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Meche - por María Inés Niud

Web: http://adiaromepregunto.blogspot.com/

Esa tarde cuando Ramiro llegó del trabajo se quitó los zapatos y se calzó los de andar en casa. Al entrar estaba absorto en sus propios pensamientos y suspiró largamente. Desde la terraza, los ojos sonrientes de su esposa lo habían visto asomarse antes de doblar en la esquina. Como todas las tardes, lo saludaba desde arriba, agitando las manos, parecía que quería volar a su encuentro. Eso lo hacía mientras bajaba por las escalaras y le decía como cantando:
–Hola viejo, ¿cómo te fue? ¿Bien? ¡Ay qué bueno! ¿Vas a querer un cafecito antes de comer?–ella no paraba de hablar.
–Bien, ¿y tú Meche?–suspiró de nuevo el viejo –¿Y los muchachos cómo están?
Mercedes no lo escuchó, salió de prisa, mariposeando, a encender las hornillas para comenzar a preparar la cena. La comida transcurrió como de costumbre, el viejo en silencio y su esposa hablando, echándole broma, sonriendo. Los hijos fueron llegando a su ritmo, con o sin hambre, pasaban por la cocina, y algo se comían. Ramiro tenía la misma parquedad de siempre, el mismo semblante tranquilo y la mirada concentrada en el plato de comida. Nada que extrañar. Esa noche cuando se fueron a la cama, se decidió a contarle a su esposa:
–Sabes Mercedes, el jefe habló conmigo hoy, bueno, más bien habló con un grupo de nosotros–antes de continuar, suspiró e hizo un largo silencio.
–Nos dijo que van a cerrar la fábrica, que los dueños se declararán en bancarrota, que mejor no formemos problemas porque podemos retardar el pago de la liquidación. Nos dijo así: –¡trabajan hasta final de este mes! ¬–Bueno pues, a rogarle a Dios que les paguen pronto. ¡Si esta gente se va del país, entonces, a llorar al valle!–fueron las últimas palabras que articuló Ramiro antes de enrollarse en la sábana.
Luego de eso el silencio se hizo tenso, por mucho rato no hubo ni una palabra. «¿Qué más podía decirse aquella noche?»–pensaba Mercedes para sus adentros. Ella quiso ofrecerle una acaricia a su esposo, trató de pasarle la mano por la cabeza, por los hombros, pero no hubo respuesta alguna. Cada uno se volteó para su lado, ambos quisieron rezar, también intentaron dormir sin tener éxito en su empeño, solo hubo silencio.
Para la familia Rodríguez aquella noticia fue como una tormenta de arena, no quedó persona ni lugar en la que los granitos no se metieran, incomodaran y enconaran la piel, el alma, el corazón. Uno a uno de los hijos fueron conociendo lo que sucedía, su madre se los había dicho casi en secreto.
–¡Está prohibido hablar de eso con su papá, y menos con alguien que no viva en esta casa! ¡Esto va a pasar, ya verán!–su voz era susurrante, pero estaba llena de una tremenda seguridad.
Ella confiaba en Dios y en que si las cosas no se declaraban en voz alta no sucederían, o las consecuencias serían menos estrepitosas. Los hermanos decidieron tampoco hablarlo entre sí, solo lo hacían con su madre quien insistía en su determinación. Ellos conversaban cosas intrascendentes con su padre, quien aprovechaba de quejarse y suspirar. Lo miraban callar perdiéndose en sí mismo, desconectado, cada día se tornaba más y más esquivo, ensimismado en su pena.
Desde ese entonces Mercedes anduvo de puntillas en su propia casa, como quien logra entrar a escondidas en un museo y no quiere ser descubierta. Callaba porque no deseaba herir el silencio del viejo con su algarabía. «¡Éste no era momento para la queja! ¡Esto va a pasar!». Estaba decidida a no sucumbir, hacía magia con la comida, estiraba los ahorros, peleaba con los gastos, y seguía consintiendo el mutismo de su marido.
Pero había un lugar de la casa donde ella recuperaba sus fuerzas, la terraza. Todas las tardes subía y miraba el cielo, que a esa hora, lo atravesaban los loros y su gritería. Ya no esperaba el retorno de su marido, ya no, ahora rezaba, confiaba y anhelaba la llegada del cartero con un sobre lleno de buenas noticias de la fábrica. Antes de bajar, y convertirse de nuevo en Meche, madre y esposa, repetía para sí misma ese poema que le había enseñado su mamá. Recitaba un verso por cada escalón que bajaba:
No te rindas,
aunque a veces duela la vida.
No te rindas.
Porque sigues siendo capaz
de luchar, de reír, de esperar,
de levantarte las veces que haga falta.
No te rindas.

