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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Verano del 72 - por Marazul

Aquel verano fue especialmente lluvioso en el norte de España; por ese motivo los niños jugábamos al resguardo del cobertizo, y sólo cuando escampaba salíamos al jardín para montarnos en las bicicletas y hacer carreras. En los días de sol merodeábamos por la solana, en donde mi madre merendaba con sus amigas, o bien, cantimplora al hombro, salíamos de excursión por los pueblos de alrededor .
Ya habían llegado mis primos de Bilbao y junto con amigos y los de casa formábamos un grupo numeroso que para entretenernos habíamos organizado una tómbola. Nos divertía mucho hacer papeletas, luego abrirlas y descubrir con sorpresa el singular objeto que nos había tocado. Por ese motivo hicimos acopio de todas las cosas inútiles que fuimos encontrando. Aquello, más que una tómbola, parecía un museo de trastos viejos: una sombrilla de colores con la varilla rota, un reloj de arena, una muñeca a la que le faltaba un ojo, un zapato sin pareja, la jaula que había pertenecido a Lolo, un loro que murió de viejo, una armónica, una libreta con poemas de no se sabe quién…, y así cantidad de objetos curiosos e inservibles.

Mientras esto ocurría en el cobertizo, allá en la casa los mayores se ocupaban de sus quehaceres cotidianos y de otros asuntos más trascendentales.
Yo era una niña observadora y bastante curiosa que, a pesar de ser la pequeña de la familia, no era ajena a que algo serio estaba ocurriendo en la casa grande. Los mayores tenían conversaciones que no alcanzaba a comprender y que se transformaban en murmullos cuando notaban mi presencia.
Mi hermano el mayor estudiaba Derecho en la Universidad, pero no entendía por qué eso podría ser motivo de disgusto, ni tampoco por qué últimamente no venía a vernos. Notaba la crispación de mi padre si alguno de nosotros pronunciaba su nombre y escuchaba los llantos de mi madre en solitario.
Una mañana llegó el cartero a la casa y cuando Nanda, la criada, entregó la correspondencia a mi madre supe que algo grave había ocurrido.
Mi padre regresó de la fábrica antes de lo habitual, llamaron a mis tíos de Bilbao, vino hasta don Fermín, el cura, y ya por la tarde se presentó don Antonio, el médico, para atender a mi madre que se encontraba encerrada en su habitación.
Aquella casa empezó a parecerse a un velatorio. Con la única persona con la que se podía hablar era con Nanda, y tampoco me aclaraba mucho.
Ella trajinaba por toda la casa, de arriba abajo y de abajo arriba, hablando sola o dirigiéndose a mí suspirando.
—¡El señorito Miguel!, ¡ay dios mío!
—¿Qué ha pasado, Nanda?, intentaba averiguar.
—¡Qué pena!. ¡A tu madre le va a matar a disgustos!
—¿Qué le ha pasado a mi hermano, Nanda?
—Calla, calla, niña, que tú no puedes entender.
Y seguía mascullando mientras tendía la ropa o planchaba:
—¡En la cárcel, el señorito Miguel en la cárcel, como si fuese un criminal!
Y yo no me atrevía a seguir preguntando para no añadir más dolor; me limitaba a tener los ojos y los oídos bien abiertos y a sacar mis propias conclusiones:
Si mi hermano estaba estudiando en la Universidad por qué ahora estaba en la cárcel….¿Qué había hecho?, ¿tendría que ver con esas revueltas de las que se hablaba?. ¿Tal vez Miguel era de los que acudían a las asambleas?. ¿Se habría metido mi hermano en política?
¡No sería comunista!
Todas estas preguntas y consideraciones se hacía una niña como yo, que acababa de cumplir diez años, en aquel verano del setenta y dos.

Fue a finales de agosto, en una tarde lluviosa mientras jugábamos a las cartas Bego, Chus, mi primo Nacho y yo en el cobertizo.
Terry, siempre ladraba cuando había tormenta, aunque en esa ocasión la insistencia de sus ladridos y el nerviosismo que mostraba nos llamó especialmente la atención.
Cuando vimos que corría hacia la entrada de la casa todos acudimos tras él. Un coche desconocido se paró junto al portón y de él se bajaron dos hombres y un tercero más joven.
Enseguida supe que el que llegaba era Miguel. Le vi bajarse del coche pálido y delgado; la ropa le quedaba grande y la expresión de su rostro era muy diferente del Miguel que yo conocía.
No me subió en volandas, ni bromeó como hacía siempre que me veía porque parecía ausente.

