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Siempre sale el sol - por Liliana Del Rosso

Web: http://solosimplesrelatos.blogspot.com.es/

Siempre sale el sol.
Un hombre mayor y su nieta regresaban a casa, en los suburbios de Madrid. El cielo encapotado anunciaba tormenta. Carlos, el abuelo, caminaba encorvado, con paso lento. Su rostro deja ver, la angustia de sentirse acorralado. Sofía, su nieta, le coge la mano y se la acaricia. No hay palabras solo una inmensa ternura.
Al volver la esquina. Tras un montículo de arena, junto al cubo de basura, algo llama la atención de la niña.
—¡Abuelo, mira! Aquellas son nuestras maletas —La niña suelta la mano del abuelo, echa a correr en dirección al portal del edificio donde vivían.
—Corre Sofí; el camión de la basura se acerca.
El anciano paralizado, levantaba sus brazos estirándolos, como queriendo coger sus últimas pertenencias.
—Sí, abuelo, intentaré llegar.
La niña corrió, todo lo que sus delgadas piernas le permitían, pero el recolector de basura llegó antes; cogió las maletas y las arrojó a la compactadora del vehículo. Continuó caminando sin atender a los gritos de Sofía.
—No señor, no coja esas maletas, son mías. —sofí corrió, aun más, alcanzó el camión, se subió intentando recuperar las maletas.
El recolector de basura, comenzó a dar golpes en la cabina del conductor hasta que este se detuvo.
—¡Baja, baja ya! Una niña se ha metido en la cuba del compactador. Libera el freno y ven a ayudarme.
Al abrir la tolva encuentran a la niña, ilesa, abrazada a sus maletas, como quien prefiere perder la vida antes que sus únicas pertenencias.
—Niña, ¿cómo te has arriesgado, por unas maletas mugrientas? A saber de quién son. Sal del camión. —Uno de los hombres cogió a la niña con rabia y la sacó a la rastra.
Sofí, no soltaba su maleta, intentaba hacerse con la otra, mientras gritaba: —No, son mías, no las puedo dejar.
—Sofía, ¿Qué sucede? ¿Qué haces dentro del camión? —dijo, el cartero, al reconocer a la niña.
—Pedro, por favor, dile al hombre de la basura, que estas maletas son mías. Que no me las quite.
—,¡Hombre!, deje a la niña y dele esas maletas, qué más da, a usted tampoco le sirve para nada.
En ese momento intervino el conductor.
—Ya, saca a la niña y dale las maletas, debemos irnos antes de que alguien de parte a la compañía del incidente. —Enfadado, gesticulando y prodigando insultos se subió a la cabina y puso en marcha el camión.
Sofí había recuperado sus pertenencias. Se sentó en la acera abrazada a aquellas, viejas y ahora mal olientes, maletas. Su llanto era una mezcla de: angustia por lo que le tocaba vivir y alegría por lograr su cometido.
El anciano, había caído de rodillas, cubría su rostro con una mano, con la otra seguía intentando socorrer a su nieta. Se escuchaba un llanto apagado, cansado de vivir, y una voz que repetía: «¿Por qué?, ¿por qué?».
Sofía levantó la cabeza, «el abuelo». Soltó su preciado tesoro y cruzó la calle en busca del anciano.
—¡Abuelo, abuelo! No llores, pude salvar las maletas. —Los consumidos brazos de Sofía rodeaban al anciano, incapaz de dejar de llorar.
Tras unos segundos, la calle se llenó de curiosos que preguntaban y opinaban.
—¿Quién es? ¿Qué pasó?
—Es Carlos, el antiguo guarda del museo, se cayó, pero ya está bien —dijo Pedro, el cartero, mientras ayudaba al anciano a levantarse—. ¿Por qué vuestras pertenencias estaban en la calle?
—El casero nos echó; le debo cuatro meses. Dejé las maletas en el piso y fuimos a llamar a una sobrina que nos hará un lugar en su casa, mientras busco algo más barato para vivir. —El anciano tartamudeaba y se sacudía los gastados pantalones—. Es posible que mis maletas le estorbaran y las llevó a la calle.
—¡Qué desgraciado!, seguro que la cacatúa de su mujer sacó las maletas. Ese loro parlanchín, siempre me hace perder muchísimo tiempo, con habladurías del barrio —dijo el cartero.
—Abuelo, ya, no sufras más. La tía vendrá a buscarnos muy pronto. En unos meses cobrarás tu jubilación y buscaremos un piso mucho mejor. Estoy segura; las tormentas se acaban y siempre sale el sol.

