Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

EN CASO DE HOMICIDIO USE LAS ESCALERAS - por Arameo

Un sábado de 1986 Gerardo, Pepe y yo estábamos atrincherados en los arbustos del recibidor principal. La primera en entrar fue la señora Atkins. Afuera el sol era insoportable por lo que llevaba un sombrero bastante ancho y unas gafas oscuras.

La reconocí́ por Pasquín, su cachorro, y porque la señora Atkins era la mujer más gorda de todo el edificio. Si buscas obesidad en el diccionario, seguro encontrarás una foto de ella. Las suelas de sus sandalias negras rechinaban con el suelo haciendo un ruido desagradable, como cuando el maestro Atkins, su esposo, rayaba la pizarra con un gis del tamaño de un chícharo.

A pesar de ser sábado, no había rastros del Sr. Atkins. Pasquín ladró en dirección nuestra mientras se dirigían de la puerta principal hacia el primer ascensor, donde el viejo Petsy, el conserje, saludó a la Sra. Atkins cortésmente. Por fortuna pasamos desapercibidos para ambos.

Nosotros tres éramos los únicos niños del Rossumm. Al menos después de la desaparición de Agnes.

— ¡Oye! —Dijo Pepe— sosteniendo la cámara desechable que había tomado del bolso de su madre.

— Shhht —lo cortó Gerardo llevándose el dedo índice a la nariz—. Ya te lo dije. Esperamos que Petsy vaya al baño y que el recibidor este vacío. Después entramos en el ascensor número uno y vamos al sexto piso. Pasamos por la toma de aire abierta que atraviesa el cubo del ascensor dos, —Gerardo tomó aire, tratando de encontrar valor— bajamos por la escalerilla y revisamos la toma de aire de los pisos cuatro y dos hasta toparnos con algo.

Y así́ lo hicimos. La idea de ellos era encontrar indicios de Agnes. Según las leyendas del edificio, Agnes había desaparecido dentro. Geru tenía la teoría de qué se la había tragado el ascensor.

El piso seis, el pent-house, era un piso entero sin terminar, lleno de montículos de arena y cemento. Había trozos de madera y baldes metálicos por doquier. No había luces y las ventanas estaban cubiertas de papel periódico. Pasamos por la toma de aire abierta y comenzamos a bajar por la escalerilla. Yo iba primero.

A la altura del quinto piso, comencé́ a sentir un olor pestilente. Como a embutido podrido. Al llegar a la entrada de la primera toma de aire, tropecé con algo y caí sobre la parte superior del ascensor número dos. El fondo superior se venció con mi peso y caí dentro. Antes de que pudiera ponerme de pie algo pesado cayó sobre mí. Intenté levantarme pero el peso era considerable.

—Pepe, Geru quítense de encima demonios. —nada.

Logré empujar el cuerpo a un lado justo cuando sentí una sensación liquida recorrer mi cuello. Fue entonces que pude sentir el olor fétido nuevamente y una sensación viscosa surcando mi oreja derecha y llegando a la comisura de mis labios.

Escupí como loco, arrastrándome hacia una de las esquinas del elevador. Durante mi caída la lámpara había quedado apagada, por lo que una vez sintiendo la cámara de Pepe bajo mis piernas, la levanté, y apuntando directamente al cuerpo frente a mí hice varios disparos consecutivos.

Recuerdo a Agnes. ¿Qué cómo lucia? Imagine una calabaza de Halloween… después del 14 de Julio. Antes no podía imaginar lugar más estéril que un elevador. Ahora solo puedo pensar en los gusanos y las moscas… y ese maldito hedor a muerte.

Después de aquello todo es confuso. Recuerdo que la Sra. Atkins gritaba y pataleaba con sus rechonchos muslos. Yo ya estaba fuera, en el recibidor principal.

— ¡Esa maldita zorra! 14 años y ya con la traición tatuada por todo el cuerpo —gritaba— ¿Qué querían que hiciera? ¿Dejar que sedujera a mi marido así sin más?

Después me enteré que ella había golpeado a Agnes en la cabeza con un martillo, y aventado su cuerpo por el cubo del elevador dos desde el sexto piso. En cuanto a mí, claro que puedo subir a un ascensor. Tengo que subir al menos con alguien, y si hay escaleras ni siquiera es opción.

No sé cuánto tenga que hablar de esto Doc pero creo que pasar más de dos horas encerrado con un cadáver podrido a los 11 años me justifica con creces la pequeña paranoia, y si me disculpa tengo que volver a mi casa de dos plantas, y gran escalera, en los suburbios. Lejos de los edificios, los ascensores y las mujeres obesas.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. Diana Arnau dice:

    Buenas!

