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Una situación incomoda - por Karen Katina

Web: https://fuertesconvicciones.wordpress.com/

Baje del auto y corrí por el sótano hasta el ascensor, una vez allí miraba al suelo, al panel con números iluminados, al espejo; cualquier cosa con tal de distraerme de lo lento que iba subiendo el maldito ascensor.
“¡Ay que urgencia!” — Me quejé —. “¿Por qué tiene que ir tan lento?” son solo catorce pisos, no es una altura tan insalvable aunque, tal vez en vista de mi situación estoy sobre-dimensionando las cosas.
“¡Vamos, vamos! Muévete más rápido pedazo de armatoste.”
“Bing” se detiene y el ruido de las puertas abriéndose en el vestíbulo hace que suelte un gemido desesperado.
¡Genial, otro retraso! ¡Necesito llegar YA!
— Buenos días Carmen —. Es mi vecino, el guapote de mi vecino, el que siempre coqueteo cada vez que me lo encuentro cuando salgo a trabajar acaba de subir también.
—Buenos días Gabriel —. Le respondo con los dientes apretados.
— ¿Estás bien? Estás sudando y te ves algo pálida.
—Sí, si estoy bien. Solo tengo calor —. Mentí.
El gesto de su rostro mostró claramente que no me creyó.
¡Ay! Gimo y me llevo las manos al vientre.
“Disimula, disimula” me digo a mí misma lo último que quiero es que Gabriel sepa el verdadero motivo de mi malestar.
Debí rechazar el plato de frijoles, pero la comida mexicana es tan deliciosa, y ¿Qué mierda son los frijoles después de todo? Debí buscar en la aplicación de diccionario de mi móvil qué eran, antes de comerlos.
Ahora estoy aquí: sudando frio, con un dolor terrible en la panza, en un ascensor que tarda más que tartamudo leyendo la biblia, y acompañada del vecino que me gusta.
¡Qué mala suerte la mía!
—Vaya clima loco que está haciendo ¿no?—me dice Gabriel con su espectacular sonrisa.
—Ujumm— apenas y contesto; ¡décimo piso, gracias a Dios! Solo faltan cuatro más
Undécimo.
Doceavo… “Bing” se detiene y las puertas se abren.
La señora Dolores y su perro terrier están allí a punto de subir con un pasito decididamente lento.
— Al vestíbulo joven, por favor— dice la anciana, mientras jalona a su perro para entrar—. Agus, cariño haz caso a mami sube al ascensor.
—Lo siento señora, va de subida, tendrá que esperar a que vuelva— responde Gabriel.
Un nuevo retortijón se apodera de mí. ¡No aguanto más! Voy a salir e iré andando.
—Permiso — digo a la mujer que sigue forzando a su perro a entrar y obstaculiza mi camino. Si no salgo pronto de aquí mi cuerpo me va a jugar una traición que me avergonzará para toda mi vida.
—Señora, por favor déjeme salir —desesperada trato de apartarla.
Pero entre mi lucha por salir y la lucha de la anciana con el perro, sin darme cuenta la correa del animal se enreda en mis piernas haciéndome caer de culo contra el piso de del ascensor.
¡Qué vergüenza!
Y no me refiero solo al haberme caído, sino que asustada de la caída, mi miedo desemboco en mi estómago y de allí recorrió un largo camino por todo mi intestino para finalmente alojarse en la parte trasera de mis pantalones y con su fétido olor delatarme con mis vecinos.
Después de esta experiencia evito los ascensores concurridos, las vecinas ancianas con mascotas caprichosas y vecinos atractivos con maravillosas sonrisas, no sea que la conjunción de todos esos elementos me cause estrés postraumático y acabe nuevamente con un desastre en mis pantalones.

