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Corre - por Isaac

Web: http://ctrlaltsuprr.wordpress.com

. . . y entre toda la arena, los vestigios de lo que parecía, a simple vista, algún tipo de antiquísima civilización.
Recorrer medio mundo en busca de experiencias y encontrarte con la nada misma debe ser, como mínimo, desesperante. Una media fortuna invertida en equipos, que, al parecer, estuvieron a punto de irse a la basura, pero, luego de semejante hallazgo, la historia de nuestros viajeros está a punto de comenzar. La ruta desde el Valle Limón hasta las infinitas dunas del desierto Mala Espina es todo un éxodo que merece ser conocido, al menos, en la historia que a continuación, de forma breve, trataré de contar.
Pasar de la humedad agobiante y las alimañas que acechan en la densa selva que ocupa el valle, a no tener más remedio que despojarse de las vestiduras y arriesgarse a sufrir leves quemaduras, pues el calor es demasiado intenso y la desesperación dificulta el libre flujo de ideas.
Asomándose sobre las onduladas formas del terreno, una arquitectura con rasgos de indescifrable antigüedad y aparente fortaleza, parecen ser las ruinas de alguna inmensa construcción que esconde su totalidad bajo el suelo; el único lugar capaz de brindar la sombra y el descanso que hace varios kilómetros han estado anhelando. En lo alto de una duna, la intensa ventisca hace la tarea de superficial excavación algo más fácil. Poco a poco, mientras logran apartar capaz del fino material que todo lo cubre, se va develando el misterio que se esconde bajo las dunas.
Luego de excavar lo justo, el reducido grupo de valientes que se atrevió a entrar, dejando a los que no atrás, logra inmiscuirse por los remotos espacios que quedan entre el polvorín y los sólidos bloques de lo que parece ser mármol. Bajando sin saber hacia dónde, tan sólo impulsados por la increíble y a veces destructiva curiosidad que caracteriza al humano, los tres exploradores van removiendo escombros y algunos restos de lo que pareció dejar atrás un reciente derrumbe. La fachada no es el reflejo de lo que intuyen, adentro ha pasado.
Ya en los entresijos de lo que parece ser una construcción muchísimo más moderna de lo que antes creyeron, elaboran un plan de contingencia. No podrían avanzar todos a las mismas distancias. Al final, uno haría el recorrido más largo solo; alguien tendría que quedarse más cerca de la entrada para así lanzar voces a los que se quedaron afuera, en caso de que algo anduviera mal.
Los pasillos, dotados de una pulcritud que discordaba con el arte casi gótico del resto de la edificación, tenían empotradas unas vitrinas vacías e igualmente pulcras; como alguna especie de inutilizado museo. Evidenciaban un cuidado y atención a los detalles que llenó de temor al último de los viajeros que tristemente solo quedaba. Sintió frío y el «aroma» que, como cansada respiración, emanaba desde la profundidad de aquel zaguán casi infinito que en la lejanía se hacía más oscuro. Era casi imposible, pero por un momento trató de alejar sus miedos para iniciar la avanzada.
La sensación era extraña; sabía que por alguno de los extremos del baldío pasillo él había entrado, pero de alguna forma, ambos extremos parecían como si les hubieran apagado las luces. Ahora estaba rodeado de oscuridad. Aún más insólito era el efecto que se producía mientras hacia la oscuridad se dirigía. Poco a poco todo se hacía más claro, y detrás, la oscuridad parecía acompañarle. A la derecha, una discontinuidad, que parecía romper la armonía de aquel lugar tan plano.
El terror se consumó cuando, luego de cruzar una de las esquinas a la que llegó guiado por las sombras que a su paso retrocedían, descubrió, primero, el cuerpo de uno de sus compañeros dejado en el suelo, como si se tratase de un juguete roto con el que alguien muy rápido se cansó de jugar. Luego, su gastada pero todavía eficaz visión le permitió enfocar en lo que parecían ser las partes regadas de otro cuerpo; quizás el de su otro compañero. Pensó que probablemente era el momento adecuado para iniciar una retirada, aunque no supiera realmente hacía dónde dirigirla.
Volteó, y más grande fue la sorpresa cuando al abrir bien los ojos se encontró con unos seres de indescriptible belleza e irreal divinidad; casi ángeles que bajaron del cielo. El asombro casi le detiene el corazón cuando uno de estos mismos seres, de aparente inocencia y con un aura de santidad, pronunció aquellas palabras con escalofriante risa sardónica y estruendosa voz gutural.
—Corre.

