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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El museo - por Isolina R

Web: http://apuntesdemicuaderno.blogspot.com

Las últimas Navidades en tierra, poco antes de embarcarse, Enrique había visto un nacimiento de arena en la playa de su Laredo natal. Quiso probar si a él también le saldría alguna figura. Lo intentó primero con un pastor; pero como le quedara regular, probó después con una lavandera. Y logró tal éxito con aquella mujer inclinada sobre su lavadero, junto a la depresión del río del belén, que empezó a considerarse Miguel Ángel. Ahora, en la nada de la isla desierta, decidió hacer otra escultura para que Andrés envidiase sus dotes artísticas. En principio solo pensó eso. Sacarle provecho se le ocurriría más tarde.

Su compañero de fatigas le había formulado una pregunta antes de acostarse y Enrique no podía conciliar el sueño. Atrás quedó, tras los dos años desde el naufragio, el insomnio de los primeros días por el temor a lo desconocido en aquel lugar virgen; pero esta vez permanecía despierto por otro miedo peor: perder lo conocido para siempre.

―¿Qué echas más de menos? ―le había preguntado Andrés, tras apurar el agua de lluvia recogida, durante la tormenta, en la lata oxidada.

―Yo qué sé ―había respondido él fijando una mirada nostálgica en la luna llena. Luego susurró―. Me faltan tantas cosas importantes…

―¿Crees que nuestras mujeres estarán dándonos ya por muertos? ―había vuelto a la carga el otro mientras colocaba el pescado sobre las brasas.

Reconcomido por dentro, Enrique permaneció callado. Luego entró en la cabaña. Había perdido el apetito. Cuando el alimento escaseaba ―el único pez que habían logrado pescar por la tarde medía lo que una mano―, su compañero de desgracia usaba una estrategia infalible para espantarle el hambre. Le insinuaba que tal vez su esposa ya había pasado el duelo y estaba rehaciendo su vida. Quizás con Juancho, el cartero, su antiguo novio.

El ruido del golpe de las olas contra los acantilados y los estridentes graznidos de las gaviotas le murmuraban a Enrique al oído ecos de palabras sueltas o frases enteras que le taladraban el cerebro: «Muerto». «Viuda». «Cartero». «Juancho». «Te ha olvidado»… Boca arriba, del costado derecho, boca abajo, del costado izquierdo… se pusiese como se pusiese, seguía oyendo aquellos mensajes perturbadores. Al cabo de un rato, además, a los desasosegantes sonidos del mar y de las aves se sumaban los insufribles ronquidos de Andrés que, con el estómago lleno, dormía a pierna suelta. «Raquel». «Raquel» ―parecía decir aquel aire ruidoso que encontraba grandes obstáculos para salir.

Desazonado y rabioso, el insomne se levantó para alejarse de allí antes de que la ira lo llevara a tirarse al gaznate del único hombre con quien podía compartir sus cuitas. «Más vale solo que mal acompañado», iba diciéndose mientras descendía hacia la playa bajo un cielo limpio, cuajado de estrellas.

En cuanto llegó al agua, se descalzó y echó a correr. Soñaba que arribaba un barco, se subía a él y ocultaba, al capitán y a toda la tripulación, que quedaba allí otro náufrago. Ya se veía a salvo en casita, durmiendo sobre blando colchón, entre sábanas de hilo, abrazado a su querida Raquel y acordándose del abandonado, que tendría que vivir solo y conformarse con imaginar pechos, muslos, caderas, cinturas y vaginas. Para acabar de poner la guinda al pastel de la venganza, soñaba también que el loro le repetía sin cesar: «Andrés, cabrón, cáscatela. Las tetas de Severina no volverás a catarlas».

Enrique se puso a trabajar al amanecer y al cabo de tres horas tenía terminada una figura. Se trataba de una mujer joven, desnuda, hermosa, de rostro redondo, pelo rizado, pechos firmes y pies pequeños. La representó tumbada sobre una tela, con las piernas entreabiertas, como invitando al goce.

Andrés bajaba canturreando, con el loro en el hombro derecho, y oyó gritos.

―¡No puedes venir a la playa sin pagar! He creado un museo de escultura ―exclamó Enrique.

―La isla es de los dos. Yo voy por donde me da la gana.

―Por aquí no. Aquí estarán mis esculturas. Si quieres verlas, tendrás que pagar entrada.

―¿Qué esculpirás? ¿Peces?, ¿gaviotas?, ¿barcos?

―Tías en pelotas.

Al ver de cerca la mujer, Andrés preguntó:

―¿Cuánto me costará entrar?

―Te encargarás del agua y la leña, pescarás, cogerás los huevos y harás todas las guardias. ¡Ah, otra cosa!: ni se te ocurra volver a insinuarme que Raquel anda con el maldito cartero ―exigió el artista.

―Quedamos en que todas estarán desnudas.

―Sí, por supuesto.

―Vale, pero con una condición: cuando yo diga, me dejarás a solas con ellas.

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42 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Nos cuentas una historia de dos hombres en una isla desierta que se queda ahí, sin más. Me falta algo… Me explico:

    La idea general es buena, pero creo que la ejecución no ha sido la mejor.

    El narrador va dando tumbos de un lado a otro y me ha resultado imposible leerlo de una tirada. Ha habido momentos en que no sabía a quien de los dos personajes se refería, me he visto obligado a tener que releer las frases para así comprender y continuar con la lectura, y esto empaña mucho el resultado final.

    Por otro lado, la aparición del loro la veo forzada. Me he supuesto que eran piratas (que también pueden ser marineros corrientes)y con esta idea en mente es muy fácil introducir la figura de un loro, pero la forma en que lo haces es chocante. La primera vez que haces referencia al loro lo haces de una manera que se presupone que el lector sabe que a Andrés le acompaña uno y no es el caso. Creo que haciendo mención del loro durante la cena, esa “guinda del pastel” quedaría perfecta.

    La ocurrencia de hacer figuras femeninas en la arena me ha resultado graciosa. ¿Dos años en la isla y todavía no habían dsvariado sexualmente?Que aguante tienen estos hombres, jejeje. Y el final pese previsible al hacer mención de las piernas entreabiertas es igualmente divertido.

