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El diario de Hanna - por Laura
Diario de Hanna
Año terrestre 2097, 5 de enero.
Quiero dejar constancia de los hechos ocurridos en la colonia lunar subterránea S.1.4.N. a partir del 31 de diciembre de 2096.
Soy Hanna. Tengo catorce años. Al igual que el resto de mis compañeros, soy un humano perfecto gracias a la ingeniería genética. Nací y viví hasta el momento en la colonia.
La vida en la Luna era monótona, previsible, claramente definida. Era. Ya no.
La presencia del día y la noche se señalaba por relojes y cortinas de ensombrecimiento. La temperatura y presión, eran cuidadosamente controlados, al igual que el aire que respirábamos se adecuaba a nuestras necesidades gracias a complejos sistemas que no dejaban de trabajar para eliminar el regolito siempre presente en todos los ambientes, incluso en aquellos altamente esterilizados.
Vivía en una cabina para adultos jóvenes, en una unidad dedicada al análisis de las características físicas y químicas de la Luna, mientras en otras unidades se dedicaban a la extracción de la necesaria hidroanortosita, un derivado de la anortosita, descubierto al analizar las rocas que se llevaron en el siglo XX y principios de este. La hidroanortosita tiene un altísimo poder como propelente en estado sólido, es de fácil manipulación, liviano, fácilmente compactable. Una pequeña cantidad mezclado con unas gotas de hidrógeno líquido, puede transportar una nave carguera una gran distancia. Su descubrimiento ha permitido un gran avance en la investigación interplanetaria, en la búsqueda de un planeta con condiciones adecuadas para la vida humana.
Como pasatiempo, estudiaba una y otra vez las imágenes de la Tierra cuando no era el desierto en que los humanos la convertimos.
Todos nos habíamos estado preparando desde hacía días para la fiesta de año nuevo. Sería una fiesta de disfraces. La única condición era que cada disfraz incluyese un sombrero. Querían que fuese memorable. Y lo iba a ser. Era mi primera fiesta con los adultos.
A la hora indicada, nos dirigimos a nuestros vehículos que de modo silencioso nos condujeron al domo de la fiesta.
Allí, las bandejas portadas por eficientes camareros ofrecían alimentos y bebidas. En realidad no era más que una forma diferente de presentar el mismo alimento insípido que ingerimos a diario.
Cerca de las 24.00 horas cesó la música y se escuchó al Administrador dándonos la bienvenida desde una pantalla ubicada en la parte superior. De pronto la pantalla apareció cubierta de polvo, y un rostro que cambiaba de forma constantemente se dirigió a nosotros:
“—Salud humanos” —dijo. “—Somos el regolito, el para ustedes molesto polvo lunar.”
Una exclamación de asombro siguió a esta declaración.
“—No es posible.”
“— Jamás hallamos indicios de vida en la Luna.”
El rostro siempre cambiante continuó:
“—No nos han podido detectar porque podemos indistintamente adoptar la forma animada o inerte a voluntad.”
La atención estaba centrada en la pantalla. Todos escuchábamos en silencio.
—“Hace mucho que los estamos observando. Destruyeron su planeta, abandonaron a sus hermanos de especie en una feroz lucha por la supervivencia y no tuvieron misericordia con nadie ni nada en su afán de posesión, de dominio. Pero hasta aquí llegaron. Volverán a la Tierra. Tienen hasta las 24.00 horas del 5 de enero para abandonar la colonia. Es tiempo suficiente para que se organicen. A partir de ese momento comenzaremos a invadir todo.”
Finalizó la transmisión y de inmediato todos comenzaron a hablar a la vez. El Administrador reanudó la transmisión
“—Esto no es más que una escaramuza de quienes nos sabotean continuamente. Quieren sembrar el pánico, pero no lo lograrán.”
Suavemente al principio, y ascendiendo de a poco, se escuchó un único tictac marcado
al unísono, que terminó acallando al líder.
El pánico se apoderó de los presentes. Los primeros en salir intentaron apropiarse de los vehículos pero fueron rápidamente controlados.
Con mucho esfuerzo los equipos de seguridad lograron organizar todo y comenzaron la evacuación.
Conformé un grupo de voluntarios que recorría las instalaciones. Los localizadores personales fueron fundamentales en esta tarea. Las listas se actualizaban constantemente.
En mi última recorrida pasé por el domo. Allí, cerca de la puerta, olvidado, totalmente inútil, había quedado abandonado un hermoso sombrero de copa.
