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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El loro de Lena - por Manuel Pla Martí

Web: http://plamarti.wordpress.com

Pedaleó con fuerza para alcanzar la parte alta de la loma y vio a lo lejos la sombra de los Islotes de Las Tortugas entre la bruma del mar.
En la TV habían pronosticado tormenta para esta parte de las islas. Llovía
El asunto siguió dándole golpes en su cabeza. Había llegado el momento.
La lluvia azotaba su cara. El poncho amarillo revoloteaba contra la brisa. Eran las ocho de la mañana.
Dejó la bicicleta en la terraza de El Museo y se sacudió el poncho. En el interior sintió calor. Uno de los abanicos del techo daba vueltas chirriando con lentitud y el local estaba en penumbra. Al fondo, en una mesa, dos clientes desayunaban.
El cantinero lo miró con ojos perdidos.
—¿Lo de siempre? —preguntó.
Simoncito el cartero contestó:
—Dame un ron doble y una cerveza.

Lena se despertó a las seis de la mañana con el ruido de la lluvia en el techo de zinc. A través de la ventana vio el mar oscuro y la arena de la playa encharcada. Roberto en su jaula abierta comenzó a cantar «Palo palito».
Lena pensó, como cada día desde hacía dos años, en Look. Éste le había dicho antes de irse:
«Nuestra situación va a cambiar. No tendrás que salir más a vender mango biche y aceite de coco en el Paseo Marítimo».
Se fue para la Isla Pequeña del Maíz con la lancha de Juancho Aguila, a traer cinco pacas de marihuana. Ahora estaba en la cárcel de Bluefields y ella recibía cada tres días una carta con la huella de un beso.
Picó media yuca y una papaya para el loro, puso los pedazos en la ponchera y dijo:.
—Ven Roberto.

Don Arlingthon, viejo tuerto y gruñón amedrentaba con gritos soeces a los «boys» que veía merodeando por la alberca de su casa. Antiguo capitán de lancha, antiguo criador de ratas albinas y antiguo comerciante de cocos; viudo, padre de un hijo gay del que siempre se avergonzó y padre de una muchachita díscola, nacida cuando él ya era viejo, a la que dejó de hablar el día que se casó con un cretino, era el padre de Lena. Guardaba siempre en el primer cajón de la cómoda un Colt 45.

Simoncito el cartero, desafiando la lluvia, avanzó suavemente con su bicicleta por la carretera circunvalar. Al llegar a la curva de los manglares se introdujo por el camino de la playa y vio al frente la casita de Lena, oculta pero cercana a la carretera, a las casas de la carretera y a la casa de su padre. Sabía que era temprano.
Tenía la cara, el cuerpo, las formas, la voz y la sonrisa de Lena en su cabeza. Hacía semanas no dormía pensando en ella.
«Es la hembrita más bacana de la isla», pensaba, recordándola desnuda.
El encierro del marido avivó sus ansias. La había observado por el Paseo mientras caminaba, y el contoneo de sus caderas, el movimiento rítmico de sus nalgas, esos brinquitos acompasados de sus pechos, lo volvían loco. Muchas veces la había espiado por la ventana de su casa antes de entregarle las cartas y una vez la vio desnuda mientras se echaba agua en la regadera.

Lena oyó unos golpes, de forma inconsciente abrió la puerta, pero ante la mirada de Simoncito quiso cerrarla. Roberto cantaba sobre la mesa. Al ver la embestida del cartero y el traspiés de su ama, gritó: «¡Lena, Lena…».
Simoncito atenazó a la muchacha por la cintura y en el forcejeo resultó arañado, ésta le mordió la cara y recibió un golpe en la sien que la aturdió. Simoncito le arrancó la blusa y la arrastró hacia la cama. Roberto seguía gritando:«Lena, Lena…» y recibió un manotazo.
Huyó por la celosía de la ventana, atravesó el manglar, sobrevoló la carretera y ante la mirada de los vecinos, siguió gritando ¡Lena!, ¡Lena! Todos comprendieron que Lena estaba en peligro.
Unos diez hombres, mujeres y niños atravesaron el manglar, se plantaron ante la casa de Lena y vieron salir por la puerta trasera a Simoncito el cartero con la camisa desgarrada, mientras dentro de la casa se oía una voz rota pidiendo auxilio.