Buscó a mi madre y se abrazó a ella llorando.

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20 comentarios

  1. 1. Edu SC dice:

    Hola Marazul,

    Soy tu vecino de arriba y además el tuyo es el primer cuento que comento. Trataré de esmerarme y aportar lo que pueda.

    Lo que más me ha gustado de tu relato es la manera que tienes de contar la historia. Creo que usas las palabras de manera que consigues provocar en el lector sensaciones, imágenes. Diría que el principio de tu relato es muy evocador y, salvo por cosas que ahora paso a comentarte, lo he leído de manera fluida y ha conseguido atraparme.

    En cuanto a cositas que he visto: (tal vez algunas son correctas, no sé, pero yo te comento lo que me ha parecido ver):

    «en donde mi madre», creo que el “en” sobra.

    «Ya habían llegado mis primos de Bilbao y junto con amigos y los de casa formábamos un grupo numeroso que para entretenernos habíamos organizado una tómbola». En mi opinión la frase no está bien construída con el tiempo verbal del “habíamos”.

    «—¿Qué ha pasado, Nanda?, intentaba averiguar». Aquí faltaría cerrar el guión de diálogo después del signo de interrogación.

    Por último alguna coma no me ha parecido correctamente colocada:

    «jugábamos al resguardo del cobertizo, y sólo», en mi opinión sobra esta coma.

    «Terry, siempre ladraba cuando había tormenta, aunque…» la primer coma entiendo que sobra.

    Por último, cómo te decía al principio, la historia me parece muy bien narrada. Se lee muy fácil y las imágenes van apareciendo una tras otra. Consigues situar al lector en ese momento y lugar. Quizás, cómo último comentario, ya más de contenido, decirte que la historia es bonita pero tal vez le faltaría algún giro sorpresivo. En cierta manera es explicativa. Lo que quiero decir, no sé si me explico bien, es que se cuenta lo que ocurrió en aquel verano del 72, pero lo que ocurrió no presenta ningún hecho que pueda sorprender demasiado al lector. Si introdujeras algún giro inesperado creo que la historia quedaría aún más redonda.

    Espero que mis comentarios puedan servirte de ayuda y muchas felicidades por tu trabajo.

    Edu.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 21:46
  2. 2. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Marazul, me ha tocado comentar tu relato y lo hago encantada porque está muy bien escrito y la historia está muy bien.

    Te cuento lo que yo veo mejorable:

    – el primer párrafo me parece muy grande para la historia. Estaría bien para un relato más largo pero para uno corto como este es excesivo pues cuentas muchas cosas para introducir la historia que de verdad importa. Creo que vendría bien acortar este párrafo bastante y con las palabras que te sobran darle más fuerza al final

    – “para entretenernos” entre comas

    – en “allá en la casa” sobra el “allá”

    – aunque está bien decir “trascendental” yo creo que tiene más fuerza decir “transcendental”, es un matiz mínimo

    – dices “en la casa los mayores” y unas pocas líneas después “en la casa grande” yo creo que puedes quitar el primer “en la casa” y en el segundo quitar “grande”, solo hay una casa, lo otro es un cobertizo

    – una coma tras “entregó la correspondencia a mi madre”

    – “¡El señorito Miguel! ¡Ay, Dios mío!”

    – “¡Que pena! ¡A tu madre la va a matar a disgustos!” El punto del signo de admiración ya hace de punto (este fallo lo repites)

    – en “Y yo no me atrevía” sobra el “Y”, no es que esté mal pero no es necesario ponerlo y te ahorras una palabra

    – tras los dos puntos va minúscula a menos que quieras poner « » para el diálogo interno de la protagonista

    – “…en la Universidad, ¿por qué ahora estaba en la cárcel?”

    – “¡¿No sería comunista?!”

