Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
PISA CON GARBO - por Oda a la cebolla
—¡Mamá, mamá!
—¡Ya, ya! Te escucho. Para un poco, por favor… Tranquilízate y dime qué te ocurre para estar tan agitada. ¡Me mareas con tanto oleaje!
—De acuerdo, ya me apaciguo; perdona, mamá. Quería llamar tu atención. Es que no me escuchabas estos días, seguramente por tu nueva nebulosa grisácea, y tenía ganas de comentarte algo.
— Es muy posible que haya sido por eso, sí. Parece que unos cuantos andan siempre ocupados entre ideas contaminantes. ¡Esperemos que no me asfixien todavía, que tengo muchas vueltas y revueltas que dar! A ver, dime, ahora que estás más sosegada.
—Mami, ¿ya no se anima nadie a volver por aquí? Uf, no quiero ni pensarlo. Espero tener alguna visita pronto. ¿Tienes noticias nuevas? Llevo esperando tanto tiempo… Me entretiene ver desde lejos vuestras peripecias, pero otras veces me aburro bastante. Me encuentro apartada, y aún es peor desde que quien tú ya sabes se volviera tan introvertido. La verdad es que parece que no le caigo muy bien, no sé. Él va a lo suyo, como siempre, pero se ha vuelto un tanto cascarrabias con la edad.
—Bueno, mujer. Cada uno es como es. No le culpes. Hay que entender que tiene bastante carga diaria dándonos chispa y luz a todos, sin bajar la intensidad en ningún momento. Debe de ser agotador.
—Es verdad; tienes razón, mamá. Menuda energía la suya… Bueno, como te decía, estaría encantada de encontrarme con alguien, de nuevo. ¡Con lo lustrosos que tengo ahora mis cráteres con el nuevo “maquillaje en polvo” galáctico de la última lluvia de estrellas! Tengo mejor semblante, si cabe, que cuando era más joven y alunizaron aquellos doce astronautas. Fueron unos años muy emocionantes. Cada vez que notaba una pisada, se me aceleraba la respiración y provocaba una especie de viento de levante que agitaba con fuerza las banderas que me iban colocando.
—¡Hay que ver lo entretenida que estuviste, sí! Tengo la sensación de que pronto se va a repetir algo así. La economía parece que va mejorando y van recuperándose las inversiones espaciales. Habrá que esperar un poco y ya veremos qué pasa.
Pasadas varias lunas…
—Qué ganas tengo de estrenar mi sombrero de co… ¡Vaya, se me escapó!
—¿Tu sombrero de qué? ¿Es que tienes un sombrero?
—Sí, mamá. Bueno, ya que se me ha escapado, te lo contaré. Me cuesta mucho mantener un secreto al llevarme sola tantas horas al día. Iba a ser una sorpresa. Quería dejarlo en la superficie cuando alguien volviera a pisar por aquí. Una especie de broma, vamos. Todos se extrañarían al verlo. Sería apertura de informativos durante semanas, y yo disfrutaría con vuestras caras de asombro.
—Pero, bueno. Mira que eres pilla. A ver, cuéntame cómo lo has conseguido.
—Pues verás. Cada Navidad, el trineo de Rudolf se acerca y da la vuelta justo aquí arriba para continuar con vuestro reparto de regalos. Esta última vez alcanzó más velocidad. Al completar el giro, un paquete azul brillante cayó. Contenía un precioso sombrero de copa. Un modelo clásico, idéntico a los que lucía Fred Astaire. Me dio pena el hecho de que no llegara a su destino, de que alguien se quedara sin su regalo. Aunque seguro que Santa Claus ya solucionaría ese problema.
—Te llegó un regalo caído del Cielo, nunca mejor dicho.
—Sí. Bueno, pues hablando de cosas caídas del Cielo, algo se divisa a lo lejos. Un objeto que va dejando un rastro luminoso y humeante. Todo apunta a que viene directo hacia mí. ¡Esto me suena de otras veces!
—No me digas… Pues me ha sorprendido a mí también. No me lo esperaba tan pronto. Ya te dije que sólo teníamos que confiar un poco más. ¡Estupendo!
