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Recados de mar - por El Sr. Pimienta

Web: http://www.misterpiperis.com

Era una mañana recién estrenada, una de esas ambiguas, donde los últimos atisbos de oscuridad se funden con la alborada del amanecer, pero donde el rocío de la madrugada ya resplandece en la cubierta de la barcaza.
El Sol se alzaba sin premura tenuemente por el horizonte e irradiaba desatinado en la arrebolada nuca de Mario, que sentado en la popa, gobernaba el timón del motor fueraborda en dirección a la Isla de los Verdes.
La pequeña embarcación dejaba atrás el alboroto matutino del muelle: los orgullosos pescadores trajinando las conquistas acumuladas en las bodegas, los trajeados restauradores con sus ojos todavía encapotados en busca de las conquistas de los orgullosos pescadores, y los viejos; los viejos del pueblo recordando épocas pretéritas, curiosos e interesados, esperando sentados en los bancos de la lonja el repique de campanas como preludio de lo que estaba a punto de empezar.
—El mar amanece encabritado hoy—se dijo Mario—. Es una pena que Pablo no pueda acompañarme, hubiera preferido izar las velas.
El chico se adentraba ya mar adentro, con la bruma de la mañana alzándose enfrente de la embarcación, impidiéndole otear, siquiera, más allá del delgado de proa, donde un loro enmaderado presidía, a modo de mascarón ciertamente rudimentario, el tajamar del barco.
Apenas si cinco millas náuticas separaban el muelle ahora concurrido de la Isla de los Verdes, y con los ojos adiestrados de Mario, la atmósfera enturbiada implicaba más un desahogo que un impedimento. «La desfachatez de la juventud» decían los viejos pescadores.
La embarcación producía un reguero de cabrillas a su paso, y la proa se balanceaba con cada ola rompiendo contra la madera y una cortina de agua salía despedida en cada bandazo impactando en el empapado cuerpo de Mario, que se resguardaba los ojos con el brazo desocupado, en un intento de suavizar el impacto del agua aguijoneándole como arena en la tormenta más enfurecida del desierto más huracanado.
—Espero que los paquetes no se mojen —pensó—. El conservador me va a pegar la bronca si eso ocurre…
Mario hizo ademán de levantarse para comprobarlo, pero los tumbos eran cada vez más fuertes y el mar, demasiado gélido como para perder el equilibrio.
—No hay que preocuparse. He estado media hora embalándolos como es debido —se dijo.
Al alzar la mirada ya pudo distinguir, sin embargo, la orilla de la pequeña playa de la Isla de los Verdes donde iba a embarrancar la barcaza, y el conservador del museo, que, sentado con la espalda contra la pared de una especie de malecón justo detrás de la playa, y los pies extendidos en el suelo, le esperaba tomando una taza de café con las gafas de sol puestas.
En poco menos de una hora la neblina se había desvanecido por el viento, y solo algunas formas diáfanas y desordenadas en el cielo aliviaban la vivacidad del Sol en la nuca del timonel.
Mario aminoró la velocidad; era una costumbre establecida por el hábito, el varar la embarcación en la orilla de la isla con nada más que el último impulso del motor apagándose. La barcaza patinaba triunfante por encima de las olas, que la atrajeron con un meneo ondulante hasta detenerse con rudeza en la fina arena enlodada de la playa, donde el chico, y con el semblante satisfecho por su lograda destreza, recogió la bolsa con los paquetes embalados y saltó, con un solo brinco, fuera de la lancha con sus pies descalzos.
—¡Bienvenido, Señor Cartero! —dijo el conservador levantándose del suelo.
—¿Cómo estamos hoy, Santiago? —dijo Mario—. ¿Alguna novedad en el frente?
—Es un día espléndido el de hoy, ¿no crees?
—Con este viento van a llegar rápido los turistas.
Mario se le acercó con serenidad, con la bolsa colgada del hombro y los pies cubiertos por arena a cada paso.
—¿Te apetece un taza de café? —le dijo el conservador dándole dos palmadas en el hombro liberado.
—Solo traigo dos paquetes, hoy. ¿Me la merezco? —preguntó sonriendo.
—Depende.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Mario.
—¿Es uno de los dos, alargado y estrecho?
—Más bien son los dos iguales, pequeños y cuadrados, pero pesan como dos pedruscos.
—Y, dime…, ¿están mojados?
Mario dejó la bolsa en el suelo, desató el nudo con cuidado y sacó los dos paquetes.
—No, están inmaculados —le dijo al hombre con respeto.
El conservador se sacó las gafas con una mano, sonrió y dijo:
—Entonces, sí que te la mereces.

