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¿Los sueños, sueños son? - por Judit Alca

Me desperté sobresaltada por un fuerte estruendo. Miré a mi alrededor y todo parecía en su sitio. Miré a Joselino, mi loro, que estaba muy callado esa mañana. Eso no parecía del todo normal. Me levanté y corrí las cortinas. Al mirar fuera comprendí mi sobresalto al levantarme: había tormenta. Estaba lloviendo de una forma espeluznante, nunca antes había visto algo así. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Cogí la manta y me envolví en ella. Empecé a andar hacía la puerta y pisé algo. Noté mucho dolor y al mirar al suelo vi como salía sangre de mi pie. Lo aparté y vi que era el reloj de arena que siempre tengo en mi mesilla de noche. No entendí como se había caído y roto de tal forma, pero no tenía tiempo para pensar. Fui corriendo al baño a curarme la herida, que no paraba de sangrar. Cuando estaba vendándome el pie sonó el timbre. Casi a la pata coja fui hacía la puerta a ver quién era. No estaba esperando a nadie y con el tiempo que hacía no me podía imaginar quien podía ser. Miré por la mirilla. El cartero. Un chico no mayor de treinta años, con un aspecto peculiar. Abrí la puerta y me dio la correspondencia. Le dije si quería pasar hasta que la tormenta aflojase, porqué era peligroso estar rondando por la calle con ese tiempo. Él accedió, no muy convencido de ello. Le invité al salón y preparé café con pastas, porqué yo aún no había desayunado. Me senté en el sillón, apoyando mi pie herido encima de una mesilla. Él me miró, pero no dijo nada. Le ofrecí pastas, pero las rehusó sin abrir la boca. Para romper el hielo me presenté:
–Me llamo Aurora. No te había visto antes por aquí. ¿Eres nuevo en esta zona?
El muchacho tan solo asintió con la cabeza.
–¿Cómo te llamas? –pregunté, empezando a perder la esperanza de poder entablar una conversación normal con aquel desconocido.
–Miguel –dijo mirando al suelo y con un hilo de voz.
–Mucho gusto, entonces –dije yo, atisbando una brizna de esperanza sobre ese muchacho.
Sonrió y volvió a mirar al suelo.
–Yo trabajo en un museo, el Museo de las Artes Contemporáneas. ¿Has estado alguna vez allí?
–No.
No podía entender por qué ese chico era tan seco conmigo. Le había ofrecido un techo en el que refugiarse mientras hacía esa tempestad. De repente, subió la mirada y clavó sus ojos en mí. Tenían un color diferente. Había malicia en ellos. Se levantó y sacó un cuchillo del bolsillo. No tuve tiempo de chillar que…
RIIIIIIIIING!
Abrí los ojos. Estaba en mi cama. Estaba sudando. ¿Había sido todo un sueño? Parecía todo tan real… Le quité importancia al sueño y me levanté. Miré a Joselino y le di los buenos días, como cada mañana. Fui a abrir las cortinas y fuera estaba lloviendo. “Qué casualidad”, pensé. De repente tuve frío y cogí la manta. Al girarme para salir pisé algo. “¡No puede ser!”, pensé empezando a asustarme. Miré al suelo y, efectivamente, allí estaba el reloj de arena roto y el suelo empezando a vestirse de rojo. Fui al baño a curarme y desee con todas mis fuerzas que lo que venía a continuación no se cumpliera. Conseguí vendarme el pie bien y me relajé, porque en mi sueño el muchacho misterioso llegaba cuando aún no había acabado de curarme la herida. Me senté en el salón y, justo antes de acomodarme, sonó el timbre. No podía creérmelo, no quería hacerlo. Me quedé en silencio acurrucada en el sofá, muerta de miedo. Volvió a sonar el timbre.
–Aurora, soy Gerardo, el hijo de Asunción. ¿Está usted en casa?
Mi corazón dio un vuelco de felicidad. Me levanté y fui corriendo a abrir a aquel pobre niño, que cogería un catarro con ese temporal. Abrí la puerta y cuál fue mi sorpresa al ver que allí estaba él, el muchacho misterioso, agarrando el cadáver del pobre hijo de Asunción. Me miró con malicia y sonrió.

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5 comentarios

  1. 1. drow_jack dice:

    Buenas, Judit.
    Un relato retorcido. Es el segundo relato que leo con el recurso del sueño, pero este salva la originalidad al ser un sueño premonitorio. La resolución del reto ha sido a la brava. Había que usar esas palabras y las has usado, así, tal cual, y las has repetido si hacía falta. Básicamente parece que has centrado el relato entorno a ellas. Me vale, es plausible.
    Formalmente no he delatado ninguna barbaridad, no me he salido del texto en ningún momento, y un uso del léxico decente.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 01:59
  2. 2. Isaac dice:

    Muy bueno Judit; al menos así me ha parecido.

    Ya había leído el comentario del compañero antes de leer tu relato, pero, a pesar de eso, la resolución final se me hizo inesperada; bien por eso. Me ha gustado que le dieras un final algo diferente al del sueño, pues casi siempre hemos visto cómo las premoniciones terminan cumpliéndose de forma calcada a la visión que antes se había tenido. Me pareció un buen toque de originalidad a una idea que ya está bastante vista.

    Has cumplido también perfectamente con el reto, logrando que las palabras encajasen y fluyeran de forma muy natural y nada forzadas. Se ve que cuidas mucho ese aspecto.

    Utilizas un lenguaje y palabras muy claras; escribes con soltura y sin complicaciones, lo que facilita muchísimo la comprensión del y beneficia también al ritmo, cosas que yo envidio un poco xD.

    Sin nada más que agregar, me gustaría que te pasaras por el #83, si quieres, claro está. Saludos

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 00:37
  3. 3. María Kersimon dice:

    Hola Judit,
    He leído tu relato con interés hasta el final, pues tiene buen ritmo y cautiva. La repetición de la misma escena en el sueño y en la realidad me parece un buen recurso y, aunque habitualmente no soy lectora de novelas negras o de terror, tu relato me ha resultado placentero de leer. Con un estilo simple y sin complejidades, cautivas la atención. A uno le recuerda esos sueños premonitorios que a veces tenemos, con un final negro, eso sí. Sigue escribiendo y nos leemos.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 14:54
  4. 4. María Esther dice:

    Judit , concuerdo con los compañeros anteriores en cuanto a tu modo de escribir.Resulta fácil de leer.
    El recurso del sueño, aunque esté un poco trillado, igual da sus frutos.
    Saludos Maritel 65

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 17:30
  5. 5. Darkos dice:

    Hola Judit, he leído tu relato con un poco de angustia y suspenso. Por eso debo felicitarte. Es muy complicado en tan corta extensión poder generar esta sensación. Me parece que los diálogos están muy bien en su forma y el ritmo del cuento está fenomenal. De verdad me gustaría leer algo suyo de mayor duración. Además, creo que la inclusión de las palabras del reto le quedó de maravilla.
    Por otro lado, creo que la conversación como tal (diferente a la técnica del diálogo) es un poco forzada. Imagino que debe ser por lo pequeño del relato, tal vez hay que trabajarlo un poco más. Saludos y gracias por escribir.

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 04:59

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