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A LA LUNA - por José Luis Troconis Barazarte
Web: http://www.troconisb.blogspot.com
A LA LUNA
— ¡Te la pasas en la luna!, ¡Te la pasas en la luna!…
Todos lo dicen cada vez que me ven. Siempre estoy muy distraído pensando en escribir poemas, novelas y un cuento que empieza así:
Vivo en la luna desde que la maestra Marcela, mi mamá y el director del colegio “Niño Jesús” me mandaron en un avioncito de papel bond 20 que yo hice. Tomé la hoja sin permiso del estante de la maestra, mientras el gordo Mateo explicaba el orden de los planetas. Yo estaba muy callado, inspirado doblando las alas de mi avión, iba a viajar en una misión secreta con él; recorreríamos dos países que estaban en guerra. La maestra llego por la espalda, agarró mí oreja y me llevo hasta la oficina del director casi sin tocar el suelo, mientras yo esperaba en una de las sillas, llamaron a mi mamá.
Como vivíamos al lado del colegio, en una casa que casi era parte de este, llego en menos tiempo que lo que tardo mi oreja en volver a su sitio. Hablaron un buen rato, la maestra Marcela les explicó a mi mamá y al director que yo nunca atendía a la clase y vivía en la luna todo el día con los benditos avioncitos; el director propuso un castigo, mi mamá dijo que si esa era la solución, mejor sería aplicarla de una vez para arreglar lo más pronto posible esa situación.
No pude tomar nada, ni la merienda, eso dolió mucho porque todavía no habíamos salido al recreo y ya tenía hambre. Yo creí que tendría que hacer algunas planas repitiendo una frase como: “No debo hacer aviones en clase”. Pero el castigo fue montarme en el avión y viajar a la luna, donde el director dijo había un lugar que solucionaban estos trastornos de conducta.
No pude explicar que cuando preparaba mi avión nos dirigíamos a una misión secreta de dos países en guerra. Ellos lanzaron al espacio con rapidez al avión y a mí, directo a la luna. Según el director me esperaban los Lunáticos con su sombrero de copa, listos a hacer cambiar mi actitud incorrecta hacia la sabiduría que nos regalaban en las clases de la maestra Marcela.
Llegue al satélite muy rápido, a un país de la luna que se llama Lundalia, claro mi avión tenía unas alas dobladas en tres que aumentaban de una manera increíble la velocidad, de 0 a 100 kilómetros por hora en 2 segundos; nada mal para un avión de papel bond 20.
Al aterrizar estaban cuatro Lunáticos vestidos de negro con su respectivo sombrero de copa y una jaula donde entré y me llevaron ante su rey.
El rey de Lundalia preguntó cuál era la causa de mi presencia. Le conté todo lo sucedido en el salón, la oreja, la dirección y la decisión de todos de mandarme para acá, para que tuviera un castigo por lo de mí avión. Quiso ver la nave, los Lunáticos le mostraron el avión. Quedo fascinado, más impresionado cuando le hable de la velocidad.
Le explique todos los detalles de su fabricación y de inmediato me nombro jefe de ingenieros dobladores de aviones de papel bond 20. Colocaron un sombrero negro de copa en mí cabeza y desde entonces trabajo y vivo en la luna, nunca habló de un castigo, su interés por los aviones eclipso todo el tema. El rey estaba en guerra con un país vecino y solo le interesaba ganarla.
No queda bien de mi parte, pero, gracias a mí ganamos la disputa con el país vecino, con una flota de aviones que preparamos con papel bond 20 de Venus, el rey mando a traer todo un cargamento, fue cuando me enteré que Venus era famosa por la fabricación de papel bond 20.
En la luna ahora todo marcha de maravilla, vendemos aviones a todo el sistema solar, cada día nos quedan mejores. De la tierra, mi mamá, la maestra Marcela y el director no supe más nunca, yo sigo aquí de ingeniero de la fábrica de aviones. A veces pienso si me extrañan.
Paso muchas horas en la fábrica, diseño y doblo aviones 8 horas al día, me pagan bien y tengo todo lo que necesito. En el tiempo libre acostumbro escribir historias, poemas, novelas y un cuento que empieza así:
Vivo en la luna desde que la maestra…
José Luis Troconis Barazarte
11-04-16.
¡Hola José!