—¡Qué bien! ¡Yuju!
—Para, para un poco, tranquila. No te muevas tanto, que me pones nerviosa. Dale la noticia también a Sol. Pórtate bien, sin hacer muchas travesuras, y ya me contarás qué tal te fue con tus nuevos “invitados”. ¡Hasta la noche!
Hola: este relato tenía que haber comenzado…Erase una vez…Como en todos los cuentos, las aventuras “van a su aire” y en este caso más aún. He disfrutado leyéndolo. Pero a decir verdad no me ha quedado claro quien es el personaje que habla. Por todo lo demás bien.
¡Hasta la próxima!
¡Estupendo relato, Oda!
Has sabido llevar el reto de este mes a su máximo exponente. Me ha impresionado la familiaridad que estableces entre la Luna y la Tierra y el desarrollo de la conversación tan coloquial e imaginativa.
¿Te has planteado desarrollarlo más y editarlo en forma de cuento de Navidad? Escribes bien y se ve que disfrutas. Ánimo, nos leemos.
Hola Oda. Un relato limpio, sencillo y dotado de muchísima imaginación. La verdad es que me ha recordado un poco al estilo de la compañera Celeste, que es la que casi siempre imprime dosis de imaginación infantil. Lo he disfrutado mucho y desde el primer momento, en mi caso, he tenido claro que quien hablaba era la luna.
Te felicito por tan ingenua historia y, al igual que Francis, me atrevo a decir que es un cuento precioso de navidad, por eso de que también incluyes a Papá Noel en el ajo. Enhorabuena por tan tierno relato, además, quiero anotarte que desde que te leo, creo que has mejorado mucho.
¡Hola Oda a la cebolla! Me gustó tu relato, lo disfruté mucho. La alegría de la luna por las intervenciones terrícolas y la inclusión del sombrero de copa, muy buenos. No ví errores, si los habían, pasaron inarvertidos. Estuve muy entretenida en la trama. Te felicito.
Te invito a leer mi relato #36, que creo que coincidimos en un cuento para niños, pero que los adultos también pueden adherirse.
¡Hola! Muchas gracias por vuestros comentarios. ¡Me paso a leeros! Saludos y buenos días.
Hola , Oda a la cebolla.
Es una propuesta novedosa, para mí al menos, la de dos cuerpos celestes conversando. Pero una vez pasada la novedad, que se va enseguida, hay que sostener el relato con la fuerza y la interacción de los personajes, por pintorescos que sean. Es aquí donde tú relato me deja un poco frío como actor. La relación “mami-hija” de esos personajes se queda en el aire , quizá porque falte una trama que como sabes es la urdimbre que da coherencia a un relato. Sin trama hasta los personajes más brillantes se caen. En ese sentido los cuatro últimos párrafos pudieran ser prescindibles y ser cambiados por algún detalle sobr la relación entre una y otra y lo de ese otro personaje aburrido que apuntas en el,segundo párrafo. En ocasiones, a mí me sucede, solemos pensar que el lector está deseando “sorprenderse” con un descubrimiento por nuestra parte y los pequeños misterios que podemos,ir poniendo como si de un acertijo se tratase nuestro relato. En mi opinión es un craso error. El lector, los lectores nos gusta, la trama, eso que se llama “el cotilleo”.
En resumen, todo esto es una opinión que te ofrezco respetuoso, sabiendo de antemano que tu trabajo es tuyo, y está perfecto así como la gentileza de ofrecérnoslo. Gracias por ello
me ha gustado tu relato, natural, como si fuera un cuento despues un coloquio madre—- hija
sencillo
me ha gustado leerte saludos
Hola Oda,
A mi la idea me ha parecido original y bonita pero he tenido que leerla otra vez para pillarla. No se que nos ha pasado a muchos este mes,como si la Luna nos hubiera trastocado. Creo como Don Kendall que al no haber trama no tiene
Jugo. Se me ocurre que podías haber recurrido al género epistolar. Haber escrito una carta de tierra a luna o al revés.