    Me ha parecido muy interesante tu relato y oscuro aunque apareciesen niños. Me gusta que un texto sea así de imprevisible. Creo que está bien redactado y me ha gustado bastante.

    Felicidades!

    Un saludo!

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 14:48
  2. 2. María Kersimon dice:

    Hola.
    El texto tiene un ritmo trepidante. Me ha encantado la descripción de la señora obesa. Se entiende que esto lo está relatando al psiquiatra, que es una idea muy buena, pero no visualizo muy bien a la señora gorda gritando y pataleando. Me imagino que fue cuando se la llevaba la policía pero no queda muy claro. Está bien escrito. No he visto faltas. Un saludo.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 16:29
  3. 3. Dianet dice:

    Hola
    Me gusto la historia de la joven muerta y los niños buscando su cuerpo. He de decirte que me quede pensando donde estaría el señor Atkins. Por lo de más, esta muy bien escrito.

    Un saludo.

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 17:52
  4. 4. Don Kendall dice:

    Hola Arameo,
    Me gusta este relato. Me enganchó por la complicada simpleza de su estructura ;-).Está todo donde tiene que estar. Y lo digo con todo el respeto a los comentaristas anteriores. Hay algunos detalles, acentos que faltan. Quizá “una sensación” esté muy cerca de “una sensación”, pero en general me gustó. Tiene garra.
    Gracias por compartir

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 20:56
  5. 5. Werchy lam dice:

    Hola Arameo,
    Me ha gustado la historia en sí, es original y tiene fuerza pero hay detalles que pulir. Rosseaum, Pent-House, Petsy y Pasquin, además de los tres protagonistas y la señora Atkins. No sé, ceo que son demasiados nombres. En el caso de los dos primeros, te refieres a los nombres de los edificios?. el conserje no va a intervenir más, por lo tanto es innecesario que nos digas su nombre, y el del perro, bueno, también es intrascendente, sobre todo porque tienes, y tenemos,muy poco espacio. No ha lugar a desarrollarlos a no ser que hagas una breve descripción que nos llame mucho la atención para dibujar un cuadro de personajes. Y “Doc” he tenido que leerlo dos veces para entender que es el doctor.
    A mi me ha resultado confuso lo del cubo del ascensor y el trayecto que hacen los jóvenes. Entiendo que hay dos ascensores y una comunicación de ventilación entre ambos pero esa imagen no se ve bien.
    Luego hay algunas cosas de puntuación como;
    “Pepe, Geru quítense de encima demonios-nada”
    No sería mejor: Pepe, Geru,¡quítense de encima demonios!
    Y ese “nada” como no forma parte del diálogo debe ir aparte, en el siguiente párrafo.
    Pero repito, la idea es muy buena solo hace falta revisarlo y pulirlo más.
    Siento ser la primera que te digas cosas en contra, pero es que decir siempre que está bien todo no nos hace aprender. Te invito a pasar por el mío y darme “pal pelo” si no te gusta. Soy el 82.
    Un abrazo.
    Nada.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 12:13
  6. 6. Oda a la cebolla dice:

    Hola, Arameo. El contenido de tu relato no me ha parecido nada malo, aunque sí veo alguna que otra cosa en el continente. Debes revisar el montaje de diálogos: quitar algunos, cambiar en ellos otras frases, empezar con minúscula tras la raya, etc. Me resultan un tanto complicados de leer los escritos donde nombras a Gerardo, y no me cuadra nada la frase de Pepe y Geru (la que ya te apuntan por aquí arriba). No hay buena construcción.
    En cualquier caso, te felicito por haber tenido una original propuesta. Saludos. ¡Seguimos leyéndonos!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 21:39
  7. 7. Oda a la cebolla dice:

    Hola, Arameo. Aclararte que al referirme a que debes corregir el empiece con minùscula tras la raya de diàlogos, es en el caso del ‘Dijo Pepe’ que has escrito. ¡Saludos, de nuevo!

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 12:44
  8. 8. Caritobel dice:

    Hola Arameo.

    En cuanto a lo técnico, debo decir que Werchy lam y Oda a la cebolla, comentaron con exactitud lo que hace falta. No voy a reiterar.

    Sin embargo, más allá de las cosas para pulir, me resultó un muy buen relato. Me gusta la intriga que emplea, como te va llevando al final, incluso te puedo jurar que vi el cadáver de la niña. Si que también se me hizo enredado el trayecto de ascensor en ascensor, pero no impidió entender el resto. Me pareció original y algo oscuro. Y sin dudas me atrapó por lo inesperado.

    Te felicito.

    Saludos.

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 20:54

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.