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9 comentarios

  1. Hola Liliana,

    La idea de tu cuento es muy bonita. Me ha gustado el hecho del abuelo destrozado y la niña intentando recuperar sus maletas. Es muy tierno.

    No obstante, hay algunos fallos de puntuación que han hecho que me despiste y pierda parte de esa magia que querías contagiar. Creo que le faltaba un repaso ¿puede ser?

    Espero que mi comentario te sirva de ayuda. Ahí va:

    – “Su rostro deja ver, la angustia de sentirse acorralado”. En esta frase no hace falta la coma después de “ver”.
    – “No hay palabras solo una inmensa ternura”. En cambio, aquí sí hace falta después de “palabras”.
    – “Al volver la esquina. Tras un montículo de arena, junto al cubo de basura, algo llama la atención de la niña.” Esta debería ser una única frase, sustituyendo el punto después de “esquina” por una coma.
    -“sofí corrió,(…)”. El nombre propio de la niña debe ir en mayúsculas.
    -“Sofí, no soltaba su maleta, intentaba hacerse con la otra, mientras gritaba: —No, son mías, no las puedo dejar.” En este caso, al ser un diálogo indirecto, las palabras de Sofi tendrían que ir entre comillas “No, so mías, no las puedo dejar”. Además, no serían necesarios los dos puntos.
    -“—Pedro, por favor, dile al hombre de la basura, que estas maletas son mías. Que no me las quite.” Aquí sobraría la coma después de “basura”.
    -“—,¡Hombre!, deje a la niña y dele esas maletas, qué más da, a usted tampoco le sirve para nada.” Después de un signo de exclamación no va coma y se debe iniciar la siguiente frase en mayúscula.
    -“…antes de que alguien de parte a la compañía del incidente.” El “dé” antes de “parte” debe llevar tilde, pues es del verbo “dar”.
    -“Su llanto era una mezcla de: angustia por lo que le tocaba vivir y alegría por lograr su cometido.” No es necesario poner dos puntos antes de angustia.

    Espero haberte ayudado y que podamos seguir leyéndote.

    Si quieres, puedes pasarte por mi texto (es el número 23 “VAN A ENCONTRARTE” https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655) y me dices qué te parece 🙂

    ¡Nos leemos!

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 18:52
  2. Gracias Aina Pons Triay.
    Las comas se me dan fatal y me cuesta muchísimo identificar el lugar correcto para su ubicación.
    He escrito demasiados manuales. Este tipo de escritura, tan técnica, es muy mecánica y casi todo lo solucionas con un punto y seguido.
    Estoy con el tema. De momento intento con un par de libros . De todas formas, creo que necesitaré tomar algún curso.
    Gracias por tu comentario.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 20:41
  3. 3. merchylam dice:

    Hola Liliana,
    Bueno, lo de las comas y puntos ya te lo ha señalado Aina. No te apures poco a poco va saliendo.
    – dijo, el cartero,
    Eso tampoco va entre comas. También puedes mirarte el titular que tiene Literautas sobre como puntuar los diálogos que explican como usar el guion, el punto tras el diálogo, y los espacios. Incluso sobre el uso del punto y coma y los dos puntos.
    En el momento en el que están el conductor, el recolector y el cartero me he hecho un lio. Más que nada porque el cartero aparece de la nada. De repente está ahí, que aunque pueda resultar creíble parece que lo has metido con calzador.De la misma forma ese “loro parlanchín” chirría. no veo yo a mi cartero diciéndome esa frase, siempre y cuando el relato estuviera más dedicado al público infantil, quizás resultara más creíble.
    Con “arena” sin embargo no te ha pasado y la has introducido muy bien en ese montículo.
    Recuerda otra cosa que si nos presentas a un personaje con un nombre, no se lo cambies a no ser que sea necesario, aunque sea un diminutivo. Mantélo.
    Y lo que más me ha llamado la atención es la concordancia verbal. Has saltado del presente al pasado y del pasado al presente un par de veces. Y ese salto descuadra, con lo que imaino que no lo has repasado lo suficiente.
    No te preocupes ni te desanimes porque las críticas nos vienen muy bien para aprender, y porque además en general hay madera. Tu relato es sencillo y se entiende, que es mucho porque muchos escritores noveles como nosotros en un intento de abusar de vocabulario lo emborronan.
    Así que sigue trabajando y nos vamos leyendo.
    Me tocaba comentarte pero ha sido un placer.
    un saludo. Estoy en el 22.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 00:17
  4. 4. Jisaen dice:

