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La última escena - por Ardnajela Etano
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LA ÚLTIMA ESCENA
Arlexis intentaba hacer entender a Yubulanga que ya no se podían quedar un minuto más allí.
Imprevistamente una serie de bombas láser habían comenzado a bombardear el lugar.
Desde hacía un tiempo la comunidad mutante Altaequis venía rompiendo el equilibrio cósmico de algunos lugares de la galaxia, y ya no se podían mover con la misma tranquilidad de antes.
La función quedaba en stanbay, pero no así los entusiastas y comprometidos comediantes, que habían hecho grandes esfuerzos para reunir tiempo y recursos.
Arlexis era un ser galáctico joven y vital. Su mirada estaba puesta en llevar entretención y un mensaje de esperanza a través de los divertidos personajes que había creado.
Uno de ellos era Yubulanga, un simpático conejito saltarín de largas orejas y sombrero de copa, el cual se había hecho muy conocido en diferentes partes del universo, y se había convertido, aún sin quererlo, en símbolo de alegría y esperanza para ese mundo tan adelantado como deprimido.
Yubulanga era el personaje central de la comedia, y quien lo representaba, era una linda joven llamada Prixcila, quien se había mimetizado de tal manera con el personaje, que ya le estaba provocando problemas de identidad.
La compañía de teatro había trabajado mucho para poner en escena la última historia creada por Arlexis, la cual se llevaría a cabo en el mejor escenario del universo: La luna; aquel hermoso, romántico y antiguo satélite, deseado por tantos otros artistas.
La luna poseía muchas características que le hacían muy codiciable para los creativos galácticos, una de ellas, y las que más amaba Arlexis, era aquel imponente telón gris-blanquecino; desolación alucinante que, golpeaba fuertemente su alma sensible. Hasta allí habían llegado las lánguidas miradas de interminables poetas enamorados, quienes le habían convertido en un ícono de romanticismo y misterio.
Pero ahora, aquel escenario solitario y remoto se veía intervenido por rayos de violencia y odio ¿Qué había pasado con aquel lugar? ¿Qué estaba pasando con el cosmos hasta hace poco, lugar tranquilo y seguro?.
Arlexis no se lo podía explicar. Mientras, Yubulanga corría de un lugar a otro, indiferente y ajena a las preocupantes circunstancias que estaban viviendo. Ella estaba viviendo su momento, ella estaba disfrutando de esta gran experiencia, ella tenía un rol que le hacía entender otras cosas, y recibir impresiones más profundas. Pero, su alma se había prendado, casi sin darse cuenta, de aquel joven que le miraba con curiosidad e interés.
Escondidos tras unas enormes dunas, la mayor parte del grupo capeaba los disparos. Estaban sin saberlo viviendo un momento que haría historia, y aún así, una especie de liviandad y humor gobernaba sus acciones, desprendidas de todo temor.
Los comediantes ya no podían distinguir la realidad de la ilusión; la luna exhalaba un hálito letal que penetraba lentamente en sus mentes confundiendo sus pensamientos y sentido de ubicación ¿Qué estaba ocurriendo? La luna, aquella blanca, fría y distante luna, como una deidad enloquecida se levantaba contra el ataque, emanando sus mortíferas fragancias.
De pronto, Prixcila aparecía vestida con su atuendo de conejo, sorteando con gran intrepidez los disparos que la comunidad Altaequis le asertaba, Arlexis intentaba desde la duna hacerle retroceder ¿Qué escena era esta? al parecer la joven no podía ver ni escuchar, y parecía movida por algo que no alcanzaba a entender.
Prixcila corría dando brincos, mientras sus largas orejas caían por sus hombros, por debajo de las anchas alas del sombrero de copa. Yubulanga había tomado posesión absoluta de la joven, el personaje y la comedia habían entrado en acción. Yubulanga necesitaba correr y salvar a Arlexis, su creador, Yubulanga necesitaba cumplir con su misión, traer alegría y esperanza al universo entero que, con el alma en vilo observaba desde las estrellas, los planetas y el cosmo; cómo una conejito simpático y saltarín intentaba salvar a su amor. De pronto un disparo le alcanzó, derribándole estrepitosamente contra el suelo, el sombrero de copas saltó. Yubulanga yacía sin movimiento sobre el suelo, con los brazos abiertos abrazando a la luna que tanto amó. Más allá, una figura sombría caía sobre Arlexis. Ella no le pudo detener. La comunidad Altaequis caía sobre el lugar.
Era la última escena de amor.
Cuando las filas de la comunidad Altaequis comenzaron a inundarlo todo, encontraron aquel sombrero de copas, sucio y manchado de sangre cubierto por el polvo gris de las dunas solitarias, y lo guardaron.
Muchos siglos después, cuando los Altaequis fueron derrotados por otras galaxias, en otra guerra de poder, el sombrero fue levantado como emblema de amor.
Hola Ardnajela Etano, ¿qué tal?
Me cuesta bastante entender el relato, me estoy haciendo un lío con lo que es real y lo que no. ¿En la primera frase, no sería mejor utilizar el nombre de la joven Prixcila y no el de su personaje?
Creo que es un poco enrevesado, pero la idea es buena.