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5 comentarios

  1. 1. tyess dice:

    Oh, una tragedia, no me lo esperaba. Me gusta la facilidad con la que fue desarrollándose hasta llegar al fatal desenlace.
    Sin embargo, veo que cambiaste del tiempo presente al pretérito en algún momento, y entiendo que esa conclusión casi que lo requiere, pero no queda bien, quizá habría estado bien toso en pasado.

    Dato curioso: ignoro cual sea el contexto, pero la idea de buscar “frijoles” en el diccionario me pareció ¿surrealista? 😛

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 20:20
  2. 2. karen katina dice:

    Hola Tyess
    agradezco tu comentario , tienes razón en cuanto al los cambios de tiempo.
    Reconozco que este no es mi mejor relato le falta pulirse un poco mas pero no quise quedarme sin participar y es que quise aplicar al reto y desvié un poco la historia que pretendió mucho mas sencilla y tal vez ¿divertida?
    sin embargo esto fue lo que salio. tendré en cuenta lo que me dices y pretendo mejorar para la proxima.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 16:49
  3. Hola Karen. Aquí dejando mi comentario, así que vamos a eso.

    FORMA.
    En la forma existen algunas cositas que creo ya las sabes dado que tú misma afirmas que no es de tus mejores relatos (¿Cómo estarán los mejores?)

    En primera, las líneas de la chica entre comillas entiendo que son pensamientos, pero la acotación dice lo contrario.

    “¡Ay que urgencia!” — Me quejé —. “¿Por qué tiene que ir tan lento?”

    En este diálogo: eliminar espacios después de la raya, “respondo” en lugar de “Le respondo” Y en minúscula ya que es un verbo de comunicación, al igual que “mentí”. Quedaría así:

    —Buenos días Carmen. —Es mi vecino, el guapote de mi vecino, el que siempre coqueteo cada vez que me lo encuentro cuando salgo a trabajar acaba de subir también.
    —Buenos días Gabriel —respondo con los dientes apretados.
    —¿Estás bien? Estás sudando y te ves algo pálida.
    —Sí, si estoy bien. Solo tengo calor —mentí.

    También, después del diálogo va un espacio y luego la raya pegada a la acotación.

    —Al vestíbulo joven, por favor —dice la anciana, mientras jalona a su perro para entrar—. Agus, cariño haz caso a mami sube al ascensor.
    —Lo siento señora, va de subida, tendrá que esperar a que vuelva —responde Gabriel.
    Un nuevo retortijón se apodera de mí. ¡No aguanto más! Voy a salir e iré andando.
    —Permiso —digo a la mujer que sigue forzando a su perro a entrar y obstaculiza mi camino. Si no salgo pronto de aquí mi cuerpo me va a jugar una traición que me avergonzará para toda mi vida.
    —Señora, por favor déjeme salir —Desesperada, trato de apartarla.

    CONTENIDO
    Ha sido una buena comedia, aunque me da pena ajena por la pobre chica, jajaja. A mí si me parece bien colocada la palabra diccionario, muchas personas fuera de latinoamerica, no saben los “efectos secundarios” de consumir frijoles si su organismo no está acostumbrado.

    Creo que la angustia de la protagonista está bien retratada y el narrador en primera persona nos hace vivir esa truamática experiencia y la conclusión final, totalmente absurda, es la cereza del pastel para terminar agarrándote el estómago, pero no del dolor sino d ela risa, muy buen logrado.

    https://milcuentosdeamor.wordpress.com/
    P.D. Empecé a seguir tu blog.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 22:18
  4. 4. Leonardo Ossa dice:

    Hola Karen Katina, has fotografiado con exactitud el afán de la protagonista. Me pareció muy bien llevada la historia.
    Mi estomago socioantropológico de paisa me hace temer la condimentación mejicana, jajajaja.
    En está oportunidad no pude participar.
    Hasta pronto.

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 02:34
  5. 5. karen katina dice:

    Hola Leonardo.
    Gracias por tu comentario, fue una lastima no encontrar un relato tuyo por aquí, pero sera para la próxima.

    Escrito el 2 abril 2016 a las 17:06

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