    – “bajaron dos hombres maduros y un tercero más joven”

    Espero haberte ayudado. Felicidades por tu relato

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 08:04
  3. 3. Juana Medina dice:

    Hola Marazul,
    qué bonita manera de narrar. Me gusta mucho la fluidez de tu estiloy cómo vas desarrollando la historia.
    Creo que las observaciones de Cryssa son muy atinadas, pero yo soy un poco distraída en el tema y me gusta más meterme en las historias mismas y en sus climas, a no ser que los errores sean tantos y tan importantes que me dificulten la lectura. Ese no es de ningún modo tu caso.
    Es verdad que al final un giro sopresivo le vendría bien, pero así también está redonda.
    Siempre podés perfeccionar lo que te señalan. La historia sigue siendo muy buena y la manera de relatarlafluida y con encanto.
    Te felicito de corazón. La sencillez en estas historias es un plus importante y vos la manejás muy bien
    Un abrazo

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:05
  4. Hola Marazul,
    Tu relatos siguen siendo conmovedores, además de estar bien escritos.
    Me ha gustadi mucho, me has transportado a esa infancia en la que ves las cosas de los adultos pero nadie te explica nada.
    Me ha tocado la fibra.
    ¡Enhorabuena!

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 23 – VAN A ENCONTRARTE https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 23:15
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Hola Marazul,
    Buen cuento, y buena mirada desde la niñez a estas cosas tremendas. Me gusta cómo has descrito la familia, y el choque que en cierto modo para ellos supone la situación de Miguel. Aunque yo en el verano del 72 tenía unos “menos 8 meses”, me situe enseguida y veía hacia donde iba tu relato.
    Como siempre, muy fluido, bien conjuntado todo. Como gusta cuando no hay cosas colgando, cuando es sencillo, pero a la vez dice mucho. Cuando percibes la cohesión entre todo. Para mí es muy dificil hacerlo sólo en 750 palabras, algún día lo conseguiré.
    No se si es porque estaba escuchando música a la vez, pero tu relato me ha emocionado
    Saludos

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 15:03
  6. 6. Guiomar de zahara dice:

    Hola Marazul: Tu historia es fluida y sencilla. Un recuerdo de la infancia -que a través del tiempo- solamente queda el poso de lo que más emociona, tanto por bueno, malo o de intriga. Bien contado un recuerdo, que al parecer, termina bien.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 15:37
  7. 7. Wolfdux dice:

    Me he quedado con un sabor agridulce al terminar el relato. La primera parte podría bien omitirse y la historia funcionaria igual. Me gustan tus relatos y este me ha sabido a poco por lo que te cuento… El final tampoco tiene esa fuerza que deja el buen sabor al que nos tienes acostumbrados.

    En cuanto a la forma, ya te han comentado así que solo haré hincapié en los diálogos: tirón de orejas, jeje.

    Un saludo.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 22:30
  8. 8. Nina Latte dice:

    Hola Marazul,

    Tu relato es uno de los tres siguientes al mío en la lista (si quieres pasarte por el número 50, te prometo que lo leerás en 2 minutos ;) ).

    La historia me ha parecido genial, con un enfoque muy bueno. Con el límite de palabras es difícil contar todo lo que quieres, situar el escenario de infancia y juegos, la situación política… Creo que es por eso que las ideas y los párrafos se amontonan un poco. Pero el ritmo y el estilo son muy fluidos. Te animo a que no dejes pasarlo como un ejercicio más y que lo reescribas con detalle, podría darte para una novela corta.
    En cuanto a los comentarios más “técnicos”, los compañeros ya te han dicho cosas muy interesantes. Voy a intentar no repetirme:

    * Narrador en primera persona: desde el principio el narrador eres tú, una niña (“Yo era una niña observadora y bastante curiosa que…”).

    Así que esta frase se descuelga:

    “Todas estas preguntas y consideraciones SE HACÍA UNA NIÑA como yo, que acababa de cumplir diez años, en aquel verano del setenta y dos”.

    Debería ser más “personal”:

    “Todas estas preguntas y consideraciones ME HACÍA cuando acababa de cumplir diez años, en aquel verano (del setenta y dos)”.

