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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Retales de una relación - por Jose Luis

Era la última oportunidad de reconciliarme con ella y de pedir perdón por todo el daño que le había causado. Yo no quería perderla, porque era el amor de mi vida.

Me había comportado como un estúpido con mi novia. Debía conocer en cada momento lo que hacía, a dónde iba y con quién se veía, pero quise controlarla demasiado y la cuerda se rompió. Tuvimos una ruptura, más dolorosa de lo que quise reconocer, pero siempre mantuve la esperanza de poder rehacer lo que se había roto.

Mientras caminaba por la calle pensando en qué palabras podía decir para hacerla recapacitar y para que me diera una nueva oportunidad, me asaltó el recuerdo de cuando nos encontramos por primera vez.

La conocí en el museo, cuando exponían cuadros de la época del Impresionismo, pero no hay duda de que fue ella quien me impresionó a mí desde que le eché el ojo. Normalmente yo no era muy atrevido con las representantes del sexo opuesto, pero aquella vez me lancé a la piscina. Me acerqué sonriendo a aquella guapa chica desconocida, pero en lugar de pasar de mí, ella me devolvió la sonrisa, provocándome una sensación como nunca había sentido antes. Nos pusimos a hablar y me di cuenta de que ella era muy parlanchina, como un loro. Pero congeniamos enseguida, porque yo sabía escuchar, y de esa manera nos complementábamos. Debí caerle simpático, pues por suerte para mí, ella aceptó tener más citas conmigo. Yo estaba en una nube. ¡Había ligado con la chica más guapa del mundo!

Mi profesión era la de cartero. Llevaba cartas y paquetes a la gente. Cuando se lo comenté en la tercera cita, ella me dijo, con excelsa picardía: “Tú sí que tienes un buen paquete”. Ni que decir tiene que aquella misma noche nos acostamos por primera vez. Nuestra relación dio un nuevo giro, asentándose. Nuestros lazos emocionales se hicieron más fuertes en pocos meses y yo creí que me iba a volver loco de amor por ella.

No era el sitio que más me gustaba del mundo, pero fuimos porque mi novia insistió. En la playa, como supuse, aquel día la arena estaba tan caliente que quemaba los pies. Reconozco que yo estaba de mal humor por cosas del trabajo, pero es que ella tampoco me lo puso fácil. Me quedé bajo la sombrilla, echado sobre la toalla, y mi novia se fue a dar un paseo por la orilla. De repente, un idiota se acercó a ella para tratar de echarle el lazo. Lo supe incluso desde donde yo estaba. Para mi sorpresa, en lugar de mandar a aquel tipo a la porra con viento fresco, mi novia se puso a hablar con él. ¡Como si nada! Aguanté lo que pude mi mal humor, pero cuando ella regresó se lo eché en cara. No lo vi venir, pero, al final, mis celos provocaron la tormenta.

Tuvimos una gran discusión que se prolongó hasta llegar a su casa. Todavía no vivíamos juntos. Ella me echaba en cara mis celos, porque lo de la playa no había sido la primera vez, y yo me dediqué a negar la mayor. Ella tenía la culpa. ¡Claro que podía tener amigos! Nunca le habría negado eso, pero tenían que ser amigos de verdad, no gilipollas con segundas intenciones que ella no veía venir. Solamente me preocupaba por ella; eso se llama amor. Pero me replicó que yo no sabía lo que era el amor. Eso fue el colmo, me puse a gritar y ella también. Ya no recuerdo exactamente todas las cosas que dije; todas las cosas malas que ambos nos dijimos y echamos en cara, pero lo que sí recuerdo es que, en un momento dado, ella llamó a la policía. Lo hizo porque tenía miedo de mí. ¡Miedo de que la hiciera daño! ¡Increíble! Antes de que la cosa fuera a más me marché a mi propia casa, completamente indignado. No volvimos a vernos en muchos días. No me llamó, ni yo la llamé por teléfono. Ni mensajes, ni nada…

Cuando, por fin, algunas semanas después, vencí mi orgullo y dejé de lado la soberbia, asumí con humildad mi parte de la culpa. Fue demasiado tarde. Aunque pedí perdón, no me dio ninguna oportunidad. La última vez que hablamos, por supuesto en un lugar público, ella me confesó que ya me había sustituido por otro y que nunca más volveríamos a ser pareja.