Don Arlingthon, el tuerto, que en cierta ocasión paró la música de un baile con un: «¡stop the music!», para buscar por el suelo el ojo de vidrio que se le había caído, sacó de la pretina de su pantalón un revolver oscuro, apuntó, disparó y dijo:
—Positivo.
Luego se puso a llorar.

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30 comentarios

  1. 1. siullegna dice:

    Excelente relato Manuel.
    Estupenda la introducción con las dos historias paralelas desarrollnadose, el cartero y Lena. Presentación del personaje que cerrará la historia con ese final (-Positivo).
    Muy buena la manera del loro de pedir auxilio para Lena a traves de su vuelo por los alrededores.
    Redondo con todos la cabos muy bien atados.
    Enhorabuena.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 17:03
  2. 2. María Kersimon dice:

    Buenas noches, Manuel,
    Me estoy deleitando con tu historia a la luz de la lumbre con una taza de té en la mano. Qué delicia. No tiene una sola palabra desperdiciada. Introdujiste el cartero y el loro de una forma magistral. La primera frase introduce ya muy bien. Me parecía estar leyendo un pasaje de una novela de García Marquez por la des riptiva de los personajes y lo exótico. Algunos detalles caracterizan a los personajes, como por ejemplo el ojo de vídrío, y detalles biográficos como “antiguo capitán de lancha, antiguo criador de ratas albinas”. Estos detalles transportan al lector a un mundo mezcla de pintoresco y tragicómico. El relato es muy muy imaginativo. No me queda más que decir que, como en otras ocasiones: es buena literatura. Un saludo.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 20:42
  3. 3. Manoli VF dice:

    Hola Manuel.

    Buena historia a modo de cuento en el que van haciendo entrada los personajes que nos presentas.

    La introducción con el personaje del cartero me llamó la atención por las frases cortas, pero al leer el desarrollo de la historia entiendo su función.

    He visto una gran riqueza de léxico y el ritmo correcto. Cuentas muchísimo en tan pocas líneas. Te felicito.

    (Si encuentras tiempo, te invito a comentar mi escena -111-)

    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 11:42
  4. 4. Manoli VF dice:

    P.D: A mí también me recordó la narrativa del realismo mágico, en la descripción de los personajes. 😉

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 11:44
  5. 5. merchylam dice:

    Hola Manuel.
    Efectivamente el ambiente está genial. Nos traslada de inmediato.El “positivo” final es contundente. Ni siquiera es necesario que añadas que se echa a llorar porque solo eso que dice, crea un impacto que vale por si solo. Es más, quizás tu intención era que pasara de ser un tipo duro del tipo “sayonara baby” con ese parco y preciso -Positivo. Para girar y descubrirnos un tipo con sentimientos. Yo sinceramente me quedo con el tipo duro, el que se echa a llorar no me lo creo, a no ser que sepas algo más de la historia que no nos has contado.
    Otra cosilla:
    En la frase; ..pero cercana a la carretera, a las casas de la carretera y a la casa de su padre” . Hay una repetición innecesaria, y menos en tu caso que dominas el lenguaje. Por ejemplo así: cercana a la carretera, a las casas y en concreto a la de su padre.
    Werchylam o merchylam, es lo mismo.
    Es un decir tu hazlo como quieras.
    Los usos de pronombres son delicados. Supngo que no querías repetir su nombre en …esta le mordió la cara. El nombre de Lena estaba muy cerca y dos veces, quizás con un “ella”, o transformar la frase anterior para que no te veas forzado a repetir su nombre.
    ¿Qué es cincunvalar?
    Por lo demás fantastico, Manuel. Un placer leerte.
    A mi este mes tampoco me ha salido, pero si quieres decirme lo que ya todos me van a decir, pues pásate por el 22.
    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 15:50
  6. 6. beba dice:

    Hola, Manuel:
    Paso para devolverte la visita y darme un gustito en esta tarde helada y gris: leer algo bueno. Muchísimas gracias por el comentario y por la historia, tan original y pintoresca, y tan simple.
    Una duda: ¿Por qué llora Don Arlingthon? ¿A quién le dio “positivo”? Supongo que al cartero; ¿o a la hija díscola? Por ahí me falla la perspicacia.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:19
  7. Hola, Suillegna.
    Gracias por tus palabras. Es un estímulo ver que lo que se escribe gusta. No fue fácil encajar la historia en tan pocas palabras.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:53
  8. Hola, María Kersimón
    El que te deleites con mi lectura me produce una gran satisfacción, teniendo en cuenta lo alto que tú pones el listón. El hecho de que te recuerde a García Márquez, no es casual. Él nació y vivió, hasta que se vino a Europa, en la costa caribe colombiana. Yo, que soy español, viví durante 22 años en la costa caribe colombiana (Barranquilla) y una isla en el Caribe (San Andrés). Es evidente que ni el talento ni la destreza que yo no poseo, sean ni remotamente comparables con los de ese gran maestro, pero el ambiente, las anécdotas, la vida, el sentir, la música, la visión frente a la vida, la forma de expresarse, todo eso se pega, y todo es común para cualquier persona que viva en esos lugares. Estoy seguro, y él lo repitió en muchas ocasiones, que su realidad mágica no hubiera existido de no haber nacido donde nació, ni vivido donde vivió, ni haber estado rodeado de las personas comunes y corrientes que lo rodearon. Cuando escribo, si se crea algún parecido con lo que él escribió, no es porque pretenda imitarlo, que no sería ninguna deshonra, es porque he vivido en los mismos lugares y participado de los mismos problemas, anécdotas y angustias que él vivió, lo mismo que cualquier persona que viva o haya vivido en el Caribe colombiano; con algunos años de retraso, claro. Ahí quedan explicadas mis fuentes literarias, porque de España, poco.
    Gracias

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 22:24
  9. Hola, Manoli
    Agradezco tus palabras.
    En realidad preparé los personajes y los lugares antes de empezar a escribir. Ambienté la historia en una isla del Caribe, en la cual he vivido y le agregué fantasía. Lo del ojo de vidrio es real. El relato alcanzó, tratando de simplificar, 1300 palabras. A partir de ahí, empecé a recortar hasta encajonarlo en las 750. Posiblemente publique en el blog la versión inicial. La historia completa da para una novela.
    Gracias

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 22:35
  10. Hola, Merchylam.
    Gracias por haberme leído.
    En realidad he querido que Don Arlingthon llorara para humanizarlo. No llora por el cartero. Llora por su fracaso, así cree él, como padre. Primero por su hijo gay que considera una deshonra y segundo por su hija violada. O sea que no es tan duro como parece.
    En el caso de: las casas de la carretera y la casa de su padre. Quise recalcar lo de la casa del padre para darle fuerza al relato, para resaltar algo importante.
    Carretera circunvalar es la que da la vuelta a la ciudad, en ese caso a la pequeña isla. Viene siendo un equivalente a ronda aquí en España.
    Gracias

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 22:49
  11. Hola, Beba.
    Aquí en España está empezando a llegar el buen tiempo, al contrario de Argentina que os estará empezando a caer el frio. Hemos tenido un invierno no excesivamente duro, en algunas partes, claro.
    Gracias por tus palabras.
    Vamos a ver. Positivo, en el leguaje militar, se utiliza en Colombia para afirmar que una operación ha salido bien. Los militares en todas partes acostumbran a ser parcos en palabras. Pues bien, cuando se le pregunta a un militar cómo se ha resuelto tal o cual cosa, simplemente contesta: ¡Positivo! o ¡Negativo!, acompañado del consabido mi capitán, o mi coronel, o lo que sea. En esta caso Don Arlingthon, que no había sido militar, pero había convivido con ellos, soltó esa expresión para decirse a sí mismo que había dado de baja al cartero.
    ¿Por qué y por quién se puso a llorar? Lloró por su hija violada, a pesar de hacer dos años que no se hablaban y lloró por su fracaso como padre, al menos eso es lo que él creía, hay que recordar que tenía un hijo gay, cosa que consideraba una afrenta, de lo cual se avergonzaba y de lo que en parte se sentía responsable. Era un viejo muy chapado a la antigua. Ese personaje está ambientado en una persona real. La anécdota del ojo de vidrio la he recogido porque en realidad sucedió.
    Gracias

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 23:12
  12. 12. Frida dice:

    Hola Manuel. Este mes has puesto el listón muy alto. Me encanta la escena que nos presentas, tiene muchísima garra, es una gran historia de principio a fin y, tal y como comentan las compañeras, tiene mucho de realismo mágico. Los personajes están bien ambientados y presentados, las distintas visiones que nos muestras de ellos, van encajando el puzzle poco a poco con precisión y la escena final es desgarradora, con ese padre que dispara y luego se deshace en llanto, abrumado por lo que la vida le ha hecho sufrir a causa de sus hijos.

