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Reflejo a la eterna oscuridad - por drow_jack

Web: https://jackspits.wordpress.com/

Álvaro despertó exaltado. Aunque desubicado, aquel entorno le resultó familiar, yacía desnudo en el gélido gres de casa de sus padres. Estar como dios le trajo al mundo le incomodó de tal manera que pataleó hasta chocar de espalda contra una pared, o eso parecía. El muro era tan frio como el suelo y, a diferencia de este, no lo podía ver. ¿Qué lugar era aquel? Tanteó todo su entorno hasta cerciorarse de estar confinado en una celda trasparente posada en el salón de su infancia. Golpeó lo que no veía. Gritó con un retumbar ensordecedor. De alguna manera, estaba encerrado en un extraño recuerdo.

El eco de un llanto se escuchó desde una habitación. Álvaro fue sorprendido por las pisadas de su joven madre. Esta, preocupada, pasó junto a él sin atisbo de mirada. Álvaro no pudo evitar que se le vidriaran los ojos, hacía treinta años que no la veía y apenas la recordaba. El llanto cesó y, con un bebé en brazos, su mamá salió de la habitación. Era él. Era él apenas nacido.

La celda se elevó y los pies se le separaron del suelo. Se arrodilló en esa caja mágica temiendo ser aplastado por el techo que le cubría, pero Álvaro lo atravesó. Mismo piso, diferente situación. Se reconoció con ocho años y también a su padre consumido por el alcohol. Madre había muerto y padre lo sabía. Él, aún no. Le hubiese gustado consolarlo, pero dentro de esa celda era tan trasparente como ella. La ascensión continuó.

Siguiente planta, otra habitación. Dos cuerpos retozando bajo unas sábanas. Su primera vez.

Siguiente piso. Deslumbrado por el sol, la celda emergió en el asfalto de una autopista y esta aceleró por la carretera a gran velocidad. Solo dos motos que le flanqueaban mantenían el ritmo. Una la pilotaba él y la otra su amigo Juan. <<No —suplicó—. Otra vez no>>. El Álvaro encerrado gritó que pararan, que frenaran, pero sus berridos resonaron sin salir de ahí. Las motos zigzaguearon esquivando el tráfico, pero él ya conocía tan trágico destino. Cerró los ojos para no revivir el momento otra vez. Un frenazo y un crujido aterrador confirmaron entre llantos que aquello volvió a suceder. Juan volvía a morir.

Cuando abrió los ojos se descubrió estático en su piso nuevo. Un estruendo le advirtió que por la puerta principal entraba él con Samanta en brazos. Casados y enamorados.

Siguiente piso. Esta vez se alzó entre la graba de un cementerio. Unos albañiles sellaban un nicho tras introducir el féretro de su padre. Allí estaba él, llorando por duplicado, mientras su mujer embarazada consolaba a uno de ellos.

Un pestañear le transportó. Una sala de partos. Samanta daba a luz a su primer hijo. Vio cómo él mismo posaba al niño sobre el pecho de su mujer. Ahí volvió a nacer su familia. Recordó que no había palabra en el diccionario para describir tanta felicidad. Aquella vez las lágrimas fueron de alegría.

Otra sala de partos. Una niña.

Siguiente planta. El aniversario de sus hijos.

Siguiente planta. Él, cabalgando las nalgas de su secretaria.

Siguiente. Su casa. Su mujer lanzándole los trastos a la cabeza por semejante traición.

Siguiente planta. Solo, totalmente solo.

Siguiente. Álvaro, frente a su moto, borracho y de noche. Su último recuerdo. Arrancó y le dio gas. Esquivó un coche y esquivó otro. Solo ante la carretera. No había farolas que le guiaran en el camino, solo el faro de su moto. Más gas. <<Voy contigo Juan>>. La línea discontinua se descentró seguido de la continua, hasta divisar el oscuro vacío de un acantilado.

Última planta. El habitáculo que le clausuraba se solidificó, descubriendo así, su volumen cúbico. Las paredes etéreas se convirtieron en espejos y un túnel de infinitos reflejos surgió allí dónde girase la vista. Infinitos Álvaros desnudos, pero ninguno era idéntico a él. Ignoró los que parecían infantes e ignoró a los próximos a su edad. Observó a los ancianos, a los que pensaba que nunca iba a conocer. El reflejo más cercano era el de un viejo con pelo greñoso y blancuzco, brazos enjutos y barriga oronda. No reconoció el color de sus ojos y la estatura había menguado. Atónito, escudriñando aquel señor, el espejo se abrió ante él como las puertas de un ascensor. Donde había un Álvaro futuro, ahora había eterna oscuridad. Ante aquella negra incertidumbre, se volteó para descubrir a un único reflejo idéntico a él. Este, asintió sin él mover un músculo.