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29 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Los pequeños momentos de la vida…
    Relatado con gran maestría. Lo ves, lo hueles, casi te mojas.
    Usas un lenguaje complejo pero en tus manos no suena pedante, sino todo lo contrario, el lector aprende a usar vocablos nuevos y específicos.

    Las descripciones me han encantado, el mar y las olas producidas por el motor, la luz, la bruma. Estás navegando.
    Preciosa la parte en la que describes el puerto con la imagen de los viejos que piensan en tiempos pasados.
    En fin, un relato magnifico y con premio al final.

    Solo un pero de parte de alguien que no sabe escribir como tú lo haces:
    No me sonó bien el inicio del segundo párrafo:El Sol se alzaba sin premura tenuemente por el horizonte, quizás:El Sol se alzaba tenuemente por el horizonte, sin premura.

    Es el primer relato que leo y me parece un inicio perfecto.
    Gracias por compartirlo.

    Nos leemos Paola

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 13:23
  2. 2. Melisa dice:

    De cada palabra emana belleza.

    Llegué cautivada por el título, me voy con la agradable sensación de haber navegado, de haber disfrutado el café. ¡Gracias por este viaje!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 21:14
  3. 3. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Paola y Melisa, ¿cómo estáis?

    Muchas gracias por haberos pasado por mi realato, estoy muy contento de que os haya gustado :D.

    Paola, respecto el inicio del segundo párrafo, quizá tengas razón. Probablemente con esa correción resaltaría mejor el sosiego que le quería otorgar a la descripción del alzamiento solar, aunque también me gusta el tono de la frase. Pensé en poner una coma detrás de “sin premura”, pero después de pensarlo simplemente me gustó como sonaba.

    Muchas gracias por vuestros comentarios

    ¡Un saludo!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 21:28
  4. 4. Victor Hugo Montenegroa dice:

    ¡Hola Sr. Pimienta!

    Primera vez que te leo y fue una gran sorpresa. En cuanto a tu relato, no soy muy amigo de descripciones largas en cuentos cortos, pero es que realmente la descripción de los dos primeros párrafos de tu historia se salen de todo contexto, de verdad, que belleza, y lo digo con toda honestidad, hay corazón en esas líneas para recrear una maravillosa descripción sin necesidad de ser muy larga. Mantienes el mismo tono a lo largo del relato, por lo que haces que uno quede “navegando” por las aguas de tu relato.

    En verdad que un relato extraordinario, tienes un estilo muy característico. Te felicito, por el trabajo duro, porque para hacer algo como esto, se que te tuviste que esforzar bastante.

    ¡Excelente trabajo!

    ¡Un Abrazo!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 17:33
  5. 5. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola Sr. Pimienta!

    Primera vez que te leo y fue una gran sorpresa. En cuanto a tu relato, no soy muy amigo de descripciones largas en cuentos cortos, pero es que realmente la descripción de los dos primeros párrafos de tu historia se salen de todo contexto, de verdad, que belleza, y lo digo con toda honestidad, hay corazón en esas líneas para recrear una maravillosa descripción sin necesidad de ser muy larga. Mantienes el mismo tono a lo largo del relato, por lo que haces que uno quede “navegando” por las aguas de tu relato.