Desde la entrada del primer párrafo me pareció una narrativa estupenda, me gusta cuando la historia empieza a desenvolverse. Y finalmente lo leí hasta final de un solo tiro, es decir, el texto logra atraparte. Una historia fantástica que al tener a un niño como narrador, te permite ver su embrollo en divertidas aventuras.
¡Enhorabuena por tu relato!
¡Saludos!
¡Gracias! ¡Que bueno y motivador tu comentario amigo!
Me gusto la historia y la forma en que transcurre la experiencia del personaje. Tiene un ritmo parejo y la narrativa es buena también.
Te felicito, y gracias por leerme también
Hola José Luis. Tu relato me parece muy bien conseguido. El punto de vista de un niño en la historia le da un plus de originalidad. Me gusta ese final redondo donde vuelves a la frase inicial. En cuanto a la forma, creo que faltan algunos acentos, y hay párrafos un poco confusos, quizá podrías darle un repaso y ordenarlos mejor. Te felicito, y te deseo que sigas pasando mucho tiempo en la luna, eso que ganaremos los lectores de tus historias.
Me gusta la forma de narrar de tu personaje.
Con respecto a lo formal: presta atención a los acentos:”…me llevo…” sería “…me llevó..”, “…llego en menos tiempo…” por “”…llegó en menos tiempo…”
Hubiera utilizado un punto en lugar de la coma cuando dices”…, mientras yo esperaba en una de las sillas, llamaron a mi mamá.”
La expresión “… la velocidad, de 0 a 100 kilómetros por hora en 2 segundos”, yo la modificaría por ” …la velocidad de 0 a 100 kilómetros en dos segundos”, o por “…en pocos minutos llegué a la Luna dada la increíble velocidad alcanzada por el avión”.
La expresión “Al aterrizar estaban cuatro Lunáticos” la cambiaría por: “Al aterrizar había/me esperaban cuatro Lunáticos”. ¿Por qué Lunáticos y no lunáticos?
El uso de la palabra lunáticos,¿se relaciona con que a los locos se considera lunáticos en algunos lugares?
Sigue escribiendo! No seguimos leyendo
Que tierno, me hace soñar y pensar…desde mis ojos de niña
Namasté 😉
José Luis Troconis Barazarte
Un cuento entrañable el tuyo Luis, tierno y a veces saca sonrisas, lo que no es fácil de conseguir. Me agradó tu estilo, simple y con toques reconocibles que te llevan a la infancia, creo que de eso se trata al escribir, lograr emociones en el lector y tú lo consigues con mucha facilidad e ingenio.
El personaje del niño, muy creíble, y la actitud de los adultos, bueno todos la hemos vivido cuando niños.
Me has hecho pasar un lindo rato.
gracias por pasar por mi relato
Te felicito
.
Saludos
Gracias a todos y más por las correcciones, eso lo aprecio mucho, este es el link con las primeras correcciones: https://onedrive.live.com/redir?resid=67E57C8647028CC0!11187&authkey=!AGipT0gA3rsgJlw&ithint=file%2cdocx
GRACIAS!
Hola José Luis,
Gracias por leer mi relato.
Me ha encantado el tuyo, he visualizado mi niñez, en clase siempre en la luna, jaja.
Lo triste es que al final en la Luna, también se hace un trabajo rutinario de ochos horas.
He leído en el blog de Literautas que los números pequeños se escriben con letra.
Bien escrito. Nos leemos.
Saludos
Cuando es un numero exacto lo podemos escribir con numero, como: son 8 horas, por ejemplo, ahora si es algo aproximado o no es exacto tiene que ser con letras, como: vino como a las cuatro, esto es lo que he leído en la pag de la RAE, voy a buscar en Literautas, gracias! me encanta que me corrijan, y lo digo de corazón ¿Leiste la corrección? gracias!!! exitos y bendiciones…
Desbordante imaginación, José Luis. Te felicito.
Me lo he pasado en grande leyendo la historia de tu jefe de ingenieros dobladores de aviones de papel bond 20. ¡Genial!
La única pega que le puedo poner a tu relato ya te lo han comentado algunos de los compañeros con anterioridad: hay palabras a las que les faltan acentos y otras que están acentuadas y que no deberían hacerlo. Pero lo resuelve dándole otro repaso al texto con más tranquilidad.
Muy buen relato, sí señor. Te felicito.