    A rasgos generales el relato me parece flojo, dentro tu repertorio, claro está, por lo mencionado más arriba.

    Para terminar, he visto una cosilla que entra dentro del estilo de cada uno pero no he podido evitar hacer mención. En el diálogo: “―¿Qué echas más de menos? ―le había preguntado Andrés, tras apurar el agua de lluvia recogida, durante la tormenta, en la lata oxidada.” reescribiría el inciso quitando las comas antes y después de “durante la tormenta”.

    Un saludo. ¡Nos leemos!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 17:39
  2. 2. Saldivia dice:

    Hola isolina. Tu relato posee cierta atemporalidad que resulta ventajosa, considerando que en estos momentos resulta prácticamente imposible la existencia de una isla desierta y/o de un rincón que no esté cartografiado con fotografía satelital. Pero ambientándola hace unos años resulta muy plausible. De alguna manera me olí el final del relato antes, pero igual me resultó grato leerlo completo. Esperemos que las esculturas hayan estado bien compactadas para soportar la visita de Andrés.

    ¿Ëxito!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 21:23
  3. 3. Demetrio Vert dice:

    Saludos Isolina. Me alegro de tenerte otra vez por aquí.

    Como siempre, escribes bien una historia. Tiene estructura. Para mi gusto un pelín larga la presentación, y un final demasiado blando para la premisa del cuento.

    Me explico. Hay dos personajes en soledad. Se tienen animadversión, por el caracter de cada uno. Ahí aparece el conflicto. Uno cree que el otro lo explota y le zahiere aposta. En cuanto al otro, parece que no lo hace adrede, pero no le importa el sufrimiento del compañero. El conflicto está servido; y más cuando este último le dice al primero que se va a follar a su mujer (aunque sea ficticiamente). En una isla desierta, sin espernzas de volver a la civilización y degradada la mente por el hambre (cuándo hay hambre de verdad, esta necesidad obnubila cualquier otra consideración), en mi opinión, cuando Andrés manifiesta que le va a meter mano a Raquel, la cosa debe acabar más mal.

    Tambien me ha pasado lo mismo que Wolfdux. Para situarme en quien es quién, he tenido que volver atrás. De hecho, pensé, que cuando los ronquidos de Andres semejaban el nombre de Raquel, esta, era su mujer, no la de Enrique.

    Veo un planteamiento muy interesante. Dos personas en soledad absoluta (en este caso dos amigos)y teniéndose que valer de su inteligencia y de su fuerza mental y física para sobrevivir, ¿adónde puede llevarlos esta situción? ¿Qué instintos ancestrales, y no tan ancestrales, pueden surgir? ¿Algo parecido a lo que les sucedió a los integrantes del equipo de futbol que se perdió por un tiempo en los Andes? Llegaron a ser caníbales.

    Hay un cuento de Guy de Maupassant que refleja magistalmente adónde puede llegar el hombre en situaciones extrems. Se titula “Lo horrible”, que es mucho más que lo “terrible”, según el autor manifiesta en el relato.

    En fin, que eres una experta en en lenguaje, pero echo en falta más dramatismo en este cuento. El msmo que pusiste magistralmente en el relto sobre el terremoto de Lisboa.

    Espero con ganas tus comentarios sobre el mío. Y, si tienes tiempo, ya comentaremos más por la vía en que lo solemos hacer.

    Abrazos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 12:28
  4. 4. jose dice:

    me parece un buen relato. divertido. normalizando una situación límite y jugando con la sexualidad y el poder de la misma. creo que está bien escrito y los diálogos introducidos con coherencia. los personajes tienen su propia personalidad y con un poco de esfuerzo dan para un relato bastante mas largo. parece una parte dentro de algo mas grande. quizás el loro, que insisto, en un relato mas extenso tendría un peso especifico aquí se escapa su significado.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 12:31
  5. 5. L.M.Mateo dice:

    Hola, Isolina:

    Me ha pasado lo mismo que ha Demetrio y Wolf, así que subrayo sus aportaciones. El relato me gusta, pero le falta algo (que me temo que es tiempo, que hemos estado muy liadas este mes).

    A parte de lo dicho, te comento dos tonterías en el aspecto formal:

    “Luego susurró―.”. Como vas a continuar con lo que dijo, sería más propio utilizar los dos puntos en este caso. El punto y seguido rompe demasiado la narración.

    “―había vuelto a la carga”. ¿Qué tal si simplificamos el verbo y lo dejamos en “volvió”?

    Ya sabes que me gusta mucho tu estilo, te lo he repetido hasta la saciedad, pero en este caso le falta fuerza a la historia. Eso sí, la sonrisa estaba asegurada desde que Enrique se considera un Miguel Ángel.

    Un abrazo y un beso, compañera de aventuras literarias.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 16:27
  6. 6. Pepa dice:

    Hola, muy original la idea de un museo de figuras de arena en una isla desierta. Me ha encantado. Creas un conflicto entre tus personajes que acabas resolviendo perfectamente.
    Los saltos que haces en el tiempo hacia delante y hacia detrás al principio del relato me han despistado un poco. Hubiera estado bien alguna descripción de la isla o de un sentimiento más profundo del personaje artista. Pero es solo una opinión personal. Muy bueno.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 22:01
  7. 7. drow_jack dice:

    Buenas, Isolina.
    El reto ha sido ejecutado decentemente.
    El contenido, no ha acabado de ser óptimo al cien por cien. El prefacio del relato te sitúa en un escenario muy interesante, pero acaba en algo… retorcido. Mucha imaginación deben tener para encontrar placer en eso. Desde luego, la ida de olla es original.
    En el aspecto formal, tampoco estoy del todo contento, veo oraciones interminables. Al leer te tropiezas con todos los conceptos que quieres introducir en una misma frase. Una reestructuración o un recorte haría la lectura más fluida. Wolfdux te ha puntualizado el caso del inciso, por ejemplo.
    No tengo formula para solucionar estas negativas. La lectura en voz alta debería ser suficiente filtro.
    Nos leemos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 23:28
  8. 8. Isolina R dice:

    Hola, compañeros:
    Cuando escribí este texto, acababa de leer el libro «Cuadros de amor y humor, al fresco», de José Luis Alonso de Santos. Uno de sus cuadros («Agosto») tiene lugar en una isla desierta. Dos náufragos, uno cojo y otro manco, se pelean por una hoja de un calendario con una mujer desnuda. Hasta ese momento se han turnado en la posesión de la dichosa foto una semana cada uno. Cuando le toca la semana al Manco, el Cojo está celoso y trata de quitársela. En la pelea acaban rompiendo la hoja, los fragmentos vuelan al mar y los dos hombres se quedan solo con un trocito de papel donde pone “agosto”. Desde ese momento se aferran al fragmento de la hoja que les ha quedado, con el nombre del mes, y han de conformarse nada más con la evocación de la foto de la chica desnuda que ya han perdido. Siguen turnándose, una semana cada uno, con el papelito de la palabra “agosto”.
    El Cojo había intentado conseguir la foto cambiándola por turnos de corte. Se alimentan con el caldo de cocer los trozos de carne que se van cortando uno al otro, alternativamente. La necesidad del sexo del Cojo es tan fuerte que intenta negociar para conseguir la hoja. Primero ofrece un turno de corte, después dos. El Manco no accede y acaban luchando.
    Me hizo tanta gracia ese texto que cuando leí la consigna de Literautas me vino a la mente el recuerdo de esa historia: una isla desierta, dos náufragos varones en una situación límite, celos, hambre, necesidad de sexo…
    Así que me propuse crear un texto divertido. Adoro leer humor aunque se me dé fatal escribirlo.
    ¿Qué le faltó a este texto para que no se entienda como humor? ¿Chispa?, ¿no quedó muy claro el objetivo?, ¿se quedó a medio camino y ni chicha ni limoná?, ¿por qué Demetrio habla de dramatismo y cita ejemplos como el canibalismo de los jugadores en los Andes cuando el propósito era hacer reír?, ¿no se mantiene el tono de la broma?
    “Agosto” utiliza datos trágicos bastante más graves (como los turnos de corte de carne para hacer el caldo). Aquí los protagonistas se alimentan de pescado y huevos de gaviota… ¿Por qué el magnífico texto de Alonso de Santos da risa y el mío pena?, ¿no me he atrevido a llevar al límite la tragedia para burlarme de verdad? ¿Que el Cojo y el Manco prefieran la hoja del calendario antes que la comida hasta el punto de negociar con los turnos de corte es lo que da comicidad a algo tan trágico?, ¿que se queden solo con la palabra “agosto” y se conformen como si fuera la foto?, ¿que traten a la foto como si fuera realmente la chica de carne y hueso?

    Que no se entienda quién habla, sin duda es un fallo del texto. Que no se entienda el salto temporal también. Esos dos fallos puedo verlos por mí misma y corregirlos. Lo que no veo es el fallo en la falta del sentido del humor. Me gustaría que me echarais un cable en eso sobre todo.
    Gracias.
    Un abrazo.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 09:50
  9. 9. Demetrio Vert dice:

    Saludos Isolina.
    Gracias por referenciarme. Seguramente no se pexplicarme bien. Cuando hablo de dramatismo no me refiero a que debe haber acontecimientos trágicos, horribles.
    Sin embargo, en clave de humor es donde normalmente se cuenta lo horrible. ¿Qué más horrible que los dos naúfragos de Alonso de Santos se intercambién troozos de carne por una visión virtual? Y al mismo tiempo ¿Qué mayor ironía que se peleen por algo tan fútil y sin mbargo tan importante para ellos dadas sus circunstancias? ¿Y qué más dramático que por sus deseos irrazonavles destruyan lo que les dá un poco de calma, de felicidad?

    No he leido ese cuento, más lo leeré. Cuando yo hablo de dramatismo para el final de tu cuento, me refiero a eso, a que dada la irracionalidad de cada uno, el final debe ser dramático (e irónico). Ni para tí, ni para mí. Frustrados los dos.

    Por otro lado, es cierto que el cuento destila fino humor, ironía sutíl, hasta, en mi opinión, el final, cuando hacen el pacto.

    Por poner un ejemplo cinematográfico, la pelicula “El ladron de bicicletas” es una magnifica muestra de dramatismo escondido (o distanciado) en el humor.

    En fin Isolina, para mí, o le flta el golpe trágico, o el golpe inesperado de ironía que remarque la atmósfera del cuento.

    Estamos en contacto.

    Abrazos.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 11:06
  10. 10. Lemo dice:

    Hola Isolina

    la verdad es difícil para mi decirte en que fallaste.
    Pero como bien dices en tus preguntas le falta chispa si la intención era el humor. La situación de los personajes y los recuerdos de Enrique en ningún momento me trasladan a una atmósfera humorística.
    Yo sólo percibo el tono de broma en el dialogo final, si cambias ese dialogo por otro, el resto del relato podría pertenecer tranquilamente a uno trágico.
    ¿Qué ha fallado? no puedo ayudarte mucho ya que considero que es difícil escribir relatos de humor. Quizás falten situaciones ridículas, conversaciones sin sentido aparente, desparpajo en el habla.

    Un saludo

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 15:40
  11. 11. Manoli VF dice:

    Hola Isolina:

    He leído tu texto y, después me di una vuelta por otros relatos pensando “será cosa mía” y volví a leerlo bastante más tarde, esta vez intentando poner más atención, y la idea que me ha quedado y he reafirmado más tras leer los comentarios es la siguiente:

    El texto comienza efectivamente, con un tono humorístico pero éste acaba navegando hacia la tragedia, clara cuando entra en juego la soledad y el juego cruel del hambre y los sentimientos. Al leer que tu intención era contarlo en clave humorística yo nunca lo diría, la verdad, por lo que acabo de explicarte. La situación que viven es demasiado extrema, quizás en un momento del texto cuando dices que llevan dos años podrías derivarlo hacia el humor si por ejemplo lo contases desde otra perspectiva, por ej: fígurate que están supercerca de alguna isla poblada y no se han dado cuenta, o bien se trata de un rodaje de una película sobre naúfragos y realmente el tipo sospecha que quiere meterle mano a su mujer en la vida real, no se, algo que nos sacase de ese argumento de “desamparo” que viven los dos naúfragos e hiciese irreal la situación. No se si te ayudo con mi respuesta pero es todo lo que se me ocurre a raíz de tu pregunta.