    Hola Liliana,

    Es conmovedora la historia, realista y hasta cotidiana, pero aun así lograste contarla de manera interesante.

    Tienes una cualidad narrativa evidente, pero te aconsejaría que cuides las repeticiones de palabras tratando de usar sinónimos o en algunos casos obviando líneas que no aportan mucho a la historia.

    Felicitaciones

    Jisaen N° 67

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 01:24
  5. 5. Beatriz dice:

    No se mucho sobre gramática… pero abuelos y nietos son emocionalmente taquilleros.
    Me gustó mucho
    Námaste

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 16:49
  6. 6. María Esther dice:

    Historia de las que se pueden encontrar diariamente; no por eso dejan de ser profundamente humanas.Es bueno recordar a los que sufren penurias económicas y también ayudar cuando podemos.
    Los problemas formales formales ya te los marcaron.
    A seguir escribiendo porque como tu dices ” siempre sale el sol”
    Maritel en el 65.Saludos

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 03:13
  7. 7. Menta dice:

    Hola Liliana:
    Me ha gustado mucho tu relato porque muestras el cariño que se tienen los dos protagonistas un abuelo y nieta.
    También me ha llegado muy hondo la valentía de la niña que arriesga todo por recuperar lo que quiere.
    Y el final esperanzador.
    Estas cualidades del carácter de tu “niña”: cariño, valentía y esperanza que vemos en tu relato son muy gratificantes para todos los lectores.

    Ya te han comentado algunos fallos gramaticales, yo también quiero señalar algunos más:

    1. Escribes: – Al volver la esquina. Tras un montículo de arena –
    Como es la primera vez que hablas de la esquina debería ser -una, alguna, etc., algo que la introduzca en el relato, porque tal como lo pones yo me he preguntado ¿qué esquina?
    2. Repites –pertenencias- 4 veces, 14 –maletas-
    3. Me suena extraño lo de – recolector de basura – Creo que en España lo llamamos siempre: basurero, ra. Palabra que según la RAE tiene dos significados:
    A. m. y f. Persona que tiene por oficio recoger basura.
    B. m. Sitio en donde se arroja y amontona la basura.
    4. Escribes: – Enfadado, gesticulando y prodigando insultos se subió a la cabina –
    En este contexto de insultos se emplea la palabra proferir. Te señalo la diferencia:
    Cuando se trata de ser generoso en elogios, favores, dádivas, etc. Se utiliza el verbo prodigar. Pero cuando se trata de ser generoso con insultos, agresiones o groserías, el verbo es proferir.
    Los sinónimos de prodigar son: malgastar, derrochar, despilfarrar, dar, desaporvechar, regalar.
    Los sinónimos de proferir son: exclamar, gritar, vocear, pronunciar, decir, articular, pegar, dar, propinar.

    Nada más por esta vez. Te animo a que sigas contando historias tan bonitas como esta. Tenía que hacer la crítica de tu escena y me ha gustado porque he aprendido mucho. Hasta la próxima.
    Menta

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 20:18
  8. 8. María Esther dice:

    En Uruguay también se usa recolector de basura, refiriéndose a la persona que recoge la basura y basurero al lugar donde se la deposita.

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 02:29
  9. Hola, María Esther:
    Yo soy argentina y el recolector de basura es un termino habitual, como tú comentas en Uruguay también se usa. Mis raíces se evidencian en muchas de mis cosas y por supuesto cuando escribo.
    Gracias por tu comentario.
    Un saludo.
    P.D.: ¿Tú también estás deseando que nos den el tema del mes de junio?
    Esto de los cuentos es adictivo
    Un saludo
    Nos leemos

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 19:19

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