Álvaro salió.

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12 comentarios

  1. 1. María dice:

    Me gustó tu historia y la manera en que la contaste. Me resultó una lectura ágil y entretenida. No tengo críticas. Saludos

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 14:32
  2. 2. Frida dice:

    Hola drow_jack. Intenso relato, cargado de sentimiento. La culpa ocupa un gran protagonismo, así como las miserias del alma humana. Este mes he leído unos cuantos relatos, en los que la ascensión hacia un hipotético cielo o infierno, era el principal motor, pero inegablemente has sabido escapar de ese cliché y mostrarnos un relato descarnado, en el que la esencia del hombre es la gran protagonista.

    Me ha parecido muy original el hecho de que aparezca completamente desnudo y, es que estamos acostumbrados a esa mítica imagen del alma que es transportada con traje o un vestido, cuando lo cierto es que de la vida partimos igual que vinimos, sin nada, absolutamente nada.

    La parte final, esa especie de sala de los espejos, donde los otros yo que nunca será, está bellamente plasmada. Es como si no hubieses dejado nada al azar en este tapiz de la vida.

    Me ha gustado muchísimo. Tan solo he de hacerte un pequeño apunte y, es que al principio dices que ha venido tal y como dios lo trajo al mundo, ese Dios debería iniciarse con una mayúscula. Por lo demás, repito, excelente. Enhorabuena.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 13:16
  3. 3. Nic-Is dice:

    Hola drow_jack.
    Muy intenso y ágil. Me gustó mucho. El recurso clásico de ver pasar tu vida frente a tus ojos, lo has convertido en un ascensor original.
    Además, el ritmo que logras y el remordimiento del personaje crean un ambiente muy apropósito para tu historia.
    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 23:54
  4. 4. JORGE BLANCO dice:

    Hola drow_jack:

    Álvaro cara a cara a sus otros Álvaros, desnudo ante sí mismo y su pasado en aquellos hechos que más marcaron su vida. Muy metafórico. Algo así podría ser el examen de conciencia ante el juicio final.

    Magnífico relato bien llevado.

    Unicamente te apuntaría pequeños detalles que no lo desvirtúan.

    La grava (del asfalto) debe ser con uve.

    La frase “La línea discontinua se descentró seguido de la continua”, me resulta un poco confusa. Tal vez en lugar de “seguido” sería mejor decir “después”.

    Cuestión de gustos, pondría en lugar de “Álvaro fue sorprendido”, “Álvaro se sorprendió”. Insisto lo de gustos.

    Saludos.

    Escrito el 23 marzo 2016 a las 00:31
  5. 5. earendil dice:

    Saludos drow_jack.
    ¡Menudo relato!
    Se han escrito muchas historias este mes sobre el ascensor que sube a los cielos o baja al infierno, pero tú le has dado una vuelta de tuerca muy original al convertirlo en un transporte virtual de la existencia del protagonista.
    Entiendo que el último párrafo lo aclara todo. Él ve muchos yo futuros, pero en el momento crucial solo se identifica con su apariencia actual en el espejo, y sale de esa cápsula hacia la eternidad.
    En el aspecto formal he visto una falta de ortografía: “El muro era tan FRÍO”, frío con tilde.
    El lenguaje utilizado me parece muy correcto, fácil de seguir y de entender. Hay una serie de frases concisas que encajan muy bien con el estilo del texto, pues semejan flashes de una película, y nos dibujan muy bien esas escenas sin necesidad de demasiadas complicaciones. Has usado, sobre todo en la última parte, la aliteración como recurso linguístico para hacer avanzar la historia de manera muy rápida. Tal vez podías haber buscado más sinónimos a la palabra “siguiente”, pero entonces se hubiese perdido ese efecto de repetición sonora que has buscado (todo es cuestión de gustos).
    Me alegro mucho de haber pasado por aquí y disfrutar de tu magnífico relato, aunque destile tanta tristeza.
    Enhorabuena por tu trabajo.
    Nos leemos.
    P.D: gracias por tu comentario a mi relato. Estoy realmente encantada con él y eso anima a seguir superándose día a día.

