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“Recuerdos que marcan” - por B.M. Donald

Hay vivencias que dejan huella en la mente. Se graban y fijan con más intensidad si suceden a cierta edad, ya complicada e impresionable, como en la adolescencia. Recuerdo observar a un animal, con un porte impresionante, que con una pata sacudía tierra hacia atrás. Decían que su intención era la de intimidar y atacar a la persona que, frente a él, agitaba una capa de un color rojo intenso. No acertaba a entender esa explicación. Para mí era un ser indefenso con el lomo herido, sangrando y mareado por tantas vueltas a la plaza. Pienso que buscaba la forma de defenderse de tanto dolo; de escapar más que de atacar. Nunca comprendí el afán de torear. Pero ver tanta gente aplaudir y clamando «¿no sé qué?» a una persona, con cierto riesgo calculado y bien arropada, mientras un cuadrúpedo no tenía más opción que la de una muerte segura y nada agradable, me resultaba muy complicado de aceptar. Ese espectáculo no fue suficiente porque luego me llevaron a un museo donde colgaban cabezas de “astados” «¡Por favor! ¿Nadie entiende que eso es de un sadismo exacerbado?» Apenas comprendía el significado de la palabra “exacerbado” pero era cómo veía la pregunta en mi cabeza. Cerré los ojos con fuerza para salir corriendo de ese recinto, para mí, sin sentido y que se alejaba de la sensibilidad de lo que podía significar un museo. Allí la cultura parecía anclada en tiempos oscuros donde se le daba más importancia a lo macabro que a lo que representara “humanidad”. Mi tía corrió tras de mí y con su voz chillona, «¡parecía un loro¡», repetía que a dónde iba con los ojos cerrados; que me podía caer o chocar con cualquiera. No pareció reparar en todo el daño que me iba produciendo tanta crueldad. En mi cabeza estallaba una tormenta de imágenes del toro babeando, sangrando, respirando con mucha dificultad, sufriendo y creo que hasta llorando en esa arena, para luego ver una cabeza colgando a modo de —¿qué tipo de trofeo era ese?— Mi tío se acercó a mí y me intentó explicar que la cultura taurina no era sádica; más bien se consideraba una tradición. Le quise interrumpir porque ese argumento solo agraviaba, aún más, mi inteligencia. No me dejó hablar y continuó contándome que iríamos a una granja y veríamos distintos animales como vacas con sus terneros, caballos y hasta carneros que, para él, tenían muy mal carácter. No daba crédito a lo que escuchaba y desde luego en cuanto me dejaran en casa decidí no volver a pasar el día a solas con esos parientes. Mi madre era contraria a la tauromaquia y mi padre ya había tenido varias discusiones con su hermano porque no quería que mis hermanos y yo fuéramos a ver ese tipo de exhibición. El problema fue que ese día mis padres estaban en un pequeño viaje y mis hermanos andaban de excursión. Mis tíos, con un engaño, me llevaron a la corrida de toros, al museo y luego la granja. No quise relatar a mis padres lo que pasó aunque no puede ocultárselo a mi madre. Fue como si me leyera la mente y me explicó que si yo no quería no se lo contaría a mi padre. Lo que hizo fue preguntarme qué me pareció la experiencia y mi reacción fue llorar con un gran desconsuelo.

Sé que muchos incluimos la carne en la alimentación, «¡somos omnívoros¡», pero eso no impide que podamos ser agradecidos y respetuosos con los animales y la naturaleza. Valorar las ideas incluso las tradiciones es algo muy lícito. Aunque ¿hasta qué punto es permisible mantener una tradición cuando no se tienen en cuenta sentimientos ni sufrimientos?
Es un tema que suele estar en la palestra porque hay quien vive de él y quien lo encuentra cruel. Quizás… ¿podría ser una exhibición en la que no se haga sufrir al animal? ¿Es tan complicado buscar alguna alternativa dónde el espectáculo no incluya animales?"

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8 comentarios

  1. ¡Wow! Bueno primero saludar, ¡buenas tardes, B.M Donald! Me he pasado porque soy tu vecinad e unos cuantos puestecillos más arriba. La verdad este “mazacote” de texto no me atraía nada, lo veía, pues eso, compacto. Pero empiezas a leerlo y simplemente te lo bebes. Es corto ameno y una verdadera crítica a la tauromaquia, metiendo también este grado de respeto hacia los que son fanáticos.
    Sí que he visto un par de comas que habría puesto en otro sitio, pero no considero que tenga mayor relevancia que eso. Lo que si que te digo, es que yo habría hecho más párrafos para “invitar” al lector al pasar, que no vea el texto como un reto, porque de verdad se estarían perdiendo un pequeño tesorito.
    Mi única duda es que al final del texto se cierran unas comillas que no se muy bien de dónde salen. Además de esto quería decir que las palabras están tan bien incorporadas que no las he visto.
    Muchas felicidades, besos, y nos leemos!!!!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 18:16
  2. 2. B.M. Donald dice:

    Buenas, Anónimos
    Gracias por tu entusiasmo. Y tienes razón. No sé qué ha pasado porque lo tenía separado por pqueños párrafos, y ha salido todo un texto que parece más largo de lo que en realidad es.
    Las últimas comillas, se han colado… Parece que algo pasó cuando lo publique.
    Has captado la esencia de lo que quise transmitir.
    Te busco y me paso por el tuyo. Un saludo y gracias.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 11:43
  3. 3. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola B.M. Donald!

