadas revelando de esta manera una naturaleza mucho menos amable. muy buen relato y voy a seguirte de cerca, saludos!!!