    En verdad que un relato extraordinario, tienes un estilo muy característico. Te felicito, por el trabajo duro, porque para hacer algo como esto, se que te tuviste que esforzar.

    ¡Excelente trabajo!

    ¡Un Abrazo!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 17:36
  6. Me quito el sombrero, Sr. Pimienta. ¡Qué descubrimiento tan maravilloso! Me encanta como describes, como nos mojas con el agua, como sentimos el navegar del velero. Precioso de verdad.
    Además, de los que he leído hasta ahora es el que menos forzadas veo las palabras introducidas. Has sido muy listo utilizando el mar para unirlas. Enhorabuena 🙂

    Sólo una pega, muy pequeña, muy pequeña: me hubiera gustado algo más de acción. Sé que con tan poco espacio es difícil, pero creo que se te daría muy bien crear tramas.

    Me voy muy gratamente sorprendida y con ganas de leerte más el mes que viene.

    Ah, y gracias por pasarte por mi relato.

    ¡Nos leemos!

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 18:10
  7. Muchas gracias Victor Hugo por tu comentario, lo aprecio de verdad. Aún más después de leer tu relato, pues he descubierto otro Literauta más al que seguir en los próximos talleres.

    Lo mismo, Aina, ¡muchas gracias!

    Aparte, creo que tienes razón en lo que me dices; lo de la acción. En estos dos talleres en que he participado, el final del relato ha sido lo que más trabajo me ha dado. Soy consciente de que debería dar un poco más de caña en ese aspecto, y voy a intentar mejorar en el mes venidero. De momento, ya he dado un final “más o menos digno”, que en el primer taller el final fue bastante desastroso :P.

    Salut!

    ¡Un abrazo a los dos!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 22:11
  8. 8. Manoli VF dice:

    Hola Sr. Pimienta!

    ¿Dónde estabas antes? No recuerdo haberte leído, pero ahora ya tomo nota para no olvidarme.
    Lo cierto es que en tu texto hay una gran abundancia de adjetivos, pero al igual que ya te han comentado, están usados con mucha elegancia y cumplen fielmente la función de trasladarnos directamente a esa embarcación. La descripción de la misma es de una maestría envidiable, que solo puede hacerse conociendo de primera mano los elementos del mar, o bien leyendo y documentándote. Lo cierto es que logras que el lector se suba a la embarcación y navegue.

    El primer párrafo fue el que más me costó, y creo que más que por los adjetivos fue por la rima asonante de algunos: alborada, madrugada, arrebolada, que se me hizo un poco cargante.

    Por lo demás tu redacción es de diez. Enhorabuena.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 10:09
  9. 9. Rayen dice:

    Hola Sr. Pimienta: Ya todo lo que pudiera decir está dicho, me encantó, me parecía sentir lo encrespado del mar, es más, me hubiera gustado seguir leyendo para saber que contenían los paquetes.¡Feicitaciones!

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 22:06
  10. 10. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Manoli VF, muchas gracias por tus palabras. Lo cierto es que el mes pasado me presenté por primera vez en el taller, por eso no me habías visto por aquí.

    Sí que es verdad que utilizo muchos adjetivos, aunque esta vez cumplen su función, algunas otras estorban más que aportan y, juntamente en la creación de finales dignos, es donde por ahora me gustaría centrarme en mejorar.

    Rayen ,¡muchas gracias!

    Un saludo a los dos!