Nos quedan pocas horas en la Luna. Pronto saldrá mi unidad de transporte. Es una de las últimas.
No sé qué será de nosotros. Tengo miedo, incertidumbre, y muchas nuevas sensaciones por primera vez en mi vida. Me siento viva, más viva que nunca.
Pase lo que pase, ya nada será igual.
La fiesta?…realmente fue memorable!!!
Hola Laura, me ha gustado mucho tu relato. Logras crear una atmósfera futurística creíble, lógica. El texto es congruente con la juventud de Hanna, retrata muy bien el modo en que una adolescente vería esos sucesos. Me gusta el hecho de que hayas pensado en el regolito como un ente vivo; en ese punto hay algo quer se toca entre tu relato y el mío, que te invito a leer y comentar (es justo el anterior a este).
Pienso que en “La temperatura y presión, eran cuidadosamente controlados” hubiese sonado mejor “controladas” ya que ambas son genero femenino, mas ese es un detalle muy pequeño y facilmente corregible.
Enhorabuena, espero seguirte leyendo.
Muchas gracias por tu comentario. Por supuesto, voy a pasar por tu texto. Tenés razón con el género del Controlados. Repasé el texto una y otra vez y en cada una lo modificaba. Me costó muchísimo. Logré la idea de lo que quería ya con poco tiempo. Y no por no tratar de encontrarle la vuelta.
Me quedé con ganas de saber más!quiero saber que le paso despues.
el mio es 138 si me quieres leer. cuéntame que le pasa después por favor
José Luis: en realidad, luego del texto, me quedé con las ganas de continuarlo para un texto más largo. Cuando pude encontrarle la vuelta, se me aparecieron muchas otras ideas sobre la posible vida en la Luna de esa colonia y su vuelta a la Tierra. Y por supuesto, la necesidad de ver al resto de los seres vivos y el entorno como una unidad. Y los redolitos siempre presentes.
Feliz año nuevo…los mejores augurios para el 2097
Hola, Laura:
Muchas gracias por haber pasado por mi texto.
Vamos con el tuyo. Es original y ameno, me ha gustado mucho la visión de una niña de catorce años, pero me queda la duda de si la segunda parte del relato está incluida en el diario o es un flashback, ya que comienzas de un modo muy técnico para luego darle personalidad a la protagonista (no sé si me explico bien). Da la sensación de estar contado por dos personas diferentes (el estilo cambia mucho). Quitando eso, en el contenido no hay nada más que decir.
Respecto al aspecto formal:
Si usas rayas para los diálogos, no uses comillas. O lo uno, o lo otro, pero las dos juntas, no (las comillas las reservamos para cuando dentro de un diálogo, se cita directamente a otra persona).
Los signos de interrogación y admiración, no se escriben solo al final, deben llevar obligatoriamente los de apertura también.
Repasa la puntuación de los diálogos, pues el único inciso utilizado, está mal. Te lo corrijo aquí para que veas cómo debería haber quedado:
—Salud humanos —dijo—. Somos el regolito, el para ustedes molesto polvo lunar.
Por último, el punto se debe situar siempre detrás de las comillas, y no antes (hacerlo antes, es un anglicismo).
Si te quedaste con las ganas de continuar el texto, hazlo, no te cortes. Y nos avisas, que queremos saber cómo continúa la cosa. 🙂
Un abrazo.
Hola, Laura. Me ha gustado mucho el relato, sobre todo el punto de vista de una niña de catorce años que por lo que se ve, va a madurar forzosamente muy pronto. Tu relato y el mío parten más o menos del mismo punto: un ente, se supone de origen lunar, se rebelan contra los humanos que pretenden colonizar el satélite. Sin embargo, del mismo punto pueden salir miles de historias. Muy original lo del regolito. Ahora bien, ¿has planteado al regolito como un ente con vida propia o quizá es un ente el que se sirve del regolito para llevar a cabo sus deseos? La trama es buena, pero lo bueno parece que empieza ahora, cuando los colonos regresen a la Tierra, y vean lo que se encuentran, y de ahí, a sobrevivir. Este tipo de historias enganchan desde el principio y siempre te dejan con ganas de más. Ahora te toca trabajar la continuación, porque el punto de partida invita a eso. Saludos.
L.M.Besada, Antonio
Muchas gracias por sus aportes.
Realmente, luego del texto que me costó muchos días encontrarle la vuelta, me surgieron gran cantidad de ideas. Efectivamente, tenía la intención de mostrar características de la vida en la colonia y particularidades en el traslado a la Tierra. Lo tengo agendado para continuar.NECESITO TIEMPO!!!!