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9 comentarios

  1. 1. Lewis J. Simon dice:

    Hola, me costó dirigir la historia, no la juzgo, quizá sea la trama o el lenguaje, con el cual no me identifico. Te confieso que esperaba algo más sentimental y nostálgico. Pero me encontré con lo que parece es un diario de anécdotas. La conexión que tuve con tu escrito fue lograr sentir rabia por tu personaje, lo odié, es machista, arrogante, prepotente y tiene problemas de atención. Algunas cosas fueron graciosas lo que me sorprendió, se trataba de una ruptura. Y ya al final lo de la Policía me dejó fuera de base, creo que faltó más trama para llegar a ese punto y no simplemente decir que ella tenía miedo. Por cierto cuando al principio dices «mi novia» creo que ya después pudiste decir «Ella me dijo, ella se fue a caminar, ella me reclamó» y no repetir, mi novia, mi novia, es raro, aunque creo que colabora con la personalidad obsesiva del personaje.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 13:35
  2. 2. Manoli VF dice:

    Hola Jose Luis.

    Tras la lectura de tu texto, concuerdo punto por punto con lo que te ha comentado Lewis, así que no repetiré lo mismo, solo añadiré que la historia a mi juicio, la podías haber enfocado desde la perspectiva de “mostrar” en lugar de “explicar” y si lo que quieres es narrarla desde el punto de vista del personaje optaría directamente por un monólogo del mismo, de cara, por ejemplo, a una fotografía de su ex-novia (a mí también me cargó la repetición de “novia”).

    Es difícil abordar personajes de este tipo sino es con una escena directa o a través de una especie de “desdoblamiento” del propio personaje hablando consigo mismo.

    PD: Se ha entendido lo que quieres decir, pero le ha faltado un poco de perspectiva e implicación emocional con lo que cuentas.

    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 10:39
  3. 3. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola Jose Luis!

    Creo que es la primera que te leo y ha sido una grata experiencia. Bien, con respecto a lo que ya te han dicho los compañeros me parece que el problema reside más en la forma en cómo enfocaste la historia, para que fuese más un cuento y no una anécdota contada desde el punto de vista del protagonista. Ahora si tu intención fue escribir un cuento, pues se queda un poco corto, porque realmente no veo que le hayas puesto muchos giros o nudos a la historia, y si fue una anécdota que así la entendí yo, pues se acomoda más en la concepción de la misma, fue desde esta perspectiva que disfrute leyendo, pero también valga decir que escribes muy claro, no cuesta leerte y cuando llegas al final pues ni los sientes.

    En cuanto a observaciones de forma, creo que solo una línea no me cuadro:

    En la línea: “… primera vez, y yo me dediqué a negar la mayor”. La línea está bien, solo que me pareció que te falto terminar la idea. “… me dediqué a negar la mayor parte de los hechos (por ponerte un ejemplo)” o ¿así terminaba?, fue como mi única duda.

    Entonces es eso, para la próxima trata de hacer lectura del contenido, y pues ya con tu fluida narrativa puedes hacer grandes construcciones. Fue un placer leerte.

    ¡Un Abrazo!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 17:11
  4. 4. Nym95 dice:

    ¡Hola!
    Para mi tu relato trata de cómo ha sentido este hombre una relación, y de este modo, todo lo que ocurre está visto desde su punto de vista, el cual no es objetivo. La historia en sí me ha gustado porque me parece que te hace ver más allá de lo que está escrito.
    El estilo de narración no me gusta mucho, porque a veces me ha parecido un poco ligero.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 20:06
  5. 5. Cara dice:

    Es una historia interesante, entretenida, pero falta un punto mas de intensidad. Creo. La veo algo plana. No se si me explico.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:41
  6. 6. charola dice:

    Hola Jose Luis! Estoy de acuerdo con Cara, tu relato lo encontre plano. No tiene mucha accion. Quizas porque no hay dialogos, la trama estuvo muy horizontal. Disculpame que escriba sin tildes (estoy utilizando un teclado americano), no se aun como remediarlo. Tu historia me gusto. Felicitaciones!

    Si quieres pasar por mi relato, estoy en el 136.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 05:40
  7. 7. KMarce dice:

    Saludos José Luis:

    He leído con cuidado tu historia, y también los comentarios. Mi inclinación concuerda más con la de Nym95. En donde vemos a un personaje, insimismado, tratando de ver y justificar sus acciones, sin tomar responsabilidades. Y siendo que el narrador es en primera persona, solo podemos apreciar su propia visión de los hechos.

    No pienso que la historia sea mala, o que el personaje no esté bien trabajado, es quizá la orientación de que esperamos un susceso “mayor”, lo que quizá ha dejado ese hueco en la historia.
    Para mí ha sido claro el sentimiento depresivo del personaje; sin embargo, no lo considero como dice Lewis, (encaja en el 80% de las actitudes de los hombres celosos), en mi caso, lo hubiera convertido en un personaje aún más oscuro, tétrico y atemorizante, ir en un “crescendo” hasta llegar a un punto en donde quien toca a su puerta es la policia.
    La narración esta bien como anécdota, pero creo que la fuerza radica en meterte en la psique del protagonista, un poco más “lo que siento” y no tanto “lo que ocurrió”; por ello creo que hay una sensación que hace falta más profundidad.

