Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El reloj - por Lemo

Las continuas ráfagas de viento anunciaban la inminente llegada de la tormenta. Ángel siguió con la mirada la eterna ascensión de la hoja que apenas reposaba a sus pies.
«Ese es mi destino», pensó.
Por la mañana el cartero le despertó de su dulce sueño y de su plácida existencia. Era un paquete del Museo de las Almas complacidas.
—¿Seguro que es para mí?
—¿Es usted Don Ángel Sendarrubias?
—El mismo.
—Pues no hay duda —contestó el cartero—que pase un feliz día.
Depositó sobre la mesa el paquete según las instrucciones de la tapa. Abrió la caja y extrajo de la misma un hermoso reloj de arena. Se sentó sobre el sofá y nada mas depositarlo sobre la mesilla, la arena empezó a caer suavemente del bulbo superior. Ángel sintió que algo había empezado, alarmado agarró el reloj de arena para darle la vuelta, pero por más veces que lo girase los bulbos también lo hacían. No había manera de detenerlo.
Se recostó desesperado frotándose los ojos con las palmas de las manos, como queriendo despertar de una pesadilla. Se tranquilizó un poco dejando que la mente tomase de nuevo el control de la situación. ¿Qué era eso del museo de las almas?. Investigó en vano en internet.
Llamó a la oficina para avisar que no iba a trabajar, que anulasen las dos reuniones y la comida con los brasileños, en esos momentos la operación Loro Rojo era la última de sus preocupaciones. Se quedó hipnotizado mirando cómo caía el flujo de arena. Era incapaz de predecir cuánto tiempo le quedaba y peor aún ¿para qué?.
Abandonó su ostentoso ático y caminó un buen rato a pesar del caluroso día. Al rato se acordó que no examinó la caja con detenimiento, quizás hubiese alguna pista.
De vuelta al ático se asombró de lo vacío que seguía estando el bulbo inferior, eso le tranquilizó bastante, parece que disponía de más tiempo. Estudió la caja, estaba vacía, nada de nada, ni siquiera un remite. Ahora que lo pensaba ¿cómo es que el cartero llegó a su puerta y no dejo el paquete al portero? decidió llamarle:
—Hola Ramón, soy el señor Sendarrubias ¿cómo es que ha dejado pasar esta mañana al cartero?
—Está mañana no ha venido nadie señor.
—¿Me toma el pelo, Ramón? y ¿Quién es la persona que me ha despertado?
—No lo sé señor, por aquí no ha pasado nadie.
Ángel entendía cada vez menos, pensó que quizás algo de trabajo le aclararía la cabeza y realizó una llamada que tenía pendiente. Mientras hablaba se giró y observó como el flujo de arena aumentaba su caudal. Colgó asustado y el flujo retomó su ritmo inicial.
Eso no podía ser, llamó a Tano, el podría ayudarle. Era su mejor y casi único amigo. Ya en casa, se quedó embelesado mirando cómo caía la arena mientras escuchaba la historia que le contaba Ángel.
—¡Bueno! ¿Y qué opinas? —preguntó Ángel un tanto vehemente.
—No hay nada que opinar, está bien claro —contestó sin apartar la mirada del reloj.
Esa actitud de su amigo le enervaba en ocasiones como esta, pero era como su yin, le ayudaba a no alejarse del camino, existía una conexión entre ambos.
—Que tal una explicación para mentes no tan privilegiadas como la tuya —le dijo con tono irónico.
—Está claro que se te ha acabado el tiempo, bueno no del todo, algo te queda —le contestó señalando el reloj.
—¿Qué tiempo? ¿de qué hablas?
—Yo diría que tu vida complaciente ha llegado a término.
—Como que vida complaciente, si trabajo el triple que tú —señaló Ángel.
—Oye oye, no te enfades, a fin de cuentas es el Museo de las Almas complacidas que te lo manda, ¿no?, por lo que me cuentas el bulbo sólo parece llenarse cuando dedicas tu tiempo al trabajo, por lo tanto ya ves, vende tu empresa.
—Pero ¿estás mal de la cabeza? con lo que me ha costada llegar hasta aquí.
—Tú verás, Ángel. La otra opción es dejar que se vacíe el reloj y entonces verás lo que te sucede. Tú eliges.
Necesitaba reflexionar, ambos bajaron a la calle y Tano le dio una abrazo que sintió como de despedida.
Su amigo tenía razón, a veces hay que interpretar lo que sucede y no empecinarse en buscar la lógica. ¿Porqué yo?, ¿cómo puede ser?, qué más da.
Una gota de lluvia cayó sobre su frente mientras seguía el vuelo de la hoja.
«Mañana llamaré a Tano» pensó. La decisión ya está tomada.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