    También me he confundido un poco con los personajes y quien era quien en algún momento.

    En todo caso hay aquí una buena base y seguro que si hubieses tenido más tiempo para desarrollarla tendríamos una Super-historia, porque has dejado muy buenas pinceladas.

    Un abrazo, compañera, nos seguimos leyendo aquí y allá.

    (Mi escena este mes es la 111, pásate si puedes y me das un repaso con la puntuación, que es mi asignatura pendiente)

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 19:56
  12. 12. barojo dice:

    ¡Hola Isolina!

    A mí no me ha pasado lo de los compañeros. Lo he leído y entendido a la primera, me ha parecido gracioso. Al principio, cuando empiezas a leer no es extremadamente humorístico, pero el final le da ese matiz a todo el relato.
    En cuanto a la forma, la primera frase no la veo bien construida, creo que quedaría mejor: Durante las Navidades…; algunos verbos los cambiaría de forma para hacer más ágil la lectura y poco más.

    Mi relato es el 115.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 10:02
  13. Hola, Isolina.
    Es la primera vez que leo un texto tuyo y he quedado impresionado. La sencillez de tu historia contrasta con la fuerza de los personajes. Son tan mezquinos que no cabe duda de que son reales. Si los hubieras adornado con sentimientos nobles y actitudes altruistas no hubieran destilado esa realidad que los hace egoístas en los momentos de angustia. Qué duda cabe que en condiciones normales son camaradas de bocata, taberna y partida de mus, pero cuando las condiciones se complican, aparece ese yo interno y salvaje que los convierte en animales al acecho. Ahí está retratado el hombre, y me refiero al género humano.
    Y describes la escena de una forma tan esperpéntica que la necia mezquindad de esa pareja de compadres nos hace reír, al menos a mí.
    No puedo decir nada más. Me ha gustado el contenido y teniendo en cuenta que la forma es impecable, no puedo sino felicitarte.
    Pudiera ser la escena de una película en blanco y negro de Berlanga.
    Felicidades y si te queda bien, te agradecería te diese una vuelta por el 100, porque conozco tu fama y parece que no se te escapa ni una.
    Acabo de pegar el comentario y antes de mandarlo, leo el comentario de Wolfdux y sí,concuerdo con él en lo del loro. Aparece de improviso como si ya el lector supiera de él.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 16:07
  14. 14. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Querida Isolina, tranquila que te ha pasado lo que a mí con mi relato. El humor no lo entiende todo el mundo, mejor dicho, hay muchos tipos de humor y el que tú has usado aquí no es para todo el mundo sino para quien entienda ese tipo de humor. A mí sí me ha hecho gracia, lo mismo leo otro tipo de humor y no me río nada de nada. En el caso de mi relato es que unos lo han entendido a la primera, a otros hay que explicarles y otros han hecho deducciones incorrectas. No podemos escribir para todo el mundo porque, gracias a Dios, somos diferentes unos de otros y tenemos por ello gustos distintos.

    Tu relato, como es habitual en ti, está bien escrito y te diré poquito a mejorar:

    – yo pondría “Nacimiento de arena”, está bien cómo lo has escrito pero a mí me ha confundido al leerlo por primera vez pensando que era la arena la que nacía, como si dices nacimiento de río

    – creo que es mejor decir “Muy atrás quedó el insomnio de los primeros días” así evitas atrás-tras

    – sobra el “pero” antes de “esta vez”

    – dices que Andrés insinúa que la mujer está con Juancho pero no ha dicho nada del cartero en ningún momento, creo que es más algo que imagina Enrique que una insinuación del otro

    – “tal vez” entre comas

    – has hecho algunas frases demasiado largas: ” El ruido del golpe…” “El insomne se levantó para….”

    A mí me ha gustado tu relato, me he reído y he pensado: “Estos hombres siempre igual, son como niños”. Felicidades.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 17:33
  15. 15. Isolina R. dice:

    Hola, compañero Manuel Pla Martí:
    Siempre me ha gustado mucho el cine de Berlanga. He visto sus películas una y otra vez, sobre todo “¡Bienvenido, Mister Marshall!”, “Plácido”, “El verdugo”, “La escopeta nacional”… No creo que todo el mérito de su filmografía le correspondiera solo a él. En el guion de “¡Bienvenido…” colaboraron también Bardem y Mihura. En las siguientes los guiones fueron de Azcona. En todo caso, la visión del mundo de las películas berlanguianas me parece muy lúcida. Así que, compañero, me he sentido halgadísima cuando he leído que para ti este texto pudiera ser una escena en blanco y negro de ese director al que tanto admiro. Ojalá se pareciera solo un poquitín. No te imaginas la alegría que sentí con tus palabras…
    Adoro el humor de trazo fino, sin estridencias, ni groserías, ni obscenidades, ni mala baba. Me encantaría poder llegar a manejarme con soltura para provocar la risa desde la compasión.

    Pasaré por tu texto, claro.
    Considero de obligado cumplimiento comentar a los tres relatos siguientes al mío, devolver todas las visitas a los que me comentaron y agradecer siempre las ayudas.
    Un abrazo.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 20:03
  16. 16. Emyl Bohin dice:

    Hola Isolina:

    Me tengo que decantar en el grupo de los que no ven esta historia como humorística, sino como un reflejo, más bien triste , de la condición humana. Y en ese aspecto la historia me ha gustado, pero no ha conseguido que diga “que par de gilipollas” si no que por el contrario he empatizado con ellos, no eran personajes de los Marx, o de Allen o incluso de los Coen (en sus comedias) que se matan y te partes. Eran unos personajes, que tal como los describías, se podía pensar que eso me podría pasar a mí si estuviera en sus circunstancias. Pero dices: “Lo que no veo es el fallo en la falta del sentido del humor. Me gustaría que me echarais un cable en eso sobre todo.” Así a botepronto, lo único que se me ocurre es recomendarte el libro Cómo orquestar una comedia de John Vorhaus donde de manera práctica ofrece los recursos e instrumentos para la creación cómica,ni tengo comisión, ni conozco al autor, pero me parece muy interesante para cualquiera y sobre todo para conocer los trucos del humor.