    No tengo muy claro si me gusta (o no), que se repita lo de “verano del setenta y dos”, que ya se dice en el título.

    * Justo al final, cuando la historia llega al clímax, hay bastante jaleo de gente:

    “Fue a finales de agosto, en una tarde lluviosa mientras jugábamos a las cartas Bego, Chus, mi primo Nacho y yo en el cobertizo.

    Terry, siempre ladraba cuando había tormenta, …”

    ¿Quiénes son Bego y Chus? Aparecen por primera vez en el texto, sin más referencias
    anteriores. El “primo Nacho” no resulta extraño, pues ya hablaste antes de “los primos de Bilbao”.

    “Terry” también acaba de aparecer. Tienes que darle al lector alguna pista antes de meterlos así de pronto.

    * ¿Cuándo sucede la historia?: ya lo dije al principio, que supongo que es por el límite de palabras, pero cambias al lector de escenario de forma demasiado brusca (comparada con tu estilo fluido).

    “Aquel verano […] Ya habían llegado mis primos de Bilbao y junto con amigos y los de casa formábamos un grupo numeroso que para entretenernos habíamos organizado una tómbola […] Mientras esto ocurría en el cobertizo […] Una mañana llegó el cartero a la casa […]”

    Fíjate que has empezado con una tómbola en el cobertizo y has hilado con el “una mañana llego el cartero”. No está mal como flash-back, pero después retomas el hilo con:

    “Fue a finales de agosto, en una tarde lluviosa mientras jugábamos a las cartas Bego, Chus, mi primo Nacho y yo en el cobertizo.”

    Es decir, vuelves al cobertizo del principio, pero ya no hay tómbola, sino un juego de cartas y con personajes diferentes (¿?) a los del principio.
    ********************************************************************

    Insisto en que me ha gustado mucho y que se merece que trabajes sobre el relato.

    ¡Gracias por compartirlo!

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 15:02
  9. 9. Marazul dice:

    Hola Edu: muchas gracias por tus aportaciones que tengo en cuenta. Sólo decirte que aunque parezca que en el relato no ocurre nada hay un trasfondo social y político muy importante. No hay bombas, ni tiros, ni carreras de coches jajajjaa……es verdad, pero el hecho de que en una familia acomodada detuvieran a un hijo por revolucionario o por oponerse al régimen se dio mucho en esos años y me parece un tema interesante con todo lo que conlleva y que da para una narración mucho más larga. Agradezco mucho tu opinión, Edu. Un saludo.
    Cryssta el primer párrafo es muy importante en la historia porque nos presenta la forma de vida de un familia tradicional y acomodada en aquellos años. Esa es precisamente la historia. El contraste entre la familia tradicional y el hijo que se opone al régimen. Agradezco mucho el tiempo que has dedicado a leer mi relato y tomo muy en cuenta tus opiniones. Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 22:58
  10. 10. CARMELILLA dice:

    Hola Marazul:
    ¿ nos encontramos quizá en la primera parte de un relato más extenso…?¿ o del primer capítulo de una historia más larga?
    Me ha gustado realmente tu trabajo, me parece un relato muy bien narrado con buenas descripciones y de lectura ágil.
    Genera interés desde el principio y te deja esperando el final.
    Particularmente me lleva a añorar tiempos pasados de la infancia cuando me sentía realmente libre en compañía de mi pandilla.
    Creo que la historia ha de continuar pinta muy bien y me gustaría leer la.
    Saluditos.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 17:04
  11. 11. Oliver Sierra dice:

    Hola Marazul,

    me ha gustado la forma en que narras para hacer amena la introducción a la situación, el enclave. Me ha recordado a más de un verano en las montañas. Todo transcurre de una manera elegante que lleva al lector a estar cada vez más ansioso por descubrir qué podía haber hecho aquel muchacho y con ese final, bueno tantas opciones abiertas. Es interesante.

    Buen relato y original al escoger el punto de vista de una niña.