    Escrito el 25 marzo 2016 a las 21:50
  6. 6. Denise dice:

    Qué tal, drow_jack. Tu comentario en mi relato me dio curiosidad por leerte. El relato tiene una serie de imágenes muy interesantes, y en general es correcto en casi todos los aspectos. Tiene algunas cuestiones puntuales que paso a comentar:

    “Álvaro despertó exaltado.” No estoy segura de que “exaltado” sea adecuado al contexto de “despertar”.

    “Aunque desubicado, aquel entorno le resultó familiar, yacía desnudo en el gélido gres de casa de sus padres.” Entre “familiar” y “yacía” hay un cambio de significado. Sería más adecuado usar un signo de puntuación que indique una pausa mayor que una coma: dos puntos, punto y coma o punto seguido.

    “Estar como dios le trajo al mundo…” Acaba de decir que estaba desnudo en la oración anterior. “Como Dios lo trajo al mundo”, aparte de ser una repetición innecesaria, es una frase trillada.

    “El muro era tan frio como el suelo y, a diferencia de este, no lo podía ver.” Cuando la conjunción “y” se usa en el sentido de “pero”, se coloca una coma antes: “El muro era tan frio como el suelo, y, a diferencia de este, no lo podía ver.”

    “De alguna manera, estaba encerrado en un extraño recuerdo.” Para empezar, el recuerdo no es de por sí extraño. De cualquier modo, creo que este adjetivo es innecesario.

    “Álvaro fue sorprendido por las pisadas de su joven madre.” La voz pasiva es mejor evitarla porque ralentiza la narración, además de que en castellano hay alternativas. En este caso particular, se puede usar la pasiva con “se”: “Álvaro se sorprendió [al oír] las pisadas de su joven madre.”

    “El llanto cesó y, con un bebé en brazos, su mamá salió de la habitación. Era él. Era él apenas nacido.” La referencia, en castellano, suele requerir que el referente esté cerca, de modo que sería mejor reformular: “Su madre salió de la habitación con un bebé en brazos. Era él.”

    “La celda se elevó y los pies se le separaron del suelo. Se arrodilló en esa caja mágica temiendo ser aplastado por el techo que le cubría, pero Álvaro lo atravesó.” En castellano se suele indicar primero cuál es el sujeto y, si no cambia, en las siguientes oraciones se omite porque se sobreentiende que sigue siendo el mismo: “La celda se elevó y los pies se le separaron del suelo. Álvaro se arrodilló en esa caja mágica temiendo ser aplastado por el techo que le cubría, pero lo atravesó.”

    “Una la pilotaba él y la otra su amigo Juan.” Cuando se omite el verbo para evitar repeticiones, es obligatorio colocar una coma: “Una la pilotaba él y la otra, su amigo Juan.”

    “<>.” Es mejor usar las comillas latinas en lugar de los corchetes angulares.

    “Un frenazo y un crujido aterrador confirmaron entre llantos que aquello volvió a suceder.” Por cómo viene el relato, conviene que el verbo esté en pretérito pluscuamperfecto: “…aquello había vuelto a suceder.”

    “Juan volvía a morir.” Lo mismo, sobre todo porque ese tiempo indica una acción puntual: “…había vuelto a morir.”

    “Cuando abrió los ojos se descubrió estático en su piso nuevo.” Cuando las proposiciones temporales van antes del verbo, se coloca una coma: “Cuando abrió los ojos, se descubrió estático en su piso nuevo.”

    “Allí estaba él, llorando por duplicado, mientras su mujer embarazada consolaba a uno de ellos.” No queda claro a quién consuela la mujer.

    “Este, asintió sin él mover un músculo.” En primer lugar, nunca va coma entre sujeto y verbo: “Este asintió…” En segundo lugar, las construcciones de infinitivo no lleva sujeto. Se usan cuando se sobreentiende que la acción la realiza el sujeto del verbo principal: “Este asintió sin mover un músculo.”

    Espero que todo esto te sirva de algo. Es un relato interesante con algunas imágenes muy buenas. Si te interesa, respondí a tu comentario en mi relato.

    Saludos!!