    No tengo mucho más que decir, sino que la experiencia que nos has brindado, es magnífica. Felicidades por un relato tan redondo.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 17:41
  13. Hola Manuel

    Una lectura agradable y bien escrita, los diálogos perfectos. Qué te puedo decir. Encantada de leer una buena historia. Enhorabuena.

    A demás las explicaciones que das en los comentarios se agradece. Pues no conocía la palabra “Positivo”

    Gracias por comentar el mío. He aprendido mucho con los consejos que me has dado. Asi que apenas pueda me pondré a mejorar el relato.

    Te sigo en tu blog. Saludos.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 18:15
  14. 14. KMarce dice:

    Saludos Manuel,
    Muchas gracias por pasar por mi relato, y doblemente obligada a leerte por ello y por estar en mi listada de lecturas voluntarias.

    Muy interesante el estilo del relato. Hay que tener un bueno ojo y saber entender los saltos de la historia, que se hilvanan unos con otros.
    He notado que no te han mencionado algunos detalles que se te escaparon en la escritura del relato, te los marco:

    *parte de las islas. Llovía * — Falta el punto y aparte.
    *en la ponchera y dijo:. * — Hay dos puntos y luego punto y aparte. El último no va.
    *con un cretino, era el padre de Lena. * — concordancia. Cuando hablas del marido de Lena, el narrador nos expresa cómo le considera por parte de Don Arligton, es mejor usar un punto y seguido, para no unificar la idea de cretino/padre de Lena. — …se casó con un crétino. Era el padre de Lena y guardaba…
    *un Colt 45.* —lo correcto para detallar el calibre de las armas es usar el punto antes del mismo, es decir: Colt .45, una pistola .22 etc.

    La escena, tiene “micro escenarios”, y detalla un poco de cada personaje. El hijo gay no tiene ninguna. La idea del “museo” que luego pasa a ser “un desayunador y una especie de bar”, la veo un poco como palabra metida con calzador. Eso se corrije con “dejó la bicicleta al lado del museo, para entrar/ingresar al negocio continuo…” o algo así, porque museo/restaurante-comedor/bar no me parece.

    Me ha gustado sí Roberto, es un loro muy inteligente, no son aves torpes como muchos piensan que solo “repiten palabras sin sentido”; así que él diera la voz del peligro de Lena, me ha gustado mucho.
    La lectura es fluída, no la sentí pesada y creo que aun con esos micro escenarios, esto te ha llevado a ver “casi como secuencia fotográfica” el general de la historia.
    Te felicito, ¡nos leemos!

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 04:17
  15. Hola, KMarce.
    Gracias por tus comentarios. Contigo se aprende mucho. El punto y seguido antes de: “era el padre de Lena”, me extrañaba que nadie lo comentara porque yo me di cuenta una vez enviado el texto. De los otros puntos tomo nota.
    Colt.45, lo desconocía.
    La falta de microescenario para el hijo gay se debe a lo ajustado del espacio y a que deseé, más bien, que significara sólo un punto de apoyo para entender el estado de ánimo del viejo Don Arlinthon.
    Lo del Museo, es cierto, metido con calzador. En mi descargo diré que me inspiré en Conversaciones en la catedral, de Vargas Llosa, en donde la catedral también es un comedero.
    Te agradezco tu lectura pormenorizada.
    Saludos

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 07:24
  16. 16. Laura dice:

    Hola Manuel
    Antes que nada, gracias por pasar por mi texto y dejar tu comentario. Te lo agradezco muchísimo, en especial por el análisis que de él haces. Se me escapan las 750 palabras, pero de a poco, analizando a los que lo logran, al menos me voy a ir acercando.
    Y ten en cuenta que los tuyos son unos de los que tomaré en cuenta.
    Me encantó el relato, cosa innecesaria.
    Creo que sobró la frase en la que dices “Todos comprendieron que Lena estaba en peligro.” ya que con la siguiente lo das a entender, pero es mi simple y más que humilde opinión.
    Por lo demás, no haría más que agregar a lo que ya te han dejado, cuando es tanto lo que tengo que aprender.
    Te sigo leyendo, y analizando humildemente

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 11:09
  17. 17. Diego Manresa Bilbao dice:

    Buenas Manuel!!!!
    Excelente relato!!!!
    Me tenia un poco desconcertado al principio, pero luego encaja maravillosamente… Mi mas sincera enhorabuena.
    Nos leemos!

