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La verdad - por Valente
¿Te has llegado a preguntar porque la luna a veces se ve gordita y poco a poco va a adelgazando? Seguro que si lo has hecho, y como no sabias la respuesta le preguntaste a tus padres o a cualquier adulto, ellos te debieron decir alguna tontería científica como “La luna va girando alrededor de la tierra…”
¡Tonterías! Peor que tonterías ¡Tonterías adultas!
Todas las personas llegan a saber la verdad cuando son niños pero la olvidan al crecer, ya que vienen los adultos a repetir y repetir sus tonterías científicas hasta que un día para ellos esa es la verdadera y única explicación.
Solos unos pocos no lo olvidan, ellos son los encargados de que los niños se enteren de la mágica e increíble verdad. Yo soy una de ellos. Te contare mi historia de cómo pase de una niña triste a una de las pocas personas adultas que recuerdan la verdad.
Mis primeros siete años de vida fueron normales, tan normales que poco me acuerdo de ellos. Pero luego algo inesperado paso; perdí a mis padres en un accidente, llore lo que parece una vida pero ahora sé que fue un mes mientras mi familia discutía que hacer con todo lo que habían dejado mis padres, yo incluida.
Ninguno podía hacerse cargo de mi por eso decidieron mandarme a un internado, al descubrirlo decidí huir con nada más que lo que tenia puesto, solo tome el collar favorito de mi madre y el sombrero de copa de mi padre para tener un recuerdo de ellos.
Corrí mucho tiempo prácticamente sin ver por el bosque que rodeaba mi antigua casa hasta que pase por un pequeño lago donde se reflejaba el delgado contorno de una Luna sonriente, de repente su reflejo brillaba cada vez mas y mas, cerré mis ojos por la intensidad de este, al abrirlos me encontraba en la Luna.
– No estés asustada, aquí estarás segura– Me dijo un niño algo mayor que yo. Estando tan sorprendida como lo estaba no logre decir nada. –Toma, esto te ayudara con todo lo que estas sintiendo– Me ofreció una pequeña piedra que al hacer contacto con mi mano comenzó a generar una suave luz que absorbió mi cuerpo.
– ¿Qué fue eso?– Pregunte con una voz extrañamente tranquila.
– La Luna ayudándote atreves de una sus piedras lunares, ven te contare todo– Me fue guiando por el lugar donde nos encontrábamos, mientras me explicaba.
Estábamos dentro de un pequeño cráter en la Luna donde podíamos estar como si estuviéramos en la tierra, aquí vivían en este momento un total de 24 niños que al estar sufriendo se habían puesto en peligro en el momento justo; cuando la Luna esta tan flaquita que parecía que sonríe, y en el lugar adecuado; una superficie donde se reflejara, permitiéndole a la Luna traerlos hasta aquí.
– Entiendo todo lo que me cuentas ¿Pero cómo fue que llegue yo hasta aquí? Nunca estuve en peligro– Le pregunte a Peter que era como me dijo que se llamaba.
– Has negado que tuvieras en peligro pero no que hallas estado sufriendo, cuéntame que te paso– Me pidió.
Le dije todo lo que me había ocurrido en el último mes, pensé que sería difícil hacerlo pero no lo fue.
– Al escaparte te pusiste a ti misma en peligro, fue lo mismo que me paso a mí. Ahora tienes dos opciones puedes quedarte aquí hasta que crezca o puedes irte en un mes con tu familia en la tierra– Me explico.
– ¿Por qué en un mes?– Le pregunte.
– Porque durante este mes la Luna se va a ir poniendo más gordita porque va a ir absorbiendo tu tristeza y de los otros niños de aquí, como también de la gente de la tierra pero a menor escala, luego cuando se esté poniendo flaquita va ir soltado esa tristeza y es el único momento en que podemos volver a la tierra. Al llevar nuestras piedras lunares, la Luna siempre nos ayudara con nuestras tristezas. Yo elegí quedarme aquí por unos años.
Al terminar de explicarme todo esto me dejo sola, puse dentro del sombrero de copa el collar además de la piedra lunar y lo abrase hasta quedarme dormida.