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 00:32
  7. 7. Cryssta dice:

    Hola drow_jack, he revisado ya demasiados relatos así que ahora me dedico a devolver visitas sin fijarme en los fallos, eso se lo dejo a otros, yo a disfrutar de la lectura.

    Tu relato me ha gustado mucho, le has dado un buen uso al ascensor ¡felicidades!.

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 19:29
  8. 8. Dianet dice:

    Hola Drow Jack

    Me ha encantado leer tu relato. Es intenso y sorprendente. A medida que iba leyendo me encontraba dentro del personaje, viendo lo que él ve “Su vida” Escribes genial!! Enhorabuena.

    Gracias por tu buenos consejos con el mío y como siempre digo, acepto todo lo que me digáis 😉

    Un saludo.

    Escrito el 27 marzo 2016 a las 19:38
  9. Muy buen relato. Una idea original que me ha sorprendido gratamente. Solo hay una cosa que no me ha convencido: la repetición, seguramente adrede, de “siguiente planta”. Por lo demás, todo perfecto.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 marzo 2016 a las 21:58
  10. 10. Caritobel dice:

    Hola drow_jack

    En lo técnico los compañeros ya han dado sus aportes —en especial creo que el comentario de Denise ha sido el más instructivos, incluso para mí — así que no puedo decir más al respecto. Pero si acerca de tu historia. ¡Que manera de engancharme! Plasmas con tanta naturalidad lo que le sucede al personaje que es muy fácil sentir lo que siente y ve. Al final lloré, soy bastante llorona en general, pero te juro que hay historias que hacen que uno se estremezca, y eso me pasó con esta. Un personaje cien por ciento humano, un relato que te acerca a esa naturaleza, y a todas las cosas que fuimos, somos y podemos ser; y en especial, creo, en las consecuencias que tienen nuestras decisiones a través de nuestra vida, metáforas bien logradas, y momentos únicos.
    Te felicito. Un placer leerte.

    Saludos.

    Escrito el 1 abril 2016 a las 06:31
  11. 11. drow_jack dice:

    Muchas gracias por los comentarios a todo el mundo. Paso a responder a algunos pero sin intención de menospreciar a nadie.

    Frida. Sé que Dios se escribe en mayúsculas. Me dejé llevar por mi vena laica; pero pensándolo mejor, es absurdo. Así que lo escribiré bien de ahora en adelante.

    Denise. Fui corriendo a rememorar que te había comentado. Confieso que fui un poco injusto aunque no pretendía para nada desprestigiarte. De hecho, no leí tu relato por casualidad, estás dentro de la lista de usuarios que sigo en el taller de cada mes, y no lo haría de no haber visto talento en ti.
    Como prueba de este talento me has dejado la corrección instructiva del mes. Excelente. Lo he aplicado casi todo en mi archivo personal. Paso a discutirte el motivo de lo que parecen errores.
    “Este asintió sin él mover un músculo.” lo escribí así porque el reflejo de Álvaro asiente, pero realmente Álvaro no se mueve, así que hablamos de dos sujetos en una misma oración, el Álvaro reflejo y el Álvaro persona.
    Dices: “.” Es mejor usar las comillas latinas en lugar de los corchetes angulares.
    ¿No es lo mismo? Incluso de haberse tratado de un lapsus y te refirieras a comillas inglesas, no acabo de entender.
    Y para sacar de dudas. Samanta abraza al Álvaro del recuerdo, no al viajante, pues este está confinado en ese “ascensor transparente” y no tiene contacto directo con nadie en todo el relato.

    Caritobel, me he quedado sorprendido con tu comentario, no me lo esperaba para nada; pero en parte me siento mal, suelo corresponder a mis comentaristas en sus relatos y no he visto rastro de tu participación. Gracias igualmente por tu lectura altruista.

    Espero veros a todos en el taller de Abril.

    Escrito el 5 abril 2016 a las 00:07
  12. 12. Isolina R dice:

    Hola, drow¬_jack:
    Perdona que llegue tan tarde a comentar. No he podido hacerlo antes.
    Quiero decirte que me ha encantado este relato tuyo. Tiene algunas imágenes muy buenas.
    No te haré sugerencias porque estoy de acuerdo en todas las que ya te ha hecho Denise y no voy a repetirlas.
    Enhorabuena.
    Saludos.

    Escrito el 14 abril 2016 a las 16:07

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