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Y a todo esto qué tenía que ver la gema - por Winter Imagination
El autor/a de este texto es menor de edad
Me encuentro en el centro de la sala dedicada al antiguo Egipto, en el Museo de Historia. ¿Cómo llegué acá? La respuesta está en alguna parte de mi mente pero no logro acceder a ella. Miro a mi alrededor en busca de algo, aunque no estoy muy seguro de qué.
Un objeto destella en una esquina de la sala, captando toda mi atención. Parece una gema, es roja y brillante. Me acerco para verla mejor, es aún más hermosa de cerca, parece brillar y tiene diversos tonos de rojo mezclados en su superficie. No puedo resistir la tentación y la agarro. Un feroz viento se desata de la nada, sobresaltándome. Intento alejarme del lugar, pero no puedo moverme. Siento los pies pesados y, al mirarlos, descubro que están enterrados en arena. ¿De dónde salió? Todo el suelo se encuentra ahora cubierto por ella. El viento la sopla y la eleva, ocasionando que tenga que entrecerrar mis ojos para poder ver algo.
Necesito encontrar una salida. Desesperado, comienzo a buscar una puerta, pero no la encuentro. Cada vez veo menos a causa de la arena, estoy totalmente atrapado en medio de lo que parece ser una tormenta dentro de un museo, ¡qué locura!
A lo lejos, comienzo a distinguir una figura que se acerca a paso lento. Mi miedo incrementa, ¿y si me mata? ¡No quiero morir tan joven!
La figura está ahora a unos pasos y logro distinguir su rostro, se parece mucho a mi cartero, lo cual me desconcierta. ¿Qué hace Adolfo en medio de una tormenta de arena en el museo? Está vestido como uno de los faraones de mi libro de historia. Él alarga su brazo hacia mí y, en un intento de retroceder, caigo sentado.
Su mano está a punto de tocarme cuando algo vuela a través de él y comienza a picotearme. ¡Es un loro! Intento alejarlo a los manotazos pero no lo logro. Grito y cierro los ojos, la arena está por todos lados.
Me siento de golpe y abro los ojos. Estoy en un banco en el museo, ¿me quedé dormido? Veo a mi profesora, que se encuentra parada al lado mío mirándome con desaprobación. Trato de no reír al recordar su apodo, “Lora” Gutiérrez. Mis compañeros y yo se lo pusimos porque siempre está hablando y repite todo, además, tiene voz chillona y nariz alargada. Le sonrío inocentemente.
–Juan –dice, y ahogo una carcajada. –Se puede saber qué hace durmiendo en medio de una salida educativa.
–Lo siento profesora –respondo serio y me levanto de un salto. Avanzamos en busca del resto del grupo. – ¿De casualidad vio al cartero Adolfo por acá? –no puedo evitar preguntar.
Hola, Winter Imagination! Mi relato es vecino del tuyo y me tocó en suerte corregirlo, porque me encantó!
Y te confieso que me reí con ganas dos veces. La primera cuando el personaje se pregunta “¿Qué hace Adolfo en medio de una tormenta de arena…?” y la segunda, cuando entendí el título. 😉
Sabés a qué me hizo acordar el relato? A un ejercicio de improvisación teatral. Sin dudas que es una manera muy original de incluir las palabras del reto opcional.
Se me ocurre que el relato causaría mayor impacto si terminara donde dice “educativa”. Es decir, le sacaría la última oración. Y, también borraría la pregunta que se hace Juan a sí mismo más arriba: “¿me quedé dormido?”.
El desenlace quedaría así:
“Me siento de golpe y abro los ojos. Estoy en un banco en el museo. Veo a mi profesora, que se encuentra parada al lado mío mirándome con desaprobación. Trato de no reír al recordar su apodo, “Lora” Gutiérrez. Mis compañeros y yo se lo pusimos porque siempre está hablando y repite todo, además, tiene voz chillona y nariz alargada. Le sonrío inocentemente.
—Juan —dice, y ahogo una carcajada—. ¿Se puede saber qué hace durmiendo en medio de una salida educativa?
Es solo una sugerencia. 😉
Saludos y hasta la próxima!
Hola, Winter Imagination.
Me ha gustado mucho tu historia.
Sólo una pequeñísima sugerencia, que tal vez tiene más que ver con el tipo de lectura que yo prefiero y por lo tanto así es como debe tomarse, como una mera opinión personal: el texto se compone de muchas oraciones cortas, la mayoría describiendo una acción y los componentes de la misma. Eso le da al texto mucha velocidad pero alguna falta de armonía, un “descanso para el lector”, cierta fluidez.
Desde ya me adelanto a la respuesta: es exactamente así como se describen los sueños.
De todos modos, como ya dije, el relato me ha gustado mucho.
Saludos!
Hola, winter:
Es difícil representar un sueño en un relato, pues siempre son figuras difusas. Me gustó la rapidez del mismo. Felicitaciones.
Hola Winter,
Me gusto la historia, tiene ritmo y demuestras tus facultades narrativas e imaginativas
Te aconsejaría que trates de detallar mas tus ideas. Como te comentaron antes, el cuento se compone de oraciones cortas. Tal vez es porque los sueños son así, cambiantes y trepidantes. Si esa fue tu intención lo hiciste bien.
Felicitaciones
Jisaen N°67 El Cuadro