    Saludos.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 20:55
  17. 17. Verso suelto dice:

    Hola Isolina,

    Intentando aportar razones por las que el cuento no resulta (a mí) humorístico, te diré las dos que se me ocurren.
    Una vez superado el planteamiento (un personaje hambriento y jodido, el otro durmiendo a pierna suelta satisfecho), que si tiene humor, el cuento entra en una fase en la que el protagonista se sume en su zozobra interior sin distanciamiento ninguno, y el distanciamiento es la base del humor la que permite tomar a chirigota cualquier situación por trágica que sea.
    En segundo lugar he leido que has tomado la idea de otro cuento. Cuando yo he hecho eso me ha ocurrido lo que a tí, no he conseguido que funcione. Yo creo que partir de un esquema ajeno, inconscientemente, te coarta la libertad y no deja que fluya la inspiración (o lo que sea que mueve al escritor cuando está frente al papel en blanco.
    En otro orden de cosas te diré que soy “fan” tuyo, me encanta como escribes. Este mes me ha llmado la atención que mi relato parte de una premisa similar al tuyo, un museo de figuras en la arena, aunque ahí terminan las coincidencias, yo he tirado por otros derroteros.
    En fín, gracias por dejarnos disfrutar mes a mes con tus relatos.
    Si quieres leer el mío, es el 63.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 10:31
  18. 18. Mariaje dice:

    Hola Isolina R,
    Planteas una pregunta que es imposible de responder: ¿qué hace reír a las personas? Yo por ejemplo, he leído tu texto y no lo he interpretado como un texto cómico, pero también he leído “Agosto” y, aunque ingenioso, tampoco me arrancó una risa, mientras que a tí sí. Es evidente que cada uno tiene un sentido del humor. Además, aquí en Literautas, los lectores son de países y edades muy diferentes, lo que dificulta aún más la tarea: cuanto más heterogéneo es el público, más difícil es identificar lo que les hace gracia. No hay que olvidar el componente cultural del humor, yo lo conozco bien, llevo bastante tiempo fuera de España.
    No pienso que haya recetas para crear humor, es algo que en la mayoría de los casos sale de forma espontanea, pero sí hay una serie de consideraciones que deben tenerse en cuenta. Yo no soy “teórica” del tema, pero consigo (al menos a veces, jeje) escribir textos que hacen gracia y por eso me atrevo a compartir mis observaciones.
    Lo primero es que no se deben traspasar ciertas líneas. Hay situaciones, sentimientos, que a la gente le resultan dolorosos y que no se pueden banalizar en un texto cómico. Por poner un ejemplo evidente, es igual como lo enfoques, nadie va a encontrar gracioso un “sketch” sobre la muerte de un hijo. El canibalismo va también en esa línea creo yo, quizás por eso, a mi “Agosto” no me resultó hilarante precisamente (y eso que el autor, seguramente consciente de este problema, pone de manifiesto que ambos personajes rozan la locura a modo de justificación). En tu texto, aparecen frases como “otro miedo peor: perder lo conocido para siempre” que sinceramente, arruinan el estado de ánimo del lector (también aparecen el miedo al abandono, el odio…). Es muy difícil pasar del drama a lo cómico de una frase a otra (y no tiene mucho sentido tampoco), hay que mantener el buen ánimo todo el rato para que lo que digas a continuación sea interpretado como algo cómico y no se tome de forma seria.
    Otra cosa que yo he observado, es que la gente debe sentirse identificada con la situación. Tiene que ser algo reconocible. Seguramente por eso siguen teniendo tanto éxito los típicos monólogos hablando sobre los hombres y las mujeres y los problemas que surgen en la convivencia. En “Agosto”, aunque se desarrolla en una isla desierta y los personajes practican canibalismo, una situación en la que ninguno de los lectores se ha visto, el autor centra el diálogo en algo mucho más universal: el deseo sexual. En tu texto aparece un personaje con miedo a que su mujer le de por muerto y le sea infiel, un hombre obligado a vivir en aislamiento con un única persona a la que odia. Bien, creo que está claro que es más difícil que el lector se sienta identificado con este tipo y sus problemas, que con un hombre que tiene deseo sexual.
    También influye el tipo de narrador. “Agosto” es un diálogo. Tú has usado un narrador equisciente. Te recomendaría probar con un narrador en primera persona. Esto posibilita capturar inmediatamente la simpatía del lector al usar la estrategia de “reírse de sí mismo”.
    Otra cosa importante es que el lector vea al personaje, tienes que hacer que se visualicen las escenas, las caras. En un texto de humor en vez de decir “Enrique no podía conciliar el sueño” sería mucho más “comico” describir al pobre Enrique revolviéndose entre las sábanas, que acaba con el culo en la almohada y los pies para arriba, y que el lector pueda verlo. Hay es cuando se identifica con el tipo, porque ¿quién no ha tenido una noche de insomnio?
    También es importante generar sorpresa. Presentar situaciones conocidas, estereotipos reconocibles que acaban o reaccionan de una forma inesperada. Por ejemplo, este chiste de un cómico creo que americano que es un excelente ejemplo: “Mi abuelo siempre me decía que no vigilara mi dinero sino mi salud. Así que un día que estaba vigilando mi salud alguien me robó mi dinero. Fue mi abuelo”.
    Por último, igual que con cualquier cosa que queremos aprender, pienso que es muy útil leer textos de humor, pero también ver en la tele los programas de monólogos, por ejemplo.
    Bueno, menuda chapa que he metido, espero que sirva de algo y que conste que hablo sin pretender sentar cátedra, solo trasmito mis propias observaciones.
    Un saludo

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 14:45
  19. 19. Mariaje dice:

    Y perdón por ese “hay” que debería ser “ahí”. Seguro que he metido alguna falta más, lo siento.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 14:51
  20. 20. Caritobel dice:

    Hola,Isolina.