    Un abrazo.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 18:41
  12. 12. Marazul dice:

    Hola amigos en breve me pasaré por vuestros relatos.
    Gracias Juana por tus palabras, me alegro de encontrarte cada mes
    Aina y Ratopin, creo que compartimos sensibilidades. Gracias por leerme
    Guiomar, ¿ya has regresado de París? seguro que con mucho material para tus próximas historias.
    Woldux, amigo, esta vez no te ha gustado mi relato. Es verdad que fallo en los diálogos. Agradezco tu sinceridad y que te hayas pasado por aquí.
    Nina agradezco mucho el tiempo que dedicas a los comentarios. Creo que algo de lo que me apuntas tiene que ver con el tiempo. Y me refiero a la nueva entrada de literautas: “las elípsis” en una novela. Habrá que leerlo detenidamente.
    Carmelilla y Oliver, es verdad que forma parte de una novela corta. Gracias por pasaros por aquí.
    En breve os comento a todos.
    Un abrazo

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 23:09
  13. 13. KMarce dice:

    Saludos Marazul:

    A paso lento, pero seguro he llegado a tu relato.
    Ya te han dicho las mejoras, lo único que puedo adicionar, es el uso de las constantes “y”, yo tuve ese patrón mucho tiempo, hasta que leí: Si la frase se entiende sin la “y”, omítela.

    Me ha gustado la historia, creo que has calzado con zapatillas de algodón las palabras del reto, bien hiladas y pasan casi desapercibidas, y eso es bueno.
    Como hay tanto detalle que queda en el silencio y la penumbra, solo podemos imaginarnos cantidad de cosas que le pueden haber ocurrido al joven Miguel y la forma en como su hermanita logra ver tras “velo” lo que le ha ocurrido.

    Las mejoras, son eso, una señal para hacer pausas para reparar algo que puede pulirse; pero la historia a mi entender no necesita más, para mí, ha quedado tan oculta y desvelada como los ojos de niña de diez años ha logrado comprender, en medio de sus experiencias.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 14:19
  14. 14. Marazul dice:

    Es verdad, KMarce repito mucho “y”; yo misma me había dado cuenta, pero me parecía tan cómodo recurrir a ella.Estaba esperando que alguien me lo dijera jajaja…. ¡Qué ojo tienes!
    Este mes ando de cabeza con mil cosas pero en este próximo fin de semana me pongo a leer vuestras historias y a contestar como os mereceis.
    Un abrazo

    Escrito el 26 mayo 2016 a las 07:46
  15. 15. Isan dice:

    Hola Marazul:

    Hoy me interesa más el fondo de la historia que la superficie, por eso no he tomado notas de los detalles, las correcciones o los aspectos que en mi opinión pudieran mejorarse. Además, ya tienes unos magníficos consejos muy útiles que ya te han dado.

    Únicamente quiero hacerle una observación. Estas detenciones lamentablemente no se comunicaban y menos por carta: “Hemos detenido a su hijo por rojo. Atentamente”, si la comunicación era de la poli, o “Soy Luisma, Han enchironado a Miguel por unas octavillas que tiramos en la Uni. Está jodido”. Bueno, te lo digo en plan de broma, pero no había comunicación de este tipo.

    Al principio se rescata de la memoria las vivencias de una niña. Descripción de los veranos que, a esos años, todos son estupendos y parecía que por ahí iba a ir el resto. Posteriormente da un giro total y nos presenta la realidad de una detención con todo el desgarro familiar que conlleva. Dos partes muy distintas de un relato que me ha parecido una historia real que apetecía contar, pero de la que no le veo que necesariamente deba tener una continuación como alguien ha insinuado. Más bien creo que se acaba ahí con ese final: “Buscó a mi madre y se abrazó a ella llorando.” Me parece magnífico imaginando de dónde viene el hijo y lo qué ha sufrido la madre. Cuantas historias repetidas y por desgracia reales hemos conocido.

    Un abrazo.

    Escrito el 26 mayo 2016 a las 18:10
  16. 16. María Kersimon dice:

    Hola Marazul, hacía tiempo que no te leía y he quedado gratamente sorprendida por este relato, con su sabor “vintage”, un poco al estilo de Juan Marsé, con sus descripciones de una familia acomodada al final de la época franquista. Conduces el relato a paso lento, sin estridencias, con silencios elocuentes, y nos sitúas en el contexto. Un relato muy bien llevado que, como han dicho algunos compañeros, podría prolongarse y transformarse en una novela. Saludos.

