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Más dura será la caída - por Sergio Mesa

Web: http://miesquinadelring.com/

La luz del ascensor le quemó los ojos cuando despertó sobresaltado.
– ¿Dónde estoy?
Un hombre joven, vestido con un impoluto uniforme blanco, le sonrió tendiéndole la mano.
– ¿Es usted Fernando Aguirre verdad?
– ¿Dónde estoy?
– No se preocupe por eso ahora. ¿Sería tan amable de entregarme la llave?
– ¿Qué hablas, sonado? ¿Dónde estoy? ¿Quién mierdas eres?
– Me llamo Pedro –dijo el ascensorista señalando la pequeña chapa dorada con su nombre que llevaba en la solapa-. Y cuanto antes me de esa llave que tiene en la mano antes saldrá de aquí.
– Pero, ¿de qué me estás hablando? –Fernando se incorporó como pudo y al agarrarse al pasamanos que rodeaba todo el contorno del ascensor se dio cuenta de que efectivamente tenía una pequeña llave en la palma derecha. La miró sin reconocerla. Era una llave normal y corriente, como la de cualquier puerta. Más por desdés que por obedecer se le entregó.
– Muchas gracias –dijo el tal Pedro inclinando la cabeza. Se giró hacia la botonera del ascensor, que era enorme, metió la llave en una ranura que había en el centro y pulsó el botón que se iluminó a continuación. El ascensor empezó a moverse. Subían.
– ¿Me vas a decir dónde estoy?
El ascensorista sacó la llave de la cerradura, y la añadió a un enorme llavero que colgaba de su cinturón, mientras respondía.
– Lo importante no es dónde estás, sino a dónde vas.
– ¿Me estás vacilando, gilipollas?
– No hace falta insultar. Se lo digo en serio. Resulta que está usted amigo.
– ¿Pero qué mierdas estás diciendo, retrasado? –Fernando levantó el puño y dio un paso hacia el otro-. ¿Qué es esto? ¿Una puta broma? -el otro ignoró la amenaza-.
– Acaban de atropellarte, una mujer. Te arrastró más de quinientos metros enganchado al parachoques. Cuando llegó la ambulancia ya no había nada que hacer. Echa un vistazo.
Fernando intentó dar otro paso, pero la memoria volvió como pedazos de cristal roto. Recordó el coche, el sabor de la sangre en la boca, el llanto de la conductora, los gritos de la gente, el calor del radiador en la cara. Se giró hacia el enorme espejo que había en el fondo del ascensor y por poco no se desmalla. Estaba desnudo y tenía la cara y el pecho destrozados. No le dolía nada, pero podía ver algunos huesos expuestos y cientos de heridas abiertas, casi no podía reconocerse a sí mismo.
– ¡Esa puta traidora me las va a pagar!
– ¿Traición? –el ascensorista enarcaba las cejas-.
– Sí, traición. ¿Qué pasa? ¿No has llegado a la puta “T” del diccionario? Yo la quería y esa mala puta me mató.
– Bueno puede que los cardenales y las amenazas de muerte la ayudaran un poco a decidirse.
– Eso es mentira –Fernando volvía a gritar-. Yo la quería. Me dijo que yo iba a ser el primero y el último.
– Ya.
– Le regalé de todo. ¿Y para qué? Para que al final intentara dejarme tirado para irse a estudiar a la Universidad de Su Puta Madre con sus amiguitas.
– Tremendo.
– Yo la quería, joder. Le dije que era feliz con ella, que estaba como a tres metros sobre el cielo.
– Como en el libro de Moccia.
– No, como en la peli de Mario Casas.
– Ah, vale… – el otro iba a añadir algo pero en ese momento sonó el timbre y el ascensor se detuvo-. Pues nada, ya estamos.
Las puertas se abrieron y la claridad cegó a Fernando. Ante él se extendía una enormidad de nubes. Ante las puertas abiertas comenzaba una escalera de cristal que ascendía serpenteante por la enormidad algodonosa hasta una ciudad de plata.
– Ale, tu destino te espera –dijo su acompañante dándole una palmada en el hombro-.
– ¿El Cielo? –exclamó asombrado-. ¡Lo sabía! Los que amamos de verdad vam…
No acabó la frase porque en cuanto dio el primer paso fuera del ascensor la escalera se desvaneció y cayó a pico.
– Pues va a ser que no –Pedro sacudía levemente la cabeza mientras lo veía caer. Suspiró y se acercó a la botonera y pulsó el último botón de la parte inferior, que era de color rojo con un tridente dibujado. El interfono emitió un zumbido.
– Va bajando uno. Fernando Aguirre –el zumbido respondió-. Sí, un machote –otro zumbido-. Sí, desde lo más alto. Ya sabes la manía que les tiene.