Hola, Jose Luis:
En primer lugar darte las gracias por haberte pasado a leerme.
Tu relato es divertido, y sigue muy bien el razonamiento de un niño. Es totalmente entrañable.
Respecto al aspecto formal, Laura ya te ha hecho algunos apuntes. Revisa bien la puntuación y la ortografía (“Luna” debería ir en mayúscula cuando haces referencia al satélite y no al genérico), y “lunáticos” debería ir en minúscula, ya que hace referencia a los habitantes de la Luna.
Por lo demás, un relato muy ameno y dinámico, que saca más de una sonrisa.
Abrazos.
Hola José Luis, gracias por pasar por mi relato. El tuyo me ha dejado instalada una sonrisa pueril y nostálgica, por el niño que no fui. Me explico: hubiese querido ser ese niño que hacía avioncitos de papel y tenía la candidez de querer visitar a dos países en guerra en uno de ellos. Yo era más del tipo “cerebrito” y confieso con vergüenza que ni siquiera me llevaron a la dirección ni una vez jajajaja.
El relato, amen de lo bien escrito, desborda fantasía y su final cíclico sorprende gratamente. Hay frases, giros, nombres que revelan tu origen venezolano; que bueno es encontrarse con un paisano por estos lados, y que sabroso leer un relato que devela el entorno geográfico-cultural del escritor sin caer en clichés costumbristas.
Yo lo único que le mejoraría es la sustitución en algunos casos de la frase “papel bond 20” por algún sinónimo o frase referencial como “aquel papel” por ejemplo, me pareció que paracece muchas veces, pero eso es una opinión muy personal, además ello para nada desm,erece el relato.
Espero seguirte leyendo. Por cierto, es muy atractiva la estética de tu obra gráfica, felicitaciones sinceras!
ese paracece del comentario anterior quiere decir “aparece”. Disculpa mis dedos disléxicos.
la corrección si la quieren ver: https://onedrive.live.com/redir?resid=67E57C8647028CC0!11187&authkey=!AGipT0gA3rsgJlw&ithint=file%2cdocx
Hola, José Luis. Quiero decirte que me imaginé leyéndole este cuento a la hijita que en algún futuro tendré 🙂
Es muy lindo y cálido, la narrativa te transporta al mundo infantil lleno de inocencia y sueños.
Creo que, en cuanto a la forma, el desarrollo tiene el equilibro justo. La introducción, el nudo, el desenlace, todo en equilibrio.
Me quedo con esta frase que me sacó una risa honesta: “llego en menos tiempo que lo que tardo mi oreja en volver a su sitio.”
Felicitaciones y gracias por haber pasado por mi cuento 🙂
Hola José Luis.
Acá estoy visitando tu texto. Muchas gracias por pasar por mi relato, muy contenta de que te haya gustado.
Lo corregible ya te lo señalaron. Una cosa que me hace ruido es esta frase : “De la tierra, mi mamá, la maestra Marcela y el director no supe más nunca”. No supe más nunca queda raro para mi. Yo hubiese puesto “no supe nunca nada más”.
Es un relato muy original en cuanto a contenido, le da un plus de ternura que sea contado por un niño. Y la fantasía e imaginación sí que saca una sonrisa. El inicio del relato no me gusta, cuando ya arranca con “vivo en la Luna desde que …” eso si me convence más. Creo que lo otro no agrega mucho a la historia. Pero esto es muy subjetivo.
Yo era muy imaginativa de chiquita – todavía deliro un poco-, y me sentí identificada con eso. Pero lo era solo en mi casa, como dijo otro compañero, en el colegio era súper aplicada, estudiosa y apegada a la norma. Ni ahí iba a dirección.
Me gustó tu trabajo, te felicito.
José Luis:
Como ya te dijeron antes, la voz del niño está muy bien lograda; el ritmo es ágil y atrapante, y el relato, en general, muy entretenido 🙂
Lo que tendría para decirte, ya que apenas lo han mencionado, es que le prestes un poco de atención a la puntuación. El problema no es que hay demasiadas comas, sino que hay momentos en que las oraciones cambian el sentido. Además, sin pausas mayores se acelera demasiado el ritmo, lo cual hace que los lectores no podamos asimilar bien lo que sucede. Te pongo un ejemplo:
“Yo estaba muy callado, inspirado, doblando las alas de mi avión. Iba a viajar en una misión secreta con él; recorreríamos dos países que estaban en guerra. La maestra llego por la espalda, agarró mí oreja y me llevo hasta la oficina del director casi sin tocar el suelo. Mientras yo esperaba en una de las sillas, llamaron a mi mamá.”
