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EL SILLÓN DEL DIABLO - por juanjohigadillo
Los dos hombres miraban asombrados la cola que se había formado frente a las taquillas.
-¡Vaya exitazo! Quién lo diría.
-Pues sí. Al final aquella desgracia ha sido la clave de nuestra supervivencia; de no haber pasado eso habrían cerrado el museo y sus fondos estarían vete tú a saber dónde…
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El largo puente que se avecinaba garantizaba una serie de noches apacibles para el veterano vigilante. Aprovecharía las rondas en su nuevo destino para ir conociendo lo que el Palacio de Fabio Nelli custodiaba en sus entrañas. Sabía que allí se exhibían valiosísimas piezas de la Edad del Cobre, de época romana o del Renacimiento, pero lo que despertaba sobremanera su interés era el sillón del siglo XVI que la Inquisición había embargado al judío portugués Andrés de Proaza, estudiante de medicina ajusticiado por nigromante. La leyenda decía que el médico que allí se sentara recibiría del mismísimo Diablo sabiduría para la sanación de enfermedades, pero si quien lo hacía no era del gremio, moriría.
Decidió tomárselo con calma: cenó los emparedados que traía de casa, saboreó el café que aún se conservaba caliente en el termo y encendió un "cigarrito", que fumó con delectación. Tras apagarlo en la arena del cenicero se dirigió a la Sala 14 para ver qué tenía de especial aquel sillón maldito. Estaba hecho en madera de cedro, con asiento y respaldo de cuero repujado, y parecía inofensivo. Retiró la cinta que impedía que los visitantes se sentaran y se acomodó en él.
Pese a su antigüedad era lo bastante confortable como para que, al rato de estar allí, el vigilante sintiera una especie de agradable sopor. Aguzó el oído por unos momentos y, convencido de que nada ni nadie podía molestarle en aquella agradable penumbra, se dejó llevar…
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EL NORTE DE CASTILLA
J. J. M.
"Este lunes se ha encontrado sentado en el llamado "Sillón del Diablo" el cadáver del vigilante nocturno del Museo de Valladolid. Pese a que los servicios médicos han certificado que el fallecimiento se debió a causas naturales, no son pocos los que achacan su muerte a la maldición que pesa sobre el mueble, que ya intentó ser vendido sin éxito en el siglo XVI, y que permaneció durante años colgado boca arriba en la antigua Universidad para evitar que nadie se sentara en él.
El desconcertante hallazgo ha despertado el interés de innumerables curiosos y aficionados a este tipo de sucesos, y un equipo del programa "Cuarto Trienio" quiere desplazarse hasta nuestra ciudad para rodar un reportaje especial sobre el asunto."
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No sabía cuánto tiempo llevaba adormilado cuando le despertó un extraño temblor. Tardó unos segundos en darse cuenta de dónde estaba y miró a su alrededor ligeramente aturdido. Una neblina luminiscente parecía invadir la estancia y un olor acre le hizo arrugar la nariz. Quiso incorporarse, pero sintió que algo se lo impedía: unas correas invisibles sujetaban sus muñecas a los brazos del sillón, y con sus tobillos parecía ocurrir otro tanto. Luchó por liberarse de sus impalpables ataduras sin conseguirlo, y empezó a pensar que estaba sufriendo una angustiosa pesadilla. Zarandeó el sillón pensando que con el golpe de la caída despertaría, pero parecía clavado al suelo. El apestoso olor se volvió más intenso, la niebla se hizo más espesa y brillante y frente a él empezaron a tomar forma unos espantosos ojos amarillos de pupilas rasgadas. Empezó a sentirse verdaderamente mal: notaba el pulso desbocado, la boca seca y un sudor frío recorría su cuerpo. Intentó de nuevo, desesperadamente ya, liberarse de aquel trono diabólico, romper sus intangibles grilletes o descuadernar aquel asiento de madera vieja, pero aquel satánico artefacto no sólo resistía todos sus esfuerzos, sino que parecía contraatacar oprimiendo su pecho con toneladas de insoportable presión. Comenzó a notar que aquella fuerza sobrenatural le aplastaba las costillas, le faltaba el aire, sentía náuseas y la vista se le nublaba; sudaba copiosamente, boqueaba jadeante y sentía que sus ya menguadas fuerzas le abandonaban. Era un martirio atroz: aquella demoníaca opresión tomaba la forma de una invisible garra que estrujaba sin piedad su anciano corazón, y su brazo izquierdo empezó a atormentarle con un nuevo y terebrante dolor.