15 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Lo de la hoja me ha encantado. Al principio no entendía de que hablabas, luego se me olvidó por el suspense de la historia y al final,por fin ha quedado claro (lo de la hoja) pero…lo principal lo dejas en el aire como si no tuviera importancia alguna.

    Interesante experimento!

    Muy bien escrito, yo no veo errores de importancia aunque he de confesarte que no soy ninguna experta.

    El misterio y el suspense bien llevados hasta el final.
    He echado en falta conocer al personaje pero entiendo que no había espacio para ello y en fin de cuentas, como dijo él mismo:¡qué más da! En este caso lo importante es la historia

    Nos leemos Saludos Paola

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 13:41
  2. 2. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola Lemo!

    Qué bueno leerte de nuevo y ahora con esta fascinante historia de suspense. La verdad Lemo te tengo que felicitar por este relato, me gustó bastante, desde el comienzo con eso de que el reloj de arena no podía parar, creaste una atmosfera de tensión y la mantuviste a lo largo del cuento por lo que me dejó enganchado. Tal vez coincido con la compañera Paola en lo del tema de la hoja, y en cuanto a observaciones la verdad no vi algo como para resaltarlo.

    ¡Excelente relato!

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 15:34
  3. Hola Lemo, ¿cómo lo llevas?

    Tu relato me ha gustado, pero no acabo de comprenderlo bien, creo. No sé si es un sueño, pero eso me parece.

    La duda me surge tanto en el inicio del relato como en el final. Primero, Ángel advierte que una tormenta está llegando, y luego que “por la mañana el carteró le despertó”, y luego, al final dice que “mañana llamaré a Tano” después de haber hablado con él.

    No sé si es que llevo demasiado rato leyendo relatos pero por más que intento averiguar qué tengo que interpretar, no me sale, hijo. ¿Me puedes ayudar?

    Aun así, está muy bien escrito, te felicito Lemo.

    Un saludo

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 19:44
  4. 4. Don Kendall dice:

    Hola Lemo,
    Me gusta el relato. Pero tengo la impresión que está confuso al utilizar el narrador un único tiempo de pasado, para marcar dos situaciones diferente :
    1 – El momento en el que Ángel está.
    2 – El momento en el que Ángel estuvo (sueño, trance, ensoñación, delirio…)
    El narrador utiliza en las dos ocasiones el pretérito indefinido que como es sabido se utiliza para acciones ya concluidas o para una acción sucedida en mitad de otra acción. No parece que sea aplicable al punto 1, que más bien sugiere un presente tal como está la estructura del relato.
    Como apunta el Sr. Pimienta es ahí en esos dos momentos, el principio y el final donde se puede armar la confusión, dado que están en pretérito indefinido y el narrador omnisciente que propones podría utilizar el presente. Yo probaría a ver que pasa. Pero está claro que es tu obra. Te agradezco el trabajo realizado y que lo podamos disfrutar. Un abrazo

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 18:29
  5. 5. Manoli VF dice:

    Hola Lemo:

    Antes que nada, decirte que tu relato me mantuvo completamente en vilo hasta el final. Has elegido muy bien el tema y los símbolos como ese reloj de arena, por no hablar del remitente: nada menos que “EL Museo de las Almas complacidas” aquí me surge la duda de si habría que poner todas las iniciales del citado organismo en mayúscula o cuando menos “complacidas”

    En cuanto al contenido lo que he visto más flojo y veo que te lo han señalado ya, es el comienzo y el final. Entiendo el símil de la hoja que vuela, pero no me encaja mucho con los tiempos (a la mañana siguiente…) con el final me ha pasado algo similar, lo he visto poco claro o cuando menos un poco flojo para el anterior ritmo, trepidante, marcado por el reloj. No se, quizá el lector opina que se le acaba el tiempo físico cuando en realidad estás hablando de que se acaba el tiempo de tomar una decisión y entonces esto no ha quedado del todo remarcado.