Hay dos frases que me gustaría destacar:
“Ella estaba viviendo su momento, ella estaba disfrutando de esta gran experiencia, ella tenía un rol que le hacía entender otras cosas, y recibir impresiones más profundas. ”
“Yubulanga había tomado posesión absoluta de la joven, el personaje y la comedia habían entrado en acción. Yubulanga necesitaba correr y salvar a Arlexis, su creador, Yubulanga necesitaba cumplir con su misión,(…).”
Creo que los dos parágrafos se podrían simplificar evitando tanta repetición. Es un recurso que se puede utilizar, el de repetir tanto una cosa, pero para mí que aquí chirría un poco.
Para acabar, creo que el lector no tiene tanta consciencia del amor que siente Yubulanga hacía su creador como para nombrar su sombrero “emblema del amor”. Es algo con lo que pasas de puntillas, no veo que sea muy importante dentro del relato, quizá deberías haber dedicado un poco más a hablar de ello.
En todo caso, ya te digo, puede ser que no haya entendido muy bien lo que querías contar.
¡Un saludo!
una serie de bombas láser habían comenzado a bombardear el lugar.
quedaba en stanbay,
Hola Ardnajela. Casualmente, eres la segunda persona que introduce un conejo en la Luna, al menos de los relatos que yo he leído, la otra es Caciba, en el número 43.
En cuanto a tu relato, doy por hecho que has querido recrear un historia de misticismo inventado, pero tal y como te señala el Sr. Pimienta, la historia de amor de fondo, es un poco tíbia, te dedicas a pasar sobre ella por encima, cuando deberías haberte centrado un poco más, no digo basarte en ella, sino en pincelarla con un poco más de entusiasmo y pasión, tienes un párrafo muy hermoso que comienza así:”La luna poseía muchas características que le hacían muy codiciable para los creativos galácticos,…”, tan solo necesitabas un párrafo de este calibre para presentarnos el amor apasionado que siglos después representará el sombrero de copa, aunque a lo mejor he entendido mal la propuesta y, lo que realmente deseabas era mostrarnos cómo llega a confundirse lo que un día ocurrió con las leyendas creadas.
En cuanto al aspecto técnico, resaltar un par de detallitos.
1.”Ella estaba viviendo su momento, ella estaba disfrutando de esta gran experiencia, ella tenía un rol que le hacía entender otras cosas,” este fragmento ya te lo destacó el Sr. Pimienta, yo vuelvo a reiterar lo que él ha dicho, con el primer ella es suficiente, los otros dos tan solo omítelos.
2.”los planetas y el cosmo” es el Cosmos.
3.”cómo una conejito”. Este como no lleva tilde, además, hablas de conejito, pero le pones detrás el una, si es femenino debería ser conejita, puesto que seguidamente los adjetivos vienen también en femenino, aunque supongo que lo has evitado porque socialmente no suena bien.
4.”sombrero de copas”, hablas reiteradamente de un sombrero de copas, cuando en realidad es un sombrero de copa.
lo siento, se me fue la cabeza, en cuanto a las dos frases iniciales, comentarte que,
“una serie de bombas láser habían comenzado a bombardear el lugar.”, repites bombas y bombardear, creo que quedaría mejor decir: “una serie de bombas láser habían comenzado a caer en el lugar”.
“quedaba en stanbay,”, es standbay.
Secundo a los compañeros. Te invito a leerme en el 17
Gracias por los comentarios, son muy edificantes. Realmente creo que me falta bastante, pero, sus opiniones me ayudan¡
Hola Ardnajela Etano
Tu historia es muy bonita pero tiendes a confundir al lector por el cambio de nombres que le das a los personajes. Sino fuera así, sería un relato redondo. Todo solucionable en todo caso.
Te hago unos alcances:
El adjetivo “interminables” intenta obviarlo porque al decir después “poetas enamorados” se subentiende lo que quieres decir.
Lo que te dicen los compañeros en cuanto a esta frase: “Ella estaba viviendo su momento, ella estaba disfrutando de esta gran experiencia” puedes dejara así: Ella estaba viviendo su momento,disfrutando de esta gran experiencia”
Para saber si la palabra “aún” lleva acento, hay que fijarse si puede ser reemplazada por la palabra”todavía”, en caso contrario va sin acento. Dale un vistazo a tu relato
La expresión “como una deidad enloquecida” es muy linda pero, en este caso desentona. Guárdala para otro relato pues te puede servir.
Tu di8ces:
“Muchos siglos después, cuando los Altaequis fueron derrotados por otras galaxias”. No son las galaxias las que pelean, son los habitantes de otras galaxias.
Ojalá te sirva mi aporte Ardnajela, mi único anhelo es embellecer tu historia
Saludos
Hola Ardnajela, gracias por tu comentario yo también soy nueva en esto jejeje. Me gusto mucho tu historia es cierto que al principio me costo algo por los nombres pero al seguir leyendo me atrapaste con tu hermoso relato que cuando murió Yubulanga senti mi corazón contraerse y eso volvió a pasar con la ultima frase
Gracias por los comentarios, me doy cuenta que no estoy tan mal, pero hay mucho que aprender, pero soy una buena estudiante, así es que valoro mucho sus aportes. Gracias.
los nombres me distraen mucho, disculpa
Hola Ardnajela Etano. Soy Luis(13). Gracias por leer mi relato
Suscribo lo que han dicho los compañeros, que lo han expresado muy correctamente. Tu imaginación es muy buena. Yo recalcaría en los nombre, a mi en particular se me hace difícil una lectura con nombres extraños.
Un saludo.