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 07:42
  11. 11. Don Kendall dice:

    Hola Sr Pimienta
    He leído el texto tres veces, dos de ellas en voz alta. He leído también los comentarios que preceden al mío. Comento con tu permiso un par de cosas, no sin antes felicitarte por la riqueza del vocabulario y la facilidad por transmitir emoción con tus descripciones. Al igual que el resto de colegas comentaristas te doy la,enhorabuena y las gracias por permitir el disfrute de tu trabajo. Paso a opinar (sabiendo de antemano que mi opinión es tan despreciable como cualquier otra)
    1 – Me parece que el narrador omnisciente que propones se complica la vida más de la cuenta. Hay frases que cuesta leerlas de un tirón. Puede ser que el nudo de la historia no se muestre y en consecuencia el desenlace no acabe de producirse. Quizá si se simplificara la redacción todo lo que pudiera y se usara tanto frases más cortas como menos adjetivos, el relato fuese más consistente.
    2 – En cuanto a lo forma, tal vez mereciese la pena revisar alguna conjunción de más. Eso podría ayudar a colocar más puntos seguidos y hacer más livianas las frases.
    En resumen, es tu trabajo y para nada pretendo reconstruirlo.
    Un buen trabajo y como te decía al inicio, gracias por permitirme el disfrute de él.
    Un abrazo

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 09:35
  12. 12. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Don Kendall, un placer que te hayas acercado a mi relato. Lo de “sabiendo de antemano que mi opinión es tan despreciable como cualquier otra”, es divertido. No me lo tomo en serio porqué, si no estoy equivocado es como tu frase característica cuando te pasas por los relatos ajenos. En todo caso, tus opiniones son valoradas y apreciadas ;).

    Tomo nota de lo de simplificar la redacción; me cuesta, la verdad. A ver si para el próximo mejoro en este aspecto, y, a las veces, doy un final, sorprendente o no, pero algo que se asemeje a un desenlace. ¿Es mucho pedir un ejemplo en alguna de las frases que te chirría?, sería un detalle para mí.

    Muchas gracias y un saludo

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 16:48
  13. 13. Don Kendall dice:

    Hola Sr Pimienta. Como te decía había leído tu relato dos veces en VOZ ALTA [Aviso: Las mayúsculas no indican grito ;-)].Acabo de hacerlo otra vez.
    Es lo que te sugiero y seguro que te apercibes rápidamente.
    Yo lo que haría sería leerle el cuento a alguien voz alta. Siempre funciona. Sobre la marcha, cuando lees, te vas dando cuenta ( mejor que frente al ordenador) de cosas como el uso excesivo de adjetivos y conjunciones.
    Por ejemplo:
    La embarcación producía un reguero de cabrillas a su paso, y la proa se balanceaba con cada ola rompiendo contra la madera y una cortina de agua salía despedida en cada bandazo impactando en el empapado cuerpo de Mario, que se resguardaba los ojos con el brazo desocupado, en un intento de suavizar el impacto del agua aguijoneándole como arena en la tormenta más enfurecida del desierto más huracanado., cuesta leerla del tirón, amén del agua impactando y Mario suavizando el impacto del agua, etc. Y así el resto.
    La pequeña embarcación dejaba atrás el alboroto matutino del muelle: los orgullosos pescadores trajinando las conquistas acumuladas en las bodegas, los trajeados restauradores con sus ojos todavía encapotados en busca de las conquistas de los orgullosos pescadores, y los viejos; los viejos del pueblo recordando épocas pretéritas, curiosos e interesados, esperando sentados en los bancos de la lonja el repique de campanas como preludio de lo que estaba a punto de empezar. parece una frase sobrecargada, ya te digo prueba leerla a alguien o grábala y después escúchala. Yo lo hago a menudo. Ayuda, te lo garantizo.
    Por lo demás mucho ánimo ;-)Lo importante de este oficio es tener claro que no cabe el desánimo. Las historias nacen de aquella manera, un tanto informes pero con potencial suficiente para ser muchas cosas que solo se conseguirán con trabajo. Hace unos día le comentaba a la colega Paola que conviene no olvidar nunca aquello que parece ser que dijo Jean Genet : “La dificultad es la cortesía del autor con el lector​”
    A tu disposición, un saludo

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 18:33
  14. 14. Nicolás Falcón dice:

    Hola Sr. Pimienta:
    he leído tu texto y coincido con el resto de compañeros en que haces alarde de una buena descripción (Azorín). Por lo tanto mis más sinceras felicidades.
    Estoy de acuerdo con las apreciaciones que te comenta el compañero,Don.
    Hay una cosilla sin importancia, qué me suena reiterativa al oído en esta frase:”en un intento de suavizar el impacto del agua aguijoneándole como arena en la tormenta más enfurecida del desierto más huracanado”. la preposición “más”.
    Me he quedado con una curiosidad: ¿qué llevan los paquetes que transporta Mario?
    Ya ves que son unas míseras tonterías las que te expongo. Espero que las aceptes desde el cariño y el respeto a tu enorme trabajo.
    Me ha gustado mucho tu texto. Está currao.
    ¡Un fuerte abrazo!

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 23:19
  15. 15. Cara dice:

    Hola:
    Tienes una prosa muy lírica pero no pesada.
    Es una escena de una jornada laboral pero con cierta musicalidad, por las descripciones, digo.
    De estilo no digo nada que no soy una experta.
    Gracias por tus comentarios en mi relato.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 15:35
  16. 16. Frida dice:

    Hola Sr. Pimienta. Este mes voy retrasada con los comentarios y, como decimosexta, ya poco queda que decir. Segunda vez que te leo, segunda vez que me haces disfrutar. Tu texto es puro reflejo del mar, no solo nos transportas en ese viaje haciendo que nos salpique el agua la cara, sino que también una percibe la calma del mar, el vaivén de la embarcación con cada párrafo. Es un texto sencillo que se deja paladear suavemente.

    Felicidades.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 16:16
  17. 17. María Kersimon dice:

    Hola, El Sr. Pimienta,
    Una prosa muy bonita que acompaña, arrulla y donde hay poco que corregir. Uno al principio espera un argumento pero cuando ve que no lleva tampoco se frustra porque ha disfrutado del viajé.
    A nivel de corrección, yo había notado dos cosas, la coma que tú hubiese puesto y las frases muy largas que ya te señaló el compañero.
    Aparte de esto, tienes un estilo descriptivo muy rico, pues en el texto hay formas, ruidos, colores, movimiento, sensaciones táctiles. Haces un travelling back para describir el muelle y el ambiente de mercado. Casi se puede oler el pescado y entrever las gaviotas que andan al acecho. Muy bueno. Un saludo. Te seguiré leyendo.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 13:37
  18. 18. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Sr. Pimienta! Tu historia es bonita, pero se me atasca en fluidez al encontrarme con exceso de comas y párrafos algo extensos. De cualquier modo, hiciste un buen trabajo. Saludos y buen fin de semana. ¡Nos leemos!

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 14:33
  19. 19. Isolina R dice:

    Hola, Sr. Pimienta:
    Nunca en mi vida he visto un texto con tanta “d” por metro cuadrado:
    Participios femeninos: estrenada, arrebolada, acumuladas, enturbiada, despedida, enfurecida, desordenadas, establecida, enlodada, lograda y colgada.

    Participios masculinos: desatinado, sentado, trajeados, encapotados, interesados, sentados, encabritado, preferido, enmaderado, concurrido, adiestrados, empapado, desocupado, debido, sentado, desvanecido, extendidos, embalados, liberado, alargado y mojados.

    Hay otros adjetivos, adverbios y sustantivos en “-ado” o “-ido”, “-ada” o “-ida” como recados, cuadrados, inmaculados, delgado, demasiado, huracanado, bienvenido, mirada, alborada, madrugada, palmadas…

    Gerundios: trajinando, recordando, esperando, alzándose, impidiéndole, rompiendo, impactando, aguijoneándole, embalándolos, tomando, apagándose, levantándose, dándole y sonriendo.