    En cuánto a la forma he visto algún pequeño fallo que se te ha escapado:

    —”¿Me toma el pelo, Ramón? y ¿Quién es la persona que me ha despertado?” Yo suprimiría esa y que no aporta nada.

    -“Oye oye, no te enfades, a fin de cuentas es el Museo de las Almas complacidas que te lo manda, ¿no?,”

    -Te ha faltado la coma después del primer “oye” y, en mi opinión, sobra las que van con el “¿no?”: “es el Museo de las Almas complacidas que te lo manda ¿no?” también creo que habría de ser: “Quien te lo manda”.

    -Un poco más abajo dices: “con lo que me ha costada” se te escapó una “a” en lugar de “o” (costado).

    Pero esto son pequeñeces porque, en cualquier caso, escribes de lujo y un lujo ha sido leerte. 🙂

    Un saludo.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 19:09
  6. 6. Rayen dice:

    Hola Lemo: conforme fui leyendo me fui adentrando en un suspenso incríble, bueno creo que tener la muerte cercana para nadie es indiferente, el reloj es solo un medio para determinar que la muerte está cerca. Si se pudiera continuar leyendo completariamos la idea de la hoja,¿Verdad? Me gustó mucho.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 00:54
  7. 7. KMarce dice:

    Saludos Lemo:
    Gracias por tu comentario en mi relato. Te tengo en el listado de mis lecturas voluntarias, así que dos veces obligada a leerte.

    No soy la persona más indicada para corregirte, en la cuestión de tiempos verbales, porque yo también tengo ahó ,i lado flaco, pero si entiendo el punto de vista de Don K, sobre el mismo, porque creo que se nota y por ello, puede ser confuso de ubicarse en espacio-tiempo.

    Te marco lo que he notado:
    Por la mañana el cartero le despertó– creo que aquí para ubicar espacio-tiempo sería algo así: En la mañana había sido despertado por un cartero. –Debes seguir la secuencia lógica, primero despierta y luego ve a un cartero, es decir uno cualquiera, no “el cartero” que puede interprestarse como el mismo de siempre. Cambiar “Por la mañana” a “En la mañana” traslada al lector a ese preciso momento, es decir, algo que ya pasó en esa determinada hora.

    Se sentó sobre el sofá — aquí es concordancia– se sentó en el sofá — No hay otra manera de sentarse, abajo del sofá no se puede 😛

    ¿Qué era eso del museo de las almas?. Investigó —puntuación. He visto dos veces este error. Después de los ¿? ¡! no se añade punto.

    por aquí no ha pasado nadie.—concordancia- Este espacio pide un poco de información y darle sentido lógico. Si hablamos de que él tiene un ático, es un edificio grande, por ende, muchas personas pueden irse y llegar — por aquí no ha pasado nadie preguntando por usted.

    La historia me parece ser un círculo, un inicio y final en el mismo espacio y tiempo. La consulta que él hace, de llamar a Tamo, es después de toda lo que ha “recordado” de ese día vivido y esa llamada es para darle una respuesta de la resolución que ha tomado a ese dilema. Renunciar a sus logros, el proyecto del Loro Rojo, o ignorar las señales y continuar con “su vida” esperando no tener consecuencias, o sucumbir ante ellas.
    Me parece un relato reflexivo, aunque la hoja, me encantaría la nombraras como hoja de abeto, o cualquier árbol, porque al inicio pensé que era una “página”, porque en estos lados del mundo, las llamamos de esa manera. (hoja de papel bond)

    Me ha gustado. Enhorabuena, ¡nos leemos!

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 01:32
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    Hola Lemo. Gracias por leerme y por tu curiosidad sobre el reloj.

