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En la Luna - por Raquel Aparicio
En la luna
La cara oculta no nos revela nada, decididamente nada, la cara oculta de la Luna es como una mujer misteriosa, reservada, recóndita y secreta. Como un velo traslúcido, el aura que la envuelve deja intuir desde la Tierra lo que puede esconder, lo que puede habitar o suceder, dejando a la imaginación la resolución del misterio.
Ayyy!!. Amigos, pero la cara mostrada, la que se ve desde la Tierra, eso es otra cosa, la cara mostrada de la Luna es una continua indiscreción de actividades diversas que si atendemos bien podremos vislumbrar y sorprendernos, incluso aprender de lo que allí sucede.
Vean, vean….
– Pues parece que hoy, si vamos a poder participar. Afirma Julián, atisbando la Tierra con sus anteojos, unas lentes cilíndricas, de las más novedosas, en el siglo XIX.
– ¿Usted cree, Don Julián? No he oído nada con claridad esta mañana, conecté el aparato en la mesa y he puesto a funcionar el amplificador de sonido. Ningún estruendo procedente de esa parte de la Tierra que anda tan alterada. ¿Está usted seguro que podremos participar en esta ocasión? No veo la manera de hacerlo. Y llevamos más de 60 años preparados para ello.
Era cierto, Don Julián y Don Ramón llevaban ya desde hace más de 60 años en sus puestos lunares, oteando la Tierra de manera eficiente y sin cejar en su empeño de impedir una catástrofe sin parangón en la zona más oriental.
Tanto tiempo llevaban en la Luna que ya ni se acordaban de cuando les dejaron allí, una nochevieja, normal que no se acordaran, seguro que bebieron y brindaron por el año nuevo de 1885, ¡Que fiesta aquella!. Música, baile, mujeres preciosas, elegantemente vestidas y enjoyadas. Nunca olvidarían esa fiesta, donde acudió la recién nombrada Regenta, María Cristina de Habsburgo, viuda de Don Alfonso XII. Por eso, todavía van ataviados con sus mejores galas, incluso el sombrero de copa que les confiere un aire muy distinguido, entre el resto de los trabajadores instalados en la luna.
De repente, un estruendo, retumba la Luna y Don Julián y Don Ramón se sostienen el uno al otro, que aunque en la luna los días pasan más lentos que en la tierra, ya se notan los años. Cuando por fin, la luna deja de temblar, se miran perplejos e intuyen que ha ocurrido.
Acuden de inmediato a la base donde se encuentran las lentes cilíndricas, los demás especialistas lunares en prevención de desastres acuden también, y otean la tierra, horrorizados. Su tarea consistía en prevenir precisamente que no ocurriera esto.
Don Julián, apesadumbrado, le comenta a Don Ramón.
– Realmente, ¿La Humanidad avanza hacia un mejor estado de las cosas?
– No lo sé, Don Julián, pero esto no puede volver a repetirse.
– Vamos a convocar una reunión urgente para evitar que el día 9 de agosto de 1945, ocurra lo inevitable.
Pero, no pudieron.
Porque los vigilantes de la Luna no podían imaginar que en 60 años los seres humanos hubieran retrocedido tanto.
Raquel: Una bonita historia. Unos personajes bien tratados. Un fluido diálogo ¿qué más te puedo decir?tu relato me ha parecido original y fluido.
¡Enhorabuena!
Hola Raquel
Me gustó, pero hay partes del contexto que se me hacen muy vagas. ¿…avanza hacia un mejor estado de “las cosas”? A mi entender, esa pregunta la puede mejorar un poco.
Al principio puede omitir la segunda vez que dices “la cara oculta de la luna”, no es necesario.
Veo que tiene mucha imaginación. Eso es fantástico. Gracias por hacerme disfrutar de este pequeña lectura.
Saludos
Le invito a pasarse por el mío. 14 El Encuentro
Hola Raquel. Un relato muy poético, me gusta cómo describes las situaciones, dotándolas de cierta magia. Es fácil imaginar a estos dos vigilantes de la Luna, paseándose preocupadamente con sus trajes y sombreros de copa, incluso diría que llevan un monóculo colgado del chaleco, así como el reloj de bolsillo.
en cuanto a la parte técnica, te anoto un par de detallitos.
1.”Ayyy!!” pusiste las exclamaciones al final, pero no las del principio.
2.”intuyen que ha ocurrido.” “Sería qué ha ocurrido.”
Felicidades por tan pintoresca fábula. Por cierto, es la primera vez que te leo, espero poder verte en la próxima edición.
Qué historia tan original Raquel! Me ha gustado mucho. Sin embargo la parte de la introducción me ha resultado un poco confusa, no me quedaba claro al principio si estaban mirando la Tierra desde la Luna o al revés, más adelante sí se entiende, pero el principio es algo desconcertante. Por lo demás buen trabajo, tienes mucha imaginación.
Un saludo!
Hola Raquel! Me ha gustado mucho tu historia. Me gusta la forma en que has introducido el sombrero de copa. Muy natural. Enhorabuena.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y sugerencias, es la primera vez que escribo en este taller, pero con estos ánimos y buenas sugerencias seguro que repito.
Un saludo.
Saludos Raquel:
Muchas gracias por leer mi relato y tus gentiles palabras.
Me ha gustado el tuyo, porque se lee con rápidez y tiene mucho peso visual (yo leo y veo :P)y las descripciones que das ayudan sin sobrecargar.
Te han mencionado algunos puntitos de mejora, y añadiría a los números, segun la RAE solo de admiten en número del 0-11, el resto se escribirán en letras; pero siempre y cuando no se violenten las otras reglas que son:
*Se escriben en número fechas, coordenadas, direcciones (12 de octubre 1592, 75°Norte/125°Este, 221 de Baker Street)
*Números dificiles de escribir (La tierra tiene 1.260.000.000.000.000.000.000 litros de agua)
*Y los que son imposibles de sustituir por letras, (101 Dálmatas, 18°C, Su habitacion es la 1417, deje el vehículo en el parqueo 3, la recta necesita: 1 manzana, 1 taza de harina y 1/2 barra de margarina.
Así que ese 60, debe ser sesenta.
También se te coló un punto después de un signo de admiracion (!.) lo cual es incorrecto.
Por lo demás, me parece un relato ameno, solo que tanto tiempo en la Luna, ellos debieron llegar a ella muy jóvenes y son ahora muy ancianos; pero eso es otro cuento.
La idea central, me ha gustado y creo que la supiste mostrar.
¡Nos leemos!
Muchísimas gracias, Frida. Desconocía las reglas concretas de los números, lo tendré muy en cuenta.