    En cuanto a lo formal, yo también encontré algunas dificultades para entender sobre a quién te referias.

    En cuanto al contenido, las historias referidas a naufragio o a perderse en lugares inhóspitos, siempre me angustian. Al leer tu relato, me sentí algo indiferente. Cierto que hay diferentes tipos cómicos, pero creo que ,la mayoría, medianamente pueden entenderse, aunque no te saquen una carcajada. Esto no se entendió. Podríamos meternos en una diferenciación freudiana del tema humor-chiste, y sintetizar que el humor más bien es una negación de la realidad, una construcción diferente —de corto plazo— de lo que acontese, más que nada de su rasgo triste;supera la realidad, la desprecia. En pocas palabras, el placer —en su sentido más amplio— excede al trauma.

    Ejemplo: se inunda la zona donde vive Pedro, y tanto él como su mujer se mantienen a flote en una madera. Ella esta sobre la tabla, y él sosteniéndose por extremo con su cuerpo en el agua. Pasan horas y los rescatistas no aparecen.

    “Un poco a Leonardo Dicaprio siempre me parecí”, le dice Pedro, que es moreno, petizo y panzón, a su mujer.

    Lo gracioso o chistoso es diferente, tiene que ver más con lo inconsciente. Ejemplo:

    — ¿Parezco una vaca con esto, amor?

    —No, para nada, yo diría más a un cerdito.

    Lo humorístico no sale de lo que es común para nosotros. Se convierte algo simbólico y significante, vacías lo “malo” o “triste”, por el sentido gracioso que quierás darle.

    Entonces, lo que creo que pasó aquí es que no vaciaste ni al dolor ni a la pérdida de su verdadero significado. A pesar que alguna cosa pueda ser “graciosa” en tu relato, el producto final, no lo es. Pero a la misma vez el intento de “vaciar” al significante “tragedia” por algo más, que queda inconcluso —a mi parecer— porque no llega a humor, se forma una ambivalencia difícil de categorizar, que lamentable aleja un poco al lector o, en su defecto, no lo acerca a donde vos querés llegar.

    Espero que mis observaciones te hayan servido para algo.

    Igual creo que escribir cosas humorísticas es muy difícil y trabajoso, así que aplaudo tu esfuerzo por intentarlo. Tal vez hoy no salió, pero mañana sí.

    Te dejo saludos, y si tenés tiempo,ganas, y la fuerza te acompaña, estoy en el 195.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 07:15
  21. 21. Beatriz dice:

    Isolina..
    Un poco loco todo lo que acontece entre esos dos naúfragos
    Fue muy original tu aporte.
    Namasté

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 08:15
  22. 22. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Isolina, ¿a ti te pareció gracioso cuando lo escribiste? Porque si te lo pareció y además a algunos nos has hecho reír o sonreír está claro que hay humor en el relato, puede que sea minoritario pero no por ello menos válido. Yo te aplaudo.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 08:21
  23. 23. Caritobel dice:

    Cryssta: Creo que no sólo se trata si a uno le parece gracioso o humorístico lo que escribe o no. Claro que uno primero escribe para sí mismo y después para los demás. Pero las opiniones acerca del tema se dan para aprendizaje. Tanto si la compañera quiere seguir incursionando en el tema humorístico, tanto como para el que lee los comentarios y toma nota.
    Nadie invalidó el trabajo de Isolina. A todos nos cuesta, no sería justo decir que no hay mérito. Pero los consejos son para ser oídos, después uno decidirá tomarlos o dejarlos.

    Isolina: Acabo de leer tus observaciones en mi texto. Si pudieras responder a mis peticiones te lo agradecería. Desde ya agradezco tu tiempo, compañera. Y gracias por pasarte y leerme, de corazón lo digo.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 17:49
  24. 24. Cryssta dice:

    Caritobel, estoy totalmente de acuerdo contigo, creo que no has entendido mi comentario.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 19:49
  25. 25. Caritobel dice:

    Cryssta, puede que no haya entendido, pero la aclaración sirvió para saber que de todas maneras estamos de acuerdo. 🙂

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 19:55
  26. 26. Pepa dice:

    Gracias Isolina por leerme y por comentar mi relato. Tienes razón intentare mejorar mi escritura y repasare los textos antes de enviarlos con más detenimiento.
    Saludos.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 07:29
  27. 27. charola dice:

    Hola Isolina! A mi me dibujo una sonrisa al comienzo cuando mencionaste lo de Miguel Angel y al final cuando tus personajes a pesar de ser tan distintos uno del otro y vivir una tragedia dia a dia, aun Enrique puede establecer “pagos” que el otro acepta cumplir con tal de estar solo con las esculturas de las tias en pelotas que hace su amigo de desventuras. No es para reirse con ganas, pero es un humor suave que me parece digno de la situacion. Felicitaciones. Me gusto tu relato.

    Estoy en el 136 si gustas pasar por mi relato.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 01:06
  28. 28. merchylam dice:

    Hola Isolina,
    No me puedo dormir debido a tus preguntas 🙂
    Yo no me he perdido en la narración y no sé por qué alguien dice que Andres se quiere trajinar a Raquel. La sospecha sobre eso cae sobre Juancho, el cartero, según Enrique, que hasta oye en los ronquidos de Andres el nombre de su mujer.