En ese momento la fosforescente neblina empezó a perder su brillo y una inquietante oscuridad lo invadió todo; sólo los malignos ojos continuaban centelleando y tomaron la forma de una esperanzadora luz al final de un túnel. Con los últimos atisbos de su consciencia se dijo: "No mires a la luz, no mires, no…"
Juanjo, me encantan las leyendas y me ha gustado ésta porque soy de Valladolid y he visitado el palacio.
La leyenda de La silla del Diablo se remonta al año 1550, cuando se fundó la primera cátedra de anatomía humana de España en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.
Me gusta cómo lo has estructurado. No tiene una estructura cronológica, pues empiezas por el final, pero se entiende perfectamente.
En el primer párrafo reflejas el morbo que despierta este tipo de cosas, un éxito debido a una desgracia, eso es una realidad. Ahí nos pones en antecedentes.
Continúas con la presentación del protagonista y la explicación de la leyenda, que creo que esta muy bien. El único “pero” que le pongo es que al ser un vigilante nocturno no creo que los puentes, festivos o días de diario afecten a su trabajo:
“El largo puente que se avecinaba garantizaba una serie de noches apacibles para el veterano vigilante.”
Continúas con la noticia del periódico (me parece muy acertado), donde ya nos enteramos de una muerte.
El desenlace está muy bien conseguido. Has descrito perfectamente la angustia del vigilante.
Me acordaré de tu relato cuando vuelva a visitar el Palacio de Fabio Nelli 🙂
Enhorabuena, me ha gustado mucho
Buenas tardes, Caciba, y gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo en eso de que el puente no debería afectar al trabajo del vigilante, pero en determinados gremios existe la “sana” costumbre de cambiar turnos o “doblar” para empalmar descansos más adelante. No obstante tienes razón y tengo que entonar el “Mea culpa”. No sé si lo habré conseguido, pero cuando hablas de la angustia del vigilante lo que yo pretendía era jugar de manera ambigua tanto con el aspecto sobrenatural del asunto como con los síntomas de un ataque cardíaco (Las causas naturales.Si hay algún médico en la sala, que se pronuncie)
Nada más. Gracias de nuevo y recibe un saludo desde Pucela.
P.S: Te he dejado mi comentario en tu relato.
Sí ha quedado claro el ataque al corazón:
“… invisible garra que estrujaba sin piedad su anciano corazón, y su brazo izquierdo empezó a atormentarle con un nuevo y terebrante dolor.” (Se te trastabilló la “n” de tenebrante).
Con ese párrafo das la segunda visión del triste resultado del vigilante. Se me pasó escribírtelo antes.
Saludos!
Gracias de nuevo. Y sí, es terebrante, con erre.
Gracias, aprendí una nueva palabra. Y… no sé en qué palabra estaba pensando cuando te dije eso ¿tenebrante?, ¡pero qué bobada mas grande! 🙁
Disculpa
Un saludo
Saludos juanjohigadillo.
He pasado por aquí atraída por el título de tu trabajo ¡y no me ha decepcionado!
Conforme iba leyendo sentía la necesidad imperiosa de buscar información al respecto sobre el museo y la silla. Gracias a la ilustración de Caciba no me ha hecho falta hacerlo. Muchas gracias a los dos.
El texto, pese a la estructuración no lineal en el tiempo, se entiende sin ninguna dificultad. Gracias al estilo directo y ágil, se lee de un tirón, sin parar. La sintaxis es apropiada y no he visto faltas de ortografía.
Sólo decirte que para los diálogos debes usar el guión largo, como bien indica el tutorial al respecto editado en Literautas, que no me canso de aconsejar.
Me ha encantado la reseña a “Cuarto Milenio” con tu “Cuarto Trienio”, que me ha sacado una sonrisa (y si me permites la broma, suena a trienio laboral ☺. Por cierto, soy seguidora del programa)
Enhorabuena por tu trabajo.
Si te apetece pasarte por el mío, estoy en el 31.
Nos leemos.
Hola Juanjo,
¡Enhorabuena por tu relato, me ha gustado mucho!
Me gusta ls mezcla de historia con lo sobrenatural.
Espero seguir leyendote!
De nuevo, felicidades.
Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com
Mi relato este mes: nº 23 – VAN A ENCONTRARTE https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655
Hola Juanjo,
Soy el vecino de arriba, el #38. De tu relato indiscutiblemente me ha gusta la estructura disruptiva, pero además porque has dejado para el final el gran eje de la trama: la verdadera muerte de vigilante.
Creo que tenías dos opciones: mostrarlo como algo místico, con neblina, el diablos y otros elementos. La otra opción es dejarlo como una coincidencia, es decir, el vigilante muere de un ataque cardíaco y todos le apuntan a la maldición como causa.
