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Horas extra - por AleO

Horas extra

— ¡Esto no es una puta morgue, Gabriel!
El aludido despega apenas su mirada del cuerpo abierto y le sonríe a medias. Después, vuelve a su tarea.
Gabriel siempre le ha producido escalofríos. Sus ojos le ahogan el estómago de líquidos ácidos. Cinco años han pasado desde su primer día de trabajo y nada ha cambiado, ella se sigue sintiendo igual.
Gabriel es el claro ejemplo de que a veces los padres se equivocan con los nombres de sus hijos. Es cualquier cosa menos un ángel. El cabello ralo, la piel pálida, los ojos color arena, el guardapolvo blanco manchado de rojo… parece un ánima asquerosa.
Siendo íntimo amigo del director del museo, poco le importa si lo que hace es lícito o no. Destripa cadáveres en un cuarto oscuro del edificio, estudiando Dios sabe qué cosas. Ella lo ve trabajar algunas veces. Gabriel extrae una masa sanguinolenta que de lejos ella no puede distinguir. Quizás el corazón, quizás el estómago. El cadáver permanece duro e indefenso. Es el de una mujer, la tercera en el mes.
Ver el deseo con el que los ojos color arena observan el órgano le atrofia a ella su sangre. Gabriel no estudia el pedazo de carne con aire de científico, sino con uno de chef.
Y ella escupe eso sobre la morgue. Si la viera su mamá, le reprocharía su impulsividad. Y Gabriel le sonríe, mostrándole sus dientes amarillos.
—No, es un museo de Ciencias Naturales. Y acá se investiga — aclara Gabriel.
— ¿De dónde la sacaste? — pregunta ella, señalando el cadáver. Otra vez su impulsividad. Interiormente, le pide perdón a su mamá.
—Se me cruzó por ahí — susurra. Tiene los ojos tan muertos como el cadáver —. Pero ya no me sirve más…
Ella se aleja del museo. Antes de salir, ve a Gabriel retomar su trabajo, como un buitre a la carroña. Se dice a sí misma que tiene que renunciar, que no aguanta más semejante colega.
La soledad de su casa le regala una tranquilidad reparadora. Se prepara un té. Es una linda noche de viernes para dejar atrás el estrés de la semana. Nada que una buena película no pueda resolver, piensa. Necesita olvidarse de todo. Olvidarse de él.
No le atrae nada de la televisión. La cabeza le da mil vueltas y termina siempre en el mismo lugar. Por suerte, el té le calma el cuerpo y le da sueño. Un descanso reparador le va a hacer bien.
¿Y por qué todos los cadáveres que ha usado han sido mujeres? ¿Qué investigación tan importante está haciendo?
Camina a oscuras hasta la mesa de noche para prender la lámpara. Esas milésimas de segundo previas a hacerlo siempre la asustaron un poco. Qué tonta, se dice. Ya es grande para cobijar temores infantiles.
Tantea hasta que la encuentra. Mueve la perilla. La luz no aparece. Intenta una vez más. Dos, tres, cuatro. No hay luz, ni una pizca. Mala suerte la suya, el foco se debe haber quemado.
Se acuesta de igual manera, puede hacerlo sin ver, conoce su cama de memoria. Se va a poner el pijama, cepillar el pelo, cambiar las…
Ya hay alguien acostado.
El olor a sangre lo delata. Ella lo imagina con los ojos color arena, sonriéndole con los colmillos filosos en la oscuridad…
—Qué justo cruzarte por acá — le escucha decir.

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9 comentarios

  1. 1. siullegna dice:

    Buena tensión creada por el narrador entre la pareja Gabriel y la chica al inicio del relato. Se nos advierte de la maldad del hombre.
    Relajación fin de jornada de trabajo por parte de ella, pero aún en el recuerdo su compañero.
    Y la sorpresa final en la oscuridad.
    Buen relato de suspense.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 17:48
  2. Hola AleO

    Que corto se me hizo 🙁 me recordó una película que se llama, Omnivoros. Ahora ella es la próxima victima de Gabriel.

    Enhorabuena, esta muy bien la historia.

    Yo soy el 101. Saludos.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 18:13
  3. 3. AleO dice:

    ¡Muchas gracias a las/los dos! Aprecio mucho que se hayan dado una vueltita por acá 🙂

    Dianet, gracias por la recomendación, voy a verla. Te hago una pregunta, así resuelvo una duda. Quise hacerlo bien corto porque sentía que si lo extendía más o daba más detalles el final perdía fuerza y sorpresa. ¿Coincidís conmigo? ¿O pensás que podría haberlo hecho más extenso sin correr ese peligro?

    Tu opinión como lectora y escritora me interesa mucho. Muchas gracias, ya pasaré por el tuyo 🙂

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 18:24
  4. Hola, AleO.
    Si pudiéramos sentir el olor a sangre fresca y a vísceras desparramadas que despide el cadáver, el efecto sería todavía más contundente, aunque no hace falta, la sensación de asco queda condensada en el escupitajo de ella al el suelo de la morgue.
    Relato inquietante y bien escrito. Cuidas los detalles. Se te nota pericia escribiendo. Encuadraría el relato en la línea de terror semi fantástico, porque hasta que aparece Gabriel en la cama todo es muy real. En este momento, y por el hecho, al menos eso parece, de que ella ni se inmute, das el salto a lo fantástico y dejas la escena abierta. ¿Se acuesta?, ¿sale corriendo?, ¿grita?, ¿le da un ataque de nervios? ¿Es asesinada? Todas son opciones válidas que dejan al lector sobre ascuas.
    Donde dices; “se acuesta de igual manera”, creo que este verbo debería ir en futuro, pues da la sensación de que se esté acostando y luego resulta que tiene que ponerse el pijama, etc.
    La expresión, “qué justo cruzaste por acá“, no la acabo de entender. No digo que esté mal, debe tratarse, pienso, de una forma de expresarse en determinada zona. El castellano, o español, es muy rico y tiene expresiones que en una parte significan algo y en otras no.
    Muy bueno tu relato, algo truculento, pero sobre todo bien escrito. Felicidades.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 13:07
  5. 5. El Recreo dice:

