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EL GRAN SECRETO - por MOT

EL GRAN SECRETO

Neil Armstrong se hizo famoso cuando posó la bota izquierda sobre la superficie de la Luna, y pronunció esas (sus) famosas palabras: “Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad”. Era el primer ser humano en pisar el tan ansiado satélite, era un cóctel de emociones: miedo, gratitud, respeto, honor, incluso resignación, pues cabía la posibilidad de no regresar; su estado de ánimo rompía todos los cánones al respecto. A sus treinta y ocho años, al fin había hecho algo por lo que ser recordado; había hecho algo único.
Una vez asentado en la superficie, Neil empezó con las tareas asignadas desde Houston y realizó un primer paseo, de cincuenta y nueve metros, que le llevó hasta el cráter este. Su innata y aventurera curiosidad hizo que se asomara, y tras un montículo de rocas y justo en medio del cráter, lo que vio transformó cada uno de sus nervios. No podía ser. Debía de tratarse de algún tipo de borrachera de las profundidades, aunque en el espacio.
El ser, por llamarlo así, era más o menos de forma humanoide; eso sí, con tres piernas que eran como pequeñas columnas, pues carecían de pie alguno. De cuerpo más bien grueso, su cabeza era grande, redonda, con dos ojos negros sin párpados; sin orejas y sin nariz, lo que destacaba era su gran boca. Era amarillo y no mediría más que un chaval de primaria, y como única ropa llevaba una especie de túnica, sin magas, de color violeta, por la que sobresalían dos finos brazos acabados en tres morcillosos dedos. Lo que más le llamó la atención fue el sombrero de copa negro que descansaba sobre su cabezón.
Neil cerró los ojos uno, dos, tres segundos. Se dijo que se trataba de una alucinación, y los abrió de nuevo. El bicho seguía allí, de pie, inmóvil, y cuando se giró sus miradas se encontraron. Los dos se asustaron, los dos seguían quietos, como estudiándose. Pasaron cerca de treinta largos segundos, y como en un visto y no visto, se abrió un agujero en el centro del cráter y el selenita saltó de cabeza para desaparecer en él. Y el agujero se cerró y no quedó rastro alguno, excepto el sombrero de copa, que se le había caído cuando el salto. Neil miró a su espalda, buscando a su compañero Buzz, al que vio junto a la nave, lejos, ocupado en sus menesteres. Se acercó con cautela al sombrero, lo miró un rato, pensativo, y lo recogió para guardárselo en uno de los múltiples bolsillos de su traje espacial. Y todavía siguió pensando, asustado, emocionado, unos cuantos minutos más: había vida más allá de la Tierra, no estábamos solos.
Todas las teorías respecto a la existencia de vida extraterrestre se habían ido al garete, y Neil no había podido sacar ni siquiera una mísera fotografía. Se dio cuenta de la importancia, de la extrema importancia de aquello. Y sin saber muy bien el motivo, lo que le acudió a la mente en ese instante fue pena. Sintió una pena espesa, pastosa, pegajosa… de repente aquel ser ocupaba todos sus pensamientos. Recordaba las barbaries humanas de la Santa Inquisición, las masacres a los indígenas del Nuevo Mundo, el vergonzoso barrido de los indios nativos de su país, el holocausto nazi, tantas guerras civiles… Podía ver la imagen de aquel ser, muerto, a los pies de un astronauta — barras y estrellas en su hombro—, abatido en el suelo. Y lo que vio le convenció: no iba a decir nada a nadie, nunca. Ese secreto, el Gran Secreto, se iría a la tumba con él. Seguro de su decisión, volvió a la nave y selló para siempre en su mente aquel suceso.
Fueron recogidos por el portaviones USS Hornet, en pleno Océano Pacífico, después de un amerizaje perfecto. Los tres astronautas salieron de la cápsula espacial sanos y salvos, radiantes, felices de estar en casa. Habían hecho historia, formaban parte de la historia, eran historia.
Neil Armstrong fue enterrado, el veinticinco de agosto de dos mil doce, con un sombrero de copa sujeto entre sus manos. Había sido su última voluntad, y nunca le dijo a nadie el motivo de tan extraño deseo. El Gran Secreto estaba a salvo.

FIN

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10 comentarios

  1. Enhorabuena MOT, me ha parecido revivir aquellos instantes mágicos del primer paseo lunar, pero una cuestión me inquieta, como sabes todo lo que pasó, acaso eres un descendiente de aquel selenita de tres patas y has venido a recuperar el sombrero de copa? Si es así, lo entenderé. Un abrazo lunar.

    Escrito el 17 abril 2016 a las 12:43
  2. 2. Tucci dice:

    Hola Mot!

    Me ha gustado mucho la idea de tu relato! Además, está muy bien escrito.
    Lo único que te diría, es que separar los párrafos ayuda a una lectura más fluida y que tengas en cuenta una descripción del lugar.
    Sin dos cosas que ayudan a realmente “perderse” en el relato.

    Saludos!

    Escrito el 20 abril 2016 a las 01:44
  3. 3. Beatriz dice:

    Me fascinó
    Gracias por poner la imaginación al servicio de la historia.
    Namasté

    Escrito el 20 abril 2016 a las 03:09
  4. Hola MOT!!