    No puedes negar que te gusta la “d”. Usas muchas palabras (verbos, sustantivos, adjetivos, adverbios…) con este sonido. Con bastante más frecuencia de lo habitual. Me ha resultado muy curioso.
    La dicción del relato tiene, evidentemente, una sonoridad demasiado trabada…
    En fin, si no lo lees en voz alta no se nota mucho. De hecho, el contenido me gustó bastante.
    Saludos.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 02:47
  20. 20. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Sr. Pimienta, perdona mi retraso al devolverte la visita, tenía demasiadas cosas que hacer.

    Tu relato me ha gustado,está claro que escribes bien y tienes talento, ahora toca pulir. Te diré lo que yo veo mejorable aparte de lo que ya te han dicho:

    – nombras a Mario diez veces si no he contado mal, son demasiadas

    – mejor poner: “…la alborada del amanecer y el rocío de la madrugada resplandece en…”

    – repites “orgullosos pescadores” y “conquistas”, puedes arreglarlo diciendo: “los orgullosos pescadores, trajinando las conquistas acumuladas en las bodegas; los trajeados restauradores, con sus ojos todavía encapotados, esperándolas”

    – “Apenas cinco millas…”

    – no me cuadra comparar el impacto del agua con la arena de un desierto, es comparar algo húmedo con algo muy seco, suena contradictorio además de exagerado con ese “más enfurecida-más huracanado”

    – dices que el mar era “demasiado gélido como para perder el equilibrio”, con tanto tumbo yo perdería el equilibrio estuviera el mar gélido o no

    – dices que quieres trabajar más los finales, yo creo que te habría quedado mejor si pones algo como: “El conservador se sacó las gafas con una mano, acarició los paquetes que contenían su preciado ???? y sonriendo dijo: …” así no dejas al lector con la intriga, recuerda que no es el capítulo de una novela en donde sí puedes dejar intriga por el contenido del paquete y que desvelarás más adelante. También nos puedes impactar con el contenido ¿es droga? ¿es una obra de arte? ¿son partes de alguien descuartizado?…

    Venga, a trabajar con ese final. No dejes de informarnos sobre el contenido de los paquetes.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 12:50
  21. 21. Luis dice:

    Hola señor Pimienta. Soy Luis (90) Aunque está bien narrado y muy buenas descripciones de lo que ocurre en la historia, la encontré floja. Igual no he entendio el final. Saludos

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 20:28
  22. 22. charola dice:

    Hola Sr. Pimienta. Es la primera vez que te leo y me ha encantado tu forma de escribir; la verdad es que me ha transportaado al mar, la arena y el cafecito humeante. Tambien estoy de acuerdo con Cryssta que al final te falto dar a conocer lo que contenian las cajas para saber lo tan importantes que eran para el destinatario (para nosotros tambien). Cryssta, que imaginacion! jeje. Vale! Felicitaciones Sr. Pimienta!

    Estoy en el 136 por si quieres leer mi relato. Un abrazo.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 23:48
  23. 23. Lemo dice:

    Hola Sr Pimienta,

    Perdona el retraso en comentar tu relato pero hay meses que el tiempo parece volar.
    En general coincido con mis compañeros. Al principio se me hizo un tanto dificultoso leer con tanto adjetivo y tanto detalle, quizás no lo esperas en un relato corto donde parece que no hay tiempo para eso.
    Por otro lado la prosa es exquisita y no hay mucho que comentar.
    Parece mas una fotografía que un relato.

    felicidades

    Escrito el 26 mayo 2016 a las 16:25
  24. 24. El Sr. Pimienta dice:

    Hola compañeros y compañeras, disculpad que no haya contestado antes los últimos comentarios; estoy de mudanza y, entre el ajetreo diario que me deja exhausto y la demora de la nueva red, he ido dejando las respuestas sin darme cuenta. Mil perdones.

    Gracias Don Kendall, lo voy a hacer, voy a leer en voz alta mis escritos de ahora en adelante. Gracias por los ejemplos y el consejo.