Nos leemos. Estoy en el 57
Hola,Oda a la cebolla
Admiro la manera tan fluida que tienes de llevar la historia, y me impresiona esa magia o acercamiento al cuento infantil. Tienes vocación para incursionar en esta versión blanca de la literatura.
Me gustó mucho la personificación que haces de la Tierra y la Luna.
En general es una historia redonda, como la Tierra y la Luna.
Si otros compañeros vieron algunas inconsistencias, respeto sus opiniones, pero yo disfruté el relato.
Aplausos
Muchas gracias por dejar vuestras opiniones por aquì, siempre constructivas. ¡Me paso a leeros! Buenas noches.
Buenas Oda,
Me ha gustado el relato, me ha divertido leerlo y el tratamiento inocente que das a la personalidad de la luna, como una niña pequeña que se ilusiona con cada cosa que le pasa. Además, me han gustado esos pequeños guiños dentro del relato, como la situación económica mundial, o ese “viento” que mueve la bandera en un lugar donde no debería haberlo.
Como siempre, creo que el relato está muy bien escrito, en realidad a nivel forma no he encontrado ningún fallo que comentarte así que te felicito.
En cuanto a la forma te comento una apreciación, un poco en relación sobre lo que indican los compañeros sobre la unidad de la historia. El hecho de que el relato sea en dos momentos diferentes está bien pero creo que es lo que corta la narración, parece que hay primero una conversación casual y luego una centrada en el gorro. Para unificarlo, una forma que se me ocurre es que al principio de la conversación se hable de que algo se acerca pero no saben lo que es, que sería la excusa para hablar de las anteriores veces que el hombre llegó a la luna, y en medio de esa conversación casual que se le escape a la luna lo del sombrero, continuando así con esa historia y el efecto cuando se lo encuentren. De este modo, al final se descubriría que lo que se acerca vuelven a ser los hombres y tendría todo el relato mayor unidad. Como siempre, aunque creo que el relato está muy bien me gusta darle una vuelta, puestos a ser “criticón”.
En cualquier caso, el relato me ha gustado mucho, creo que es un derroche de fantasía, y tratas la conversación de una forma muy tierna así que te doy la enhorabuena.
Como siempre, muchisimas gracias por pasarte por mi relato y por tus comentarios. Seguimos leyéndonos!!
Un abrazo!!!
¡Gracias, Wiccan! Siempre vienen bien las opiniones “criticonas”, como tù dices. Hasta la pròxima. Nos leemos. ¡Buenas noches!
Hola oda a la cebolla.
Las cosas que puedo decir son pocas. Primero que cortarás la historia con “pasadas varias lunas” le quitó dinamismo a la historia; que de por sí es un diálogo que, como dijo Don Kendall, carece de trama, al menos una que te atrape. Esta buena la idea de madre-hija con la Luna y la Tierra, pero como dijo Wiccan, si hubieses introducido que algo se acercaba para darle pie a todos los demás, la historia hubiese tenido otro color más interesante.
Ojo, me parece que esta muy bien escrita en cuanto a técnica, pero le hace falta un plus para atrapar más al lector.
Otra cosa, cuando hablas del cielo, sin hacer referencia a algo religioso, va sin mayúscula.
Te felicito por tu gran imaginación, y por escribir tan bien. Te sigo leyendo el próximo mes.
Si querés leerme estoy en el relato 11.
Saludos.
Hola Oda.
Tu relato tiene mucha imaginación, está bien llevado y se lee fácil, pero me ha faltado al igual que te comentó Don Kendall y Guiomar, definir un poco más a los personajes y crear un poco más de trama.
Lo del sombrero que se cae del carro de papá Noel, pues muy casual sí, pero creo que ha faltado un poco más de enredo que enganchase al lector.
Te elogio la idea de los cuerpos celestes conversando.
Un saludo.
Hola Oda, después de quince comentarios, poco me queda que decir sobre tu relato. Utilizas el diálogo muy bien; resulta fluido y natural. El relato es original y cuenta la conversación que se daría fácilmente entre una madre y una hija. Creo que introducir una trama de acción, no le iría, tal y como has ideado tu historia. me ha gustado.