Como ves, la narración va un poquito más despacio, lo que nos permite disfrutar de la inocencia e imaginación del niño 😉
Espero que esto te sirva, saludos!
Gracias por las sugerencias, ya corregí algunas cosas me gustaría que las vieran en este link https://onedrive.live.com/redir?resid=67E57C8647028CC0!11187&authkey=!AGipT0gA3rsgJlw&ithint=file%2cdocx
si me dicen donde he puesto acentos que no van y donde si, los corrijo más fácilmente jejejejejej gracias!se les quiere un monton!
Genial Relato! Me dio gusto leerlo! 😀 me atrapó y en un instante ya lo habia terminado :3
Para que decirte que disfruto de las historias fantasticas :3 no soy critico. esta me encantó mucho 😀
Gracias por leerme x3
Hola Jose!
Muy original tu relato. Yo que soy profe no se me hubiera ocurrido un castigo tan… “diferente”. Quizás lo aplique a alguno de mis alumnos 😉
Un saludo y gracias por tu comentario.
No mendigues comentarios, hombre…
es que en venezuela tenemos problemas de luz y cuando llega se va el internet jajajajajajaj hay que ser muy rápidos con todo lo que tenga que ver con electricidad jajajajajajaj da risa pero es la verdad!
José Luis:
Me ha encantado tu relato, muy original y divertido
Chévere cambur!
Chévere cambur jejejejejeje
Hola, José Luis Gracias por comentar mi relato.
Estos comentarios son de tu texto ya corregido:
En ésta parte la palabra “con” está de más:
Iba a viajar con en una misión secreta con él;
En ésta parte creo que la palabra “explicó” queda mejor en pasado continuo “explicaba”:
Hablaron un buen rato, la maestra Marcela les explicó a mi mamá y al director que yo nunca atendía a la clase.
Me gustó el ritmo que le diste a la historia, está muy bien llevada y no cansa. Te agradezco me hallas invitado a leerla, fue grato.
Saludos!!
iba a viajar en una misión secreta con él (con el avión)
En venezuela le huimos a los gerundios y a los tiempos continuos, creo que es una moda pero es así.
Hola Jose Luis. Soy Luis(13). Gracias por leer mi relato.
Tu narrativa me ha gustado. La mezcla entre realidad y la fantasía está bien pensada.
Un saludo.
Hola José Luis,
Me ha gustado el tono de cuento que le has dado al relato, y la estructura circular con el principio y el final, muy bueno.
Como ya te han dicho, hay unos cuantos acentos que faltan (‘mí oreja’, ‘mí avión’ sobra; ‘me llevo’, ‘llego en menos tiempo’, ‘tardo mi oreja’, ‘quedo fascinado’, ‘le hable de’, ‘mando traer’ ), ten cuidado con eso.
Muchas gracias por pasarte por mi relato, y enhorabuena por el tuyo.
Saludos,
Peter
Hola, José Luis. El texto me ha parecido de lo más surrealista y original. Al principio cuesta hacerse la idea de los acontecimientos, de cómo el niño viaja a la Luna en un avión de papel, propulsado por la mano del director, pero una vez dentro del relato, se ven las cosas de otra manera. Me recuerda a una película o un libro que leí que me ocurrió lo mismo. No obstante, es un relato que atrapa, y visto desde la óptica de un niño, me resulta hasta tierno. Eso es lo que más me ha gustado. Te felicito sobre todo por la originalidad de la trama.
https://onedrive.live.com/redir?resid=67E57C8647028CC0!11362&authkey=!AEkRD4P12Z0lYTw&ithint=file%2cdocx corregido Gracias a todos! me encanta que me corrijan , siento que importó mi cuento. si quieren leerlo corregido ese es el link
A LA LUNA
— ¡Te la pasas en la Luna!, ¡Te la pasas en la Luna!…
Todos lo dicen cada vez que me ven. Siempre estoy muy distraído pensando en escribir poemas, novelas y un cuento que empieza así:
Vivo en la Luna desde que la maestra Marcela, mi mamá y el director del colegio “Niño Jesús” me mandaron en un avioncito de papel bond 20 que yo hice. Tomé la hoja sin permiso del estante de la maestra, mientras el gordo Mateo explicaba el orden de los planetas. Yo estaba muy callado, inspirado, doblando las alas de mi avión. Iba a viajar con en una misión secreta con él; recorreríamos dos países que estaban en guerra. La maestra llegó por la espalda, agarró mi oreja y me llevó hasta la oficina del director casi sin tocar el suelo. Mientras yo esperaba en una de las sillas, llamaron a mi mamá.