    Por supuesto tu has utilizado mucho mejor que yo este elemento. Soy de la opinión que cuando Literautas pone la condición de utilizar determinadas palabras en el relato, al menos una tiene que ser un eje de la historia. No me gusta meterlas con calzador, por eso casi nunca participo en los retos.

    El reloj de arena en principio era el teme fundamental de mi cuento. Servía (y ha servido) para viajar en el tiempo y vengarse aniquilando a Drácula. Se me echaron encima diversos problemas técnicos que no supe solucionar, y se añadieron los relativos al espacio requerido para el relato. En fín, que quedó como algo que pasa sin importancia (la prueba es que nadie me ha comentado sobre el dichoso reloj, cuando al comenzar era el eje del cuento.

    Hablando del tuyo que es lo que aquí nos trae. Un buen relto, con su estructura perfecta y un conflicto vital (y nunca mejor dicho). Se mantiene la tensión y aparecen puntos de giro que te no deja de captar la atención del lector. (No ha habido cartero; la interpretación del amigo, etc.

    De lo dicho en cuanto a la sintaxis, sin ser yo un exoperto, opino que con solo cambiar a “Por la mañana el cartero le había despertado de…”, está solucionado el problema. La frase arranca con el pasado reciente y el relato continua con el mismo tiempo (preterito perfecto usado como presente, haasta que la acción llega al presente (diálogo con el amigo)y cierra el circulo al final volviendo al inicio que también está en preterito perefecto usado como presente de un pasado inmediato. “Angel siguió con la mirada la eterna ascensión de la hoja…” (Está mirando en ese momento la ascensión de la hoja). no sé por qué me he metido en estos líos de sintaxis. Lo que quería decir es que veo mejor “le había despertado”.

    A mi me ha gustado el cuento.

    saludos.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 11:01
  9. 9. Demetrio Vert dice:

    Lemo, perdona las faltas, pero entre el tecllado y que voy a dos mil, pasa lo que pasa.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 11:03
  10. 10. L.M.Mateo dice:

    Ay, Lemo, mi Lemo.

    Se nota la práctica y los consejos que vas aplicando texto tras texto. Coincido con los compañeros en que el tiempo verbal genera un poco de confusión, pero nos has regalado una metáfora maravillosa. La calidad va mejorando con cada texto, y creo que ya estás encontrando tu propia voz.

    Y ahora, al lío. Esta vez te voy a marcar algunas de las cosas nuevas que he aprendido en los últimos meses, gracias al proyecto que tenemos algunos compañeros con Rober.

    -“Museo de las Almas complacidas”. Efectivamente, “Complacidas” también debería ir en mayúscula. Por cierto, que más adelante en el texto has puesto todo el nombre en minúsculas (error).

    -“—Pues no hay duda —contestó el cartero—que pase un feliz día”. Has mejorado mucho la forma de los diálogos, pero detrás de la segunda raya te ha faltado una coma y dejar espacio.

    -“Abrió la caja y extrajo de la misma un hermoso reloj”. Elimina “de la misma”. No creo que pueda sacar el reloj de ningún otro lado (redundancia).

    -“nada mas depositarlo”. Ese “más”, con acento.

    -“Ángel sintió que algo había empezado, alarmado agarró”. Mejor un punto tras “empezado”.

    -“los brasileños, en esos momentos”. Mejor punto o punto y coma.

    – “y peor aún ¿para qué?”. Aquí el narrador y el protagonista se confunden.

    -“Al rato se acordó que no examinó la caja”. “Acordarse DE que”. El verbo también chirría, mejor “había examinado”.

    -“Ahora que lo pensaba ¿cómo es que el cartero llegó a su puerta y no dejo el paquete al portero? decidió llamarle:”. Aquí hay varias cosas: pensamientos entre comillas, recuerda. Para la pregunta mejor un “¿Por qué el cartero no había dejado el paquete al portero?; y “dejó” lleva acento. “Decidió”, en mayúscula.

    -“Sendarrubias ¿cómo es que ha dejado pasar esta mañana al cartero?”. Tras Sendarrubias, una coma, y para introducir la pregunta, mejor un “por qué”.

    —”No lo sé señor,”. Falta una coma delante de “señor”.