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 13:09
  18. 18. Isolina R dice:

    Hola, Manuel Pla Martí:
    Puede parecer que como me halagaste en el comentario a mi texto, te devuelvo el cumplido. Lo que voy a decirte no tiene nada que ver con lo que comentaste en mi texto, de verdad.
    Este relato es buenísimo. Me quito el sombrero ante tu prosa.

    En España, mejor: “dándole golpes en la cabeza” y “La lluvia le azotaba la cara”.

    En: “Roberto en su jaula abierta comenzó a cantar «Palo palito»”, yo pondría: “Roberto, en su jaula abierta, comenzó a cantar «Palo palito»”.

    En: “Éste le había dicho antes”, el demostrativo “Este” no debe llevar tilde. A mí me gusta más poner el pronombre personal “Él”.
    En: “Juancho Aguila”, ¿quieres que “Aguila” se pronuncie llana o esdrújula? Si fuera esdrújula, debería llevar tilde.

    En: “—Ven, Roberto” te faltó la coma.

    En: “Don Arlingthon, viejo tuerto y gruñón, amedrentaba”, falta la coma tras “gruñón”.

    En: “Antiguo capitán de lancha, antiguo criador de ratas albinas y antiguo comerciante de cocos; viudo, padre de un hijo gay del que siempre se avergonzó y padre de una muchachita díscola, nacida cuando él ya era viejo, a la que dejó de hablar el día que se casó con un cretino, era el padre de Lena” habría que tratar de acortar. Te sugiero una posibilidad: “Antiguo capitán de lancha, criador de ratas albinas y comerciante de cocos; viudo, padre de un hijo gay del que se avergüenza y de Lena, esa muchachita díscola engendrada en la vejez y a la que dejó de hablar el día en que se casó con un cretino”. No sé. Aparece “era” dos veces. La descripción es algo larga.

    En: “el contoneo de sus caderas, el movimiento rítmico de sus nalgas, esos brinquitos acompasados de sus pechos, lo volvían loco” sobra la última coma.

    En: “Lena oyó unos golpes, de forma inconsciente abrió la puerta” en lugar de coma yo pondría punto.

    En: “«¡Lena, Lena…»”, te faltó cerrar la exclamación.

    En: “seguía gritando:«Lena, Lena…»”, tienes que dar espacio tras los dos puntos.

    En: “gritando ¡Lena!, ¡Lena!”, faltan los dos puntos y las comillas.

    En: “mientras dentro de la casa se oía una voz rota pidiendo auxilio”, yo suprimiría “de la casa”.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 21:37
  19. 19. Wiccan dice:

    Buenas Manuel,

    Por fin llego a tu relato y tengo que decir que me ha encantado, me gustan mucho las historias corales y creo que haces un gran trabajo en tan pocas líneas, me recordó mucho a “La colmena”, relatos cotidianos de personas que parece que no tienen nada que ver pero cuya relación está ahí, sea anterior o en el desarrollo de la historia. Y mientras lo leía pensaba “esta historia da para una novela” así que no me extraña nada que tuvieses ese trabajo anterior, hay muchos detalles sutiles que reflejan ese esfuerzo que has hecho. Lo que más me ha gustado ha sido la utilización del loro, creo que ha sido un recurso muy imaginativo para incluirlo en la historia con ese peso, ya que desde mi punto de vista era la palabra más difícil de encajar en un relato dándole importancia para el desarrollo.
    En cuanto al contenido creo que está genial, el final también a mi me hizo dudar de si había matado al cartero o a Lena, pero por esa pincelada que das sobre el hijo gay, ya que al estar chapado a la antigua no me parecería raro que considerase que la deshonra de la violación fuese la gota que colma el vaso en cuanto a lo “perdidos” que están sus hijos (es muy fuerte pero hay gente que piensa así).
    En cuanto a forma, si te soy sincero el relato me atrapó y no vi ningún fallo que tener en cuenta. Tras leer los comentarios puedo estar de acuerdo con algunos pero en realidad no me parecen fallos de importancia, más temas de revisión que a todos se nos escapan.
    Felicitarte en definitiva por este relato tan trabajado e interesante, ¡si decides escribir la novela tienes un lector! Y muchas gracias por tu comentario, como siempre me das mucho más mérito del que creo tener, pero es un orgullo que un compañero que escribe como tú valore tanto mis historias. Seguimos leyendonos!!!
    Un abrazo!!!