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9 comentarios

  1. 1. Emyl Bohin dice:

    Hola María Inés Niud

    Ante todo agradecerte que hayas pasado por mi relato y su comentario.
    La historia que nos cuentas es un relato de hechos demasiado frecuentes en nuestros días, las cosas a veces se tuercen, pero tu le das un golpe de esperanza y creo que es lo fundamental de tu narración.
    Me ha llamado la atención el comienzo de tu historia, al principio Ramiro ya está en casa y se ha quitado los zapatos, pero a continuación está en la calle y su mujer en la terraza agitando las manos al mismo tiempo que baja las escaleras. Es decir es una especie de flashback con reverse, que me ha hecho ver la escena desde varios puntos de vista.
    Hay una par de cosillas que supongo que serán erratas, te las comento por si lo pasas al blog y ves oportuno corregirlas.

    Aquí “de este mes! ¬–Bueno pues,” se ha metido un signo que no se que significa.
    “ofrecerle una acaricia” supongo que sera caricia.
    Hasta la próxima. Saludos.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 23:52
  2. 2. Frida dice:

    Hola María Inés Niud. Coincido con Emyl, desgraciadamente, en estos nuestros días, este tipo de escenas se repiten hasta la saciedad. Una realidad muy cierta y plasmada con sentimiento, o al menos eso es lo que a mí me dejas entrever, que has deseado poner mucho de ti en este texto, aunque creo que todavía podrías trabajar más la narración para dejarla más sutil. Para comenzar, creo que sería buena idea separar un poco más los párrafos, te lo digo porque yo antes hacía esto mismo y en el taller, los compañeros me recomendaron la separación, cosa que agiliza la lectura y hace más elegante el texto.

    A parte de los detallitos que Emyl te apunta, yo también he visto estas dos frases, que no sé si es porque tú eres latinoamericana y en España estamos acostumbrados a usarlas de otra manera, pero por si acaso te las apunto.

    1.”de andar en casa”, siempre he escuchado “de andar por casa”, así que ese en me resulta raro.

    2.”se los había dicho”, creo que aquí se te escapó una s en los, sería “se lo había dicho”.

    3.”–¡Está prohibido hablar de eso con su papá, y menos con alguien que no viva en esta casa! ¡Esto va a pasar, ya verán!”.
    Esta frase, al final, yo la acortaría, diciendo ¡Sucederá, ya verán!, me parece que así ganaría. Evidentemente, es mi opinión personal.

    Mentarte también, que me gusta mucho el final esperanzador que nos muestras y, a pesar de que temo caer en el ridículo por tal pregunta, me gustaría saber de donde has sacado el poema, o si es que se te ha ocurrido a ti.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 16:31
  3. 3. Nuria GR dice:

    Hola Maria Inés, me gusta el papel de pilar de la casa que le concedes a Meche, la fortaleza y la esperanza que siempre mantiene. También transmites muy bien la angustia de la situación y lo difícil que es para una familia verse así.
    Me ocurre como a Frida en que hay expresiones que por el hecho de ser española me suenan raras, y no estoy seguras de si son o no correctas.
    Muchas gracias por haberte pasado por mi relato.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 23:10
  4. Hola chicas, qué agradable conseguir lectoras tan detallistas, mil gracias por sus comentarios, los aprecio y los tendré en cuenta.
    Emyl, respecto a los signos que salieron en el texto, ni idea de dónde provienen, duendecillos de tipografía se les llama cuando los textos son impresos. ¿Qué nombre le pondremos a éstos? ¿cyber duendes? -No sé
    Respecto a las frases que les suenan extrañas, tal vez tenga mucho que ver con que soy venezolana y ustedes esañolas. Recuerdo que mi cuñada, cuando emigró a España, comentaba: Si hubiese sabido que tendía que aprender a hablar de nuevo el castellano me hubiese ido a otros país. El habla de cada región cambia. De todas maneras sería bueno escuchar otras opiniones, yo misma investigaré.
    Agradecida de nuevo.
    Un abrazo

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 02:04
  5. 5. Veronica Murillo dice:

    Hola María Inés, aquí para cumplir con mi cometido y comentar y sugerir.