    “—¡Bueno! ¿Y qué opinas? —preguntó Ángel un tanto vehemente.
    —No hay nada que opinar, está bien claro —contestó sin apartar la mirada del reloj”.

    Sugerencia: quita el primer inciso, y reescribe el segundo añadiendo “Tano” tras “contestó”.

    -“—Que tal una explicación para mentes no tan privilegiadas como la tuya —le dijo con tono irónico”. El “qué” con acento. A mí me faltan interrogantes en esta frase. Y puedes eliminar el inciso, se deduce perfectamente que lo dice en tono irónico.

    -He contado 12 “como” en el texto, muchos de ellos cercanos entre sí, y que se podían evitar.

    Ya ves que son pequeños detalles, Lemo. Esos que solo conseguimos perfeccionar con la práctica.

    Un beso. Nos leemos en el próximo taller.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 17:57
  11. 11. Isolina R dice:

    Hola, compañero Lemo:
    Como ya ha pasado L.M. Mateo por aquí, tendré menos tarea para comentar. Estoy de acuerdo con ella en casi todo.

    No he pillado la imagen que pones al principio y al final.
    Dices al principio: “Ángel siguió con la mirada la eterna ascensión de la hoja que apenas reposaba a sus pies”. Me da igual si se trata de una hoja de un árbol o de una hoja de un calendario (aunque mejor si fuera de calendario para seguir con el tema del paso del tiempo). El problema para mí es que si la ascensión de la hoja es eterna no puedo imaginarla a un tiempo en reposo bajo sus pies. Si está moviéndose (asciende), no puede estar en reposo. Y si el reposo es pasado respecto a “asciende” hay que señalarlo con un complemento de tiempo: “que un rato antes”, por ejemplo. Ignoro lo que has querido decir.

    Te señalaré algunas cosillas en el plano formal:

    1 En: “Don Ángel”, debes poner “don”. Solo se usaría en mayúscula si fuera “D. Ángel”.

    2 En: “Depositó sobre la mesa el paquete según las instrucciones de la tapa. Abrió la caja y extrajo de la misma un hermoso reloj de arena. Se sentó sobre el sofá y nada mas depositarlo sobre”, repites el verbo “depositar” (2) y la preposición “sobre” (3). Podrías poner: “Dejó encima de la mesa el paquete según las instrucciones de la tapa. Luego abrió la caja. Se sentó en el sofá y nada más depositar sobre la mesilla el hermoso reloj de arena”.

    3 En: “Ángel sintió que algo había empezado, alarmado agarró el reloj de arena para darle la vuelta, pero por más veces que lo girase los bulbos también lo hacían”, la puntuación debería ser así: “Ángel sintió que algo había empezado. Alarmado, agarró el reloj de arena para darle la vuelta; pero por más veces que lo girase, los bulbos también lo hacían”.

    4 En: “¿Qué era eso del museo de las almas?. Investigó en vano en internet” Después de la interrogación de cierre ya no se pone punto. El de la interrogación vale como punto. Debes poner “Internet”.

    5 En: “peor aún ¿para qué?.”, sobra el punto tras la interrogación.

    6 En: “ostentoso ático y caminó un buen rato a pesar del caluroso” yo cambiaría uno de los dos adjetivos. No me convence la repetición de “-oso”.

    7 En: “De vuelta al ático se asombró de lo vacío que seguía estando el bulbo inferior, eso le tranquilizó bastante, parece que disponía de más tiempo. Estudió la caja, estaba vacía, nada de nada, ni siquiera un remite. Ahora que lo pensaba ¿cómo es que el cartero llegó a su puerta y no dejo el paquete al portero? decidió llamarle”, yo pondría: “De vuelta al ático, se asombró de lo vacío que seguía el bulbo inferior. Eso lo tranquilizó bastante. Parece que disponía de más tiempo. Estudió la caja; estaba vacía, nada de nada, ni siquiera un remite. Ahora que lo pensaba: “¿Cómo es que el cartero llegó a su puerta y no dejó el paquete al portero? Decidió llamarlo”.