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 21:07
  20. Hola, Isolina.
    Lo de quitarse el sombrero lo pongo esta vez en mi boca, pero para admirar tu grado de sutileza y exactitud a la hora de analizar un texto. Has señalado quince errores. Tres son subjetivos, pudieran aceptar discusión, pero los otros doce no tienen vuelta de hoja. Hay que aceptarlos y se acabó. Me pones a pensar en lo mucho que hay que trabajar y corregir, corregir y corregir para que el texto de…, digamos una novela corta, 50000 palabras más o menos, pueda ser entregado con un mínimo de errores.
    Gracias por tu análisis.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 22:00
  21. Hola, Diego:
    Muchas gracias por tu comentario a mi texto. He leído el tuyo. Mañana te lo comento.
    Saludos.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 22:08
  22. Hola, Wiccan:
    Te agradezco los comentarios que le has dispensado a mi relato. Siempre es un aliciente escuchar frases de elogio.
    Nos seguimos leyendo. Un abrazo.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 22:11
  23. 23. Caritobel dice:

    Hola, Manuel. Primera vez que te leo, así que mucho gusto.

    Ya te dieron muchos consejos en cuanto a forma. Yo voy a agregar lo siguiente:

    – El formato de la primera parte del texto —la presentación de Simoncito—. Creo que tiene muchas oraciones cortas con punto y aparte, esto le da una fisonomía extraña a toda esa sección, con muchos espacios. Tal vez sólo sea estético, pero al lector lo ganas con todas las herramientas que tenés a mano.

    “El asunto siguió dándole golpes en su cabeza”. ¿Qué asunto? Hubiese planteado de otra forma esta i formación: “Un asunto no dejaba de darle golpes en la cabeza”. Cuando empezase con “el”, es como si nosotros ya supiéramos de qué se trata, y no es así.

    ” Simoncito el cartero contestó”.
    Pondría coma después del nombre y antes de «contestó», porque es una aclaración. Más adelante haces lo mismo: “Simoncito el cartero, desafiando la lluvia, avanzó (..)”. Para mi ya no es necesario aclarar que es cartero.

    Utilizas unas veinte veces la «y», demasiadas, teniendo en cuenta el recorte de 750 palabras. Estoy segura que algunas son suprimibles o reemplazables. Lo mismo pasa con «su/sus», los usas muy seguido y varias veces, sobre todo en la parte que Simoncito piensa en Lena.

    “una carta con la huella de un beso”. ¿Look se pintaba los labios? Porque no se me ocurre cómo ,si no, pudo haber marcado el papel con un beso.

    Escribís “Paseo Marítimo”,¿Así se llama el lugar, o haces referencia a la zona por la que andaba, como decir plaza, calle, etc? Porque si es así no es con mayúscula. Simoncito también dice “Paseo”, y ahí se me hace que pasa lo mismo.

    La información que das de la escena del ojo del padre de Lena,a lo último, no me parece relevante, es buena como anécdota, pero no aporta al final de la historia.

    Observaciones personales:

    En primera instancia los saltos en la historia que confundieron, y no entendía la información ofrecida. Pero al finalizar todo se logra entender.

    Que la palabra que dice Don Arlingthon no se entienda, me refiero a su carga simbólica, es ,para mi, muy desventajoso. Es casi el cierre de tu historia, si tiene tanta carga en algún momento tiene que explicarse, sobre todo teniendo en cuenta que el lector desconoce mucha información —me refiero a la jerga militar. En este caso, es elemental. Sin tu explicación posterior, seguiría sin entender por qué dijo lo que dijo.