    Hola Nicolás Falcón, gracias por pasarte por mi relato :). En cuanto a los paquetes, por ahora voy a mantener en secreto su contenido jijiji…

    En la frase que me comentas, el “más” lo quise utilizar para señalar la fuerza desproporcionada del agua al impacto con la cara de Mario; recalcar que era tan fuerte que necesitaba resguardarse de ella. Quería usar la palabra “tormenta” del reto en esa imagen, pero viendo que no eres el único al que le chirría, debería replanteármelo.

    Gracias por tus comentarios, en unas horas me pasaré por tu relato. Un saludo compañero!

    Cara, ¡gracias por pasarte por aquí!. Aunque no seas una experta, cualquier comentario será apreciado, eso no lo dudes.

    Yo no tengo ni idea de cosas técnicas, y me da mucha vergüenza dejar comentarios en los otros relatos, la verdad. Por suerte, esta es una gran comunidad y estoy aprendiendo ya no solo a mejorar mi escritura, sino aspectos técnicos o de cualquier índole (que ni soñaba en aprender)con los comentarios que dejáis en todos los relatos que leo.

    Vaya, que gracias :P. Un saludo Cara!

    Hola Frida, encantado de volverte a ver por aquí, y gracias por tus hermosas palabras.
    A uno siempre le gusta saber que ha podido involucrar al lector de alguna manera.

    Hasta el mes que viene 😀

    María Kersimon, un placer que te hayas acercado a mi relato, gracias.
    Lo del argumento, debo mejorarlo. Todo el mundo me lo dice, y no quiero que penséis que no os hago caso. A ver el siguiente taller si lo consigo :P.

    Un saludo!

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 13:00
  25. 25. El Sr. Pimienta dice:

    Cada vez que leo tu nick, Oda a la cebolla, sonrío. Gracias por haberte pasado, e intentaré en el próximo mejorar en fluidez.

    Un saludo!

    ¿Qué tal, Isolina R.</strong?

    ¡Niego rotundamente que me guste la "d"! No, es broma :P. Si te soy sincero, te diré que no me había dado ni cuenta de tal cosa, como supongo ya imaginas.

    No soy como voy a corregirlo, pero si leerlo en voz alta me va a ayudar, entonces en el siguiente reto espero no cometer el mismo error y dar una tregua a esa magnífica letra "d".

    Muchísimas gracias por tu comentario, y por el tiempo empleado en hacer la lista para demostrarlo.

    Un placer que te hayas pasado por aquí, un saludo!

    Hola Cryssta, perdonada estás, ¡solo faltaría!. Gracias por pasarte 🙂

    Lo de poner el nombre de Mario lo revisaré. Ya saqué algunos antes de publicarlo, y pensé que lo había dejaado con el número justo.

    Repetir “orgullosos pescadores” y “conquistas” lo hice a propósito. No digo que sea mejor que no repetirlo, pero me gustó como sonaba. Lo tendré en cuenta en futuros trabajos.

    Luego, lo de la arena del desierto, quería dar énfasis como le he dicho a Nicolás Falcón, a la fuerza con la que el agua contactaba en la cara de Mario. ¿Crees que sin el “más enfurecida del desierto más huracanado” hubiera sido mejor?, o ¿simplemente buscar una comparación más acorde al tema marinero?. Yo creo que es una buena comparación, pero quizá podría encontrar otra.

    Y en el final, pues tienes razón. No es un capítulo de una novela, debería haber desvelado el misterio de los paquetes, ahora lo tengo claro. Si me permitís, sin embargo, de momento me lo guardo :P.

    Gracias por tus correcciones Cryssta, y un saludo muy grande.

    Luis, Tienes razón, la historia en sí es floja. No hay historia en realidad, así que ya lo tengo apuntado para el siguiente.

    Muchas gracias por pasarte y compartir tus observaciones. Buscaré tu relato y te guardo también para el mes siguiente.

    ¡Hola charola!

    Desde luego que me pasaré por el tuyo. Me encanta ir conociendo el trabajo de los compañeros, así que en breve lo leeré. Gracias por tus palabras, esa era la intención :).