    Escrito el 28 mayo 2016 a las 08:40
  17. 17. Marazul dice:

    Isan y María Kersimon, muchas gracias por comentar.La historia que cuento ya es un relato completo y está basado en hechos reales, pero también es verdad que al ser historia muy reciente interesa mucho y bien puede ser el capítulo de una novela.
    Un abrazo

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 18:13
  18. 18. Luis Ponce dice:

    Hola Marazul:
    Gracias por tus comentarios en mi relato.
    Ya los compañeros han destacado cada uno a su manera los peros técnicos que podría tener tu relato.
    Veamos que puedo aportar: una niña de diez años no entiende de política, ni en España ni en otro país, peor en 1972. Por eso me parece que aunque el mensaje que conlleva el relato está cargado de historia política y social, el hecho de que la narradora sea una niña te permite solo insinuar lo que ella puede imaginar. Le puede intrigar el secretismo familiar, pero nunca podrá desentrañar la verdadera razón de la preocupación familiar. Su preocupación familiar solo puede llegar a hilar lo que ella entiende o comprende. Entiende que la preocupación familiar debe ser por algo importante, pero asimila más el sufrimiento de su madre, esa es la medida de la tragedia.Lo demás transcurre entre juegos y distracciones con sus primos, solamente interrumpidos por una carta (que como no hablas de quién, dejas a la imaginación del lector el firmante) y la llegada de Miguel.
    Si me extraña que quienes le acompañan (suponemos policías) lo lleven hasta su casa. Difícilmente en esa época te iban a dejar en tu casa. A duras penas te arrojaban en algún lugar apartado después de haberte dado una paliza que no olvidarías en el resto de tus días.
    Pero es el punto de vista de una niña y eso te puede permitir ciertas licencias, pero cuidando de no perder el interés del lector.
    Me gustaría leerlo cuando lo hayas retocado.
    Nos leemos.

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 01:08
  19. 19. marzul dice:

    Hola Luis muchas gracias por leerme. Me gusta saber cómo cada cual interpreta un texto. Esa es la gracia de poder escribir en un lugar público. Esa y aprender de los comentarios técnicos y de contenido.
    Te comento: la que escribe es una mujer adulta y lo que relata es esa experiencia de su niñez; por lo tanto todo el contenido está visto desde los ojos de una niña de diez años (y a esa edad las niñas saben latín jeje…). Ya se dice que era niña espabilada y curiosa, no sabe de política, es verdad, pero es que en el relato la niña no opina, ni sabe…Ha oído hablar de “comunismo”, revueltas, universidad, asambleas y demás…..no es una niña que se limite a jugar. Y lo digo con conocimiento de causa, porque yo fuí así…
    También decirte que está basado en hechos reales y si….lo llevaron a su casa después de estar unos cuantos días en el calabozo y de unas cuantas palizas
    Pero me gusta saber tu opinión, Luis, y lo que te ha transmitido el relato.
    Un saludo

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 07:50
  20. 20. Salomón Lima dice:

    ¡Hola!

    Interesante. En el tipo de historia que narras, en realidad, no es necesario un giro o una tensión.
    Hay un problema, pero no es un drama, o al menos la protagonista no lo siente/expresa de esa manera. Tiene una forma racional al tratarlo. Y solo se calla por consideración.
    Da la sensación de anti-clímax porque esa parte se presenta como un diálogo y rompe lo formado por las descripciones.
    Digo, hay exclamaciones e interrogaciones, sintácticamente sé lo que está pasando, pero no es lo mismo.
    Y precisamente la forma que trabajas las descripciones y como producen las sensaciones son el punto fuerte.

    Particularmente no se me ocurren mejores correcciones que los comentarios anteriores.
    Aunque me parece que tu estilo es de los que se mejoran más en solitario por lo personal que puede llegar a ser.

    Solo queda esperar las otras historias tienes.

    Hasta la siguiente oportunidad.

    Escrito el 31 mayo 2016 a las 05:30

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