    Sin palabras me has dejado. Un gran homenaje a Neil Armstrong, genial descripción del selenita y muy buena aparición del sombrero de copa.

    Un relato muy ameno y muy sencillo de leer.

    Enhorabuena.

    Solo he visto que te falta un acento en ‘saltó’ (que se le había caído cuando el salto)

    Mi relato es el 123.

    Un saludo!!

    Escrito el 21 abril 2016 a las 17:35
  5. 5. MOT dice:

    Hola a todos… Muchas gracias por vuestros comentarios y me alegro que, mínimamente, os haya gustado.

    Att. TUCCI – Tienes toda la razón, pero es un error del sistema de literautas…me explico: lo que hago es un “copiar/pegar” del relato que tengo escrito en WORD, y sí que marco los párrafos, pero por lo visto, al pegarlos no los respeta. A partir de ahora los revisaré antes de enviarlos.

    Att. CAROLINA TRIBÓ – No se trata de un error, pues si así fuera, los acentos serían: “cuando él saltó”. Se trata de una forma literaria de, llamémosle así, “comerme” el verbo. Me explico: la otra manera sería: “que se le había caído cuando ‘efectuó’ el salto”… Mil gracias.

    Escrito el 24 abril 2016 a las 19:00
  6. 6. Caritobel dice:

    Hola MOT

    Formal:

    -“Era el primer ser humano en pisar el tan ansiado satélite, era un cóctel (…)”. Los dos “era” están muy juntos,hubiese optado por otro sustituto.

    – “fin había hecho algo por lo que ser recordado; había hecho algo único”. Quitaría el punto y coma por solo como, y suprimiría el segundo había hecho.

    – “Debía de tratarse de algún tipo de borrachera de las profundidades, aunque en el espacio”. Esta frase me resulta confusa, tal vez desconozco algo así como la “borrachera de las profundidades”.

    – “era más o menos de forma humanoide”. Más práctico y económico: poseía una forma humanoide o de semejanza humanoide.

    – “sobre su cabezón”. Yo reconozco cabezón como adjetivo calificativo y no como sustantivo común, tal vez yo hubiese utilizado la palabra «cabezota»

    – “que se le había caído cuando el salto”. Leí tu explicación pero, de todos modos, me parece que la estructura que elegiste utilizar no armoniza con el resto de la oración. Al menos a mi me resulta incómoda.

    – Hay momentos donde usas demasiado la “y”, cuando bien puede ser suprimida o cambiada por otro recurso.

    – Creo que en el caso de fechas podes usar los números directamente.

    Escrito el 26 abril 2016 a las 20:11
  7. 7. Caritobel dice:

    Por apurada apreté “publicar comentario” sin terminar de escribir. Ja,ja, ja. Eso porque “vivo en la luna”.

    Me resultó interesante el viraje que propones jugando con el hecho histórico. En lo personal me cuesta imaginarme al selenita tan extraño, pero es tema mío. Lo que más rescato de la historia es ese momento de reflexión tan profunda en el cual se sume el personaje, y me hizo pensar a mi también. ¡Cuanta verdad! Cada vez que el ser humano encuentra un otro diferente, es casi sinónimo de masacre o destrucción. En Argentina lo vimos durante siglos con los pueblos originarios – casi aniquilados- .

    Este mes Armstrong fue protagonista de varias historias.

    Tu forma de llevar el relato me gustó, me pareció original la vuelta de rosca que agregaste, a pesar de elegir la temática de la llegada del hombre a la luna, elegida natural,al parecer, de muchos,

    Si tenés ganas de leerme estoy en el 11.
    Saludos

    Escrito el 26 abril 2016 a las 20:30
  8. 8. MOT dice:

    Uep Caritobel, volvemos a encontrarnos…¡Mola!

    Mil gracias de nuevo por tus comentarios, siempre tan acertados. Tomo buenísima nota, que es lo que hago siempre que quiero aprender de los que saben más que yo. Inestimable tu ayuda en mi camino de aprendiz de escritor. Ah! Me alegro que te gustara y que vieras y entendieras mi “pequeño mensaje”…

    Bueno, ahora voy a por tu nº 11 ….. Saludos

    Escrito el 1 mayo 2016 a las 20:11
  9. 9. MOT dice:

    Caritobel, se me olvidaba… Échale un vistazo en google a “borrachera de las profundidades” y verás de lo que hablaba en mi relato… Saludos again

    Escrito el 1 mayo 2016 a las 20:13
  10. 10. Caritobel dice:

    Mot, lo googleé. Ahora sé algo más, ja,ja,ja.

    En cuanto a tu comentario en mi texto, estoy en proceso de aprendizaje con los puntos, punto y coma, comas. Me doy cuenta con mas facilidad en los demás que en mis relatos —eso que me leo y releo infinidad de veces—
    Ahora estoy con el reto de este mes , y sé que mi obsesión va a ser ese punto. Espero superar mi problemita 🙂

    Pd: tu reflexión me inspiró tanto que lo tomé como base para este mes. :3

    Escrito el 1 mayo 2016 a las 21:37

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