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Media Luna - por Francis

—¿Es su primer viaje? —preguntó Sara, desde su sistema de telecomunicación del transbordador espacial Pegaso X, a aquel pasajero gordinflón que ocupaba el asiento colindante al suyo.

—No, suelo venir todos los años por estas fechas —respondió, amablemente— y me sirve de estímulo para una buena temporada. Se lo digo de verdad, créame.

—Para mí es mi primer viaje y, si le soy sincera, me ha costado mucho dar este paso.

Sara no contemplaba aquel viaje como placentero. En el último año, su fracaso matrimonial y la pérdida de sus padres la habían sumergido en una profunda depresión. Familiares y amigos intentaron, por todos los medios, que volviese a ser la persona alegre y feliz de siempre, pero sin éxito.

La nave alunizó sin problemas, como venía siendo habitual el día quince de cada mes, y los pasajeros fueron alojados en los distintos compartimentos de la Estación Lunar.

A solas en su habitáculo, se preguntaba si había sido necesario salir de órbita para encontrar lo que buscaba, como si las soluciones aparecieran por arte de magia al alejarse de la Tierra. Ya no podía volver atrás, sólo cabía esperar acontecimientos.

—“Bienvenidos, señores expedicionarios —le sobresaltó la megafonía interior—. El director de la Estación les desea una feliz estancia en la Luna. Es su deseo y obligación indicarles que todas las visitas al exterior se hagan en grupos. En los últimos meses, ciertos movimientos terroristas han llevado a cabo varios secuestros y con finales poco halagüeños. Sean prudentes. Muchas gracias”.

Sara sintió en su interior un chispazo eléctrico que le atravesó las entrañas. No lo podía imaginar. ¿También allí había sitio para “ellos”? ¡No les bastaba la Tierra! Rápidamente, pidió información en recepción sobre las excursiones y no dudó en apuntarse a todas. Había llegado con la ilusión de sentir experiencias nuevas y nadie se lo iba a impedir.

La primera excursión, destinada a la visita de cráteres, la recibió con tantas ganas como reticencias. Enfundada en su traje espacial, se adentró en una nave circular junto con el resto del grupo, que los condujo hasta el suelo lunar. Allí, tuvo que esquivar multitud de piedras hundidas en una capa de polvo profunda, pero quiso disfrutar del momento como si se tratara del primer desembarco en la Luna.

Tan ensimismada estaba en aquel momento, que, sin saber por qué, perdió de vista a los demás. Al verse desorientada, sintió pánico, pero al instante vio que alguien la seguía.

—¡Ah! Es usted. Me tranquiliza verle, de veras —dijo Sara cuando comprobó que se trataba de su orondo acompañante de la nave Pegaso—. En un momento me sentí perdida y atemorizada. ¿Ha tenido usted alguna vez esa sensación? Señor, ¿me oye? ¿Le funcionan los auriculares?

Con la mirada perdida y sin mediar palabra, aquel individuo se dio media vuelta y se fue alejando de Sara hasta que se unió al grupo. Miró atrás y al ver que ella no aparecía, pronunció una serie de palabras ininteligibles y con un utensilio cortante que llevaba escondido en su guante, se rasgó el traje espacial. Al instante, la carga de explosivos que rodeaba su cuerpo quedó al descubierto y, sin dudarlo, la accionó, provocando una gran detonación.

—¡Aquí la E.S.A., desde su delegación en Madrid, aquí la E.S.A…! ¡Vía satélite, hemos registrado una fuerte explosión! Contacten y notifiquen el alcance de lo sucedido.

—¡Recibido, Madrid, recibido…! Sólo se puede apreciar una nube espesa de polvo en suspensión. Enviamos una nave al lugar de los hechos, pero parece difícil de valorar… Por ahora, no hay visibilidad.

—De acuerdo, Estación Lunar. Dejamos abierta la comunicación…

Una vez conocida la autoría de la tragedia, Sara pudo regresar a la Tierra. Volvía más angustiada y decepcionada que antes del viaje, pero con la sensación agridulce de que aquel ser despreciable, quizás había tenido una pizca de compasión hacia ella, pues no intentó que se uniera al grupo y la libró de la masacre.

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4 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola Francis. Un texto sencillo que nos aproxima al futuro.Pero me has dejado con dudas sobre los terroristas, pues una acaba de leer el texto y siente que falta información sobre sus porqués, sobre el contexto en el que se desarrolla tal barbarie. Me explico, nos pones frente a un futuro soñado casi idílico, en el que nos omites detalles importantes que hacen que ese futuro sea más humano, más negro de lo que en principio parece. Podría pasar por alto conocer las motivaciones o historia de tales sujetos, pero no la visión hacia el final de Sara, la veo poco angustiada por lo que acaba de suceder, poco expresiva. Sé que sufre de una aguda depresión y que, lo que acaba de vivir no es precisamente agua de rosas, su reacción debería ser un poco más visceral. Al menos así lo veo yo para poder reforzar más el texto, aunque cierto es, que con 750 palabras muchas veces nos vemos obligados a recortar más de lo que nos gustaría. Aún así, te dejo la idea por si decides pulir el texto.

    Eso es en cuanto a argumento, en cuanto a la forma, he visto dos reiteraciones, las cuales te apunto.

    1″pero quiso disfrutar del momento como si se tratara del primer desembarco en la Luna.
    Tan ensimismada estaba en aquel momento, “. Si te fijas, repites la palabra momento en un corto espacio, se hace reiterativo, creo que podría sustituír el segundo momento por instante.

    2.”recepción sobre las excursiones y no dudó en apuntarse a todas. Había llegado con la ilusión de sentir experiencias nuevas y nadie se lo iba a impedir.
    La primera excursión, destinada a la visita de cráteres,” Y, en este caso, dices dos veces muy seguidas excursión, pienso que la segunda podría cambiarse por “Su primer destino programado fue la visita de cráteres…”

    Y así me despido, pero no sin antes decirte que he disfrutado de tu texto y de tu narrativa clara. La propuesta de este mes era complicada, pero tú la has superado con mucha imaginación.

    Escrito el 17 abril 2016 a las 12:35
  2. 2. Francis dice:

    Gracias, Frida, por tus sugerencias y me alegra que hayas disfrutado con el texto. Sí quiero aclarar que, desde un principio, me he puesto en la piel de la protagonista. Los porqués de los terroristas ya los conocemos y no he querido entrar en esa cuestión.
    Repasando, de nuevo, el texto he comprobado que la palabra “momento” se me ha escapado muy cerca una de otra. Sobre “excursión”, no lo veo tan claro.
    De todas formas, gracias por tu comentario.
    Nos leemos, pasaré por tu relato.

    Escrito el 17 abril 2016 a las 17:06
  3. 3. Beatriz dice:

    En principio creí que las restricciones de tu texto eran por que utilizabas palabras vulgares o soeces…

    Luego entendí que era por el enfoque violento de la trama…

    Otra manera de ver el reto
    Namasté

    Escrito el 19 abril 2016 a las 13:15
  4. 4. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Francis! Un buen relato, bien descrito. La verdad es que has mezclado estupendamente el ambiente con la situación dramática de los dos personajes principales. Tiene una temática original. Las reiteraciones que comentas no me parecen molestas; no se aprecian como fallos importantes. Muy acertada también tu advertencia “+18”. Sigue escribiendo. Saludos y ¡feliz Día del Libro!

    Escrito el 23 abril 2016 a las 20:02

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