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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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ANTROPÓLICO - por barojo

Llega la hora de la profunda oscuridad. Negro sobre el negro permanente. Arriba, brillan millones de puntos parpadeantes, diminutos. Abajo, se extienden kilómetros de fría roca cenicienta, cada vez más oscura.
La manada se mueve despacio. El macho que la lidera mantiene todos sus sentidos alerta: las orejas erguidas, el hocico olfateando cualquier peligro, el pelo erizado, para disuadir así a los enemigos. A unos metros, le siguen los demás lobos, sumisos; una fila de plata que camina lenta y rítmicamente. Atraviesan el mar del Frío, la extensa llanura, negra como el carbón, sobre la que destacan sus cuerpos blancos, grises y plateados.
Alejado de ellos se encuentra un lobo solitario que contempla la manada desde una elevación del terreno, oculto por una de las muchas rocas. Se esconde de los demás lobos y teme ser olido por alguno de ellos. Si lo descubrieran, ¿reconocerían lo que es?, ¿delata su olor el engendro que es?
Cuando era lobato y todavía no se había producido la maldición, había escuchado las leyendas: lobos que se metamorfoseaban en seres aberrantes durante la plenagea, alejados de su naturaleza, bestias. ¿Cómo podía imaginar que era uno de ellos? Ninguna señal había adelantado el cambio, pero durante una noche tan oscura como la de ese día, se sintió indispuesto. Un impulso le hizo apartarse de la manada, que atravesaba también uno de los mares con el azul planeta de fondo. El malestar fue en aumento hasta que se convirtió en un fuerte dolor y tuvo que guarecerse para no ser visto en su agonía.
Ahora todo parecía lejano, la transformación era más llevadera, pero la primera vez creyó que iba a morir. Una fuerza invisible tiró de su lomo hasta obligarle a sostenerse sobre las dos patas traseras; las negras garras se clavaron en la carne de sus patas hasta casi desaparecer, volviéndose transparentes; sus miembros se alargaron y retorcieron entre sonidos de huesos que crujían cruelmente; la piel se estiró y ocultó la mayor parte del pelo dejándole aterido. Puede que la mutación durase solo unos segundos, pero a él le parecieron días de intenso dolor. Transformado en ese ser, tenía miedo: no podía oler nada, no veía con claridad en la honda oscuridad, se sentía solo y, lo peor era aquel instinto de hacer cosas contrarias a su naturaleza. Estaba maldito.
Con el paso de los meses, ante las primeras señales de cambio, se retiraba a un lugar oculto, cerca de una cueva donde había ido reuniendo las cosas necesarias para que ese momento pasara lo menos penosamente posible. Una vez que la metamorfosis se producía, ya dentro de la cueva, comenzaba su ritual con una serie de útiles que iba colocando poco a poco sobre su extraño cuerpo: primero, un calcetín suave en cada uno de los pies; después, calzoncillos, camiseta, pantalón, camisa, corbata, chaleco y levita. Finalmente, para completar el atuendo, unos zapatos tan negros como el suelo que pisaba y un alto sombrero de copa. A continuación, preparaba su ceremonia: sobre una mesa ponía la tetera y las tazas de fina porcelana. Se sentaba a la mesa y bebía pequeños sorbos de té levantando el meñique de la mano derecha. Aberrante.
Solo faltaba una cosa para que las noches de plenagea pasaran casi felices en ese estado de bestialidad: alguien con quién hablar. Millones de preguntas se agolpaban en su cabeza, sin tener con quién discutirlas: ¿qué soy?, ¿cuál es el principio de todo?, ¿hay vida más allá de este lugar?, ¿existe Dios?
Esa noche algo interrumpió sus pensamientos. Un ruido fuera de la cueva le hizo sobresaltarse. Si era descubierto de esa manera, las consecuencias serían terribles. Se ocultó en lo más profundo, intentando mezclarse con las sombras y desde allí la vio: una hembra de otra manada se acercaba a la mesa, olisqueando a su alrededor, con las orejas giradas hacia donde él se ocultaba, mientras él intentaba pausar su respiración y los latidos de su corazón. La hembra se detuvo a pocos metros, sin notar su presencia y ocurrió lo que él había esperado durante meses: ella se retorció entre dolores, irguiéndose, alargando sus miembros, estirando su piel, transformándose también y vistiendo otras prendas: sujetador, bragas, vestido rojo, zapatos y largo collar.
La ceremonia del té estaba preparada. Él salió de las sombras y pronunció la primera palabra con su nueva voz: “bienvenida”.