    Me temo que es la primera vez que te leo. En cuanto a tu relato una crítica sobre el taurismo bien ambientada. Sumerges al lector con todos los elementos de las corridas de toros, y de la barbarie que realmente ocurre allí. Hay un ingrediente en este tipo de relatos y es el mensaje que lleva impreso en el mismo como una voz de protesta y eso también es válido. En cuanto a la forma quizá mi principal recomendación es que no dejes tu relato con un párrafo tan grueso y eso va más para que tu texto se pueda digerir con más facilidad. De entrada si veo algo tan grueso sé que varios lectores comparten mi opinión, es que te da un poco de pereza arrancar para depurarlo, al lector hay que darle de apoco para que se vaya conectando. Ahora esto te lo digo desde mi humilde opinión, no es ley ni mucho menos, así que no me creas. Solo toma lo que te sirva e ignora lo que no, siempre con el ánimo de ayudar a nuestros compañeros. Realmente no le vi muchos errores en la forma del texto.

    En cuanto a tu forma de escribir tu lenguaje es claro y en mi opinión tienes madera para este oficio.

    ¡Muy buen trabajo!

    ¡Un Abrazo!

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 20:39
  4. 4. B.M. Donald dice:

    Buenas Victor Hugo Montenegro
    Muchas gracias por tu comentario. Tienes razón, lo ha comentado Escritores Anónimos, lo del grosor del párrafo. La verdad es que lo tenía separado y no sé qué pasó al publicarlo. En el próximo esto lo tendré muy presente.
    Gracias por los ánimos para que continúe escribiendo. Es algo que me está gustando mucho, a pesar de algunas dificultades que tengo, me resulta cómodo y me voy atrever a seguir.
    Un saludo. Gracias.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 11:17
  5. 5. Perla Preciosa dice:

    El tema que planteas me parece tremendamente interesante. No obstante, primero voy a citar algunas frases en las que hay erratas formales, por si no las has apreciado:
    Ante todo, aclaro que los adverbios interrogativos llevan tilde, pero no así sus relativos homólogos. Para que lo entiendas te copio varias frases tuyas, en cuyos relativos has puesto dicha tilde:

    “Apenas comprendía el significado de la palabra “exacerbado” pero era cómo veía la pregunta en mi cabeza”: esto no es una pregunta, sino una forma de expresar el modo, por lo tanto, relativo.

    “¿Es tan complicado buscar alguna alternativa dónde el espectáculo no incluya animales?”: Aquí no se pregunta por ningún lugar, sino que se alude a una supuesta situación en la que se darían unas condiciones determinadas

    Por otra parte, en la lengua escrita es mejor que los verbos no compartan el mismo pronombre, como sí acostumbra a hacer la lengua coloquial, por cuestiones de agilidad. De esta forma, sería mejor un “se” para cada uno de estos verbos:
    “Se graban y fijan con más intensidad si suceden a cierta edad…”.

    “Mi tía corrió tras de mí y con su voz chillona, «¡parecía un loro¡», repetía que a dónde iba”: más que entre comas y entre comillas, la frase en la que se expresa tu punto de vista se pone entre paréntesis, aunque pongas también la exclamación, dado que hay un contraste entre narración objetiva y punto de vista subjetivo.

    “No quise relatar a mis padres lo que pasó aunque no puede ocultárselo a mi madre”: supongo que este “puede” es una errata por “pude”, dado que los demás tiempos están en pasado.

    Desde el punto de vista del contenido, el relato es muy interesante, como decía, y la perspectiva desde la que lo enfocas también. De hecho, sería un buen tema para plantear a los niños de cierta edad en las escuelas, en lugar de tratarlos como tontos, como tienen por costumbre hacer, incluso las propias familias.
    Coincido contigo también en varios puntos de los que planteas: ser omnívoro no quiere decir ser cruel; el hecho de que algo constituya una tradición no quiere decir que esté bien moralmente, ni que sea lícito hacer un espectáculo en torno a los animales, a los que se puede matar de una forma más pacífica, así como hacer otro tipo de espectáculos, etc. Te animo a seguir escribiendo.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 19:36
  6. 6. Emyl Bohin dice:

    Hola B.M. Donald

    Antes que nada agradecerte el que hayas pasado por mi relato.

    Del tuyo poco se puede decir que no hayan dicho ya los compañeros, al menos en lo referente a la forma. En cuanto al contenido yo creo que lo haces interesante, y aunque en principio, por esa cuestión que tú comentas, pudiera echar para atrás viendo el párrafo “tan largo”, lo cierto es que se lee de un tirón y sin ninguna dificultad. Tengo que darle la razón a V.H.Montenegro cuando dice que da pereza ver de entrada un párrafo de ese tamaño, pero si tenemos en cuenta que en este taller estamos personas que, se supone, nos gusta leer y escribir, me resulta paradójico que nos de pereza enfrentarnos a un párrafo que en un libro ocuparía media cara.

    Como te digo has conseguido, poniendo al narrador en primera persona y tomando partido en contra de los festejos taurinos, un relato ágil y entretenido que nos ha hecho ver con los ojos del narrador la crueldad del ser humano.

    Saludos.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 09:17
  7. 7. B.M. Donald dice:

    Buenos días Perla Preciosa
    Muchas gracias por las aportaciones. Lo iré corrigiendo y me apunto todas las sugerencias.
    Gracias por los ánimos. Seguiré con la escritura. Un saludo

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 10:14
  8. 8. B.M. Donald dice:

    Buenos días Emyl Bohin
    Agradezco lo que comentas de que en realidad somos personas que nos gusta la lectura, con lo que un párrafo seguido, no ha de ser motivo para que cueste el intentar su lectura. Me alegra que te haya resultado ágil y ameno.
    Un saludo
    Gracias

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 10:19

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