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15 comentarios

  1. 1. Sergio Mesa dice:

    buenas compañeros!
    que bueno estar por aquí de nuevo, que ya llevaba unos meses con la cabeza en otra parte 😉
    para variar, el relato lo escribí a ultimísima hora … de ahí errores flagrantes como el asunto de los sustantivos y las interrogantes ¬¬!
    la idea de San Pedro como un ascensorista me pareció graciosa y bueno… dio para lo que habéis leído. espero que os haya gustado.
    procuraré comentar “como Literautas manda” los tres relatos siguiente y leer y comentar la menos los diez siguientes. allá vamos!
    un saludo, nos leemos
    Sergio Mesa
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 14:58
  2. 2. Bergroth dice:

    Hola Sergio Mesa.
    Es la primera vez que participo en un taller de escritura. Así que haré lo mejor que esté a mi alcance.

    Me gustó mucho la idea. Muy creativo. Fantástica toda la escena, pero “traición”, “traidora” y “diccionario” me parecen bastante forzados. Interrumpió una buena trama para meter algo por compromiso. Leí que lo escribió a última hora y aun así me gusta. Para cuando le dedique tiempo hará algo mucho mejor.
    La palabra “desdés”, no recuerdo antes haberla visto. ¿Sería “desdén”?
    Buen trabajo.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 21:25
  3. 3. DavidRubio dice:

    Gustazo de leerte de nuevo, Sergio
    El pobre se llevó un chasco sobre chasco. Me ha gustado el desparpajado con el que lo has narrado. A nivel formal he visto varios errores de puntuación, como lo escribiste rápido seguro que los corregirás tú solo en futuras revisiones.
    A nivel de fondo, no he terminado de comprender el por qué va al infierno, parece deducirse que era un tanto machista pero quizá habría que idear un motivo más potente.
    Un abrazo

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 18:20
  4. 4. Marcelo Kisi dice:

    Hola Sergio, tanto tiempo!

    Qué bueno que andes por aquí nuevamente. Mil gracias por tu comentario, me alegró mucho que te gustara mi relato.

    El tuyo me hizo sonreír con ganas con el final. Comparto con DAvidRubio que hay que dibujarle un pecado un poco más fuerte a ese macho. Igual, el final me terminó de explicar el carácter violento del personaje. Si no, no se entiende por qué habla tan agresivamente ya desde que se despierta, a pesar de que no se acuerda cómo llegó ahí, es decir, se tendría que sentir un poco más desamparado, más que envalentonado. Sobre todo cuando ve su cuerpo destrozado, y más todavía cuando llega a la conclusión de que ha estirado la pata.

    Pero de nuevo, buen relato, y con San Pedro ascensorista me mataste. Felicitaciones!!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 21:41
  5. 5. Paola dice:

    Hola Sergio

    Nos hemos vuelto a encontrar antes de lo que esperábamos!

    El relato está bien pensado aunque no acabo de entender porqué tiene la llave en la mano.

    Al principio pensé que se trataba de un loco que había arrancado la llave del tablero. Me pasó como a tú personaje, tardé en entender que estaba muerto!

    He disfrutado con el relato.

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 12:35
  6. 6. Sergio Mesa dice:

    muchas gracias a los cuatro por pasaros a dejarme unas palabras 😉
    sí Bergroth, a ese “desdén” le sobra una ese y le falta una ene, cosas del directo. sobre lo que comentas de las palabras… pues no sé, a mi me parecen bien integradas xD. un poco cerca una de la otra, lo que puede hacer que a quien conozca las normas del taller le llamen la atención, pero creo que van bien integradas en el relato.
    Maese DavidRubio, pues sí cuanto tiempo. un placer estar de vuelta, aunque esto haya cambiado un poco desde la última vez y ya casi no encuentre “caras conocidas”. te prometo que para cuando lo cuelgue en el blog habré hecho una buena revisión. en cuanto a la razón de la condena del protagonista… pues a lo mejor fui demasiado sutil, pero no va al infierno por machista, sino por maltratar física y psicológicamente a su pareja hasta llevarla a coger un coche y pasarle por encima (lo cual tampoco la dejará a ella en buen lugar para estos menesteres, pero esa es otra historia).
    Marcelo, espero que con lo explicado arriba lo veas un poco más claro. en cualquier caso intentaré pintar mejor ese cuadro para la versión final. un placer igualmente amigo.
    Paola, lo ves? te dije que nos volveríamos ver pronto. no navegamos tan lejos uno del otro, por muy ancho que sea el mar 😉 el relato es algo confuso a propósito, el protagonista está fuera de lugar y la idea es que el lector vaya entendiendo lo que pasa a la vez que él. me alegra que te gustara

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 21:15
  7. 7. Caritobel dice:

    Hola Sergio.

