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Algo prestado - por Ky Diaz
Lazos.
Cientos de lazos desperdigados en el interior de la habitación en que Nina se encontraba preparándose para su boda. Llevaba el vestido ya puesto, el rojo cobrizo contorneaba su oscura piel. Después de una longeva guerra entre humanos y humanoides, y después de millones de vidas perdidas, era a ella a quien le obligaban a darle un final… ¿cómo había dicho el rey?, interesante.
El reinado de los humanos iba a llegar a su fin con su muerte, todos eran conscientes. Pero incluso así se arriesgaban a casarla con aquel… interesante humanoide. Por largos siglos habían creído que los extraterrestres eran feos y verdes, al menos era un consuelo para ella que esa teoría no fuera cierta.
Él era alto y con una hermosura que robaba el aliento.
Talvés ese era el problema.
No era ese su destino, ¿por qué no obligaban a la princesa a casarse con él? Ya tenía suficiente creciendo a la sombra de los árboles y cuidando de su primo menor. El arroyo en el que vivían era de los últimos que quedaban en la tierra, pero ya no era tan valioso desde que descubrieron los ríos de oro y agua de Cades, el planeta de los humanoides.
Para ambos primos el agua siempre era un tónico vital.
Nina observó la habitación. Algo digno de una reina, en colores pasteles toda la simpleza y la tecnología que podía contener. Más allá de las ventanas podía observar las grandes llanuras plateadas de la luna, con todo y su estresante calor. Odiaba la luna.
Un toque en la puerta la alertó.
—Pase —murmuró con suavidad.
—Estás preciosa —dijo Blein—. Eres toda una suerte para mi hijo.
Nina la miró intentando ocultar el desprecio que sentía por aquella ridícula mujer. ¿Por qué se pondría aquel sombrero de copa con un vestido rosa palo tan elegante y largo que casi competía con el suyo?
— ¿Mi primo está bien?
— ¡Ah! El adorable John —rio—. Lo están preparando las damas de honor.
Aquella era otra tortura, no conocía a las mujeres pero tenía que sonreírles como si fueran amigas de toda la vida. Bajó la cabeza con dolor, había ocasiones como aquellas en que deseaban que todavía estuvieran en guerra. Al menos así estarían junto a su primo viviendo de agua y frutas.
La mujer se marchó dejándola con el mar de tormentosos recuerdos.
Recuerdos de cuando lo conoció.
Estaban recogiendo las frutas del día cuando el cielo se oscureció, él descendió de su nave y bebió agua del arroyo. Su piel era tan pálida que le daba un toque de muerto. Entonces levantó sus oscuros e hipnotizantes ojos para observarlos.
Sus labios se curvaron en una sonrisa torcida. Y con lentitud se acercó, ella retrocedió al notar su arma a la altura de las manos. Ya las había visto funcionar antes, les borraba la memoria o los dejaba locos, y en el peor de los casos, los desintegraba.
Ni por aquel entonces, ni en ese justo momento, no entendía el propósito del rey humanoide al ofrecer terminar la guerra si la daban como sacrificio.
Se levantó con amargura de la cama, no lo había visto desde ese momento, pero deseaba preguntarle el por qué. En cuanto un humanoide la llamó, ella caminó hacia la pasarela de dos kilómetros hacia el altar.
Desde allí podía observar la figura de la tierra. Deseaba volver. Vio a John junto al humanoide rey, podía llegar hacia él y huir. ¿Pero qué tan lejos podía ir? ¿Lo intentaba o no lo intentaba? Podía significar sus muertes. ¿Arriesgaba sus vidas o no? ¿Qué tantas posibilidades tenía de escapar de ese destino?
Hola Ky Díaz.
Texto con leguaje sencillo en el que busco descripciones que me muestren la parte visual de lo que relatas, pero a penas encuentro, me quedo un poco con el desconocimiento de los personajes y me falta más contundencia en la trama para que esta resulte más interesante.
Original idea finalizar con una boda la guerra entre distintos mundos.
el final no es el final, sin embargo le ha faltado al relato la fuerza que lleve al lector a sentir deseo de leer rápidamente la continuación.
kY, Bien hecho y a seguir participando.
Saluditos.
Hola Ky Díaz, más que un relato me ha parecido el capítulo de una novela porque le ha faltado un buen final. Además me ha resultado confuso, no tengo claro, por ejemplo, si el rey es humano o humanoide. Tampoco se sabe qué pinta el primo de la protagonista en el relato ni la importancia que tiene ella para que la obliguen a casarse.
Te diré algunas cosas que he visto mejorables:
– “Llevaba el vestido puesto”, sobra el “ya”
– “longeva” es un adjetivo que se usa para personas o animales, no para cosas como una guerra
– “era a ella a quien obligaban a darle un final”
– repites “interesante”
– “Tal vez”, o puede que “Talvés” sea un nombre, dada la confusión de tu relato no sé si has cometido un error y el problema es una persona que se llama “Talvés”
– “con todo su estresante calor”
– falta una coma tras “rosa palo”
– “Luna” y “Tierra” cuando se refiere al satélite y al planeta va en mayúsculas
– “así estaría junto a su primo, viviendo de agua y frutas”
– repites “momento”
– ya que dices “Ni” sobra el “no” antes de entendía
– dices que camina hacia la pasarela de dos kilómetros hacia el altar, ¿coge allí algún transporte o va caminando durante dos kilómetros? eso es muchísimo caminar
Yo te recomendaría que reescribieras el relato para darle más coherencia y cuidaras el final.
Espero haberte ayudado. Un abrazo.
Algo prestado… enseguida me conecté con la historia y antes de empezar a leerla sabía que una boda se estaba fraguando.
Esa es la parte favorita de mis lecturas, los títulos
Namasté
Me ha gustado el tratamiento del personaje central,consigues que el lector se ponga en su lugar y al final casi que te gustaría animarle a que escape,porque el futuro que le espera no parece muy halagüeño.
También hay algo de confusión en el relato, pero comprendo muy bien, porque a mi me ocurre, que es corto el espacio asignado para explayarse, verdad?.Ánimo y enhorabuena!.
Hola Ky,
un relato un tanto parco en descripciones, me ha sido difícil situar toda la trama en la Luna. Me surgen más dudas al leer que se me resuelven. Resulta un tanto confusa la forma de acabar una guerra cuando parecen dos civilizaciones con un salto tecnológico muy fuerte, puesto que dices que los humanos poco más que quedan reducidos a un grupo que sobrevive en una pequeña región en la que no parece haber mucho más que un arroyo de agua y la vida que pudiera desarrollarse entorno a este, y una civilización extraterrestre con el consecuente poderío para llevar a cabo una guerra a nivel extraplanetario. Pareciera que están jugando con los humanos.
Un aspecto que me ha llamado mucho la atención es esa pasarela de dos kilómetros hacia el altar. Me parece una paliza de andar para que una novia llegue a su boda.
También quisiera apuntar que la trama se podía haber recogido en párrafos de mayor extensión ya que es, en su mayor parte, narración. Claro que, esto último es más una cuestión de estilo.
Espero sea de ayuda,
un abrazo.