L.M. MATEO: lo de los diálogos lo puse entrecomillado porque era la cita de lo que se había hablado y tenía algunas dudas al respecto.
Muchas gracias a ambos
¡Hola Laura!
Me gusta que desde el principio se empiece a contar algo. Hay una narrativa interesante en tu relato. Quede con la sensación de que el primer párrafo hubieron algunas líneas que sobraban porque algunos datos no fueron relevantes. Ya en el segundo fue excelente la entrada porque puede notar que el segundo párrafo entró con fuerza porque la historia comenzó a desarrollarse. Revisa bien el primer párrafo porque pudo ser un preámbulo largo para un relato tan corto. Algo que si me gustó es que logró engancharme, tiene una trama interesante y la verdad es que he pasado por varios relatos y pocos logran engancharte como este relato.
Muy bien trabajado el relato, se ve que le invertiste tiempo y ha sido de mi completo agrado.
¡Un abrazo!
Hola Laura. Un texto que engancha desde el principio. Me gustó la historia que planteas y la que no nos cuentas, porque lo mejor del relato, es lo que nos dejas entrever que ocurre, tanto en la Tierra como en la Luna, si ya tienes ideas para continuar esta historia, ¡Adelante!, pues tienes mucho material jugoso con el que jugar. Por mi parte, me pareció un poco raro que hubieses escogido el regolito, tan abundante en la superficie lunar, para dotarlo de vida, pero sin duda es una idea de lo más original.
En cuanto al aspecto técnico, ya los compañeros te han hecho muy buenas observaciones, yo que soy una despistada tan solo he visto una cosilla que me ha chirriado un poco.
“La fiesta?”. Olvidaste la interrogación de apertura de esta pregunta.
Victor Hugo, Frida
Muchas gracias por sus comentarios.
Es un gran aliciente dado que éste es el único sitio donde publico algo. Soy extremadamente tímida y no integro red social alguna, por lo que valoro muchísimo los comentarios que hagan.
Usé el regolito para darlo como una forma de vida diferente, con características diferentes a las que estamos habituados a considerar.
La última frase la incorporé a último momento, ya cerca del 14. Quise con ella retomar el espíritu juvenil, juguetón, pero con un ingreso prematuro en la vida adulta de Hanna.
Muchas gracias nuevamente.
Hola Laura:
Me ha sorprendido gratamente tu texto. He visto una redacción muy cuidada, los detalles bien integrados y el contenido muy coherente. Qué capacidad de detallar esta atmósfera lunar futurista y tecnológica!! los elementos son creíbles y el lenguaje técnico. Sí que se advierte, como te ha indicado L. M. Mateo, un cambio de registro de técnico a más familiar cuando llegas al punto álgido de la fiesta, pero eso yo lo veo coherente con lo que cuentas, pues es precisamente lo que ocurre a continuación lo que hace que el personaje “despierte” y se implique de forma personal, ya que hasta entonces parecía comportarse como un autómata.
Lo único que suprimiría es la frase del final: “La fiesta!! realmente fue memorable!” esta frase rompe el relato, pues se traslada al pasado, cuando aún no sabemos el resultado de esa huida. Si interrumpes el texto cuando se disponen a escapar, en todo caso sería:” No cabe duda de que esa fiesta iba a ser memorable” pero yo tampoco pondría nada, mejor dejarlo en el punto en que se disponen a escapar, quizás añadiendo alguna frase de enganche como: “nos esperaba un singular destino…” o algo así.
Te felicito por tan buen relato, muy logrado y verosímil. Un placer leerte. Un saludo.
Hola Laura,
Muy buenas descripciones técnicas que ayudan a dar realismo al relato. El regolito dió para mucho, ¿no? A mi también me llamó mucho la atención. Está bien escrito y dentro del género de la ciencia ficción muy logrado. Me costó encontrarle “personalidad” propia al regolito. Es como si la arena hablara, ¿no?, y aunque no me niego a que las cosas tengan alma, y creo que seguramente nuestro planeta algún día se quejará ( se está quejando ya) manifestándose a través de sunamis, incendiosy tornados, no sé, me costó creer que el regolito tomara la palabra en una pantalla de televisión. Me falta imaginación seguramente. Ya sé que tampoco hablan los perros, jajaja.
En cualquier caso se trata de un trabajo muy cuidado, enhorabuena. Gracias por pasarte.
María
Muchas gracias por tu pasada y comentario.