Han pasado 15 años desde eso y hace 5 que volví a la tierra junto con Peter, al crecer en la Luna no olvidamos la verdad; La Luna no evita ponerse gordita porque nos ama y nos lo dice cada noche pero siempre lo olvidamos, y eso la hace tan melancólica.
Valente: esto si que es un cuento de verdad. Bien escrito y con sencillas palabras que se entienden a la perfección. Has explicado cosas con tanta naturalidad, que a nadie se nos va a olvidar. Sería algo mágico y maravilloso, que el reflejo de la luna nos pudiera absorber cuando estemos tristes o melancólicos. Tu idea me ha parecido original
¡Hasta otra!
¡Una muy buena historia! Es un relato que te hace reflexionar y en que incluso te puedes sentir identificado. Muy sentimental y bien redactado.
Mi relato es el 64 por si te apetece leerlo y dejar un comentario, gracias.
Hola Valente.
Me gusta la imaginación que tienes. Cumpliste muy bien con el reto.
Por mejorar tienes algunos errocillos de puntuación como separar con punto seguido al terminar una frase y no con comas; y tildes que faltan como en contaré, pasé, llegué, pasó.
De resto me ha parecido un cuento muy bonito e imaginativo, el cual he disfrutado mucho. Tienes madera de escritor.
Nos escribimos.
Hola Valente, tu relato me ha parecido muy bonito y creo que merece la pena que corrijas los fallos que has tenido y que no sé si han sido debido a las prisas y falta de revisión o a que sueles escribir así. Si es porque sueles escribir así tienes que ponerte las pilas y corregirte para no volver a cometer esos fallos.
– “Luna” y “Tierra” se escriben con mayúscula cuando te refieres al nombre del satélite y del planeta respectivamente, otra cosa es que pusieras “luna llena”, ahí es con minúscula
– “poco a poco va adelgazando” se te coló una “a” de más
– te faltan muchas tildes y eso para mí sí es un fallo grande pues cambias el sentido de las palabras si no pones las tildes bien. Por ejemplo puedes cambiar la persona de un verbo “logré” es primera persona del pretérito perfecto de indicativo, “logre” es primera o tercera persona del perfecto de subjuntivo o un imperativo
Otro ejemplo: “tenia” es un parásito, “tenía” es primer o tercera persona del pretérito imperfecto de indicativo del verbo tener.
Otro ejemplo: “sí” es un adverbio de afirmación, “si” es una conjunción
Me gusta poner un ejemplo de la importancia que tiene poner bien los signos ortográficos. No es lo mismo decir:
¡Señor, muerto está! Tarde hemos llegado.
que:
Señor muerto, esta tarde hemos llegado.
– Como ya te han dicho tienes que revisar bien las comas, los puntos… Esto se arregla haciendo una lectura en alto. Recuerda también que las aclaraciones van entre comas. Un truco para saber si es una aclaración es ponerlo algo entre comas, si les la frase sin leer lo que va entre comas y tiene sentido es que es una aclaración (o que sobra en el texto)
– Revisa la entrada que hay en el blog donde se explica cómo se ponen los guiones de los diálogos
– “Solo unos pocos” se te coló una “s”
– “a través de una de sus piedras lunares”
– tienes que revisar los tiempos verbales cuando la Luna da su explicación
– No puedes decir que le preguntas a Peter cómo se llama si ya estás diciendo Peter
– “quedarte aquí hasta que crezcas”
– tras la pregunta “¿Por qué en un mes? das una contestación con dos “porque” puedes cambiar el segundo por un “ya que”
– “la de los otros niños de aquí, así como también la de la gente de la Tierra”
– “lo abracé hasta quedarme dormida”
Espero haberte ayudado, tu historia es muy bonita así que escríbela bien y quedará genial.
Un abrazo.
Hola: muy bonito tu relato, hay poesía, sentimiento, significado, un mensaje hermoso y original. Te felicito.
Soy nueva en esto, por eso no me atrevo a darte más opiniones, pero, te invito a pasar por mi cuento el Nº90
Felicitaciones