    8 En: “—Hola, Ramón, soy el señor Sendarrubias ¿cómo es que ha dejado pasar esta mañana al cartero?”, yo pondría punto antes de “¿Cómo…”

    9 En: “—Está mañana no ha venido nadie señor”, sobra la tilde en “Está” y falta coma antes de “señor”.

    10 En: “—¿Me toma el pelo, Ramón? y ¿Quién es la persona que me ha despertado?” Has de poner “¿Y quién es…?”. Podrías buscar otras variantes, pero como la has puesto no está bien.

    11 En: “—No lo sé señor, por aquí no ha pasado nadie” falta coma antes de “señor”.

    12 En: “Mientras hablaba se giró y observó como el flujo de arena aumentaba su caudal. Colgó asustado y el flujo retomó su ritmo inicial”, veo tres cosillas: antes de “se” yo pondría coma, ese “cómo” es interrogativo (lleva tilde) y hay rima entre “caudal” e “inicial”.

    13 En: “el podría ayudarle”, debe ser “él”.

    14 En: “Esa actitud de su amigo le enervaba en ocasiones como esta, pero era como su yin, le ayudaba a no alejarse del camino, existía una conexión entre ambos” yo puntuaría así: “Esa actitud de su amigo le enervaba en ocasiones como esta; pero era como su yin, le ayudaba a no alejarse del camino. Existía una conexión entre ambos”.

    15 En: “—¿Qué tiempo? ¿de qué hablas?”, debería ser “De”.

    16 En: “—Como que vida complaciente, si trabajo el triple que tú —señaló Ángel” tiene que ser “Cómo”.

    17 En: “—Oye oye, no te enfades, a fin de cuentas es el Museo de las Almas complacidas que te lo manda, ¿no?, por lo que me cuentas, el bulbo sólo parece llenarse cuando dedicas tu tiempo al trabajo, por lo tanto ya ves, vende tu empresa”, yo pondría: “—Oye, oye, no te enfades. A fin de cuentas es el Museo de las Almas Complacidas quien te lo manda, ¿no? Por lo que me cuentas, el bulbo solo parece llenarse cuando dedicas tu tiempo al trabajo. Así que ya ves, vende tu empresa”.

    18 En: “—Pero ¿estás mal de la cabeza? con lo que me ha costada llegar hasta aquí” Debería ser “Con” y fíjate en la palabra “costado”, has puesto “costada”.

    19 En: “Necesitaba reflexionar, ambos bajaron a la calle y Tano le dio una abrazo que sintió como de despedida”, yo pondría punto antes de “ambos” en lugar de coma. Fíjate en “una abrazo”.

    20 En: “¿Porqué yo?, ¿cómo puede ser?, qué más da”, yo pondría: “¿Por qué yo? ¿Cómo puede ser? ¡Qué más da!”

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 14:56
  12. 12. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Lemo! Ya te apuntaron casi todo por aquí en cuanto a la forma. Lo del tiempo verbal sí confunde un poquitín. De cualquier modo, te felicito por un buen trabajo. Saludos y ¡nos leemos!

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 14:30
  13. 13. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Lemo, perdona por tardar tanto en devolverte la visita, tengo demasiado lío y no he podido pasarme antes, de lo cual me alegro porque ya te han dicho bastantes cosas los compañeros y no voy a repetir, solo tengo que hacerte notar una cosilla:

    – dices “era su mejor y casi único amigo” o era su único amigo o no lo era, no vale eso de “casi” y si era su único amigo está claro que también era el mejor así como el peor porque no tiene más amigos con quien compararlo. Podías decir “Era un buen amigo, el único que tenía”

    Felicidades por tu relato. Hasta el próximo taller.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 08:17
  14. 14. Lemo dice:

    Hola

    Muchas gracias por todos los comentarios, la verdad es que llevo un par de meses con poco tiempo y aún así no ha salido del todo mal, pero poco tiempo para poder leer y comentar.
    Está claro que me equivoqué con el tema de la hoja, ya me apunto el mejorar esta faceta para próximos relatos.
    Luego muchas gracias por vuestra dedicación a la hora de leerme y comentar. Os lo agradezco de corazón.

    Nos leemos

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 17:33
  15. 15. Luis dice:

    Hola Lemo, soy Luis(90). He leído tu relato y me ha gustado. Saludos.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 20:10

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.