    Resalto las cosas positivas que vi:

    —Las descripciones;

    —lo bien que hilás las historias, a pesar de tu límite de palabras;

    —la profundidad que logra el relato en general, y la cercanía que podemos lograr con los personajes, así nos inspiren desprecio o empatía.

    Espero que mis observaciones te ayuden en algo.

    Si tenés ganas de pasarte por mi relato, estoy en el 195. Saludos.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 06:56
  24. Hola, Caritobel:
    Un análisis exhaustivo el tuyo, que hay que estudiar con detenimiento. Uno nunca sabe hasta donde es capaz de fallar. Comentarios como el tuyo y el de Isolina te abren los ojos, te obligan a hilar más fino y sirven de mucha ayuda. Claro que se llega hasta donde se llega.
    Gracias por tus palabras, y en efecto, voy a darme una pasada por tu relato.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 08:21
  25. 25. Wolfdux dice:

    Llego tarde y poco puedo decir cuando todo esta dicho. Un relato que como dicen es una delicia, me quedo con la manera tan original que has tenido para hacer que el loro pida ayuda, de diez. Un saludo.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 09:36
  26. 26. Miriam Torres dice:

    Hola Manuel.

    Siempre es obligado pasarme a comentar tus relatos aunque, como en esta ocasión, tengo poco que decir.

    Como siempre, te leo con gusto y con poca mirada crítica porque escribes realmente bien. Quizá no es de las historias que más me hayan gustado de todas las que he podido leer, pero tu toque sigue estando ahí. Unas descripciones muy nítidas y momentos de dureza en alguna de las partes del texto (en este caso, al final), que es uno de los matices que caracterizan tu estilo de escritura. También me han resultado divertidos algunos aspectos, como la descripción de Don Arlingthon.

    Muchas gracias por los comentarios de mi texto.

    Nos seguimos leyendo 🙂

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 16:47
  27. Hola, Miriam:
    Muchas gracias por seguir leyendo mis textos y muy
    agradecido por tus comentarios.
    Saludos.
    Nos seguimos leyendo

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 19:31
  28. 28. Marcelo Kisi dice:

    Hola Manuel!
    Mil gracias por tu visita, me alegro mucho que finalmente te hayas decidido a dejar tu comentario, porque me dio la oportunidad de conocer tu escritura. Perdón por la tardanza en llegar.
    El principal mérito de tu relato es la construcción de una trama con personajes dispares que paulatinamente van llevando a un desenlace del que todos ellos forman parte, es decir un formato coral.
    Los ajustes a hacer creo que ya te los han hecho en tantos comentarios, así que yo me dediqué a disfrutar el ambiente y la trama tan bien construidos.
    Felicitaciones sinceras!

    Escrito el 10 junio 2016 a las 00:38
  29. 29. Isan dice:

    Hola Manuel:

    Anoche me tragué, digo tragué por lo extensa, pero muy interesante polémica que has mantenido acerca de la escritura fantástica o realista. No entro en el debate porque está ya cerrado y porque no es el lugar, pero, naturalmente, tengo mi opinión. Esto me ha dado la oportunidad de poder leerte por primera vez en el poco tiempo que llevo en el taller y descubrir lo que me estaba perdiendo.

    Tu relato me ha parecido magnífico y, si me permites la expresión jocosa, fantástico en todas sus acepciones. Los detalles muy cuidados son los que más me gustan. La introducción muy tranquila, la descripción de los personajes, la violación bien narrada y el papel del loro. Destacar especialmente el final que lo encuentro inmejorable: Positivo. Luego se puso a llorar. Creo que lo dice todo de un padre que en ese acto se redime.

    Así que me alegro de haberte encontrado y leer tus anteriores relatos en tu blog. Te puedo asegurar que te seguiré en los próximos porque intuyo que serán garantía de buena literatura.

    Un saludo.

    Escrito el 14 junio 2016 a las 20:45
  30. Hola, Isan:
    Gracias por tus palabras.
    El problema que veo, problema para mí, es que al levantar espectativas favorables se pueda crear decepción en el próximo relato, porque a pesar de tratar de hacerlo de la mejor manera posible, a veces la cosa no sale. Gracias otra vez y será un placer leerte.
    Saludos.

    Escrito el 14 junio 2016 a las 22:18

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