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13 comentarios

  1. Muy ocurrente tu relato con ese contar la historia al revés, ese lobo que se convierte en hombre. Me ha hecho sonreír ese sombrero de copa y esa ceremonia del te.
    La primera parte con la transformación se me ha hecho un poco lenta, me ha gustado más la segunda parte.
    Un saludo

    Escrito el 17 abril 2016 a las 12:07
  2. 2. lucrecia gordillo dice:

    La sabiduría del mundo animal y el instinto de sobrevivir. Me gustó ver la transformación desde el otro extremo, sobre todo el lado femenino con zapatos y largo collar. Bonita historia.

    Escrito el 18 abril 2016 a las 17:15
  3. 3. Denise dice:

    Qué te puedo decir, barojo. Es tan sencillo y tan genial! Hasta el título!

    Con respecto a lo formal, tengo algunos detalles menores para marcarte:

    “…el hocico olfateando cualquier peligro…” El gerundio no se usa como modificador de sustantivos, por lo que te recomiendo reemplazarlo por una construcción adjetiva, por ejemplo: “…el hocico atento a cualquier peligro…”

    “…el pelo erizado, para disuadir así a los enemigos.” Esa coma no es necesaria.

    “Si lo descubrieran, ¿reconocerían lo que es?, ¿delata su olor el engendro que es?” Conviene que la segunda pregunta sea una oración independiente, así se elimina la coma y la duda de si corresponde o no 😉

    “Ninguna señal había adelantado el cambio, pero durante una noche tan oscura…” Después del “pero” corresponde una coma porque lo que sigue es una aclaración.

    “Ahora todo parecía lejano, la transformación era más llevadera…” En lugar de una coma, creo que es más adecuado un punto seguido o, al menos, un punto y coma.

    Fuera de eso, es un excelente relato, te felicito!

    “Se sentaba a la mesa y bebía pequeños sorbos de té levantando el meñique de la mano derecha. Aberrante.” XDDDDD

    Escrito el 18 abril 2016 a las 20:26
  4. 4. Manoli VF dice:

    Hola Barojo:

    Aceptando tu invitación he llegado a tu texto (aunque no a la hora del té, jaja).

    Me he encontrado aquí con una versión inversa (valga la expresión) del lobo-hombre, en un juego literario que siempre se agradece y más con una redacción que es, en su conjunto, bastante buena.

    Paso a comentarte las mejoras:

    -“negro sobre el negro permanente.” La dejaría así: “negro sobre negro” simplemente, sin más, el artículo “el negro” entiendo que sobra, y lo de permanente lo veo innecesario.

    -“Si lo descubrieran, ¿reconocerían lo que es?, ¿delata su olor el engendro que es?
    Cuando era lobato y todavía no se había producido la maldición, había escuchado las leyendas: lobos que se metamorfoseaban en seres aberrantes durante la plenagea, alejados de su naturaleza, bestias.” En este párrafo repites el verbo “es” muy seguido, si lo lees en voz alta lo apreciarás. Mejor: “Teme que si lo descubren reconozcan su naturaleza. ¿Le delatará su olor?” claro está que con tus propias palabras. También cambiaría lo de “metamorfoseaban” por “convertían” porque la expresión sencilla es preferible aquí, a mi entender.

    Me preguntaba adónde conducía la historia hasta que entra en juego el segundo personaje, la hembra. Lo del sombrero de copa es una licencia que te permites y como todos no la hemos permitido pues bien…la acción no transcurre tampoco en la luna, aunque su influencia se note.

    Pero lo dicho, en su conjunto es una escena que se disfruta.

    No había tenido ocasión de leerte antes, espero que sigas trayéndonos nuevas escenas.

    Un saludo.

    Escrito el 20 abril 2016 a las 10:11
  5. 5. Jose Luis dice:

    Hola Barojo
    Gracias por pasarte por mi relato y por tu extensa aportación.
    A nivel formal no he hallado nada que mejorar, porque la acción se desarrolla de forma pausada y lineal, conduciéndonos hasta un final muy interesante.
    Hay algunas cosas, sin embargo, que me chirrían. No tengo claro que cumplas con el reto, es decir, que la acción transcurra en la Luna. Básicamente por el tema de que no hay aire en la Luna, entre otras cosas. Como nos ha pasado a casi todos, lo del sombrero de copa está metido con calzador.
    La idea de la transformación al revés, del lobo al hombre, me ha gustado mucho. Dota de originalidad a la historia y, encima, da para mucho más, incluso una novela.
    En resumen, un cuento bien narrado y rematado, que me ha entretenido mucho.
    Un saludo

    Escrito el 20 abril 2016 a las 16:20
  6. 6. barojo dice:

    Muchas gracias por leer mi relato y comentarlo. Tengo en cuenta todas vuestras consideraciones, algunas de ellas mejoran la redacción notablemente. ¡Lo de la repetición del verbo ser me pasa a menudo!
    José Luis, me permití la licencia de imaginar una Luna en la que hay lobos, sé que es imposible, pero, por ahora, tampoco vive nadie en la Luna, ni hay selenitas. Al fin y al cabo son relatos de ficción.
    Gracias de nuevo.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 abril 2016 a las 18:50
  7. 7. Caciba dice:

    Hola, Barojo.