    Desde el punto de vista formal utilizaría los signos de exclamación en “¡Dios sabe qué cosas!”. Cuando describes el físico de Gabriel no sé que significa “guardapolvo”. No me ayuda mucho las definiciones de la RAE. Le daría un repaso a la puntuación. Sobre todo a las comas, por ejemplo: “Gabriel extrae una masa sanguinolenta que de lejos, ella no puede distinguir” o “Ver el deseo con el que los ojos color arena observan el órgano, le atrofia a ella su sangre”. Aquí pondría comillas por ser un pensamiento “”Nada que una buena película no pueda resolver”, piensa” o “¿Y por qué todos los cadáveres que ha usado han sido mujeres? ¿Qué investigación tan importante está haciendo?”, piensa…”
    Respecto a la forma poco más que añadir. En cuanto la historia en sí me ha gustado la descripción (excepto lo de los guardapolvos) y ha captado mi atención cuando has introducido la mirada de “chef”, porque tiende a imaginar el lector tipo Anibal Lecter. También me ha gustado cómo has introducido con los pensamientos, las dudas y temores y cómo éstas se materializan al final. También creo que la frase de inicio consigue captar y enganchar al lector desde el primer segundo y anima a la lectura con descripciones sencillas.
    Ahora bien desde mi punto de vista mejoraría ciertas confusiones que se me han generado durante todo el relato y que restan potencia y fuerza a la historia. Por ejemplo al principio no sé si la voz que habla con Gabriel es masculina o femenina y he dudado muchas veces si se refería a Gabriel o a ella. Esto se solucionaría fácilmente diciendo en la primera frase “dijo ella” o bien “Gabriel siempre le produjo a ella escalofríos”. Además otros momentos de confusión entre la voz del narrador y los pensamientos de ella cuando dice “Tiene los ojos tan muertos como el cadáver” ¿pensamiento de ella? ¿descripción del narrador?
    En resumen me ha gustado el relato porque atrapa desde el comienzo y tiene un buen final, consigues transmitir la tensión del ambiente con la luz fundida y tiene en general bastante credibilidad. Con pequeñas mejoras desde mi punto de vista quedaría bien redondo. Ya por último quizá mejoraría bastante si intercalas los pensamientos con las acciones rutinarias desde el párrafo “La soledad de su casa le regala…” Por ejemplo se pone el te y piensa por qué son mujeres. Mira por la ventana porque la TV es aburrida y piensa ¿qué investigación es tan importante?…
    Espero haberte ayudado.
    Un abrazo de Mr. Clock jeje

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 01:40
  6. 6. AleO dice:

    Manuel Pla Martí, gracias por comentar. Me gusta la definición que le has dado en cuanto a género, yo no sé mucho de eso.

    Gracias por la sugerencia del cambio del tiempo verbal, tenés razón. La expresión “qué justo cruzarte por acá” vendría a significar algo así como “mirá qué suerte la mía de encontrarte acá, sin quererlo”. Claro que le di un tono irónico. No sé si es gramaticalmente correcta, pero sí una frase que usaría donde vivo jaja 🙂

    Muchas gracias por los halagos y las observaciones, ambos me impulsan a seguir. Saludos 🙂

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 02:40
  7. 7. AleO dice:

    El Recreo, ¡hola! 🙂

    Muchas gracias por tu comentario. Voy a corregir esas observaciones de puntuación.

    Un guardapolvo es esto: http://unitex.com.ar/wp/wp-content/uploads/2012/07/IMG_0126.jpg . No solo lo usan los chicos para ir a la escuela, sino también la gente que trabaja en laboratorios, por eso se lo puse a Gabriel. Perdón, pensé que era un término más bien común al idioma y lo usé sin cuidado.

    Gracias por marcarme los problemas con la referencia, de hecho temía que lo fuera. En algunos lugares saqué “dijo ella” o solo “ella” porque me parecía que sonaba poco natural. Pero, ahora que sé que se producen confusiones, voy a agregarlos 🙂

    ¡Y muchas gracias por el último detalle! Me encantó esa idea de intercarlar preguntas con acciones rutinarias, y creo que es un consejo que me va a servir en todo lo que escriba a futuro.

    Muchas gracias por la ayuda, saludos 🙂

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 02:46
  8. 8. Tavi Oyarce dice:

    Hola AleO

    Lograste muy bien destacar el ambiente turbador de la historia. A ratos al borde de la repulsión. No es fácil llevar adelante este genero narrativo y tú lo has conseguido.

    No voy a entrar en detalle sobre alcances gramaticales pues ya te lo ha dicho. Solo agregar que las siguientes oraciones escapan un poco del tono literario y sobre todo del género que has abordado, dale una vuelta:

    “Tantea hasta que la encuentra”
    “La luz no aparece”
    “No hay luz, ni una pizca”.
    Espero haber colaborado a tu historia
    Saludos

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 01:15
  9. 9. AleO dice:

    Buenas noches, Tavi. Muchas gracias por tus halagos y sugerencias. Y te agradezco que hayas mencionado esas oraciones, voy a volver a analizarlas. Saludos 🙂

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 01:18

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