    Un saludo!

    ¡Gracias Lemo!

    No hay nada que perdonar, cada uno comenta cuando puede (y/o quiere), y más con una lista interminable de relatos como los que hay en cada taller.

    En el próximo voy a centrarme más en la historia, es una promesa jeje.

    Un saludo!

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 13:02
  26. 26. El Sr. Pimienta dice:

    Menuda mierda el comentario 25, me ha faltado un “>”, lo siento.

    Con lo bonito que me había quedado xD

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 13:04
  27. 27. Menta dice:

    Buenos días El Sr. Pimienta: Llevo muchos días queriendo comentar tu escrito pero me he ido liando con análisis de otros autores y hoy quiero hacer mis deberes del taller y terminar de contestar y comentar.
    Me ha gustado mucho tu lenguaje evocador que trae a la memoria recuerdos de distintas atmósferas ya conocidas con un estilo de cámara de fotos.

    Cuando leí en voz alta mi primer relato en un taller de escritura, el profesor por todo comentario me dijo:
    -Has escrito una escena, no un relato.
    No entendí lo que me decía. Ahora, ya sé la diferencia. Los relatos tienen que tener un conflicto. Las escenas no.
    Creo que tu escrito es una escena muy bonita pero todos los que la hemos leído hemos echado de menos –un conflicto-
    En el blog de -literautas.com- en esta dirección:
    https://www.literautas.com/es/blog/post-2528/como-comentar-los-textos-para-el-taller-de-escritura-3a-parte/
    Explican muy bien lo del conflicto. Te recomiendo que lo leas; a mí me ha venido muy bien. Son dos artículos:

    Sin conflicto no hay historia1
    Sin conflicto no hay historia2

    Nos vemos próximamente, muchas gracias por todo: compartir, comentar,etc…
    Menta

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 10:09
  28. 28. Laura dice:

    Hola señor Pimienta.
    Primera vez que te leo.
    Maravillosa descripción de la escena. Me quedé con la curiosidad de los paquetes.
    Me quedaron un poco fuera de lugar “los trajeados restauradores”. ¿No irían directamente los pescadores hacia ellos si encuentran algo? ¿o algún empleado?¿Se relacionan los trajeados restauradores con el conservador? Demasiadas preguntas. Tal vez no entendí el relato. En ese caso, disculpa.

    Me parece el inicio de una novela.¿Continuará? Me interesa en ese caso.
    Por si tienes tiempo y te interesa, estoy en el 9

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 13:23
  29. 29. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Menta, gracias por pasarte, y te digo lo mismo que le voy a decir a Laura unas líneas más abajo: siento el retraso en contestar el comentario. Recibí la notificación por e-mail y lo fui dejando hasta olvidarme…

    Gracias por los links. Ya había leído los artículos, pero está claro que necesito más de una lectura.
    Ya estoy inmerso en el relato de este mes, y en mi cabeza el conflicto lo tengo claro, pero como siempre, creo que me va a costar plasmarlo adecuadamente.

    Encantado de verte por aquí, y te leo el día 17 o 18 🙂

    Laura, ¡gracias por pasarte!

    Quería explicarte porqué lo de los “trajeados restauradores”. No he ido nunca a una lonja (my bad), pero tengo entendido que los restauradores pujan por las piezas de pescado para obtener los que más les satisfacen. Mi idea era dar a entender que estos se dirigían allí para realizar sus compras matutinas, y por eso lo describí así.

    En principio no continuará, pero quizá en mi blog escribo algún capítulo más, centrándome en la isla. Lo que sí que haré, será añadir la bolsa con ambos paquetes en otro relato para así desvelar qué contienen. O no 😛

    Gracias por pasarte, ah, y por cierto, como le dije a Menta que te diría, ¡siento el retraso en contestar!

    Me voy a pasar por tu relato del mes pasado y por el de este nuevo taller.

    Un saludo!

    Escrito el 7 junio 2016 a las 17:00

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