    FORMA
    Paso a revisar contigo las cositas que he visto en la forma. A veces voy detalle a detalle porque tengo amigas muy queridas que lo hacen así y pienso que esto ayuda a darnos mejor idea de cómo mejorar para la siguiente vez. Aquí voy:

    de comer?–ella

    Te lo señalo sólo en esta frase, pero el error se repite en todo el relato. El guión va separado del diálogo y pegado a la acotación, la cual debe comenzar con mayúscula a menos que sea un verbo dicendi o de comunicación.: “dijo”, “comentó”, “acotó”, “pensó”, etc.
    El guión largo sale en Windows con alt+0151. Yo estuve trabajando en Ubuntu algunos días y como era diferente y nunca me pude acostumbrar, al empezar a escribir lo copiaba de google (Poniendo guión largo sale) y luego daba “pegar” cada vez que lo necesitaba.

    cocina, y algo se comían

    Aquí la coma está demás. Ya tienes dos comas e interrumpe la lectura.

    ¬–Bueno pues, ofrecerle una acaricia a

    Errores de dedo, jeje. 😀

    ¬–Bueno pues, a rogarle a Dios que les paguen pronto. ¡Si esta gente se va del país, entonces, a llorar al valle!–fueron las últimas palabras que articuló Ramiro antes de enrollarse en la sábana.

    Al final de esta frase señalas que lo dijo Ramiro, pero suena como si lo dijera Meche, me suenan a sus palabras y además dice “que les paguen”, si fuera de Ramiro debería decir: “que nos paguen”, o ¿se refería a palabras del jefe? Revisa la construcción para que quede más claro.

    recuperaba sus fuerzas, la terraza

    Me parecerían mejor dos punto en vez de la coma.

    CONTENIDO

    Me parece una historia de optimismo y fortaleza. Una amiga me dijo hace poco: “En la vida a veces estamos arriba y otras abajo. Es como una montaña rusa”. Meche sabe que para lograr estar arriba hay que soportar estar abajo, apurar el nudo en la garganta y seguir sin importar qué.

    Dejar el final abierto me parece muy acertado. No sabemos qué va a a pasar, sólo sabemos que junto a Meche esperamos lo mejor.

    Felicidades, has desarrollado bien la idea y has transmitido el mensaje de manera efectiva. Hasta la próxima.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 02:09
  6. …continuación
    Del comentario anterior quedó pendiente lo del poema. Frida, te cuento que desconozco su autoría, lo escuché en una aplicación que se llama rezandovoy, y me encantó. De veras que cuando tenía la historia en borrador, me decía: ¿cómo la termino? ¿mato a Ramiro? ¿Ramiro rompe su silencio? Bueno, y en eso de estar atenta a la construcción del relato apareció este poema y me robé unos versos. Aquí les envío el poema completo:
    RESISTENCIA

    No te rindas,
    aunque a veces duela la vida.
    Aunque pesen los muros
    y el tiempo parezca tu enemigo.
    No te rindas,
    aunque las lágrimas
    surquen tu rostro y tu entraña
    demasiado a menudo.
    Aunque la distancia
    con los tuyos
    parezca insalvable.
    Aunque el amor sea, hoy,
    un anhelo difícil,
    y a menudo te muerdan
    el miedo, el dolor, la soledad,
    la tristeza y la memoria.
    No te rindas.
    Porque sigues siendo capaz
    de luchar, de reír, de esperar,
    de levantarte las veces que haga falta.
    Tus brazos aún han de dar
    muchos abrazos, y tus ojos
    verán paisajes hermosos.
    Acaso, cuando te miras al espejo,
    no reconoces lo hermoso,
    pero Dios sí. Dios te conoce,
    y porque te conoce
    sigue confiando en ti,

    sigue creyendo en ti,
    sabe que, como el ave herida,
    sanarán tus alas y levantarás el vuelo,
    aunque ahora parezca imposible.
    No te rindas.
    Que hay quien te ama
    sin condiciones,
    y te llama
    a creerlo

    Gracias Verónica por ser tan precisa en tus apreciaciones. Creo que usaré tu sugerencia para marcar el guión largo. Un millón de gracias por sus comentarios.

    Deseo seguirlas leyendo. Vamos, no nos rindamos, a seguir escribiendo, construyendo el mundo que soñamos

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 02:27
  7. Autor del poema: José María R. Olaizola sj

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 02:35
  8. 8. Jisaen dice:

    Hola Maria Ines,

    La historia me gustó y la pude leer sin interrupción ni relectura porque tienes una cualidad narrativa clara y directa con trazos de emotividad en el momento justo. No tuviste que recurrir a una historia fantástica ni épica para captar la atención. Un problema cotidiano y personajes realistas con problemas del día a día, lo que le da mas valor a tus cualidades. El final, el justo.

    Un gusto leerte, felicitaciones.

    Jisaen N° 67 EL CUADRO

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 01:03
  9. 9. Luis dice:

    Hola María Inés Niud, soy Luis(90) Un relato enternecedor. Felicidades. Nos leemos. Saludos desde Barcelona.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 20:45

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