    Es cierto que cada uno de nosotros percibe el humor de distinta manera y lo trasmite también de forma diferente. Yo por ejemplo, soy penosa contando chistes, y también soy algo seria, de ahí que la mezquindad humana no me resulte para nada graciosa, para mí es la raíz de la mayoría de las desgracias. Siendo así no puedo tomar tu texto con sentido del humor.
    Empezaste bien con la comparación de Miguel Ángel, distanciada, pero después mira las palabras, frases y emociones que usaste:
    -no podía conciliar el sueño
    -naufragio
    -temor a lo desconocido
    -mirada nostálgica
    -muertos
    -Reconcomido por dentro
    -perdido el apetito
    -el alimento escaseaba
    -desgracia
    -estridentes graznidos
    -le taladraban el cerebro
    -mensajes perturbadores
    -desasosegantes sonidos
    -insufribles ronquidos
    -aire ruidoso
    -obstáculos
    desazonado y rabioso

    Esto solo en un tramo del texto. Es imposible inclinarse hacia algo positivo. Lo que vemos es la desazón y la inquietud de Enrique y también su desesperación por salir de esa situación y volver con su mujer.
    La primera oportunidad que has tenido para cambiar el humor del texto ha estado en el primer diálogo.
    -¿Qué echas más de menos? -le había preguntado Andres….
    -Yo qué sé -había respondido él…-Me faltan tantas cosas importantes
    Responde una verdad como un templo, le faltan tantas cosas importantes. No nos podemos reír de eso.
    Si hubiera respondido…
    -Un blanqueamiento anal que llevaba años queriendome hacer.(disculpad los menores)
    O bien:
    -Una varita mágica.
    -¿Una varita mágica?¿Lo dices en serio?
    -Totalmente, ¡capullo!, con ella te haría desaparecer de un plumazo. A ti, y a ese loro de mierda.
    -¡No es un loro de mierda!

    No sé, son tonterías que me acabo de inventar y que puede que no resulten ni graciosas. Puede que la situación sea difícil pero si los personajes salen por “peteneras” y no se centran en sus males y situaciones, sino en la burla, aunque sea a través del sexo, o través del sí mismos o del otro.
    Ah, y otra cosa. Cryssta también tiene razón. ¿Te divertiste mientras lo escribías? ¿Te reías mientras los imaginabas a los dos, uno roncando y el otro sin poder dormir? Y él final, también te pareció cómico?. Es bastante importante, si tu te ríes con lo que escribes, puedes hacer reír a los demás.
    Creo, y eso solo una opinión, que te faltó en los momentos clave salirte de la situación drámatica que viven. Algo que empezaste a hacer al final, que desentona con el resto. Y aún así, qué pena de hombres, siempre obsesionados con lo mismo.
    Un placer leerte. Sé de ti por tus magnificas correcciones.
    Espero haberte ayudado.
    Y ahora,sí, a dormir

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 02:18
  29. 29. Aina Pons Triay dice:

    Hola Isolina,

    He leído tu texto y me ha dejado medio perdida, no he tenido sensaciones claras respecto a él.

    Me ha gustado a ratos, y a otros estaba como “¿eh?”.
    Y al leer los comentarios (sobre todo el de merchylam) creo que he visto lo que, en mi opinión, podría ser el problema: has contado una historia que humorística utilizando palabras dramáticas, lo que desubica al lector. El vocabulario tiene el poder de evocar imágenes en la mente de quién lo lee, de crear el ambiente del texto, y las que dibujabas con tus palabras eran tristes y desesperadas.

    No se trata de que el lector entienda o no tu humor, cada uno tiene su punto y somos diferentes, sobre todo aquí que hay una mezcla fantástica de nacionalidades, es también hacerle llegar a él, o al menos acercarle, no alejar su mente hacia la tragedia de estar aislados y muertos de hambre.

    Creo que vale la pena (y mucho, de verdad) seguir leyéndote, porque eres original y escribes de p*m*. Aquí no me has enganchado para reírme, pero si para seguirte de cerca.

    Enhorabuena.

    ¡Nos leemos!

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 23 – VAN A ENCONTRARTE https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 20:00
  30. 30. KMarce dice:

    Saludos Isolina;

    Como cada entrada, es lectura obligada.
    Lo bueno y lo malo de llegar tarde, es que ya todo está dicho. Creo que entre el proyecto y los retos, algo de factura pasa, me he identificado con algunos comentarios. Siempre hay algo que se pueda mejorar; siempre. Sabemos que eres magistral para encontrar la forma incorrecta, y tus comentarios son acertados. El contenido creo que ha tenido sus pro y contras; pero sabemos que de lo que eres capaz. Yo creo que entre el proyecto y el reto del mes, ha pasado factura; pero siempre es grato leerte.
    Y alguna sonrisa y entrecejo has sacado en mí, eso cuenta. ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 14:00
  31. 31. Elvi dice:

    Escribes muy bien y enganchas. Tu relato que podía haber sido estupendo, al final lo vulgarizas. Me ha dado risa y pena del hombre.
    Hubiera sido mas poético enfocar la soledad matizándola o dejando entreveer los deseos.
    No te conozco y estamos en primavera.
    Un saludo.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 20:22
  32. 32. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Buenos días Isolina R, he disfrutado la lectura de tu texto «El Museo», la cual, me pareció un poco trágica y un poco cómica.
    De la misma manera en la que gocé tu cuento disfruté mucho tu comentario sobre «Cuadros de amor y humor, al fresco». Me pareció un sainete el cuadro «Agosto» y entendí mejor el paralelismo entre ambos.
    ¡Felicitaciones! Admiro tus conocimientos, comentarios y narraciones.
    Saludos.