    Gracias por comentar mi relato y perdona la tardanza en pasarme por el tuyo.

    Muy original. Ya que la historia sucede en la Luna está muy bien que sea a la inversa: lobo-hombre.

    Pío Baroja es un escritor que me gusta mucho, me encantan sus descripciones. Al leer tu relato he sonreído porque el tuyo está lleno de ellas 🙂 y me ha venido a la mente tu nombre. ¿Casualidad o lo has elegido por el mismo motivo, porque te gusta describir?

    Me parece tu historia muy original, muy bien narrada y no le puedo poner ningún “pero” (bueno… yo no soy experta como otros compañeros). Pero te digo mis impresiones por si te ayudan.

    Un saludo

    Escrito el 23 abril 2016 a las 13:12
  8. 8. Marzul dice:

    Hola Barojo, en una primera lectura de tu relato yo también pensé, como José Luis, que faltaba concretar un poco más el lugar en donde se desenvuelve la narración; sin embargo lo he leído varias veces y creo que está perfecto. No es necesario aclarar más: el lobo y la luna ya de por sí van unidos en muchos relatos (si el lobo aúlla a la luna será por algo jeje…). La transformación a la inversa de lo que estamos acostumbrados me ha sorprendido. Creo que es muy original y está muy bien descrita. La ceremonia del té, el sombrero de copa y la aparición de la chica de la peli me ha gustado mucho, de verdad. Es una escena surrealista con un toque de glamour que contrasta con la negrura, las garras y ese ambiente lunar tan frío.
    Esa “fila de plata que camina lenta y rítmicamente” creo que es una metáfora muy acertada.
    Por ponerte un pero te diría que tal vez no sea necesario repetir la palabra lobo cuando dices: “se esconde de los demás lobos”
    Un buen relato. Saludos

    Escrito el 23 abril 2016 a las 18:35
  9. 9. KMarce dice:

    Saludos Barojo:

    Me ha gustado mucho tu relato, como te han mencionado ya las mejoras, no diré nada más, porque no tengo que aportar a lo dicho.
    Lo que sí puedo decirte es que es muy encantador, aun con ese metamorfosis tan terrible como experiencia para el pobre lobo. Así que por mí no hay problema que existan lobos en la luna, porque a mi entender, hiciste bien al meterlo en ese espacio y dar detalles de su ubicación, pese a que no “cuaja” con lo técnico, en este caso, lo acepto como lo has presentado porque es una historia de fantasía, y no necesito que las leyes del cosmo se cumplan.
    Me ha encantado la hora del té, y tu relato me lo he visto (perdón, pero es que yo no leo, yo veo) en un escenario de personajes en “slow motion”, y me ha encanto ese dedo en alto y que al final, hasta futura novia haya encontrado 😛

    Gracias por la sonrisa, ¡nos leemos!

    Escrito el 23 abril 2016 a las 22:59
  10. 10. beba dice:

    Hola, Barojo:
    Me pareció una historia muy bonita y original, llena de bellas imágenes (impagable la marcha de los lobos en la Luna).
    Buen manejo de la ortografía y la sintaxis.
    Excelente.
    Mi relato es 164. Nos leemos.

    Escrito el 24 abril 2016 a las 18:14
  11. 11. barojo dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios. La verdad, no estaba muy satisfecha con la historia, me costó mucho este reto de la luna porque no quería hacer una historia de ciencia ficción.
    Caciba, lo del nombre es casualidad, por ahora (estoy empezando a escribir, aunque ya tengo mis años) me siento más cómoda describiendo. La verdad es que tengo un nick muy literario jejejeje, lo único es que da lugar a confusión porque soy mujer 🙂

    Escrito el 25 abril 2016 a las 08:55
  12. 12. drow_jack dice:

    Hola barojo.
    Gracias por pasarte por mi relato.
    Hasta que no he buscado la definición de plenagea no he asimilado que el escenario era la Luna. Eso me ha parecido más increíble todavía, una licantropía inversa en todos los sentidos, me ha gustado. Aunque el momento de conversión humana, y el té, me han dejado un poco: ¿Qué cojones?
    Original, sin duda.

    Escrito el 25 abril 2016 a las 13:10
  13. 13. Thelma Lóoez Lara dice:

    Hola, Barojo.

    Tu relato es cautivador. Me encantaron las descripciones que haces sobre la manada de lobos y la hora del té.

    Saludes

    Escrito el 29 abril 2016 a las 16:24

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