    Vamos por lo formal

    “Y cuanto antes me de esa llave que tiene en la mano antes saldrá de aquí.” Yo optaría por no repetir otra vez antes en la misma oración, diría tal vez “más rápido saldrá de aquí” o algo así.

    Creo es “desmaya”, y no “desmalla”.

    No soy la reina de los signos de puntuación (en realidad voy aprendiendo), pero te voy a dar dos ejemplos para ayudarte- eso espero-.

    “Fernando se incorporó como pudo y (pondría coma aquí) al agarrarse al pasamanos que rodeaba todo el contorno del ascensor (pondría coma aquí) se dio cuenta de que efectivamente tenía una pequeña llave en la palma derecha.”

    “La miró sin reconocerla. Era una llave normal y corriente, como la de cualquier puerta. Más por desdés que por obedecer se le entregó”

    Yo dejaría esta oración así: “La miró sin reconocerla, era una llave común y corriente, como cualquier otra. Más por desdén que por obediencia se la entregó.

    Realmente creo que a esta oración “Resulta que está usted amigo.” le falta algo para darle sentido, porque no se que quiso decir Pedro aquí.

    “– Eso es mentira –Fernando volvía a gritar-. Yo la quería.”

    Para más énfasis en eso de gritar, yo le pondría signos de admiración a lo que dice Fernando.

    “– Va bajando uno. Fernando Aguirre –el zumbido respondió-. Sí, un machote –otro zumbido-. Sí, desde lo más alto. Ya sabes la manía que les tiene.” ¿Es que Pedro sabe traducir zumbidos? que ponga subtítulos. La última frase ” ya sabes la manía que les tiene” ¿ A qué se refiere?

    “– Ale, tu destino te espera” ¿No que era Fernando? 😉

    Bueno, en cuanto a la historia ya he leído al menos cinco historias con esta, que meten la idea de un ascensor al cielo o al infierno. Y en particular esta no gana por la originalidad.los diálogos me parecen un poco pobres -vamos no deja de decir puras malas palabras- y al personaje principal le hace falta un poco más de reacción verosímil. No puedo creer que se vea destrozado y el tipo reaccione así como enojado con su pareja. Y no lo angustie estar muerto- y “hecho pipa”-
    Supongo que intenta rayar lo tragicómico, pero le falta un poquito para lograrlo, porque sino me resulta que queda en la nada, ni cómico ni trágico.

    No sé si uno puede ir al infierno o no por ser un golpeador pero, para agregarle más “énfasis” a ese pecado, marcaría un poco más que maltrataba a su mujer y por eso ella decidió matarlo.

    Lo de Federico Moccia y Mario Casas me gustó, qué le voy a hacer. Lo hace más bruto al pobre. Eso si que me causó gracia.

    Me quedó con que podría haberte salido mejor, entonces esto te tiene que animar a ponerte con más empeño para la próxima, porque hay potencial para algo mucho más pulido.

    Encantada de leerte. Saludos.

    Escrito el 23 marzo 2016 a las 05:16
  8. 8. Nuria GR dice:

    Hola Sergio, a diferencia de mis compañeros, a mí me ha quedado muy claro el porqué de ir al infierno, de hecho al leer que llegaban en el ascensor a la “enormidad algodonosa” he pensado “¿pero cómo puede ir al cielo siendo un maltratador”, luego he leído lo de la caída.
    Sí estoy de acuerdo en la falta de algunos signos de puntuación y en que los diálogos se podrían trabajar un poco más.
    Espero volver a leerte en el futuro.
    ¡Saludos!

    Escrito el 23 marzo 2016 a las 23:57
  9. 9. Aitor Diaz dice:

    Hola Sergio,

    Un placer leer tu texto, me ha encantado. No creo que tenga los conocimientos suficientes para realizar una corrección formal, pero te transmito algunas impresiones personales.

    Los párrafos donde desvelas el atropello y los diálogos posteriores son la parte que más he disfrutado (muy buena referencia la de los 3 metros sobre el cielo…), aunque el parlamento del protagonista se me ha hecho un tanto repetitivo al principio del texto. Igualmente, hay un par de palabras (p.ej. “enormidad”) que aparecen, bajo mi punto de vista, demasiado cercanas entre sí.

    Una gran escena!!

    Un abrazo!!

    Aitor

    Escrito el 25 marzo 2016 a las 05:59
  10. 10. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Sergio. Que bueno que regresas al taller; Extrañaba tus trabajos. Este en particular me dejó riendo con el deleite de lo bien fraguado. Mira que utilizar a San Pedro como el personaje ejecutor. Hay un dicho que dice “genio y figura hasta la sepultura”, hoy con tu relato aprendí otro final, “hasta la eternidad”. Cuando finalmente el ascensor llega a las paradisiacas nubes donde mora el cielo y describiste la escalera de cristal y el resplandor divino, me dije, no puede ser Fernando no se lo merece. Que gran final me endilgaste. caí redondito en tu engaño. Te felicito. Espero seguir leyéndonos.