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7 comentarios

  1. 1. Anna Trejo M. dice:

    Isaac:
    Tu relato me ha dejado sin palabras. Impresionante, realmente. Tiene ese toque misterioso que te deja una sonrisa efímera final.

    Respecto al uso de lenguaje, es completo pero concreto, sin redundancias ni excesos.

    Ha sido un placer leerte, gracias por compartir con nosotros.

    Hasta la próxima.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:04
  2. 2. Nuria GR dice:

    Hola Isaac, me gusta la idea de la antigua civilización que vive en algún lugar recóndito del planeta, es una buena historia. El problema que le veo al texto es que, siendo un texto tan corto, dedicas muchas líneas a la introducción y la trama es bastante lenta para luego precipitar quizá el final en muy poco espacio. Me ha gustado el final.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 22:54
  3. 3. Ana Vigo dice:

    Hola, Isaac,
    interesante relato. Personalmente creo que el ritmo falla un poco una cuestión de ritmo, tanto espacio dedicado a la descripción y antecedentes lo hace algo denso.
    Ten cuidado con los tiempos verbales, has mezclado presente y pasado en un par de partes (por ejemplo “se encontró con unos seres (…) el asombro casi le detiene en corazón”).
    Por lo demás, me ha gustado, buena historia y buen final. Y muy simpáticos los nombres de Valle Limón y Mala Espina.
    ¡Saludos!

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 22:16
  4. 4. Carlos S.M dice:

    Hola Isaac!

    En cuanto a la ortografía no opino, pues estoy aprendiendo, y agradecerte los consejos que me disté.

    Me ha gustado mucho, es un gran relato. Me ha algo costado algo de seguir, la descripción y el lenguaje para ser nuevo en esto reconozco que me pierde, pero eso es algo que tengo que mejorar yo, ya que me sacan de “Teo va de ….,” y me lío jeje. La segunda vez que lo leí ya lo comprendí todo muy bien, y de verdad una excelente historia, el final me encanto. Felicidades, espero llegar algún día a este nivel.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 20:09
  5. 5. Jisaen dice:

    Hola Isaac,

    Te felicito, la idea es muy buena, pero la descripción es tan detallada que te roba líneas al desarrollo de la trama y apresura desenlace.

    Como opina Vargas Llosa, toda historia está finalizada cuando uno siente que ya no puede hacer nada mas por la misma ni por los personajes. Tal vez las 750 palabras limitaron lo que podría ser una historia redonda e impactante.

    Felicitaciones

    Jisaen – 67.EL CUADRO

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 00:30
  6. 6. jose dice:

    Hola Isaac

    Decirte que el relato me ha gustado y la idea del mismo. La introducción está bien buscada y sitúa lo que será la acción. creo que por la limitación de palabras la descripción es algo extensa e invita a un relato mas largo. el final inesperado es impactante y abierto. muy agradable relato

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 07:40
  7. 7. María Esther dice:

    Hola Isaac:
    Tu historia es interesante;atrapa.
    Hay cosas que se me quedaron sin comprender.Cuando encuentra al primer compañero “tirado como un juguete roto…”no se detiene a ver qué le ha
    sucedido.Lo mismo sucede cuando más adelante encuentra “las partes regadas de un cuerpo; quizás el de su otro compañero”(no comprendo lo que significa “las partes regadas”).
    Luego esos seres tan angelicales que “bajaron del cielo”.
    ¿Cómo del cielo si él iba por un pasillo oscuro y a ciegas porque nunca dijo si se alumbraba con algo, al contrario hubo momentos al parecer de total oscuridad,o al menos así lo interpreté.
    Ah! Pienso que se te escaparon unas s s, cuando dices al final que uno de esos individuos “pronunció aquellas palabras”.
    El relato me gustó.Tienes buenas ideas.
    Saludos. Maritel 65

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 03:13

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