Una amiga muy querida es la que despertó mi imaginación. Soy una desbocaba en ocasiones. En otras soy una madera inerte. Lo maravilloso del ser humano.
La idea del regolito con alma enseguida se me apareció, una llamada de atención para que cuidemos nuestro planeta, una conciencia universal de la que todos tal vez somos parte. Incluye concepciones metafísicas que son muy personales y que transmitimos en lo que ofrece cada uno de nosotros.
Y la forma del regolito siendo uno y múltiple, surgió de una imagen que me quedó grabada de una película bastante antigua, no recuerdo su nombre, donde las manos conforman cara, boca y siempre son manos. Es una imagen que me quedó grabada.
Nuevamente, muchas gracias por tu comentario.
Seguimos escribiendo
Hola Laura.
Acá estoy devolviéndote la visita a mi texto. Gracias por tu comentario, y por haber disfrutado de mi historia.
Como muy bien resaltó LM.Mateo, hay dos partes bien diferenciadas en cuanto a estilo en el relato, que me parece desencaja un poco; con sus correcciones también concuerdo. También creo que la parte que parece introductoria desborda de información innecesaria como la explicación de la “hidroanortosita” que no suma nada relevante a la historia. Hubiese estado bueno ir mezclando descripción y acción en partes iguales, para que no se de esa sensación de que sólo estás describiendo algo, porque hace muy plana a la historia.
Lo del regolito viviente o poseído se me hizo difícil de imaginar.
Particularmente no me sentí enganchada con la historia. Estoy es muy subjetivo, tiene que ver con mis gustos.
Sin embargo reconozco que hay potencial en la historia. Creo que agregando unos ligeros cambios, lograrías mejor conexión lector/historia, incluso más allá de los gustos. Un compañero que eligió algo futurista y con descripciones tecnológicas y que además engancha bien la acción de la historia con la descripción es Marcelo Kisi, si no lo leíste, te lo recomiendo, para que entiendas mejor mi sugerencia de más arriba con lo de ir intercalando —obvio que los estilos son diferentes—.
Te felicito por lo logrado, te aliento a seguir ejercitando tu talento. La timidez puede cohibirnos,a veces nos limita demasiado a la hora de presentarnos al mundo, no tengas miedo de equivocarte, ni de la critica. Yo también hace poco escribo para otros, siempre fui muy reservada, pero mis ganas de compartir mi pasión quitó un poco el miedo y la vergüenza. Vos podes, nunca te desánimes.
Saludos.
Caritobel
Siguiendo tu consejo,voy a pasar por Marcelo Kisi.
Las explicaciones sobre la “hidroanartosita” fundamenta por qué los humanos están interesados en la Luna, un satélite aparentemente inerte, dado que la Tierra ha sido destruida por ellos y su descubrimiento permitiría la búsqueda de otro planeta que permitiese su colonización. Pero esta explotación de la Luna llevaría también a su destrucción dado que los humanos son poco cuidadosos y respetuosos con el entorno y muchas veces en pos de su objetivo no se detienen en lo que destruyen.
Muchas gracias por tu pasada y tu comentario.
Laura, definitivamente es un relato que engancha. Como dicen los compañeros, como lectora quedé con ganas de saber más. Espero la segunda parte. Nos avisas cuando la publiques.
Saludos.
Hola Laura!
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo de modo tan generoso! 🙂
El tuyo me gustó, dentro del clásico mito del blanco colonizador, has logrado bastante originalidad. Me gustó mucho también tu manejo del ritmo, que a veces parece precipitado pero no, porque mantiene en vilo y crea dramatismo.
Sobre todo me llamó la atención la sumisión del ser humano, que por una vez decidió no ser arrogante dominador y aceptar el ultimátum de los “nativos” en lugar de intentar combatirlos. Por una vez mostraron algo de humanidad, lo cual indica que hay esperanza para la especie humana, no? Yo también me quedé con las ganas de saber qué viene después.
Me saco el sombrero de copa! 😉
Marcelo: no fue una aceptación de ultimátum. En realidad entendían que si se resistían el regolito en su forma de polvo lunar puede obstruir toda maquinaria, por es que incluso se lo encontrabA incluso en el ambiente “altamente esterilizado”. Mi regolito es prácticamente invencible.
Muchas gracias por haber pasado y dejado tu comentario.Estoy descubriendo que lo mío tal vez no es el microrelato, sino algo más largo, ya que mis textos parecen formar parte de algo mayor. Trabajaré en este formato para ver qué sucede.