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 19:46
  33. 33. Laura dice:

    Hola Isolina.
    Me encantó tu relato, fácil de leer, alegre dada la situación en que se encuentran los protagonistas.
    Me sumo a tus admiradores.
    Por si quieres y puedes, estoy en el 9

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 13:33
  34. 34. Menta dice:

    Buenos días Isolina: Es la primera vez que participo en el taller y te he conocido y admirado por los comentarios lingüísticos que has hecho a otros compañeros. No se te escapa ni un solo error. Además de señalarlos, explicas muy bien en que te basas gramaticalmente para considerarlo un error, por lo cual, nos obligas a manejar diccionarios y consultar gramáticas para entender a lo que te refieres. Muchas gracias por el tiempo que dedicas a esta corrección, es muy generoso de tu parte.
    Tu relato lo he leído varias veces porque me gustaba pero no sabía qué decirte en el comentario. Hoy he leído los comentarios que te han mandado otros colegas de escritura y he comprendido muchas cosas.
    Gracias a tu relato he conocido un autor del que no he leído nada: Luis Alonso de Santos y su cuento Agosto. Y el libro de Cómo orquestar una comedia de John Vorhaus, en el que enseña recursos para la creación cómica.
    Has sido un detonante para mí, muchas gracias, Menta

    Escrito el 31 mayo 2016 a las 09:31
  35. 35. Frida dice:

    Hola Isolina, llego con un montón de retraso, este mes estoy muy dispersa y ocupada. Siento la tardanza. Personalmente, a mí me pareció que tu relato sí destilaba ironía, no es que pueda decir que el humor esté presente continuamente, pero sí que tiene un trasfondo humorístico. Si bien he de manifestar mi acuerdo con dos de los compañeros y, es que para crear un buen relato de humor, se debe ironizar con lo cotidiano, además de desdramatizar el drama, convertirlo en algo banal, surrealista.

    No he leído Agosto, pero sí que viene a mi mente una película en la que tratan el tema del hombre de hoy en día abandonado en una isla desierta. El argumento no se parece mucho al tuyo, pero te recomiendo igual verla encarecidamente, porque la historia nos cuenta un drama desde un punto de vista muy irónico. Se llama Castaway on the moon (náufrago en la luna) y es coreana. Creo que solo la hay subtitulada al español, pero merece la pena verla por el mensaje que nos quiere transmitir y también por la forma de contarlo, algo muy interesante aunque sea una película (al menos desde mi punto de vista), para todos aquellos que gustamos de crear historias.

    Escrito el 31 mayo 2016 a las 15:06
  36. 36. Vespasiano dice:

    Hola Isolina:
    Aparezco por aquí apenas para dejar constancia de mi paso por tu relato. Han sido muchas las opiniones vertidas sobre el humor o la tragedia de tu historia.
    Yo particularmente, desde el comienzo de la lectura he estado sufriendo con la situación de los náufragos.
    Después he imaginado a los dos como participantes del Reality Supervivientes, tirándose puyas e indirectas unos a otros, sacando lo peor de cada uno, escaqueándose del trabajo, dejando al otro sin comer, etc. Por ahí si puedo verle un toque de humor, (aunque ese tipo de programas basura de la Tele no me agraden ni los vea).
    Como siempre leerte es un placer.
    Felicidades.

    Escrito el 31 mayo 2016 a las 16:44
  37. 37. Isolina R dice:

    Hola, compañeros:
    Os agradezco en el alma vuestros comentarios y vuestra ayuda.
    Quiero que sepáis que los he leído y releído; que las sugerencias que me habéis hecho de libros, películas y demás las iré viendo una a una; que me han servido de mucho vuestras opiniones de si hay humor o no.
    Gracias Wolfdux, Saldivia, Demetrio Vert, Jose, L.M. Mateo, Pepa, drow_jack, Lemo, Manoli VF, barojo, Manuel Pla Martí, Cryssta, Emyl Bohin, Verso suelto, Mariaje, Caritobel, Beatriz, Pepa, Charola, merchylam, Aina Pons Triay, KMarce, Elvi, Leonardo Ossa, Laura, Menta, Frida y Vespasiano.
    Ya me he pasado por vuestros relatos. Salvo error, os he comentado a todos.
    He hecho una versión algo cambiada de este texto y la he colgado en mi blog. Le he dado algo más de protagonismo al loro y creo que ha mejorado ligeramente. Al menos espero que se entienda sin tanto problemilla.

    Seguiré intentando hacer sonreír sin dar penita pena.
    Un abrazo.

    Escrito el 1 junio 2016 a las 00:51
  38. 38. El Graffo dice:

    Hola Isolina,

    A mí el texto sí me causó gracia, sobre todo al final cuando hacen el trato. Creo que el humor no ha enganchado a los lectores porque va desde la mitad del relato en adelante, pero leyendo la corrección en tu blog veo que le añades una línea al loro desde el inicio que favorece tu intención cómica.

    Con respecto a la confusión temporal podrías utilizar una combinación de conjugación. Hay un cuento de Raymond Carver que se llama “Desde donde llamo”. El personaje narra en presente su contexto actual, pero conjuga en pasado cualquier recuerdo o historia, lo que le permite al lector ubicarse en ambos contextos sin perderse.

    Con 37 comentarios creo que ya habrás tomado nota de varias cosas, así que ya solo nos queda esperar al reto de Junio.

    Gracias por pasar por mi relato, ya respondí tu comentario: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5743

    Saludos!

    Escrito el 1 junio 2016 a las 03:52
  39. 39. Caritobel dice:

    Isolina, me pasé por tu blog para ver como quedó el relato, y te dejé un comentario.
    Saludos.

    Escrito el 2 junio 2016 a las 19:48
  40. 40. Isolina R dice:

    Para Caritobel:
    Un pequeño contratiempo familiar me ha impedido entrar en el blog estos días.
    Me alegra que te parezca que ha mejorado.
    Muchas gracias.
    Un abrazo.

    Escrito el 2 junio 2016 a las 22:53
  41. 41. Marcelo Kisi dice:

    Hola Isolina!
    Paso muy tarde por tu relato para agradecerte tu visita al mío. Tomo muy en cuenta tus observaciones.
    Sobre el tuyo hay mucho dicho. Perdón por la tardanza en llegar, me lié con demasiado trabajo. Más allá de humor o no, yo me quedo con tu estilo fascinante, que nunca defrauda. Espero pronto poder leer la nueva versión.
    Saludos!

    Escrito el 10 junio 2016 a las 01:48
  42. 42. Isolina R dice:

    Hola, Marcelo:
    Gracias por tu comentario.
    Lo del estilo fascinante me ha llegado al alma.
    Nos leemos dentro de nada en la nueva escena.
    Saludos.

    Escrito el 12 junio 2016 a las 23:21

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