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Mi Diosa Lunar. - por GhostGirl.

El autor/a de este texto es menor de edad

Ella, el satélite natural de mi universo, siempre estaba en la Luna.
Eternamente perdida en sus pensamientos, mirando hacia el cielo azul de día, intentando encontrar la típica forma del astro blanco que siempre acompañaba a la Tierra.
Su caminar era inconfundible, como si la gravedad no la afectara en absoluto.
Su belleza era tal y como las antiguas civilizaciones describían a Selene, la Diosa Lunar: de cabello negro y brillante como la noche estrellada y con el rostro pálido como la luz que el satélite emite.
Pero de la misma forma en la que la Luna es bella, también es solitaria.
Sólo vive por el mero hecho de existir. Siempre girando alrededor de la misma rutina, sin otro motivo para seguir adelante.
Cada vez que ella se perdía en el cielo azul, buscando a su gemela en el espacio, la observaba e invariablemente encontraba el mismo vacío en su mirada, el mismo deseo de hallar una razón por la cual seguir existiendo.
Aquellas facetas oscuras de su personalidad son las que me fascinan, pero que a la misma vez me contienen de mi intento de acercarme. ¿Quién seré yo, un simple mortal, para hacerle frente a una diosa? La respuesta que llegaba a mi mente era constantemente la misma: «Nadie, no eres nadie» Sólo soy un simple punto de luz, una estrella en el mar infinito de figuras luminosas.
Pero… Si cada una de las estrellas piensa lo mismo y comienzan a apagarse, ¿no se quedaría el cielo mucho más oscuro y la Luna demasiado sola?
Aquel pensamiento que debía darme el valor suficiente para poder brillar más intensamente y darle un acompañante a la Diosa, no cumplía con su cometido, sino que tenía el efecto contrario, ya que una estrella no puede brillar por sí sola, necesita la luminiscencia de otro astro.
O eso es lo que creía, hasta que un día averigüé, más por casualidad que por interés, que en realidad las estrellas no necesitan la luz de otro astro, sino que tienen luz propia.
Esa información me dio el valor necesario para poder acercarme a mi Diosa, a la mujer que siempre tiene la mente en la Luna y los pies en la Tierra, la persona que se convirtió en mi centro gravitacional desde el momento en que la vi.
Hoy, décadas luego de que me convertí en un lucero muy brillante, finalmente cumplimos nuestro sueño: caminar sobre la Luna, nuestro amado satélite natural.
Una sonrisa florece en mis labios al ver el brillo de sus ojos, la felicidad que expresan.

Algunas personas prometen bajarle la Luna a sus parejas, pero yo jamás podría hacerle eso a mí Diosa Lunar, porque sería como arrancarle un pedazo de sí misma.
En cambio, yo la llevé a la Luna.

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7 comentarios

  1. 1. Borja González Otero dice:

    Hola. Es bonito, casi parece un cuento antiguo.
    Diría que es lo mejor. Que es muy onírico, o… No sé cuál es la palabra correcta… Pero eso me gusta.
    En cuanto a lo que menos me gusta, es que se hace un poco denso en algún instante.
    En cuanto a cómo está escrito, historia aparte, no encontré faltas de ortografía de bulto, aunque tampoco soy un profesional. Jeje.
    Un buen trabajo. Un saludo!

    Escrito el 18 abril 2016 a las 09:34
  2. 2. Otilia dice:

    Hola Ghostgirl,
    Gracias por leer mi relato. El tuyo me ha gustado mucho. Transmite ternura.
    En cuanto a la forma nada reseñable. Puntos, comas, etc…, ya has visto que no son mi fuerte.
    Sigue trabajando y nos leemos. Saludos.

    Escrito el 18 abril 2016 a las 11:22
  3. 3. Caciba dice:

    Hola, GhostGirl.

    Gracias por tu comentario a mi cuentecillo. Me has dicho que te critique hasta que me duelan los dedos, pues ahí va: …eeehhh…vaya, ¡pues no puedo! 🙂

    Tu texto me ha gustado mucho, me parece muy poético y sensible. Bonita descripción de la Luna en forma humana, la transformación de ella con el brillo en los jos y buena reflexión del protagonista:

    “… las estrellas no necesitan la luz de otro astro, sino que tienen luz propia.”

    Me ha gustado mucho este pensamiento, deberíamos saberlo todos, ¿verdad?
    El final también me ha encantado.

    Muy bonita tu historia y viendo que eres menor de edad me quitaría el sombrero de copa, si lo tuviera.

    También creo que eres del otro lado del charco (yo soy de España):

    “Hoy, décadas luego de que me …”

    Ojo, no digo que esté mal ese “luego”, que no lo está, solo que en mi país no lo usamos así, usaríamos “después”.

    Enhorabuena y un saludo

    Escrito el 18 abril 2016 a las 16:19
  4. 4. Caciba dice:

    Errata: donde pone “jos” es “ojos”

    Escrito el 18 abril 2016 a las 16:21
  5. 5. GhostGirl. dice:

    Borja, Otilia y Caciba, mucha gracias por tomarse el tiempo de comentar. Realmente estaba algo nerviosa acerca de este relato, ya que prácticamente me salió de un tirón y casi no lo dejé reposar.
    Y como dato curioso, mi nombre real es… ¡Luna! Así que fue como una ironía del universo jajaja.

    Escrito el 19 abril 2016 a las 00:35
  6. 6. Caritobel dice:

    Hola GhostGirl

    Te señalo algunas cosas:

    Cuando decís “diosa” y “lunar”, ninguna va con mayúscula. Diferente es cuando hablas de Dios, porque es un nombre en sí mismo, no solo su condición de deidad, y la otra palabra es un adjetivo calificativo.

    Yo separaría el texto en párrafos, para que no quede en bloque y para no hacer tanto punto y aparte.

    Es raro que una estrella se describa a sí misma como un mortal.

    Tanta analogía con la Luna es excesiva, y a mi llega un momento que me confunde.

    Creo que en algunos momentos mezclas los tiempos verbales, hablas en pasado y después en presente, cuando seguís en el mismo tiempo. O capaz no supe interpretarte.

    Para mi el “luego” que te corrige Caciba esta bien utilizado.

    La historia me parece bonita, aunque por momentos me enredó.
    Ambas elegimos hablar de Selena, pero lo mío saltó un poco lo estrictamente mitológico. Si querés leerlo estoy en el relato 11.

    Saludos

    Escrito el 23 abril 2016 a las 20:36
  7. 7. Kaspar Schneider dice:

    Hola GhostGirl,

    la verdad es que estoy de acuerdo en muchos puntos con Caritobel. Me ha gustado la idea de identificar a la chica con la luna, pero las continuas comparaciones se me han hecho algo cargantes. Quizás hubiese sido más efectivo comenzar describiendo la luna y, poco a poco, comenzar a identificarla con la protagonista.

    A parte de esto no tengo nada más que reprocharte, felicidades y un saludo.

    Escrito el 28 abril 2016 a las 10:53

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