En lo personal me habría gustado la segunda porque no comulgo mucho con el tema de la fantasía, pero esto que te comento no es un punto en contra, es solo cuestión de gustos. En tu caso incluso ganas con las dos formas porque hay una versión médica oficial por un lado, y unos visitantes asiduos por el otro.
Otra cosa que me ha gustado de tu relato está en los comentarios: has tomado sitios y referencias periodísticas reales. Para mí son absolutamente desconocidos, pero quien los conoce ha encontrado un par de detalles muy simpáticos en tu relato. La ventaja es que no le restan nada al relato, pero sí es un plus para otros lectores.
Te felicito también por incluir la reseña periodística como un recurso extra. De hecho, pudiste haber escogido un recurso o narrador particular para cada bloque. Por ejemplo, solo diálogos para el primero, narración en 2da persona, reseña periodística y narrar en primera persona en el último bloque. Son ideas, no correcciones.
Eso es todo, me ha tocado un buen vecino….
Si te da el tiempo, mi relato está aquí: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5743
Buenas Juanjo,
Un gran relato, si señor, una forma original de contar la historia, es como si fueran tres relatos en uno y en ningún momento se siente que estés dando los datos a correr, más bien al contrario, la sensación es que tanto la introducción como el estilo periodístico o ese momento entre la ensoñación, la fantasía y la intriga están llenos de detalles así que te felicito. También te felicito porque has descrito muy bien ese momento final, reconozco que yo no capté los datos de ataque al corazón pero al leer el texto si pensé que podría ser un hecho fantástico o alguna reacción física del guardía (algo así como morir de miedo, como si estuviera somatizando la historia de la silla).
Un plus adicional es encontrarnos con una historia que tiene una base real, algo que me encanta y más si se trata de hechos históricos, mi hermano está trabajando en Valladolid y ya tengo ganas de ir a hacerle una visita para ver esa curiosa silla.
A nivel formal me ha parecido que estaba muy bien, solo hay una cosa que cambiaría, y es que en el último párrafo se utiliza comenzó y empezó muy seguidos, evidentemente no está mal pero al leerlo la sensación que me dio es que habías utilizado el mismo verbo. Por lo demás, creo que el texto tiene un buen vocabulario, la puntuacion y la gramatica están muy bien y si existen fallos no son nada evidentes, así que felicidades nuevamente.
Muchas gracias por pasarte por mi relato y por tu comentario. Seguimos leyéndonos!!!
Felicidades Juanjo por tu relato, me ha encantado como lo has desarrollado. Además yo también conozco la historia real y veo que te has informado bien.
Saludos
Buenos días a todos. En primer lugar quería disculparme por haber tardado tanto en responder a mis últimos comentaristas. Quiero agradeceros a todos vuestros comentarios, pues me sirven de estímulo para seguir participando mes a mes, aunque no siempre sea capaz de escribir un relato que cumpla con las bases del reto y sea mínimamente presentable. En cuanto tenga un ratito me pasaré por algunos relatos que aún me faltan por leer.
Saludos desde Pucela.
Hola Juanjo, el texto llama la atención ya por el título, yo misma al igual que earendil me sentí intrigada por él, y al leerlo encontré una historia fraccionaria, de esas que me gustan, escrita sobre hechos reales. En resumen, un texto maravilloso, muy bien escrito, muy bien armado, y las descripciones, tenebrosas, lo que enriquece aún más el carácter de la historia.
Con respecto al inicio del segundo fragmento, no es una nota, sino más bien una pregunta, ya que usas doble comilla dentro de una doble comilla, en la primera oración: “Este lunes se ha encontrado sentado en el llamado “Sillón del Diablo” el…” En ese caso, según pìenso (y no por haberlo leído), ¿podría usarse una comilla simple para mencionar al sillón y diferenciar el comentario dentro del comentario principal? Quizá otros comentaristas más expertos puedan aclararlo, estaré atenta para aprender también.
Fue lindo leerte, hasta la próxima escena.
Buenos días, Amanda, y gracias por tu comentario. La verdad es que no sé qué responderte a eso de las comillas dentro de las comillas. Buscaré en Internet, en Fundeu o alguna página similar, a ver si puedo aclarar esa duda. Si no es así, espero que alguno de los participantes más meticulosos pueda aclararnos esa cuestión.
Gracias de nuevo, y saludos desde Pucela.
Buenos días de nuevo, Amanda. En relación con el asunto de las comillas y su uso he encontrado esto, que espero que nos sea de utilidad a todos los que participamos en esto.
http://lema.rae.es/dpd/?key=comillas