Como vivíamos al lado del colegio, en una casa que casi era parte de este, llegó en menos tiempo que lo que mi oreja tardó en volver a su sitio. Hablaron un buen rato, la maestra Marcela les explicó a mi mamá y al director que yo nunca atendía a la clase y que vivía en la Luna todo el día con los benditos avioncitos; el director propuso un castigo, mi mamá dijo que si esa era la solución, mejor sería aplicarla de una vez para arreglar lo más pronto posible esa situación.
No pude tomar nada, ni siquiera la merienda, eso dolió mucho porque todavía no habíamos salido al recreo y ya tenía hambre. Yo creí que tendría que hacer algunas planas repitiendo una frase como: “No debo hacer aviones en clase”. Pero el castigo fue montarme en el avión y viajar a la Luna, el director dijo que había un lugar donde solucionaban estos trastornos de conducta.
No pude explicar que cuando preparaba mi avión nos dirigíamos a una misión secreta de dos países en guerra. Ellos lanzaron al espacio con rapidez al avión y a mí directo a la Luna. Según el director me esperaban los lunáticos con su sombrero de copa, listos a hacer cambiar mi actitud incorrecta hacia la sabiduría que nos regalaban en las clases de la maestra Marcela.
Llegue al satélite muy rápido, a un país de la Luna que se llama Lundalia. Claro mi avión tenía unas alas dobladas en tres que aumentaban de una manera increíble la velocidad, de 0 a 100 kilómetros por hora en 2 segundos; nada mal para un avión de papel bond 20.
Al aterrizar me esperaban cuatro lunáticos vestidos de negro con su respectivo sombrero de copa y una jaula donde entré y me llevaron ante su rey.
El rey de Lundalia preguntó cuál era la causa de mi presencia. Le conté todo lo sucedido en el salón: la oreja, la dirección y la decisión de todos de mandarme a la Luna, para que tuviera un castigo por lo de mi avión. Quiso ver la nave, los lunáticos le mostraron el avión. Quedó fascinado, más impresionado cuando le hablé de la velocidad.
Le explique todos los detalles de su fabricación y de inmediato me nombro jefe de ingenieros dobladores de aviones de papel bond 20. Colocaron un sombrero negro de copa en mi cabeza y desde entonces trabajo y vivo en la Luna, nunca habló de un castigo, su interés por los aviones eclipsó todo el tema. El rey estaba en guerra con un país vecino y solo le interesaba ganarla.
No queda bien de mi parte, pero, gracias a mí ganamos la disputa con el país vecino, con una flota de aviones que preparamos con papel bond 20 de Venus, el rey mandó a traer todo un cargamento; fue cuando me enteré que Venus era famosa por la fabricación de papel bond 20.
En la Luna ahora todo marcha de maravilla, vendemos aviones a todo el sistema solar, cada día nos quedan mejores. De la tierra, mi mamá, la maestra Marcela y el director no supe más nunca, yo sigo aquí de ingeniero de la fábrica de aviones. A veces pienso si me extrañan.
Paso muchas horas en la fábrica, diseño y dobló aviones 8 horas al día, me pagan bien y tengo todo lo que necesito. En el tiempo libre acostumbro escribir historias, poemas, novelas y un cuento que empieza así:
Vivo en la Luna desde que la maestra…
José Luis Troconis Barazarte
doblo en vez de dobló
Hola José Luis!
Algo tarde, pero paso a agradecerte haberte tomado el tiempo para leer mi relatito y comentarlo!
También para decirte que el tuyo me pareció sencillamente delicioso, un cuento tierno, muy imaginativo y muy bien ejecutado. Me encantó!
Felicitaciones!
Gracias Marcelo, aprecio el comentario , viniendo de ti más amigo! se que estas claro en ésto de la escritura!