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 23:09
  11. 11. Wolfdux dice:

    Hola Sergio, una historia que se va descubriendo y uno va atando cabos a medida que se va acercando el final. Me ha gustado mucho.

    Solo una cosilla: en estos dos diálogos has escrito una raya tras el inciso que no debería ir ahí. “– ¿Pero qué mierdas estás diciendo, retrasado? –Fernando levantó el puño y dio un paso hacia el otro-. ¿Qué es esto? ¿Una puta broma? -el otro ignoró la amenaza-.” y “– ¿Traición? –el ascensorista enarcaba las cejas-.”

    Un saludo.

    Escrito el 28 marzo 2016 a las 22:22
  12. 12. Cryssta dice:

    Hola Sergio, gracias por pasarte por mi relato. Aquí estoy yo, devolviéndote la visita y encantada de haberlo hecho.

    Ya te han dicho los compañeros algunas cosas de las que yo he visto que se podían mejorar, te digo otras:

    – “Y cuanto antes me dé esa llave”

    – creo que quedaría mejor decir “Cuando Fernando intentó dar otro paso, la memoria volvió fragmentada, como pedazos de cristal roto”

    – una coma tras “– Bueno”

    – repites “Ante” y “enormidad”

    Tengo que decirte que la frase final “Ya sabes la manía que les tiene” me ha encantado. Si muchas veces la justicia humana falla, al menos que no lo haga la divina. Tu relato, con algunos retoques, quedaría muy bien en mi proyecto. Te dejo mi mail por si quieres que te cuente cryssta@telefonica.net

    Escrito el 30 marzo 2016 a las 08:29
  13. 13. KMarce dice:

    Saludos Sergio:

    De nuevo, bienvenido. En cuanto leí tu nombre en el listado, pensé que deberías ser una lectura obligada.
    Antes de darte mi “veredicto”, con algunos errores de dedo en cuanto a ortografía o redacción, siendo lo visual que soy, me ha causado una impresión de irrealidad el hecho de ser arrastrado medio kilometro. Porque esto debió ser entonces una calle solitaria, en bajada y el auto sin frenos… claro, luegoi comprendí que su arrollamiento fue con todo próposito y alevosía. Pero aún así, quinientos metros es demasiado aún para mi fértil imaginación.
    Para mí no hay razonamiento mayor para no ir al cielo, es decir, se supone que solo los justos van al cielo… y justo no hay ninguno. Y el único que justifica al pecador es Jesús (Hebreos 10:19) y a los que no lo conocen, lo que no saben quién es Jesús, con la ley de conciencia (segun Romanos 2: 12-16)… pero fuera de dar cátedra teólogica, nadie esperaba que semejante individuo se fuera al “cielo”, así que ese despeñadero me ha causado una sonrisa (¡que mala soy!) Y tal como tú dices, ella tampoco fue muy noble, pero esa es otra historia.
    Me ha gustado ese simbolismo que nosotros nos llevamos la llave…y reconocer a Pedro fue de inmediato, así que ya me veía la idea, pero pensaba, pués si que Pedrito es santo, porque con ese majadero, yo le doy de tunda…
    Muy disfrutable tu relato. Sigue los buenos consejos si deseas corregirlo y de nuevo, se bienvenido. Te esperamos para el próximo reto. ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 marzo 2016 a las 21:34
  14. 14. Peter Walley dice:

    Hola Sergio,

    Buen relato, hay unas pocas erratas pero según va avanzando va estando cada vez mejor. La personalidad del protagonista está muy bien dibujada y los diálogos son muy naturales.

    Me ha hecho gracia el comentario sobre Federico Moccia y Mario Casas, y el final con ‘Lo sabía, los que amamos de verdad vam…’, muy divertido.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 2 abril 2016 a las 17:16
  15. 15. José Torma dice:

    Mi estimado Sergio, un placer recibir tu visita y uno mas grande leerte.

    Tu eres original, tus escritos sudan tu yo interno y eso se nota, la velocidad, el lenguaje a mi me divirtio mucho, es como un paseo en montaña rusa.

    Si bien por las prisas hay cosas formales que trabajar, a mi me queda ese gusto de que al final, no todos van al cielo. Tambien me brincaba mucho en la mente el medio kilometro que fue arrastrado, antes quedo algo reconocible jaja.

    Como siempre un gustazo disfrutar tus historias.

    Saludos.

    Escrito el 5 abril 2016 a las 19:53

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