    Pero como dice Victor Hugo, la lectura es fluída, la leí de corrido y aun con ese “novia”, entendí que era su necedad de “propiedad” del personaje, un “ella” no cabe nada mal tampoco.
    Ha sido un ejercicio que no me costó disfrutar en el contexto global, y si deseas puedes profundizar y corregir con lo que se te ha comentado.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 06:34
  8. 8. earendil dice:

    Hola, José Luís.
    Ante todo, agradecerte tu paso por mi relato y tus amables palabras.
    Respecto al tuyo, lo he leído detenidamente y en el fondo creo que cuenta más que lo que dice. Yo no veo una historia plana, al contrario, pienso que de una manera muy sencilla y casi “ingenua” (y pongo ingenua entre comillas, porque me quiero colocar en la piel del protagonista), el narrador nos está contando una experiencia muy subjetivamente, de manera que casi aparece como víctima de la situación.
    El modo epistolar como está contando su historia me gusta mucho. Prefiero verla así a un diario de anécdotas, puesto que para él la ruptura con su novia significa mucho más que eso, ha sido un hecho traumático en su vida.
    El tema que has escogido no es fácil, pero, a mi entender, has logrado que a todos tus lectores nos haya “picado” un poco el ánimo. Ante todo decir que el protagonista no causa ninguna admiración, incluso confesando su arrepentimiento, pues la violencia de género es una de las más cercanas a todos nosotros. En cada palabra y cada párrafo que va narrando va dejando pinceladas de su personalidad machista, considerándola justificables, pues es bien cierto que los agresores piensan que su manifestación del amor es correcta. Frases como: “Ella tenía la culpa. ¡Claro que podía tener amigos! Nunca le habría negado eso, pero tenían que ser amigos de verdad, no gilipollas con segundas intenciones que ella no veía venir. Solamente me preocupaba por ella; eso se llama amor. Pero me replicó que yo no sabía lo que era el amor.”, lo dicen todo, como si ella fuese estúpida y no supiera distinguir a las personas o sus intenciones.
    En fin, tu trabajo me ha gustado mucho, más que todo por la valentía del tema que has escogido, con el riesgo de parecer una historia personal (¡espero que no!, porque te hemos puesto “a caldo”)
    Un placer leerte. Saludos

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 19:23
  9. 9. Wiccan dice:

    Buenas Jose Luis,

    Pues estoy un poco en desacuerdo con lo que comentan los compañeros, creo que el texto no falla porque no tenga conflicto, a mi parecer no tiene una acción de conflicto en si, pero el propio texto es el conflicto.
    Mi impresión al leerlo es que alguien a quien conozco me está intentando justificar sus acciones y al mismo tiempo engañándose a si mismo (o intentando engañarme a mi) en cuanto a lo que ha pasado. Las referencias están por todo el texto pero principalmente en la frase “vencí mi orgullo y dejé de lado la soberbia, asumí con humildad mi parte de la culpa”, y me parece una frase genial para el texto porque es una mentira en sí, nada de lo que nos ha contado supone algún error en la actuación de la chica sino en como ve el personaje las situaciones desde su perspectiva posesiva y celosa, la culpa ha sido suya, así que en esa frase como que se quiere poner medallas en cuanto a su actitud actual, que ya de por si es bastante orgullosa y sobervia, y da a entender que ella no es humilde por no asumir sus errores y haber continuado con su vida.
    En cierto modo lo de la policía y el miedo de ella también me desconcertó un poco,pero como estoy asumiendo que es alguien contándome su versión de la historia, seguramente los hechos que le causan miedo a ella o que le hacen llamar a la policía no nos los contaría o no le daría la importancia que tendrían para ella.
    En conclusión, puede que planteando el texto de otro modo fuera más atrayende como historia, pero creo que el relato que haces tiene un valor diferente, un planteamiento que lo que te obliga es a valorar lo que está contando el protagonista y lo que te dice sin contártelo, y me parece que tiene mucho mérito. A mi me gustó (como historia, al prota no lo quiero ver delante).
    A nivel formal no te comento nada, creo que es un texto interesante y si había alguna cosilla no la he notado.
    Gracias por compartirlo. Nos leemos!!!

    Escrito el 5 junio 2016 a las 19:20

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